Capítulo único
- "Un mundo en el que los fénix surcan el cielo y las Nereidas nadan por los lagos, ese el que mundo que yo deseo...".
Acto seguido a murmurar aquellas inocentes palabras, la clase entera comenzó a reírse de la pobre muchacha que solo los miró con terror y confusión, la profesora le había dicho cual era su mundo ideal, y ella había contestado honestamente como la persona educada que era.
¿Porque tenían que reírse de un sueño ajeno?
- chicos... Chicos, silencio... Gracias _____ por tu aportación, puedes sentarte de nuevo- estabas aferrada al borde de tu falda temblando y nerviosa, con una angustia profunda en el pecho.
"Mi mundo ideal es aquel en el que pueda acariciar la cabeza de los faunos, en el que los dragones existan y dónde duendes gasten bromas a los aldeanos".
Tenías una idea muy abstracta de un mundo ideal, por eso te rechazaban todos. Por tu forma de ver el mundo con diversión. Después de todo eras una muchacha de seis años que todavía conserva su ilusión y su inocencia. Una niña con las ilusiones de vivir pensando en que, al caminar, sobre su cabeza, los fénix, los dragones y las hadas vuelan con total libertad y en ese punto pensabas: "¿Sería bonito volar, no? Volar allí donde quieras y ser libre".
Un pensamiento muy avanzado para tu edad, pero así lo veías, así lo idealizabas.
Querías volar a lomos de un dragón.
Un sueño imposible en realidad. Un sueño que jamás se iba a cumplir, y tú lo sabías, pero esa ilusión, ¿Podría llegar a algo, no?
- _____- te llamó tu madre desde la puerta de tu habitación, dejaste de pintar el dibujo que estabas haciendo y te levantaste de la silla con un salto y te acercaste- La profesora ha llamado hoy, diciendo que quería hablar conmigo...- asentiste con la cabeza- me dijo que tienes la cabeza llena de tonterías infantiles...
- no son tonterías infantiles- te quedaste cruzándote de brazos.- es mi sueño... Mi mundo ideal...
- no ______, son tonterias- se acercó a la mesa y tomó el dibujo arrugándolo en el acto, jadeaste llevándote las manos a la boca- esto son tonterías- y lo arrugó haciéndolo una pelota, después lo tiró a la basura- ¡olvídate de estas cosas! Son estupideces infantiles
A partir de ahí dejaste de escuchar, solo escuchabas la sensación de taponarte los oídos o la sensación de estar bajo el agua, la sensación de enmudecer el mundo, actuaste por instinto, guiada por la rabia y la furia, y tan solo empujaste a tu madre al suelo, haciendo que se golpear la cabeza contra el armario y saliste corriendo de casa dando un portazo a tu espalda.
Estabas llorando, llorando por la rabia que te daba que hubiesen roto tu dibujo, pensando en las palabras de tu madre diciendo que no valía para nada tener ese sueño, eras una niña, podías soñar lo que quisieras. Nadie podía detener tu imaginación y tus ganas de ver más a allá de dónde la gente aburrida no puede ver.
Tu hogar estaba cercano a los límites, y cerca había un frondoso bosque del cual era fácil salirse del camino y perderse, no estaba muy señalizado y muchos iban allí a despedirse de sus patéticas vidas, por lo que no era raro ver rastros de sangre por los cortes o cuerpos colgados de las ramas, pero ahora mismo corrías mirando el sueño, ignorando todo, tan solo evitando chocar con los árboles. Sollozando por la injusticia de tu vida. Totalmente fuera del camino.
Tu sensación de injusticia era absoluta, no entendías y no querías aceptar las palabras que daba tu madre, ahora mismo la odiabas por lo que había dicho. Quizás fuese infantil, pero tenías 6 años, ahora mismo tu sentido de la razón se centraba en las cosas que te gustaban, en tu mundo ideal.
- ¿Que te ha pasado?- estuchaste una voz cercana, ahogaste un grito y apoyaste la espalda en el tronco.- ay...- te separaste y miraste el tronco, este comenzó a moverse, te quedaste en shock, se agachó ante ti y te miró curioso.
Era un Ent... Un hombre árbol...
- ¿Que?- murmuraste sorprendida.
- ¿Estás bien?- murmuró de forma apacible y tranquila. Te tomó entre sus brazos en forma de rama, y te acarició la cabeza. Asentiste con la cabeza.- ¿Que te ha pasado?- repitió la pregunta mirándote dócil y amable.
- escapé de casa. . .
Y seguiste contando todo lo que había pasado en la escuela y con tu madre. Sobretodo tu profundo deseo de conocer tu mundo ideal, de que tu sueño se hiciera realidad y todo con un gran anhelo y la esperanza de aferrarte a esa idea que para muchos era ridícula, tu la deseabas.
- ya veo...- masculló ese ente.
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Diez años después
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Aferraste el filo de las ramas estando en posición aràcnida y miraste determinada el horizonte, clavando tu mirada sobre tu presa, sonreiste de lado, con algo de burla, estaba distraído y ya habías procurado ser lo más sigilosa posible para que no supiera que lo habías seguido, perfecto...
