HISTORIA ALTERNA
2022

Nervioso, caminé por la sala, pensando en lo que tendrían que decirme.

—Marco, ¿Qué pasó?- me preguntó Jean al verme.

Se veía lo nervioso y preocupado que estaba, claro, a fin de cuentas se trataba de su hermana.

—Realmente no sé... Me llamaron de su trabajo diciendo que alguien la había agredido... Tuve que salir del Instituto sin dejar tarea-

Yo daba clases en el instituto en donde todos estudiamos, no tenía mucha experiencia con chicos de 16 y 18 años pero podía defenderme.

—Pieck fue quien me llamó- dije presentándola la chica azabache con mi amigo, ella se mostró tranquila pero su rostro mostraba tristeza.

—¿Sabe quién agredió a mi hermana?-

—Nunca la había visto... Era una chica... Castaña de ojos verdes...-

—¿Familiares de Elizabeth Bodt?- preguntó la doctora.

—¡Soy su hermano!-

—¡Soy su esposo!-

Ambos hablamos a la vez, el doctor mostró una extraña sonrisa nerviosa.

—La señora Bodt está bien... Ha salido de peligro... Pueden pasar a verla-

Una enfermera nos indicó el camino a la habitación de Beth, estábamos Pieck, Jean y yo con los nervios a flor de piel.

—Miren... Es igual a su papá...- dijo Beth con una sonrisa cansada.

Me acerque hasta poder besar su frente y entre mis temblorosos brazos tomé a la pequeña criatura.

—Es una niña- dijo ella con una sonrisa.

—Entonces se llamara Adara- dije

—Al fin pude conocer a Adara...-

—Sí cariño, nuestra hija-

Jean me pidió cargar a su sobrina y con algo de celos acepté.

Aquella máquina que respondía a los latidos del corazón de Beth comenzó a sonar débilmente.

—Estoy feliz de ser tu esposa-

—Beth...-

—Finalmente... Formamos una hermosa familia Marco...-

—Debes... Debes descansar-

—Debes contarle muchos cuentos... Cantarle por las noches...-

—Lo haremos juntos mi amor...-

—Marco... Recuerda que te amo... Que los amo...-

—Beth cierra la boca- dijo Jean con mi hija en brazos.

—Jean... Cuida de Mikasa y Hikari... También de Adara... Por favor... No dejes que... ella se acerque...-

—¿Ella? ¿De quién hablas?- pregunté

—Te amo...-

Mis lágrimas recuerdan

Llenan tu asiento de nuevo

Trato de borrar pero no puedo borrarte

Te has convertido en mi todo

Tú, no puedo verte, no puedo escucharte

Pero estoy bien

Las despedidas son tristes, me duele el corazón

Habían pasado varios meses en donde tuve que dejar el trabajo para dedicarme a mi hija, Jean y Eren me apoyaban con algunos gastos pero el no tener a Beth me estaba desesperando... No había descubierto aún quién lastimo a mi esposa como para adelantarle el parto un mes...

Por culpa de esta maldita persona mi pequeña no tiene madre... Era horrible, ¿qué le iba a decir cuando estuviera en edad escolar y me preguntara por su madre? Por supuesto que no le diría que alguien la lastimó...

—Cariño, nos haces falta...- lloraba con mi hija por la ausencia de la mujer que nos brindó amor.

Me sentía en un abismo infinito del cual solo podía sacarme Adara... Ella lloraba por su madre y yo solo pedía al cielo un poco de calma...

Un año más tarde, no tuve más remedio que llevar a mi hija conmigo al trabajo; Adara sabía comportarse, sólo se quejaba cuando tenía hambre y se quedaba mucho tiempo dormida gracias a un peluche de conejito... Ese que Beth me regaló en nuestro primer aniversario de novios.

Muchos estudiantes solicitaron que yo les diera clases en el Instituto, así que acepté sin pensarlo dos veces, necesitaba el dinero.

—¿De quién es? ¿Es su sobrina?- me preguntaban algunas alumnas.

—No, es mi hija... Se llama Adara- sonreí al cargarla en brazos, ella dormía con tranquilidad.

—¿S-su hija?- me preguntó una alumna que tuve durante el ciclo escolar anterior.

Un grupo de alumnos, dos chicos y dos chicas, se acercaron a mí con intensión de ver a mi pequeña.

—¿Y su madre? ¿Por qué ella no la cuida? Es molesto tener que verla aquí... No es pedagógico- dijo una chica morena. Gabi Braun.

