Pasa un mes, Alexander y Alice terminan de construir las naves y las armas para la guerra, con la nueva tecnología de una civilización avanzada tipo cuatro y medio, también modificaron las naves que ya habían armado, ahora estas naves pueden viajar por el todo el universo a en cuestión de segundos, ya que lograron perfeccionar la distorsión del espacio tiempo y lograron fabricar los motores warp drive, también multiplicaron por centenas la velocidad de la luz, estas naves de batalla en cuestión, pueden viajar sin distorsionar el espacio tiempo, a una velocidad de doscientas veces la velocidad de la luz, es decir, si la luz viaja a 299.792,458 kilómetros por segundo, el motor de estas naves de batalla puede viajar a una velocidad de 59.958.491,6 kilómetros por segundo, es decir, pasaron de centenas de miles a decenas de millones, una gran y clara diferencia. Alexander que tardó doscientos años en viajar de su antiguo planeta hogar hasta el planeta que está ahora, si usara este nuevo motor, tardaría solo un año y existen otros motores que pueden viajar más rápido, además sumando el motor warp drive, tardan segundos en llegar a todos los destinos.

Alexander está descansando en su asiento, viendo a todas las naves y armas terminadas, se sentía realizado, por fin terminó con su trabajo.

Alice se acerca a él con una bebida refrescante en cada una de sus manos, a él le vino como anillo al dedo, ya que estaba sediento.

- Toma cariño, esto te ayudará a recuperar saciar tu sed. - Dijo Alice con una sonrisa mientras le entrega la bebida.

- Oh, gracias, esto me viene muy bien. - Dijo Alexander mientras recibe la bebida y comienza a babear de la sed.

Alexander tras recibir su bebida y Alice se sienta al lado de él, rápidamente él le toca la mejilla y luego le da un beso corto pero muy lindo, ella queda levemente sonrojada y al instante pone una sonrisa de felicidad y se apoya en el hombro de él.

Hace dos semanas más o menos, Alice le había comentado a Alexander de que a ella le encanta el contacto físico y recibir besos y caricias, obviamente solo de la persona que ama. Así que Alexander le prometió que le daría besos y caricias cada vez que pueda, mayormente cuando estén solos, ya que él se prometió a si mismo que protegería su sonrisa y no permitiría que ella sea herida otra vez.

Alexander nuevamente le acaricia su mejilla y luego procede a dejarle que ella se acueste en su regazo, obviamente esto dejó en el paraíso a Alice, ella estaba encantadísima, que él tenga esta consideración con ella, la hacía sentirse segura y protegida.

Estuvieron así un tiempo, hasta que llegó el gobernador de la ciudad Mirandor a la base militarizada en la que ellos estaban construyendo las naves y armas.

El gobernador entra a la habitación en la que ellos están y los interrumpe, rápidamente Alice y Alexander se levantan y se ponen "presentables".

- Jojojo, no quería molestarlos en su momento, pero necesito saber si el informe que enviaste es verdad. - Dijo Ernesto Miraflores, el gobernador de la ciudad Mirandor.

- Ah, sí, disculpe, usted no es molestia. - Dijo Alice mientras intenta ser lo más profesional posible y tratando de ocultar su vergüenza.

- Si, es verdad, terminamos de construir todo, estas naves tardarían un segundo en llegar al planeta de la especie invasora que destruyó la ciudad Esperanza. - Dijo Alexander mientras pone una mochila en el suelo.

- ¿Las naves y armas están en la mochila? - Preguntó Ernesto totalmente anonadado y patidifuso.

- Si, lo está, gracias a la tecnología de distorsión espacio temporal, se ha modificado para bien las mochilas cuánticas, ahora pueden almacenar cantidades infinitas de objetos, por eso pude meter todas las armas y naves adentro. - Dijo Alexander mientras agarra la mochila nuevamente.

- Jooo... maravilloso. - Dijo Ernesto mientras le agarra del hombro a Alexander y se ríe felizmente.