Te erguiste sobre la rama y miraste con un brillo potente en tus ojos, alumbrado por los últimos rayos de sol del día, después te diste un impulso que no te diste jamás y, con la propulsión de las otras ramas, alcanzaste a tu presa, no sin que antes está se revolviera y clavara sus colmillos sobre la primera zona de pilló de ti. Te mordiste el labio aguantando el grito y conseguiste soltarte y hacer la posición del ahorcado para evitar su escape, finalmente lo acorralaste en el suelo, tu sobre él y el de cara al suelo, ladrando a un lado. Jadeó tosiendo y después ahogó una risilla al verte. Una risilla que después se volvió una suave carcajada. Sonreiste y le seguiste la risa, lo soltaste y él se giró a quedar sentado en el suelo, después adoptó su posición original de cuclillas y está vez te inmovilizó él en el suelo.
- Nada mal para ser el intento número... Trescientos cincuenta y tres, pero sigo podiendo contigo- chasqueaste la lengua contra el paladar y rodaste los ojos.
- llevó diez años intentando atraparte...- sonrió y te soltó tumbando se en el pasto a tu lado, mirando las copas de los árboles y las hermosas figuras que hacían las ramas para tapar el sol, haciendo que solo pequeñas motas transpasasen y llegasen al suelo.
- cierto...- se giró hacia ti apoyando la mano en la cabeza y el codo en el suelo- está vez no te he escuchado, pensé que serías alguno de los amigos idiotas de Deuz...
- mi brazo ha sentido eso- dijiste con sarcasmo señalando la mordida de tu avanbrazo, apartó la mirada limpiándose las comisuras con la manga de la chaqueta pistacho.- vamos, Spring, merezco una disculpa...- te levantaste a quedar sentada murmurando eso.
- no mereces una disculpa, no tengo la culpa de que hayas avanzado tanto en habilidades que seas tan sigilosa como un vampiro- sonrió burlón estirándose, después se sentó también en el pasto.
Rodaste los ojos sonriendo sin mostrar los dientes. Chifló de forma característica a una zona indeterminada del bosque y se escucharon ladridos pocos segundos después, unos ladridos repetitivos, como si no fuese solo un perro ladrando.
- si merezco una disculpa, me has mordido- hiciste un puchero falso. Tomó tu muñeca y con un trozo de tela de su chaqueta envolvió tu brazo dañado.
- lo siento...- dijo con tono neutro y pesado, como si fuese un gran esfuerzo disculparse contigo.
Sonreiste un poco y pusiste tú mano sobre sus garras afiladas, aguantando tu mirada con la suya. Se acercó a ti cerrando los ojos, y tú entendiste, cerraste los ojos esperando esa acción, pero claro, la vida no es perfecta, Bestia saltó encima vuestro. Lamió tu cara entera con gran felicidad, y al tratarse de un cervero era evidente que con tres cabeza no acabaste especialmente... Seca. ¿Lo peor? ¡Que Springtrap no hizo nada por detenerlo más que reírse como un desquiciado aguantándose el estómago y dando patadas al aire!
- Bestia, chico bueno, chico bueno, quítate de encima...- rogaste y la mascota de tres cabezas se te quitó de encima sentándose en el suelo moviendo la cola con gran alegría, esperando que acariciases sus tres cabezas, obviamente no te resististe.- y tú deja de reírte- se secó la lagrimilla y se sentó en el suelo aguantando una suave risa tonta, después se acercó a dejar un beso en ti mejilla.
- buah! Baba de perro- se limpió la boca con la chaqueta riendo. Lo fulminaste con la mirada y negaste ahogando la risa en la manga de la camiseta.
Te secaste con esta misma todo lo que pudiste, no era agradable tener baba de perro de tres cabezas por todas partes, incluso en el pelo. Ya verías como te apañarías para ducharte en la cascada sin que medio mundo te viera. Y por medio mundo, no exagerabas, los duendes, elfos, dragones, criaturas del bosque negro y las hadas (los cuales constitutían casi un 55% de la población) tenían una vista perfecta de ti en las cascadas.
Y espera y reza por que las Nereidas no estuviesen en ese momento allí... Porque sino ya sería el sesenta por cierto. Suspiraste.
Lo viste mirar al cielo y señaló con una de sus garras, seguiste la señal que te hizo, allí el gran dragón negro, fuerte y fiero volaba como un buitre, dando vueltas alrededor, claramente esperando o buscando a su presa o a alguien en particular. Suspiraste estirándote y alzaste la mano moviéndola para saludarlo, este, a los pocos segundos empezó a mover y caer en picado.
- No sé cómo habrás hecho para ser jinete de Deuz, pero bien hecho- el gran dragón aterrizó en el claro que había más adelante y se echó al suelo bajando las alas y bajar la cabeza dirigiéndose a ti.
- no he hecho nada...- te encogiste de hombros acariciando la barbilla escamosa del dragón, después el morro del mismo- ¿Que ha pasado?