—¡GABI!- chillaron sus amigos: Udo y Sophia, mientras ella salía echa una furia del aula.

Miré a Falco, se mostraba incomodo pero no dijo ni una sola palabra.

Pero si eres feliz, si puedes sonreír, entonces yo 

Te extrañare más si te borro Voy a derramar más lagrimas que hoy Como el destino, nunca voy a tener a alguien como tú Solo tú, solo tu Tanto como mis lágrimas, espero que seas feliz

Adiós mi amor

"Es ella quien les arrebato el amor de una esposa y el calor de una madre"

Anónimo

Me costó trabajo, pero con esta ayuda anónima pude descubrir quién había atacado a Beth aquella tarde... Había sido Gabi...

—¡Ella no lo merecía, sensei!-

—Marco, de verdad lo siento... Ni mi familia ni yo hubiéramos sospechado de esto... Llegó a mencionarte unas veces en la casa pero no pensamos que... Bueno, se sintiera atraída por su profesor- Reiner, su primo, se encontraba conmigo en el tribunal.

—¡Yo hubiera podido ser mejor que ella! Incluso hubiera cuidado de su hija pero... Se parece tanto a ella...- su voz detonaba un tono de furia tan retorcido.

—Me quitaste a mi esposa... Le arrebataste a su madre... ¿No estás contenta con eso?-

—¡Yo hubiera sido mejor! ¡Yo lo amaba tanto!-

—¡GABI YO AMABA A BETH! ¿Tienes alguna idea del dolor que me causaste? ¿Sabes la agonía que se siente que jamás volverás a ver a esa persona especial? No lo sabes, eres sólo una niña...-

Estreché entre mis brazos a mi hija, había comenzado a llorar, salí del tribunal sin importarme las lágrimas de Gabi o las palabras de Reiner.

Caminé a paso apresurado hasta llegar a un parque y me desplomé sobre el suelo, me sentía tan triste, lleno de impotencia y con una herida que tardaría en sanar.

—Lo siento mi amor... Tu madre no volverá a casa...- le dije a mi pequeña, entregándole su oso de peluche, poco a poco había dejado de llorar.

Mi corazón ya sabía, un sentimiento de soledad a punto de estallar 

Trato de ocultarlo pero no puedo ocultarlo Te has convertido en mi corazón Tu, no puedo tenerte, no puedo tocarte Pero estoy bien Dolor sin fin, lagrimas que caen de nuevo

Deje de dar clases en ese instituto, no planeaba mudarme, esta era la casa que ambos habíamos deseado y comprado para vivir con nuestra hija...

Con el paso de los años, Adara fue creciendo, con ella mi amor por cuidarla y mi distancia hacia otras mujeres, aunque no era necesario que yo hiciera eso; Adara aborrecía la idea de tener "otra mamá".

Finalmente, a sus cortos 7 años, entre Jean y yo le explicamos la situación en la que su madre había fallecido.

—Cariño... ¿Recuerdas que hace unas noches me preguntaste por tu mamá?- le pregunté y ella asintió. —Pues bien... tu tío Jean y yo te vamos a contar un cuento sobre una chica muy guapa...-

—Esta historia es de unos novios, ellos se conocieron cuando estaban estudiando... Ella estaba tan enamorada del muchacho que le hacía cartas de amor y cantaba en su casa, cosa que ella no hacia... Él aprendió a bailar y a hacer comida porque a la muchacha le encantaban los postres...- dijo Jean con una sonrisa

—¿Qué tipo de postres le gustaban?- preguntó Adara con sus brillantes ojos miel mirando a su tio.

—De todo clase... Las gelatinas, los pasteles, los pays... Le encantaban las cosas con azúcar- explicó Jean

—Y una noche, el muchacho le dijo a ella sus sentimientos y se convirtieron novios- expliqué

—¿Qué le dijo para que ella aceptara, papi?-

El corazón me dio un vuelco, ¿qué le había dicho aquella vez?

"¡Me gustas mucho...! ¿Q-quisieras ser mi novia?"

—Él le había regalado un ramo de rosas rojas a la chica, estaba tan nervioso que le temblaban las piernas pero se alegró tanto escuchar que ella también estaba enamorada de él-

—¿Y se dieron un beso como en las películas de princesas?-

—Sí mi amor-

Sentí un apretón en mi hombro, era Jean.

