Capitulo 28: Humanidad
La tensión en la Estación de Orion era palpable. Todos los hombres y UM's estaban en sus posiciones, listos para enfrentar a la flota Zarlock que se acercaba.
Fern se aseguró de que todas las defensas estuvieran operativas, y la energía de la estación fue redirigida hacia los escudos para protegerse contra los ataques enemigos.
"Linea defensiva 34 y 63, mantengan la formación, no dejen que se acerquen a la estación", ordenó Fern a sus hombres. "Linea ofensivas ¡Disparen a discreción!"
Las bio-naves enemigas comenzaron a disparar, mientras las Dos naves keter avanzaban lenta pero seguramente, los escudos de la estación Orion lograron absorber la mayoría de los impactos.
"¡Escudo orbital al 76% y bajando!", anunció uno de los operadores, la estacion temblo ante el asalto de las miles naves Zarlock.
"Averia en el hangar número 47", otro operdador grito.
"Enviando drones de mantenimiento", el operador aun lado de este respondio.
Sin embargo, la flota Zarlock era numerosa y no huian de hacer ataques suicidas. Las naves de la estación Orion comenzaron a caer una por una, mientras Fern y sus hombres, dirigian desde la sala de guerra cada cosa que pasaba.
En el puente, Fern luchaba junto a Victus y Linron, controlando la situación con precisión.
"¡Bombardeen los flancos y corten su ruta de escape! ¡No dejen que los rodeen!", ordenó Fern.
"Comandante, estamos perdiendo la mayoría de nuestras naves, necesitamos tomar decisiones rápidas", informó Linron.
"Entendido- Operadores, liberen a las unidades meks tan pronto como estan listas para el despliegue", ordeno Fern, mientras seguia dando órdenes a izquierda derecha. Algo mas se estaba armando en el hangar donde los Meks se estaban alistando para salir.
Los escudos de la estación orbital se mantenían firmes, protegiendo al planeta de Samos. La flota de xenos cada vez se acercaba en un ataque coordinado y letal, y las fuerzas de la HIFU sabían que tenían que hacer todo lo posible para vencer a la escoria Xeno.
Cuando la Estación orbital comenzó a liberar a sus unidades Meks, fue cuando la intensidad de la batalla espacial subio al siguiente nivel.
Los Meks eran máquinas humanoides colosales de color gris oscuro, con placas de metal que se ajustaban suavemente a sus cuerpos. Sus extremidades eran grandes y gruesas, con músculos hidráulicos bombeando a través de ellas para proporcionar un poder y fuerza increíble en el combate. Cada Mek tenía una cabeza angulosa con dos faros brillantes que servían como sus "ojos".
Su armamento era impresionante, desde cañones de plasma montados en los hombros hasta rifles de pulso, martillos gravitacionales, y sables de energía en sus manos. Algunos Meks incluso tenían armas adicionales montadas en la espalda para una mayor capacidad de fuego.
Los Meks más pequeños y robustos que rodeaban a los más grandes tenían un diseño similar, pero eran más compactos y ágiles. A menudo llevaban armas de tamaño más manejable, como rifles de asalto y pistolas de plasma.
Cada Mek estaba adornado con marcas de la Legión a la que pertenecía, así como otros adornos y símbolos personales de sus pilotos para mostrar su individualidad y compromiso con su deber. A pesar de su apariencia intimidante y mecánica, estos grandes guerreros eran la última línea de defensa de la humanidad y estaban listos para luchar hasta la muerte para protegerla.
Entre ellos, el Hearttaker estaba siendo pilotado por la UM-CT 001, una héroe de génesis, lista para la sangrienta batalla que estaba a punto de comenzar.
Unidades Mek más pequeñas y robustas rodeaban a las más grandes, pilotadas por UM de clase Abigail y Jackal. CT 001 sonrió con afecto y orgullo al reconocer en sus sensores las señales amistosas de estos Meks.
Toda su Legión estaba con ella, no faltaba ninguno, justo como en Génesis.
"¡Mierda! ¿¡primero génesis y ahora esta mierda!?", Fergus, el líder de los técnicos de combate de la Legión CT, exclamó en la radio, "Y yo que pensaba que después de Génesis nos dejarian tomar un descanso"
"Ya sabes lo que dicen, Fergus", exclamó Gabriel mientras calibraba sus sistemas de orientación automática, "No hay descanso para los héroes... Oremos al Señor para que suceda otro milagro".
"¡Prepárense!", Llamó CT-001, haciendo que cada uno de sus hombres se callara y esperara sus órdenes. "¡Lo dije una vez, y lo diré tantas veces como sea necesario!"
Los Meks se alinearon frente a su Mek, cada uno preparándose para su papel en la lucha para defender la Estación de Orión y salvar Samos. El Mek de la CT-001 se mantuvo erguido y lideró la carga, su Mek sacando su gigantesco martillo de gravedad y los cañones montados en los hombros alineados frente a ella. Su voz mecanica resonó, llena de determinación que inspiraría incluso al más temeroso de los guerreros.