Apartó la cabeza y volvió a la forma humana con la neutralidad marcada en su rostro, se despeinó el cabello y se llevó una mano a la barbilla, repitiendo la caricia que le hiciste, te miró.
- Fox quiere verte- murmuró encogiéndose de hombros por la caricia en la barbilla y la cabeza, además de taparse la cara a medias, evitando la vergüenza que lo rodeaba- dice que vayas sola- y tras unos cuantos pasos volvió a transformarse, alzó las alas y te miró, acercándose a ti para permitirte subir a su lomo.
- bueno... Luego te atraparé, Spring- guiñaste un ojo, después te subiste al lomo del aéreo.
Este bufó, no le gustaba que los humanos fueran su jinete, no después de lo que pasó, perdió su confianza totalmente en ellos, pero no podía quejarse, tú no eras como él, si lo fueras, ya habrías hecho lo que él hizo, además, no serías tan cercana a todos en general, lo serías solo a él para poder apuñalarlo por la espalda, pero no, tú tenías amistad con todo el bosque y te sentías identificada con todos ellos sin importar que forma o como fuesen.
- más bien mañana- te dijo de vuelta, después miró a Bestia y le dio un giro de cabeza indicando que se fueran.
Alzó las alas y con un simple impulso emprendió el vuelo, moviendo sus alas con elegancia y planeando cuando era necesario, desde encima de Deuz podías ver el bosque entero, desde la zona de las cascadas, la aldea de las hadas o incluso la explanada del lago de las nereidas, hasta el bosque negro, que es cercano a la zona a la que estabais, y rumbo a la roca del fénix, pero, parando antes de llegar allí, en el templo color agua marina.
Aterrizó y miró con desprecio la gran roca del fénix que se alzaba con elegancia, irrompible, intocable, inalcanzable para algunos seres nocturnos, y bajo el brillo de la luna, una presencia sombría clavaba su mirada en la entrada del templo, frunciendo el ceño en la distancia al diferenciar al dragón azabache mirándolo. Deuz lo retó con la mirada y deslizó la vista hacia ti.
- no vayas a por él- acariciaste las escamas del cuello, este apartó la mirada hacia la gran roca, advirtiendo al parecer. Después emprendió el vuelo hacia el bosque negro de nuevo.
Miraste la roca del fénix y suspiraste profundamente, finalmente diste inseguros pasos (además de cansados) hacia la entrada móvil del templo, esta, automáticamente, por sensores y placas se abrió deslizando la piedra hacia arriba y tú pasaste, no te daba buena espina esa roca gigante, temías que pudiese caerte encima. Aquí, en la sala principal, empezaba la moqueta roja granate con finales de color dorado y el techo con los gravados pintados con las historias de todas las especies, centrándose nada más y nada menos en la historia de los fénix, el favorito de Fox. Finalmente bajaste la mirada encontrándote con Fox arrodillado en el suelo de perfil, con la cabeza del fénix sobre sus piernas, estirado en el suelo, con los ojos cerrados.
¿Golden no estaba en la roca? Sería Gold, ambos son jodidamente iguales, solo que uno es gris, los tonos grises de Golden los tiene él. Carraspeó al sentir tu presencia y giró la cabeza sin apartar una de sus manos del cabello del fénix.
- ¿Porque querías que viniera?- murmuraste.
El fénix abrió los ojos al escucharte y se giró hacia ti, se levantó a quedar sentado con las piernas cruzadas y te lanzó una mirada seria. Fox se giró hacia ti, la intimidación del kitsune era fuerte, muy fuerte, era el líder del bosque, todos lo admiraban y seguían, era capaz de intimidar al más fuerte, incluso a Deuz, y mira que este tenía nervios de acero y él era el que intimidaban al resto, pero Fox lo intimidaban a él, era un líder natural. El guardián del bosque.
- Mañana será el décimo año de tu llegada aquí... Y me preguntaba si no quisieras regresar a tu mundo el día de mañana hasta el anochecer, o, en caso de ser de tu agrado quedarte allí...- lo miraste con sorpresa.
Fox, al igual que Deuz, odiaba a los humanos, bueno, no era un odio profundo por traición, sino un odio por el afán de destruir el bosque y encontrar su templo, según los humanos... Las colas del kitsune conceden deseos si eran capaces de tomarlas, pero todos son leyendas, las colas de Fox no conceden deseos, desaparecen si alguien miente cuando él amenaza con una pregunta de muerte. Es por eso que Fox no tiene diez colas, sino nueve... Pero eso es otra historia.
- no recuerdo bien cómo era ese mundo, pero perder un día en un lugar en el que nada existe es un poco perdida de tiempo, además, ir sola es un poco tontería, no tengo ni fin conocido allí... Los únicos fueron los amigos que tuve en la infancia y ellos creen que estoy muerta- explicaste sin mucho interés en regresar a esa tierra corrompida, ese aire era puro, el aire del mundo humano estaba corrompido por todo de gases, el bosque era verde, y gran parte de los bosques de los humanos estaban muertos por la polución.