—... Después de pocos años se casaron...-

—¿Cómo era su vestido?-

-Largo de color blanco, con muchos destellitos... Llevaba un ramo de rosas blancas y sonreía con energía...-

—¿Y tuvieron hijos?-

—Una hermosa princesa- dijo Jean abrazándola —La princesa era una bendición para los esposos, cuando ella estuvo embarazada, fue muy feliz, ahora pedía más seguido los postres-

—Sin embargo, el día en que la bebé nació, la mamá se fue al cielo...-

—¿Por qué? ¿Acaso no quería a su bebé y su esposo?- preguntó Adara con lágrimas en los ojos.

—No cariño... Ella amaba a su familia pero la necesitaban en el cielo... Además, le dejó un regalo a su bebé para que no se enojara...- explicó Jean, cosa que me sorprendió.

Le extendió una pequeña caja que ella abrió. Eran fotos de Beth y yo... Jean tomó una, en donde nos mostraba sonriendo.

—Ellos son los novios- dijo Jean mostrando más fotos, algunas con nuestros amigos y otras en donde estábamos ella y yo... Algunas de nuestra boda...

—¿Ella es la chica del cuento?-

—Sí mi amor- dijo Jean, desde hace unos minutos yo había dejado que él hablara.

—Era muy guapa ¡Y él también!, ¿no crees tío?-

—Oh, ¿acaso tu tío Jean no es guapo también?-

—Es más guapo mi papi-

De pronto, miró una foto de cuando Beth estaba embarazada y yo la abrazaba...

—El chico... se parece a ti papi-

Jean me tendió su pequeño cuerpo, la senté en mis piernas y la abracé con fuerza.

—Tu mamá es la chica de la historia... Tu papá el chico y tú... eres la bebé...- volvió a hablar Jean.

—Mamá... ¿está en el cielo?-

—Sí cariño... Ella nos cuida desde el cielo-

Se separó con brusquedad de mí y corrió a la ventana. La noche había caído y con ella las estrellas.

Adara juntó sus manitas y dijo con voz fuerte: —¡Mami! Cuida de nosotros por favor. ¡Papá me miente! Dice que está feliz pero por las noches llora... Cuídalo para que ya no llore-

Pero si eres feliz, si puedes sonreír, entonces yo 

Te extrañare más si te borro Voy a derramar más lagrimas que hoy Como el destino, nunca voy a tener a alguien como tú Solo tú, solo tu Tanto como mis lágrimas, espero que seas feliz

Me sorprendí por las palabras de mi hija, ¿de verdad ella dijo eso?

—¡Y no le mandes una novia! ¡Tal vez una amiga, pero una novia no!-

Jean y yo sonreímos. Un peso se había retirado de mí y busqué dentro de la pequeña caja más fotos, sin embargo, me encontré con un collar muy delgado, con dos piedritas azules y una mariposa pequeña al centro. Ese collar...

—Cariño, aquí está el regalo que te dejó tu mamá... Mira- hablé, sacando el fino collar.

Ella regresó a nosotros con rapidez, chocando contra mí y arrancándome su regalo de las manos, tomó una fotografía de cuando Beth y yo éramos novios, usaba el mismo collar en la fotografía.

—¡Es el mismo!- sonrió

Con el tiempo, Adara y yo seguimos nuestras vidas, había conocido a muchas chicas pero ninguna logró ocupar el lugar de Beth... No volví a casarme y Adara estaba bien con eso, ambos extrañábamos a Beth pero ya no sufríamos por eso, eran muchos hermosos recuerdos los que llegué a vivir con ella y por supuesto, el mejor regalo que pudo darme fue a mi hija.

—Mamá... Conocí a un chico hace poco...- la escuché hablar al cielo, cuando cumplió 17 años.

—Mi amor... Sólo nos queda esperar para encontrarnos... Mientras tanto... Sigue ayudándome a cuidarla...-

Pensaras en mi por lo menos una vez 

Eso es todo lo que necesito Hasta el día que nos encontremos de nuevo Hasta entonces, hasta entonces Voy a esperar, es solo un adiós momentáneo

—Se llama Colt...-

Adiós mi amor

Fin 🌻

Espero que le haya gustado esta mini-historia de Marco x Oc.

Diganme qué les pareció

Y si les gustaría que escribiera sobre otro personaje de la franquicia, las opciones que propongo serían:

❁ Jean Kirshtein

❁ Reiner Braun

❁ Sorpresa [Yo elijo] 

Bueno, espero sus votos y comentarios

¡Nos leemos pronto!