- Muchas gracias, señor. - Dijo Alexander mientras se rasca la parte trasera de su cabeza.

- Bueno, eso nomás era, los dejo en su momento lindo nuevamente. - Dijo Ernesto mientras se retira y saluda levantando el brazo.

Alexander y Alice se sonrojan levemente, ya que alguien los vio en el momento acaramelado, así que rápidamente se dirigieron hacia las afuera de la base militar para irse a sus casas.

- Nos vemos, este ya fue nuestro último día aquí como ingenieros. - Dijo Alexander al guardia militar de seguridad.

- Si, nos vemos chicos, espero que estén bien donde quiera que vayan. - Dijo el guardia militar de seguridad mientras los saluda.

- Si, nos vemos. - Dijo Alice con una sonrisa mientras lo saluda.

- No es una despedida, volveremos cuando tengamos que idear el plan para derrotar a esos invasores.

Alexander se subió a su motocicleta y también ayudó a subir a Alice, rápidamente se dirigieron primero a la residencia Crowbell. Después de decenas de minutos, llegaron a la casa.

Y como es de costumbre se despidieron con un hermoso y tierno beso, luego ella entra a su casa y él se sube a su motocicleta y se va, esta fue la rutina de ellos por el mes que estuvieron trabajando en la construcción de las naves y armas.

Alice se cruza con su madre, Sara Crowbell en el camino a su habitación, ellas son como cómplices, la querida hija siempre le cuenta todo a la madre.

- Mamá ¡Alex es tan lindo! Desde que le pedí que me bese, toque y mime todo el tiempo cuando estamos solos ¡Él lo hace! Me hace sentir tan feliz, segura y protegida. - Murmuró Alice a su madre Sara mientras se sientan en la mesa para hablar.

- Me alegro hija, eres igual que yo cuando tenía tu edad, siempre le pedía a mi pareja de ese momento para que me mime de esa forma. - Dijo Sara mientras recuerda esos nostálgicos días.

- ¿Eh? ¿Tuviste una pareja antes que papá? Es la primera vez que lo escucho. - Dijo Alice totalmente en shock por lo que dijo su madre.

- Si, tuve una relación de ensueño, él era tan lindo conmigo y nos amábamos mucho. - Dijo Sara mientras recuerda el pasado con una sonrisa.

- ¿Se amaban? ¿Cómo terminó su relación si era tan linda? - Preguntó Alice con miedo de que su relación es parecida a la antigua relación de su madre.

Alice tiene miedo de que, si la antigua relación de su madre terminó, como el de ella es parecido, pueda terminar de la misma manera, pero ella se niega si quiera a imaginar eso, el terminar con Alexander es algo que ella no quiere ni siquiera imaginarlo, nunca.

- Nuestra relación terminó, pero no porque nosotros queríamos. - Dijo Sara mientras pone una expresión facial que reflejaba tristeza e impotencia.

- ¿Qué pasó mamá? - Preguntó Alice nerviosa por lo que dirá su madre a continuación.

Sara Crowbell suspira, aunque a ella le duela recordar el pasado, su hija ya preguntó la razón y tiene que responder como debe ser.

- El murió. - Dijo Sara con una expresión facial que reflejaba dolor y tristeza.

- ¿Murió? L... Lo siento madre, te traje recuerdos feos. - Dijo Alice con una expresión facial que reflejaba arrepentimiento.

- No pasa nada hija, no sabías, además, quiero hablar de esto contigo. - Dijo Sara mientras le agarra la mano a su hija con una sonrisa melancólica.

- Mamá... - Dijo Alice mientras mira a su madre con una mirada que reflejaba arrepentimiento.

Sara procede a contar a su querida hija, cuál es la razón de porque murió su primer novio, la persona que más amo en el mundo.