No querías volver, no te interesaba aquella tierra lejana en tus recuerdos, que si, que era tu tierra natal, tu mundo, ti provenías de allí y todo eso, pero... No tenías buenos recuerdos, los últimos fueron los de tu madre, aquella riña por tu deseo de vivir en el mundo que ahora vivías, y que debías mantener lógicamente escondido si querías ir al mundo humano.
- sé que el mundo humano está corrompido por su propio egoísmo y sus caprichos crueles, pero puedes darle una oportunidad, es una vez cada diez años que puedes volver a visitar tu mundo.- Golden suspiró.
- muchos realmente quisieran poder regresar, pero no pueden...
- lo tuyo es un caso distinto, tu provienen de la tribu arcaica, ellos son demasiado idiotas para entender un accidente, Golden...- este rodó los ojos.- lo que decía... Piénsalo. Puedes ir acompañada de alguien si así lo deseas...
- Springtrap no puede ir por su autocontrol y Deuz odia a los humanos... Dudo que alguien más quiera venir- y miraste a Golden.
- no puedo poner un pie en el mundo humano sin que me fusilen, estoy buscado por todos lados y en todos los países del mundo, incluso por los que no saben que me buscan... O los que nadie sabe que existen, incluso por ahí, esos arcaicos dieron la voz de alarma a todos los lugares y no me extrañaría que consiguieran llegar hasta tu mundo para alertar, claramente sin éxito. . .
- habrá prescrito tu búsqueda, ¿No?
- es posible, pero no quiero arriesgarme... A no ser que nos quedemos en el bosque, lejos de la tecnología de la ciudad o las armas del poblado.
- el aire estará menos corrompido que en la ciudad desde luego.
- ¿Eso es un sí?- recurrió a la insistencia y también al no entender de lo que hablaban, después de todo había vivido en ese templo o en el bosque desde que nació. Ambos lo miraron y asintieron.- vaya~ parece que mañana tendré que meditar el día entero...
- siempre meditas, incluso cuando yo no estoy- se carcajeó levantándose del suelo ágil- no será muy diferente a lo de todos los días, imagina que me pasó todo el día sobrevolando el bosque...
- o peleando con Deuz...- picaste, este te lanzó una mirada asesina.
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A la mañana siguiente, aquel Ent que cuando eras pequeña te trajo allí, ahora abrió un portal de nuevo hacia aquella dimensión que parecía tan lejana emocionalmente, y os advirtió de que dejaría el portal abierto y vigilaría la entrada, que solo las criaturas mitológicas o los híbridos podrían verla una vez la transpasasen. Inspiraste, no sabías si estabas lista, pero no podías dar un paso atrás ahora, sería demasiado cobarde por ti parte. Debías ser fuerte...
Y lo fuiste, el portal se cerró unos instantes, al menos los que vosotros tardasteis en marcharos, luego se volvió a abrir. Él inspiró profundamente.
- que asco de aire...- arrugó la nariz con una mueca asqueada. La verdad es que no había nada como el aire puro del bosque de aquel otro mundo, completamente limpio, sin imperfecciones.- habrá que aguantarse- suspiró encogiéndose de hombros.
Después hábilmente se subió a uno de los árboles, lo seguiste, tu también eras ágil en ese aspecto, después de diez años para poder atrapar a Springtrap ya era algo de lo que poder vacilar, no? Solo espera que no hubiese un guarda bosques por la zona, mira que todos vosotros cuidabais el bosque allí, sin romper ramas ni destrozar nada, pero allí la gente lo destrozaba y ensuciaba. Concluidamente si os veían podrían pensar que venís a hacer algo malo allí, porque era horario escolar... La escuela... Buah! Cuánto tiempo que no ibas, tampoco lo necesitabas, Fox te enseñó a leer y escribir, entre todos te dieron la educación que no te dio tu familia, pero fue mejor así, escapaste de una cruel realidad para ir a tu preciado locus amoenus, con las hermosas nereidas en el lago o las ninfas en el rio y tu bajo un árbol al lado de Springtrap y Bestia o, con Deuz. Creciste digna de una familia de tercer mundo, pero con la vida de un segundo mundo, y eso te resultaba agradable, no había escasez de comida, no de agua, vivías sin tecnología y te divertidas corriendo de un lado para otro, o montada a lomos de un dragón o acariciando las cálidas plumas del fénix, siempre en compañía de gente que te quería, aunque se odiasen entre ellos, por favor, no obviemos a Deuz y Golden, gracias...
- Estaba pensando...- se río un poco. Le diste un golpe suave en la cabeza- ¿Porque os lleváis tan mal Deuz y tú?
Dejó de reír, para suspirar profundo, estabais en lo alto de un árbol, cada uno en una rama, viendo la ciudad a lo lejos, bueno, se veía perfectamente la gente caminando y los coches y todo eso, pero ellos era imposible que nos vieran, nadie se fijaba en esos detalles, menos en dos chicos en el bosque encima de un árbol.
