Alexander prueba el filete de oso Araña y el puré de papa al pesto y queda maravillado.

- ¡Delicioso! Es increíble su mezcla sabores, nunca lo había probado. – Dijo Alexander mientras actúa como un niño comiendo algo delicioso.

- Jeje, pareces un niño Alexander. – Dijo Alice mientras lo mira comer.

- Ah, no. Lo siento por actuar así, es que hace mucho que no como algo tan delicioso. – Dijo Alexander apenado.

- No pasa nada, sigue comiendo. – Dijo Alice sonriendo.

La personalidad de Alexander es simple, es precavido mientras está en el día a día, se parece a un niño cuando hace algo nuevo o prueba algo nuevo, se pone serio cuando está trabajando y se pone como una máquina asesina cuando una pelea se prolonga demasiado.

- Dime Alexander ¿De dónde vienes? – Preguntó Alice mientras cruza los dedos.

- No me creerías si te lo dijera. – Respondió Alexander y luego corta un pedazo del filete y come.

- Vamos dime, claro que te creeré. – Dijo Alice mientras le sonríe.

- Del espacio. – Dijo Alexander mientras señala con el dedo hacia arriba y come su comida.

Alice se queda de estupefacta y responde.

- Vamos Alexander, no bromees. – Dijo Alice mientras se ríe levemente.

- Te dije que no me creerías. – Dijo Alexander mientras termina su plato de comida.

- Claro que no te creería si me dices eso, si no me quieres decir la hubieras dich... - Alice es interrumpida por una persona.

- Hola Alice, soy Arthur Lamae ¿Te acuerdas de mí? ¿Quieres ir al cine conmigo? – Preguntó un tipo asquerosamente guapo y pegajoso.

Alice lo mira y recuerda quién es esta persona.

- Si, me acuerdo, eres Arthur, un compañero de clases durante la preparatoria. – Dijo Alice mientras lo mira seriamente.

- Hoo, así que te acuerdas, bueno ¿Entonces qué película vemos? – Preguntó Arthur mientras saca su celular para reservar boletos para una película.

- Ninguna ¿No ves que estoy con mi amigo Alexander? – Preguntó Alice mientras señala a Alexander.

- Ah, sí, lo siento, oye amigo ahora mismo iré al cine con Alice, ya puedes ir yéndote. – Dijo Arthur ni siquiera mirando a Alexander.

- Ah, sí, Alice ya se de memoria el camino al gremio, me voy solo, gracias por la comida, que se diviertan. – Dijo Alexander mientras se iba.

Alexander se quería ir rápido, ya que no quería que Alice siga preguntando por su procedencia o de dónde viene o dónde vive. Pero Alice le agarra del brazo a Alexander y no lo deja irse.

- Lo siento Arthur, pero ahora estoy con mi amigo Alexander y lo voy a llevar al gremio y aunque no estuviera con él, aun así, no iría contigo. – Dijo Alice mientras se va arrastrando a Alexander.

Alexander mira para atrás y ve a Arthur mirándolo con una cara enojada y desagradable.

- «¿Por qué los hombres que estoy conociendo en este planeta son todos así de desagradables? ¿Todos son bestias que solo quieren a una mujer por su cuerpo o belleza? - Pensó Alexander porque él había entendido toda la situación.

Salen del restaurante y toman un taxi al gremio de exterminadores.

- Oye Alice ¿Estás segura en decirle esas cosas a tu amigo? – Preguntó Alexander.

- No es mi amigo, él es de las personas que solo me quiere por mi estatus, mi belleza, mi familia o mi cuerpo, esa gente no me cae bien. – Dijo Alice mientras cruza los brazos y las piernas.

- Ah, entiendo. – Dijo Alexander mientras mira por la ventana.

Llegan al gremio de exterminadores y Alexander va a inscribirse.

- Yo tengo que ir a reportar lo de los osos arañas, nos vemos aquí pronto. – Dijo Alice mientras se iba saludando.