- Él era valiente, amable, gentil, fuerte y siempre ayudaba a los demás, era muy responsable con el deber de su trabajo, siempre me protegía y se ponía en riesgo por mí. - Dijo Sara mientras se agarra las manos y mueve sus dedos nerviosa.

- «¿Eh? Se parecía muchísimo a Alexander... Tengo miedo...» - Pensó Alice mientras le recorre el sudor frío por la cara.

- Pero eso lo llevó a la muerte, murió intentando salvarme la vida hace casi treinta años, había atacado un monstruo más fuerte que un rango platino en la ciudad, era muy poderoso, pero entonces él, que era un rango casi diamante en ese momento, no fue rival y dio más que de sus límites para salvarme la vida, el dio su vida para salvar la mía. - Dijo Sara mientras comienza a llorar recordando esos horribles momentos.

- Mamá, si hablar de eso te lastima, mejor paremos. - Dijo Alice preocupada mientras le agarra la mano a su madre que está llorando.

- Si, lo siento hija, es algo que recuerdo y me duele. - Dijo Sara mientras se limpia las lágrimas.

- «Nunca había visto a mi mamá llorar de esta forma, se nota que lo amaba mucho.» - Pensó Alice mientras se levanta de su asiento y abraza a su madre desde atrás.

- Unos años después conocí a tu padre y me casé, hasta llegar a dónde estoy ahora. - Dijo Sara mientras vuelve a sonreír otra vez.

- Pero ¿Por qué te casaste con padre? ¿No amabas mucho a ese chico? - Preguntó Alice con curiosidad.

- Tu padre me ayudó a salir de la depresión, estoy enamorada de tu padre, pero... El primer amor nunca se olvida, si te soy sincera sigo enamorada perdidamente de él, aun después de casi tres décadas de su muerte, así que recuerda hija, el primer amor nunca se olvida. Me voy a dormir, buenas noches. - Dijo Sara mientras se levanta de su asiento y se dirige a dormir.

- Si... - Dijo Alice mientras mira confundida a su madre que se va a dormir.

Alice se bañó, se vistió, comió y luego se fue a dormir, todavía pensando en lo que le había contado su madre, inevitablemente, ella comenzó a imaginar cosas horribles, ya que el primer amor de su madre era muy parecido a Alexander en personalidad, ella comenzó a imaginar que Alexander muriera por alguna razón, su mente jugándole una mala pasada.

Ella comenzó a llorar inmediatamente luego de imaginar eso, se dio cuenta que sufriría igual o peor que su madre si Alexander muere, le agarró un dolor profundo en el pecho, comenzó a temblar del miedo y pánico, su cara no paraba de soltar lágrimas, era algo más que traumatizante para ella si quiera imaginar eso, pero por lo que le contó su madre, de que el primer amor nunca se olvida, Alice obtuvo un nuevo trauma, la muerte de Alexander.

- «No quiero que Alexander muera, no, no, no, mi mundo se vendría abajo, no creo que tenga la valentía para seguir viviendo si eso sucede.» - Pensó Alice mientras no para de llorar por pensar en tal cosa horrible.

Luego Alice comenzó a recordar la vez que Alexander perdió su brazo para salvarla, algo que el mismo le aseguró que si hubiera sido un segundo más tarde, el no habría sobrevivido, pero ella sí, recordar eso le hizo doler el pecho y entrar en pánico, claramente síntomas de ansiedad, también recordó la situación en el que Alexander casi muere antes del planeta si quiera sea habitable, recuerdos que le fueron pasados por el casco de traslación de información y conocimiento.

Alice no pudo dormir bien, pasó toda la noche triste y preocupada, no era la intención de Sara, pero le había provocado un trauma muy fuerte a su hija, algo que, si llegaba a suceder, podría hasta hacerle perder la vida.

Al día siguiente, que era un sábado, Alexander y Alice por fin estaban libres de trabajo, al fabricar las naves y armas, ganaron una gran cantidad de dinero ¿Cuánto dinero? Alrededor de millones de uniones para cada uno, una cantidad que permitiría vivir por más o menos medio siglo con comodidades y mínimos lujos.