- en realidad es cuestión de competencia territorial...- te sentaste sobre la rama y apoyaste la cabeza en el tronco, él estaba sentado en un rama, de cara a la ciudad, con la espalda en tronco y una pierna colgado al vacío.- Sabes que cada uno tenemos nuestro sitio terrestre, él tiene el bosque nombre y yo la roca del fénix, pero en el campo aéreo no tenemos limitaciones y es por eso que solemos pelearnos al vernos cruzar los horizontes que pensamos que son nuestros...- te miró de lado y suspiró.
- es lógico... E infantil...
- es territorio, peleas por territorio, no es infantil, es una causa de honor para nosotros- asentiste lento indicando que lo habías entendido.- ¿Porque la pregunta?
- lo digo porque sois capaces de aguantarme solo por unos minutos sin lanzaros al cuello- aguantó la risilla.
- El templo de Fox es paz, porque el territorio no nos pertenece a ninguno de los dos, por lo único que lo atacaría en ese instante o circunstancia sería por intentar dañar a Fox...- sonreiste de lado.- ¿Que?
- pensé que eras demasiado infantil y cómico como para tomarte en serio los sentimientos de Fox- musitaste con una sonrisa radiante.
- ¿Tomarme en serio los sentimientos de Fox?- alzó una ceja- siempre los tuve en cuenta en realidad...- alzaste las dos cejas sorprendida- puede que parezca o actúe inocente o infantil, pero me doy cuenta de las cosas y los sentimientos de Fox es una de ellas...
- te quiere mucho...
- ¿Hemos venido aquí a hablar a espaldas de Fox? Le deben estar pitando los oídos- sonrió de lado.
- no estamos hablando mal de él...- soltaste una suave carcajada.- a propósito, me da corte preguntarle, pero, ¿Como perdió Fox su décima cola?
Se quedó pensativo unos instantes.
- si te digo la verdad... Nadie lo sabe, Solo sabemos que antes él estaba siempre fuera del templo mientras su padre era el líder del bosque y permanecía siempre en el templo. Cuando nuestro líder murió, le tocó a él seguir la tradición, pero se negaba, prefería estar en el bosque, explorando, jugando, peleando de broma o buscando pareja y un día, nadie sabemos cómo o porque, una tétrica aura lo rodeó y dio pasos elegantes y demandantes hacía el templo, dejando ver la falta de una de sus colas al girarse a ver el bosque una última vez antes de encerrarse en el templo, para siempre...
- un aura tétrica...- murmuraste.- ¿Tienes más detalles?- negó con la cabeza.
- A todos nos intimida preguntarle, también sabemos que no le gusta el tema, por eso no lo mencionamos cuando él está presente. No quiero estropearle el día cuestionándole sobre algo que seguramente no quiera contar...- suspiró- aunque parezca que no, me preocupo más por él de lo que todos piensan...- confesó sincero, aferrándose el chaleco que llevaba, como si se llevará la mano al corazón.
Hasta que sintió como se acurrucaban intentando colarse por debajo de su brazo, apartó la mirada y movió el brazo viendo un pequeña cabeza flotante de zorro blanca con detalles rojos... La cabeza telekinética de Fox... Eso significa que... Lo había escuchado todo y había visto sus gestos y todo lo que había hecho... Se sonrojó hasta las orejas y apartó la mirada. Tu soltaste un: "pffffft" y después empezaste a descojonarte. De mientras, aquella pequeña cabecita estaba acurrucada en el regazo de Golden.
- vaya, vaya... Fuiste pillado- murmuraste sonriendo con ternura, él se negó a mirarte o mirar a la cabecita.
- sabía que algo malo pasaría... ¿Y tú no podías quedarte en el maldito templo?- este negó con la cabeza y volvió a acurrucarse.- maldito aprovechado- murmuró por lo bajinis. Miró el suelo del bosque y alzó una ceja confuso, ladeó la cabeza con duda.- _____, prepárate para escapar o saltar- miraste abajo, en el pasto había un todoterreno plateado que se había parado unos árboles lejanos al árbol y tenían hachas, quizás no los habían visto, pero esos hombres era obvio que iban a talar la zona, por ende tendrían que saltar a otros árboles.
Tomó la cabeza de zorro entre sus manos y la estrechó contra su pecho, seguidamente saltó a la rama de abajo con confianza y seguridad. Tu seguiste a Golden, bajando las ramas con la confianza de no caeros. Aunque la cabeza era flotante parecía reconfortar a Golden con llevarla en brazos, a cierta altura, saltasteis y os alejasteis de esa zona lo más rápido que pudisteis.
- por aquí salimos del bosque...- alertaste bajando el ritmo de correr a paso rápido que después se redujo a un caminar conforme más avanzabais. Después de eso, os quedásteis en silencio y también se notaba en la suciedad del césped con cada paso que os acercabais a la salida, te detuviste.- ¿Nos refugiamos en la zona cercana al portal?- asintió con la cabeza, cuando lo giraste a ver te quedaste sorprendida de verlo acariciar la cabeza flotante, la cual estaba apoyada en su hombro y frotándose contra su cuello, esa escena te dio tal ternura que no pudiste evitarlo apretarte las mejillas completamente enternecida.- por dios, que monos...