- bien, te veo pronto. – Dijo Alexander mientras se iba a dónde está la recepcionista.

Alexander llega hasta donde se está la recepcionista y se pone en la fila.

Unos minutos después y ya era su turno.

- Hola estimado caballero ¿En qué puedo ayudarlo? – Dijo la recepcionista amablemente.

- Si, hola. Quiero inscribirme para ser exterminador. – Dijo Alexander y sonríe a la recepcionista.

- «¡Oh dios! ¡Que lindo! -» Pensó la recepcionista mientras mira la cara de Alexander.

La recepcionista se quedó mirándolo y no escuchó lo que dijo Alexander.

- ¿Disculpe? Dije que quiero ser exterminador. – Dijo Alexander mientras agita la mano frente a ella para que reaccione.

- Ah, claro, rellene esto por favor. – Dijo la recepcionista después de reaccionar.

Alexander termina de rellenar la información requerida y se lo entrega a la recepcionista.

- Muy bien, Señor Crawford, pase a la sala de entrenamiento, le tomaremos una serie de pruebas y evaluaremos a qué clase entrará primero, las clases son piedra, cobre, bronce, hierro, oro, diamante y platino. – Dijo la recepcionista mientras guía a Alexander.

Cuando estaba a punto de llegar a la entrada de la sala de entrenamiento, aparece Egil.

- Jojo, así que aquí estás Alexander. – Dijo Egil mientras sonríe cínicamente.

- Oh, hola Egil ¿Qué sucede? – Preguntó Alexander.

- ¿Te quieres inscribir para ser exterminador? – Preguntó Egil con un tono burlón.

- Si, estoy aquí para tener el trabajo. – Dijo Alexander mientras señala a la recepcionista.

Al escuchar la respuesta de Alexander, Egil pasa de una sonrisa burlona a poner una cara desagradable y enojada.

- ¡Deja de burlarte! Si este lugar aceptara debiluchos como tú ¡La raza humana ya se hubiera extinto! – Gritó Egil mientras agita su brazo.

Egil al gritar todos los presentes los empezaron a ver, no tardaron en escucharse a más gente oponiéndose de que Alexander sea exterminador.

- Si no lo intento, no lo sabremos, no soy un debilucho. Por cierto, solo se hubiera extinto la raza humana de este planeta. – Dijo Alexander mientras sonríe.

- ¿Qué? Deja de decir idiote... - Dijo Egil hasta que fue interrumpido.

- ¡Egil! ¿Qué haces aquí!? ¿¡Qué problema estás armando ahora!? Ya volví Alexander. – Dijo Alice enojada a Egil, pero cuando le habló a Alexander cambió a una cara sonriente.

- Ali... ¡Superior Crowbell! Quiero enseñarle una lección a Alexander, este no es un lugar para un debilucho cómo el, es una burla hacia nosotros. – Dijo Egil furioso.

- Egil, no lo hagas, te vas a arrepentir, Alexander es probablemente el más fuerte aquí. – Dijo Alice decepcionada de Egil.

- Ah? Alice... ¡Maldito! ¡Qué le hiciste a Alice! – Dijo Egil totalmente confundido y enojado.

- ¡Egil para ya! ¡Deja de armar un... – Dijo Alice mientras es interrumpido por Alexander.

- Está bien, acepto tu desafío. – Dijo Alexander.

Alice se da cuenta que es una gran oportunidad de cortar relación con Egil y hacer que Alexander esté más tiempo alado de ella.

- Está bien, entonces hagamos esto, el que gane será mi mano derecha ¿Aceptan? – Dijo Alice mientras se sienta y cruza las piernas.

- ¿En serio? Ali... Superior Crowbell después no se vaya a arrepentir. – Dijo Egil confiado.

- Bueno, vayamos a la sala de entrenamiento. – Dijo Alice mientras señala con la cabeza a la recepcionista.

Todo el mundo se queda viendo cómo se van.