Así que Alexander y Alice decidieron tomarse un descanso del trabajo, un descanso de un mes, ya que el mes que viene tendrá que asistir a la reunión militar de los distintos países para idear el plan para interceptar a la supuesta flota de naves invasoras que se dirigen actualmente al planeta.

Alice tuvo un sueño horrible en el que Alexander moría, ya que pensó tanto en eso la noche anterior que tuvo una pesadilla, se levantó rápidamente asustada y en pánico, luego vio la hora, eran las ocho de la mañana, ella tenía ojeras producto de no dormir bien esa noche, preocupada, toma rápidamente su teléfono celular y llama a Alexander, en cuestión de segundos él atiende la llamada.

- Oh, Alice, buenos días. - Dijo Alexander a través del teléfono celular.

- Alex... - Dijo Alice con un tono de voz triste a través del teléfono celular.

- ¿Alice? ¿Sucede algo? - Preguntó Alexander a través del teléfono celular preocupado por ella.

- Voy a ir a tu casa ahora mismo, no recibo un no como respuesta. - Dijo Alice a través del teléfono celular, con un tono de voz entrecortado que reflejaba tristeza y necesidad de estar con él.

- ¿Eh? Claro, estoy preparando el desayuno, prepararé para ti también. - Dijo Alexander a través del teléfono celular todavía preocupado y confundido por el tono de voz de su querida novia.

- Bueno te veo allí. - Dijo Alice a través del teléfono celular y luego corta la llamada.

Rápidamente ella se va corriendo a bañarse, vestirse y maquillarse, lo hace lo más rápido posible ya que quiere ver a su novio lo más pronto posible, su hermano mayor Eric, estaba todavía en su quinto sueño, Sara y Gregor, sus padres, estaban todavía acostados viendo la televisión, a las ocho de la mañana, nadie en la familia Crowbell se levanta de su cama todavía, solo Alice se levantaba temprano para ir a trabajar y era a las diez de la mañana, gente millonaria no tiene la obligación de levantarse temprano o tener un horario establecido, alguien millonario no tiene jefe, el jefe es uno mismo, así que ellos son los que se imponen sus propios horarios y más si es un magnate como Gregor Crowbell.

Alice sale de su casa y toma su automóvil de lujo y se va directamente a la casa de Alexander, después de decenas de minutos ella lleva al departamento de él, corre rápido hacia la entrada al edificio, como el ascensor estaba siendo utilizado, ella no podía esperar tanto así que subió corriendo por las escaleras activando sus nanomáquinas y llegó a la puerta de entrada al departamento de Alexander y toca el timbre.

Alexander va caminando desde la cocina, impresionado por la velocidad de Alice, ya que tardó poco más de una hora en llegar al departamento de él, llega a la puerta y la abre.

- Oh, Alice, que rápid... - Decía Alexander con una sonrisa, pero es interrumpido por Alice.

Ella abraza fuertemente a Alexander, como si dijera que no quiere soltarlo nunca más en la vida, puso su cabeza en el pecho de Alexander, los latidos de su corazón la tranquilizaron, claramente el no entendía que estaba sucediendo, luego ella lo besa en la entrada a su departamento, la gente que estaba alrededor, estaban viendo la situación, algunas mujeres mayores estaban murmurando, diciendo cosas como que indecentes, también habían hombres lo más seguro vírgenes, que estaban celosos de la situación, también querían que una chica linda los bese tan desesperadamente.

Luego de que terminaron de besarse, Alexander nervioso porque todos estaban viendo la situación, agarró a Alice que lo seguía abrazando y la llevó dentro de su departamento.

Alexander en pánico, sin entender la razón de porque su querida y hermosa novia estaba en esa situación, no le queda más de otra que abrazarla para que ella no se quede abrazándolo sola.

Fin del capítulo 24.