Puso ojos en blanco y se giró hacia el bosque, alejándose varios pasos, pero tú lo atrapaste antes y te pusiste a su altura, caminando los dos uno al lado del otro, perdiendoos en un denso y espeso bosque del que no parecía haber salida, de no ser porque tú tenlo conocías de los recuerdos de pequeña, al nos os sirvió tu vida anterior en el mundo humano, eso sí, la de ahora era mejor.
- ¿_-____?- se escuchó de la nada, ambos os congelasteis en el sitio y poco a poco te giraste a ver, tratándose de un chico de vuestra edad más o menos. Castaño, ojos cafés. Simple.- Es-estabas muerta...- y poco después se desmayó cayendo de espaldas, los tres mirasteis al chico.
- ¿Lo conoces?
- debe ser un antiguo compañero de escuela, me sorprende que me recuerde o que me haya reconocido, ni idea de quién es- te encogiste de hombros- solo vámonos...
- no hay gran cosa que hacer aquí, podemos irnos de vuelta, tengo ganas de echarle en cara un par de cosas a cierta personita- el cabecilla de zorro hizo caso omiso al comentario del fénix.
- perfecto... Tengo ganas de ver cómo acabáis- sonreiste pícara, rodó los ojos.
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Al llegar al limpió prado tomasteis una respiración profunda, ese aire puro y verdadero era maravilloso, volver a sentir un aire tan magnífico era tan hermoso como un buen día en el que despiertas de buen humor. Ent, te miró detenidamente mientras vosotros dos teníais una conversación y dio una mueca sonriendo un poco.
- ____, querida... ¿Puedes verlo?- miraste el punto indicado viendo un pequeño vacío existencial en el mundo, en el que poco a poco se abría un portal.
- es... Un portal, ¿No?- el árbol asintió con la cabeza y volvió a cerrarlo.
- bien, bien, ya podeis regresar al templo, tenéis problemas que aclarar con él, ¿no?- su voz era tan apacible y relajada... Era una criatura tan dócil...
Os despedisteis de él y llegasteis al templo casi tan rápido como si hubieseis ido corriendo, ah, cierto, no, no es "como si" es un: "fuisteis corriendo", bueh! Olvidenlo, es ironía. Como sea, la puerta se abrió rebelando el pasillo, y en seguida ambos entrasteis, la cabecita desapareció y al final de la sala se encontraba el zorro de nueve colas sonriendo de lado, sabiendo que el fénix iba a por él, que se había enterado de la sinceridad de sus sentimientos y que ahora podía molestarlo un poco con sus comentarios fugaces. Tú te quedaste apoyada en la mesa japonesa, sentada en el suelo, nada más que disfrutando la escena. Los otros dos, bueno, tan solo imagínense a Golden reclamándole a Fox que era una vieja cotilla y metiche.
- Sabes que es la única forma de salir del templo que tengo, y tuve curiosidad del mundo humano- murmuró cuando el fénix se hubo cansado de tanto parloteo, quizás se quedó sin aire para recriminarle cosas- además de que cuando llegué estabais perfectamente hablando de que me pitarían los oídos y sentí curiosidad...
- para ser considerado el sin sentimientos del bosque eres bastante curioso- se sentó en el suelo de rodillas y finalmente se cruzó de piernas.
- no es que sea curioso, solo quería escuchar que hablabas de mí...
- metiche...- apartó la mirada ahora cruzándose de brazos. Soltaste una risilla. Fox puso una mano en el hombro de Golden.
- si me tienes en cuenta, ¿Porque no me respondes?- masculló levantándose del suelo para regresar a la mesa japonesa y sentarse en frente de dónde tú estabas.
- porque somos especies diferentes...- en ese momento se quedó un silencio sepulcral en la sala, entendiste la incomodidad y decidiste dejarles un poco de espacio para que pudiesen hablar tranquilos sin sentirse presionados por tu presencia.
- así que tú ves a los demás como una especie... Y no como lo que somos...
- no quise expresar esa ide. . .
- pues lo parecía...- interrumpió- Golden, no hay que ser muy idiota para darnos cuenta de que los quere. . .
- se supone que tú prometiste no volver a amar- Fox se mordió el labio- el rumor se expandirá y la gente dirá que no cumples tus promesas
- nadie sabe lo de mi décima cola, eres el único y eso es por algo, Golden... Tengo la suficiente confianza en ti como para convencerme a mí mismo debe soy capaz de contártelo sin que el rumor se extienda por todo el bosque... Nadie sabrá nada que esté más profundo a que por fin el líder tiene pareja...
- ¿Y la descendencia?
- ¿A quien le importa la descendencia? Sabes perfectamente que soy un rompe-reglas hasta cierto punto... Llevó aquí encerrado 2 años y medio de zorro ósea 17 años de humanos, por lo tanto lo único que quiero, a parte de vivir en libertad y explorar, cosa que no puedo hacer a parte de con la cabeza de zorro, es tenerte a ti...