- ¡Qué envidia! Ser mano derecha de la hermosa señorita Crowbell, ese Egil tiene suerte, yo quisiera pelear con ese debilucho. – Dijo chico uno mientras siente envidia.

- Si, ese debilucho por algún motivo me molestaba. – Dijo chico dos solo porque no soporta la belleza de Alexander.

- ¡Claro que no! ¡La suertuda es la superior Crowbell! ¿Acaso no vieron lo guapo que era ese chico? Se nota que lo quiere por eso. – Dijo chica uno sonrojada.

- Es cierto, su cara parecía tallada por los mismísimos ángeles, además algo mi instinto femenino me dice que es muy fuerte. – Dijo chica dos mientras babea.

- Ven, por eso sentí que odiaba a ese chico. – Dijo chico dos porque es feo.

- ¡Eso es porque tienes celos de su belleza! naciste feo, pobre de ti. Dijo chica dos enojadas con chicos dos.

- Buaaa. – Lloró chico dos mientras sale corriendo del gremio.

Mientras tanto Alexander y Egil se preparan para pelear en el ring se entrenamiento.

- Recuerden que solo se permite peleas de arte marciales, solo tu cuerpo es el arma. – Dijo la recepcionista mientras levanta su mano.

Alice está sonriendo sentada cruzando las piernas al costado de la recepcionista.

- ¡Comiencen! – Dijo la recepcionista mientras baja su brazo.

En esta pelea está claro que Egil no tiene manera de ganar, Alexander para ser parte de la milicia humana espacial tuvo que aprender todas las artes marciales del mundo, es posible cuando se viven muchos miles de años.

Egil se lanza hacia Alexander y tira un golpe, pensando que ya ganó, se confía y eso casi le cuesta la vida.

Alexander esquiva el puño y golpea un puño seco a la garganta y otro en el centro del pecho en la caja torácica, haciendo que no pueda respirar luego patea las piernas de Egil que perdieron estabilidad por la falta de aire y cae al suelo, todo esto sucedió a una velocidad y precisión increíble.

Todos los espectadores quedaron anonadados, junto Alice que no lo podía creer, derrotó a Egil de dos golpes, ella sabiendo lo fuerte que era Alexander aun así no logró imaginarse eso.

Comienzan a atender a Egil y logra respirar, pero ya habían pasado unos minutos en el piso, ya había ganado Alexander. Pero el vicioso de Egil no pudo soportarlo y salta hacia Alexander, saca un cuchillo de vibración sónica.

Los auriculares cuánticos avisan a Alexander que viene alguien a atacarlo, Alexander supo inmediatamente que era Egil que no se había rendido, pero también sabía que no le iba a dar tiempo a defenderse si usa su cuerpo normal.

- Sistema, activa la visión en cámara lenta. – Susurró Alexander.

La visión cámara lenta Alexander puede hacerlo gracias a las nanomáquinas que están en su cuerpo, pero tiene mucho consumo de glucosa, la fuente de energía principal del cuerpo humano.

Alexander logró ver por dónde irá el corte que hará Egil gracias a la cámara lenta.

Alexander se gira lo más rápido que puede y hace una voltereta hacia atrás, logra esquivar, pero igual le deja un tajo poco profundo en el pecho, aprovechando la voltereta golpea una patada en el mentón de Egil y cae al suelo.

- ¡Alexander gana! Egil no pudo ganar ni siquiera haciendo trampa. Esas habilidades, sin duda alguna eres un exterminador superior a clase cobre. – Dijo al recepcionista y termina la pelea.

La recepcionista se va a hacer la tarjeta de exterminador de Alexander. Egil recuerda la consciencia.

- Yo... ¿Perdí? – Preguntó estupefacto Egil.

- Si. – Dijo Alice fríamente.

- No... No puede ser... ¡Hizo trampa! – Afirmó Egil mientras se levanta y saca su cuchillo otra vez.

- ¡Basta ya Egil! – Gritó fuerte Alice.