"Prepárense, hermanos y hermanas", gritó la unidad mecánica, CT-001, su voz resonando en la oscuridad. "La muerte se acerca, y con ella, una nueva oportunidad de mostrar nuestra lealtad y sacrificio".
Los Meks se alinearon frente a suu Mechs, sus armaduras brillando con la ferocidad del fuego de la batalla. CT-001 se mantuvo erguida, su nucleo mecanizado latiendo con la determinación de defender la Estación de Orión y salvar a Samos.
"Estos bastardos Xenos no entienden la verdadera naturaleza de la humanidad", gruñó con un tono profundo y oscuro. "Los ven como una presa débil y desesperada, pero nosotros les mostraremos el verdadero rostro, el rostro de la ferocidad y la lealtad. Lucharemos juntos, moriremos juntos, pero nunca caeremos ante el enemigo".
"¡Por la humanidad!", rugió su Legión, sus voces llenas de la determinación, listos para darlo todo por la causa. "Por la gloria eterna y la inmortalidad del guerrero!"
Así, la unidad mecánica CT-001 cargó al campo de batalla, sus Mechs brillando con una luz ardiente y mortífera. El caos se llenó con el sonido de su martillo de gravedad y el estruendo de los cañones montados en los hombros, mientras defendían su hogar y sus creadores contra los temibles intrusos Xenos. El coraje y la lealtad reinaron en los corazones de estos guerreros, una llama eterna que nunca se extinguiría. Era una vista que infundiría miedo en los corazones de todos los que se opusieron a ellos.
Cada uno de sus soldados habia experimentado lo que era el infierno en Genesis. Algunos incluso se habia arrastrado fuera de este para seguir peleando con uñas y dientes.
Los Meks salieron de la Estación como una horda de titanes mecánicos, su piel de metal reflejando la luz mortecina de las muchas explosiones a lo lejos. Las placas grises de cada Mek eran como las capas de escarcha que cubren los huesos de los muertos expuestos a la intemperie. Las extremidades musculosas, con sus músculos hidráulicos, se movían con la flexión de una voluntad inquebrantable hacia la victoria o hacia la muerte.
La voz de la Unidad Mecanica CT 001, reinaba en las filas de los Meks, mientras gritaba órdenes y trasmitia su voluntad, cada uno de sus hombres y UM escucho e hizo lo que esta ordenó.
Honrando el voto que hicieron de proteger a la humanidad. Eran como los jinetes del apocalipsis, llegando para erradicar a los invasores, la escoria alienígena, que amenazaba a la Estación orbital Orión y a Samos.
Hubo un tiempo, en que las armas que llevaban los Meks, parecían demasiado poderosas para la mano de una criatura humana.
Se habian echo acuerdos en limitar la creacion de estas. Pero cuando la guerra dio inicio, esas reglas, habían dejado de ser validas ...
Los cañones de plasma lanzaban rayos mortales en el aire, mientras los sables de energía escupían cadenas brillantes de luz cegadora.
Los escudos de fuerza emanaban una extraña luminosidad que recordaba una especie de gloria guerrera.
Y así, los Meks avanzaban, sus ojos de faro iluminando las sombras de la batalla enemiga. Desconocidos, mortales e implacables, los Humanos y UM's guerreros y guerreras que recién habían salido del infierno de Génesis, estaban listos para hacer escuchar su rugir en contra del enemigo. Llamando al trueno y al rayo, a la furia y la ira, a la condena y la venganza.
La sincronización de la Legion CT lucia casi imposible. Estos parecian actuar como una gran mente colmena, transmitiendo pensamientos y sentimientos entre ellos.
Juntos, era como si la propia muerte hubiera llegado para juzgar a la escoria Xeno, para regresarles el dolor que habían provocado. Los Meks luchaban con el ímpetu de la Revancha, empujados por una ira justa, por una sed de redención en medio de la desolación total de la guerra.
Y mientras las explosiones y los disparos sonaban por todo el espacio, la Legión CT demostraba valentía inaudita. Los soldados combatían con honor y coraje, cada uno dispuesto a morir para proteger a los seres humanos que se hallaban atrás de ellos.
Los Meks se armaron con la furia de los condenados, ajustando cada tornillo, engrasando cada engranaje, tornando cada hueso. Las armas de la guerrera loba mecanica, CT 001, aullaban en el aire asesino, su martillo de gravedad arrasando bio-naves zarlock en una danza acelerada de ira.
"Hermanos, hermanas, no teman", continuó CT-001 con voz dulce pero implacable, como una fenix que renace de sus cenizas, el retumba de los disparos y la muerte a su alrededor seguia vivaz.
Su voz llenaba de valor a sus soldados y UM's. Dandoles el impulso que estos nesecitaban para afrontar la muerte con una expresion llena de la sangrienta determinación.
"Podemos tener miedo, pero no dejaremos que el miedo nos acobarde. No nos será negada la victoria, porque somos los defensores más fuertes que la humanidad jamás haya poseído. La muerte es una oscuridad en la que todos caemos, pero aquellos de nosotros que morimos por la humanidad jamás serán olvidados. ¡Somos la legión CT, somos uno, somos los defensores de la humanidad!"