(N/A: Tened en cuenta que la edad es como su fuese con los perros pero invertido, ¿Vale?, Es para darle más dramatismo a la historia y porque en teoría son híbridos humanos y animales, por lo tanto hay que tener en cuenta ese detalle, la equivalencia en este one-short y en todos sobre la temática mitológica es: 1 año perro -> 7 humano).
Golden se quedó en silencio. Suspiró.
- es lo único que quiero- insistió dejando caer el peso de su cuerpo sobre la mesa japonesa con los codos.
- sé que rompes reglas, pero es una promesa que te hiciste a ti mismo, tendrías que reconsiderar eso...- se acercó un par de pasos sentándose a su lado con las piernas cruzadas- entiendo que sea tu luz en el camino, después de todo soy un fénix, más brillante que yo no puede nada, es normal que te haya deslumbrado.
El zorro le dio un zape al ave por eso último. Las costumbres nunca se pierden al parecer. Lo miró con expresión neutra y negó un par de veces.
- Deslumbrar es una palabra un poco fuerte... Simplemente eres la luz del templo cuando es noche, la vista perfecta desde las ventanas, la ilusión de mirar la roca del fénix a cada segundo del día. La tentación de abrir los ojos durante la meditación...
- ¿Decías que deslumbrar es un poco fuerte? Acabas de superar mis espectativas- dio una mueca cómica- ¿Entonces no te importa la promesa con la negación al amor?- negó con la cabeza.
- solo la quebranto por ti, porque sé cómo eres y quién eres- alzó el dedo índice apuntando al techo, el fénix alzó la vista y suspiró sonriendo un poco- porque te conozco desde hace mucho tiempo...
- tienes tres años, Fox, no has podido conocerme en tan poco tiempo...
- ventiuno...- corrigió.
- si fueras humano del todo- sonrió de lado.
- tú tampoco te tires tantas flores, apenas tienes dienueve- se cruzó de brazos.
- por eso, tengo dos años y tres cuartos, por lo tanto, todavía soy ilegal hasta los tres- se carcajeó.
- la mayoría de edad es a los dieciocho, Golden...- obvió ese detalle que calló de inmediato al fénix y se cruzó de brazos.
- hay países que es a los veintiuno, y en la tribu arcaica es hasta los ventiun. . .
- tú lo has dicho, "la tribu arcaica"- sonrió suavemente.
- ¿Que quieres que haga? Provengo de allí, es la educación que me dieron- se reveló sin quererse rendir en esa especie de tira y afloja en el que se estaban sometiendo.
- ¿Porque no aceptas y me besas de una vez?- le sonrió coqueto.
- estás actuando infantil, Fox...
- solo actuó infantil en la única presencia de ti, y tú lo sabes...
Golden suspiró pesado, como si la vida fuera un suplicio sobre sus hombros y se rindió ante la actitud del Kitsune, realmente le gustaba su forma de ser, pero había veces que cansaba, sobre todo cuando quería conseguir algo determinado, como eso, pero no iba a oponer más resistencia, ya se había resistido demasiado tiempo. Se acercó ladeando la cabeza y cerró sus ojos al sentir el tacto del zorro, este en cambio, sonrió victorioso y entrelazó los dedos del fénix y los suyos de la mano que permanecía en el suelo en ambos casos.
- No ha sido para tanto, ¿no?- susurró pegado a sus labios, solo algunos milímetros los separaban.
- sigo pensando que tendrías que tener descendencia- obvió sin separarse de esa distancia, más bien esperando otro beso. Otro beso que no tardó en llegar y después de este dejó caer la frente ladeadamente en su hombro- aunque sea con. . .
- no he hablado con ningún Kitsune desde que prohibí su acceso en el territorio del templo, así que era de esperarse que la próxima generación no sería pura... Y de hecho ya no habrá una nueva generación a no ser que tú puedas tener hijos- cerró los ojos para concentrarse y no golpearlo, pero igual le dio un golpecito suave en el pecho.
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Te moviste ágil y segura por las ramas, sin crear sin solo movimiento de viento o un solo sonido, no parecía que estuvieses allí, ibas tan veloz y gentil que nadie podría percibirte, ni siquiera tu presa, la cual estaba más adelante, seguramente oliendo se un posible ataque de tu parte. Lo miraste fijamente, observar, anotar, atacar. Estaba de cuchillas delante del lago, viendo su reflejo o esperando a que los peces se acercasen lo suficiente para capturarlos. Aguantaste la respiración al ver como se tensaba, pensando que te habría descubierto, pero no, seguía allí, apacible, casi como si fuese una estatua. Decidiste acercarte un poco más, parpadeó y con un gesto hábil consiguió atrapar un pez entre sus garras, cosa que después le entregó al cerbero de tres cabezas, su mejor amigo, tenía dos raspas más a su alrededor así que supusiste que estuvo cazando para él. Se levantó de la posición de cuclillas y se estiró. Después ambos emprendieron camino hacia el bosque una vez más, te subiste a un árbol con completo sigilo. Evitando ser vista, inspiraste profundo y lo seguiste saltando como una ardilla voladora de árbol en árbol, hasta conseguir un ángulo de picado perfecto, haciendo que te acuclillases en la rama y, al verte decidida saltases a por él. Sonreiste radiante conforme más cerca estabas, pero en el último segundo se giró hacia ti, sorprendiéndote considerable y te atrapó en el aire derrapando por tu aceleración y finalmente precipitándose contra el suelo por tu peso.