Todos se quedaron de piedra.

- Egil, te despido de mis subordinados, no sé en qué momento te volviste una persona así, pero ya no eres el amigo de la infancia que conozco, ve a recapacitar de tus acciones. – Dijo Alice decepcionada.

Egil no sabe que decir.

- Ahora Alexander es mi mano derecha, nos vamos a tomar una misión justo ahora. – Dijo Alice mientras toma la mano de Alexander y salen de la sala de entrenamiento.

Alexander mira atrás y ve la cara desagradable que estaba haciendo Egil porque estaba odiando que Alice haya tomado voluntariamente la mano de un chico.

- «Vaya que es posesivo.» Pensó Alexander mientras lo mira con lastima.

Atienden a Alexander en el hospital del gremio de exterminadores.

- Por suerte, no es un corte profundo ni nada, solo tienes que ir vendado con las suturas, no puedes trabajar así por lo menos una semana. – Dijo la doctora mientras termina de vendar a Alexander.

Alexander sabe que ese tiempo será reducido a más de la mitad, ya que sus nanomáquinas pueden curar fácilmente este tipo de heridas.

Salen del hospital y aparece la recepcionista.

- Alexander, este es tu tarjeta de identificación como exterminador del gremio, felicidades eres clase plata apenas te uniste. – Dijo la recepcionista mientras aplaude.

- Increíble Alexander, sabía que iba a ser así. – Dijo Alice mientras aplaude.

- Muchas gracias. – Dijo Alexander mientras se rasca la parte trasera de su cabeza apenado.

Todos los del alrededor están viendo a Alexander de buena y mala manera.

- Oye ese debilucho derrotó fácilmente a Egil y se hizo clase plata en su primer día. – Dijo chico uno

- Imposible, seguro hizo trampa y pagó para que le aumenten de clase. – Dijo chico dos que volvió al gremio después de media hora de irse corriendo llorando.

- Si es posible, mi instinto femenino nunca falla, ese chico es guapo e increíblemente fuerte, tú eres feo por eso tienes celos de él. – Dijo chica dos mientras le habla enojada a chico dos.

- Buaaaa ¡porque siempre me dicen feo! - Dijo chico dos llorando mientras sale corriendo otra vez del gremio.

Salen del gremio de exterminadores y ya está atardeciendo.

- Oye ¿Estás segura de cortar así tu relación con Egil? – Preguntó Alexander nervioso.

Alice para de caminar, mira hacia atrás fijamente a la cara de Alexander.

- Si, Egil cambió totalmente a como era antes, ahora me mira con cara pervertida y se cree dueño de mí, de mi cuerpo y de mi vida, me da miedo, ya no quiero tener nada que ver con él. – Dijo Alice decidida a sus acciones.

- Así que si te diste cuenta. – Dijo Alexander suspirando.

- Si ¿Tú también te diste cuenta? ¿Tan obvio era? – Preguntó Alice desanimada.

- Si, Egil fue bastante obvio. – Dijo Alexander mientras se adelanta a Alice.

Alice se desanima y para de caminar.

- Vamos, anímate, vamos a tomar algo en un bar. – Dijo Alexander sonriendo para animar a Alice.

Alice mira la cara sonriente mientras la luz del sol que está atardeciendo brilla atrás de Alexander.

- Tienes razón, vamos a divertirnos. – Dijo Alice mientras vuelve a sonreír.

Y eso dos se pierden en el horizonte con el sol atardeciendo.

Mientras tanto en el campo de entrenamiento, ya todos se fueron, pero Egil sigue en el suelo arrodillado, no se movió ni un poco.

- Jajaja. Jajajajaja. Jajajajajajaja. – Se ríe Egil cómo un psicópata.

- Alexander ¡Maldito hijo de puta! ¡Esto no va a terminar así! No lo hará... Alice, serás mía ¡De nadie más! – Gritó Egil con una cara desagradable y aterradora.

Fin del capítulo 7.