- maldición- susurrante chocando la cabeza contra su pecho, él río un poco- ¿Desde cuándo?
- Te escuché saltar- chasqueaste la lengua molesta- ¿Desde cuándo me llevas acechando?
- Desde que atrapaste el tercer pez- se llevó una mano a la barbilla pensativo.
- nada mal...- masculló levantándose a quedar sentado todavía sin soltarte, por lo que acabaste sentada en su regazo con las piernas a cada lado de su cintura.- solo te falta un poco más de sigilo...
- ayer me mordiste por eso- mostraste la herida del mordisco de ayer, soltó una risilla suave.
- porque estaba anocheciendo, pensé que serías Onnie...
- je... ¿Onnie? ¿Onnie madrugando? ¿Cuando se ha visto eso?- ambos os reísteis por eso.
Tras eso hubo unos segundos de silencio en los que Bestia se acurrucó contra vosotros.
- el caso es que no sabía que estabas siguiéndome hasta que te escuché saltar, eso significa que vas mejorando en sigilo, persecución, observación y ataque- sonreiste suave, sin mostrar los dientes.- pero ahora a dormir, está a punto de anochecer...
- a punto... Quedan cuatro dedos de sol...
- lo suficiente para llegar a casa antes de que Onnie y Oxy despierten- bufaste y lo soltaste.
El camino fue tranquilo y sin ninguna novedad abrumadora, el sol se puso al alcanzar la cabaña que, por eso noche, compartiriais los dos, aunque tú solías dormir cada noche en un lugar diferente, esa vez, como muchas otras veces, dormirías junto a Springtrap, pudiendo sentir el calor corporal sofocarte a tal punto que olvidabas por completo la frialdad y humedad de la noche, tan solo con un simple gesto como acurrucarte contra él, sabiendo que seguirías viva al día siguiente, porque la confianza que había con todos ellos, era absoluta. Un amor y una cercanía como si fueras una más de ellos...
Que de hecho, lo consideraban así después de diez años.
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Pues otro fanfic del Au mitologia...
Se que no pedisteis ninguno, pero bueno.
Esta vez, como pudieron ver, me he centrado en el personaje de Springtrap y Bestia, en el que uno es un Wendingo, ósea, una especie de caníbal, y Bestia, que es un cervero, ósea, un perro de tres cabezas súper mega tierno.
Otros personajes han sido la pareja destacada de Foxy y Golden <3
Me sentí blessed en el momento del beso, por dios!!! <3
En fin, se cuenta un poco más de la historia de Foxy y conocemos a Springtrap. Además de que he de decir que en todos los fanfics las historias son la misma, ósea, puede que aparezcan diferentes rayis / rayitas que interactúan de una manera u otra con los personajes, pero las parejas y las formas, además del carácter y las historias de los personajes son siempre las mismas, por mínimo que sea el detalle.
Punto que me da a favor las palabras anteriores es la referencia de Golden a que no puede volver al mundo humano, porque mató a su padre, aunque eso último no se específica :v
Pero si, mató a su padre accidentalmente :v
Su padre humano :v
¿Quieren saber más? Pues leanse las otras historias del Au xdxdxd
Todas tienen referencia y los patrones siempre son los mismos, en todos aparecen: "Deuz, Golden y Fox" y luego se añaden personajes de suplemento, en este caso se interactúa con Spring, en otros casos se interactuó con Onnie, en otros casos con Owynn, etc, etc...
Por cierto, un Ent es esto:
Y...
Esta es la explicación.
Es que este ser es de relleno, no vuelve a aparecer más a no ser que haya otra mierda de portales xdxd
Aunque tranquilamente puedo buscarme otra criatura mitológica, si os digo la verdad iba a ser un camaleón la idea original, de hecho, iba a hacer un cameo apareciendo yo uwuwuwuwu pero no, decidí dejarlo con Ent y listo xdxd
Y eso de que Deuz odia a los humanos, técnicamente ya está explicado en otras historias, pero es porque un humano mató a su padre después de convertirse en su jinete de dragón, creándole un odio absoluto hacia ellos y sin volver a confiar jamás.
Como ya sabéis, Golden y Deuz se odian, explicado en la historia está :v
Y pues eso sería todo :3
Eso sería todo por esta vez 7u7
Porque no prometo que no vaya a hacer más historias con este universo alterno, porque AMO este universo y como no hay historias pues aprovecho y las hago yo :3
En fin...
Espero que os haya gustado y nos vemos en un próximo one-short o capitulo de historia
Bye~
By Ecchisforlife
[6720 Palabras]
P.d. mirad el lado bueno las dos últimas veces fueron historias de 10.000 palabras xdxd
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