Los Meks asentían con vehemencia, mientras seguían disparando sus armas contra la muerte. La legión CT-001 gruñó con ferocidad, su piel de metal y carne, y sus corazón de acero templado en guerra.
"¡Lucharemos! ¡Lucharemos! ¡Lucharemos!" rugió la legión, sus gargantas rotas con la determinación. Ellos no nesecitaban hablar, la conexión que existía entre ellos les decantado lo que nesecitaban saber.
La guerra estalló, la energía chisporroteando en el aire mientras las balas y las espadas se ofendían. Mientras la muerte se acercaba con lentitud, los cuerpos de los guerreros cayendo uno por uno, el heroísmo clamaba en sus corazones y las lágrimas ardían en sus ojos.
"¡Hoy, luchamos por la humanidad! ¡Hoy, nuestros nombres se convertirán en leyendas!" clamó la líder, su corazón latiendo en fusión con las armas.
Los cañones rugieron, las balas se dispararon, mientras el calor de la batalla cegaba los ojos. La legión siguió luchando, soportando incluso la mayor adversidad. En un último resquicio de esperanza, CT-001 golpeó con su martillo, la energía salpicando a su alrededor como un fuego fatuo.
"¡CT! ¡Debemos persistir!" llamó, su voz llenando los oídos de sus guerreros.
La energía ardía, las llamas estallando por todas partes mientras los guerreros caían. Finalmente, la energía de una de las Bio-naves keter explotó, llenando de luz el espacio mientras los Meks caían de un lado a otro, evaporados o quedando inutilizables por el fuego enemigo.
"Mis hombres ..." murmuró la CT 001, su voz llena de dolor por los que habían muerto. "... Habéis hecho justicia en nombre de la humanidad. Descansad en paz, hermanos, que vuestros corazones y núcleos ardan eternamente", ella dedico una rapida oracion a los caídos. Prometiendose así misma grabar cada uno de los nombres de los caidos en su blindaje y caja negra.
No fue hasta que esta vio, que de los restos de algunos meks, salian los pilotos supervivientes, que La CT 001 se quedo sin palabras ...
Sus chicos ...
Era como en Génesis ...
Ella vio como los sobrevivientes salian tambaleándose de sus Meks abatidos, algunos humanos resucitando de la muerte, tratando de recuperar el aliento mientras se aferraban a sus armas.
La destrucción que les rodeaba era abrumadora, con escombros y cuerpos esparcidos por todo el campo de batalla.
Pero a pesar de todo, y en sus trajes espaciales, la determinación del Escuadrón CT no se quebrantó. Los supervivientes se miraron entre sí, sabiendo lo que acababa de pasar, sus ojos brillando con una inquebrantable voluntad de vencer.
"¡No moriremos hasta a ver matado a estos bastardo!" gritó uno de los soldados, su voz temblorosa pero llena de intensidad. "¡Debemos seguir luchando!"
Los demás miembros del escuadrón asintieron en silencio, cada uno de ellos sabiendo que su deber hacia la humanidad aún no había terminado.
"¡Por la humanidad!" rugió uno de los soldados, sacando su cuchillo energético de combate y blaster en un gesto desafiante. "¡Por todos los que han muerto! ¡Lucharemos hasta que no quede nada en pie!"
Los soldados recucitados comenzaron a disparar o, en algunos casos, atudetonarse, levantando sus armas en apoyo y sacrificando sus existencias.
Una vez más, con el escuadrón CT liderando la carga en una muestra asombrosa de coraje y determinación.
Algunos de los resucitados se anclaron con sus botas magneticas a los meks, y desde los hombors de estos comenzaron a disparar a todo lo que luciera como una bio nave xeno.
Mientras tanto, de regreso en la estacion Orbital, Orion.
'Que demonio pasó en Génesis ...?', Fern no pudo evitar pensar mientras se movia rápidamente através de la estación, revisando el estado de las tropas y supervisando las defensas contra los Zarlock. Se acercó a Victus y Linron, quienes también estaban ocupados planificando su siguiente movimiento.
"Tenemos que mantener nuestra línea, proteger la base de operaciones y el cañón Torr hasta que estemos listos para el próximo ataque", dijo Fern con convicción.
Victus asintió, "Tenemos que asegurarnos de que nuestros soldados dentro de la Orión estén bien equipados y listos para enfrentar cualquier cosa que los Zarlock nos lancen".
Linron agregó, "Necesitamos una estrategia sólida si queremos tener alguna posibilidad de vencer a estas criaturas. No podemos permitirnos cometer errores".
Fern asintió, "Les ordenaré a nuestros soldados que se mantengan alertas y preparados. Todos saben lo que está en juego aquí".
Mientras se preparaban para el siguiente ataque, Fern no podía sacar de su mente a la los CT. Esta era la primera vez que este presenciaba a tantos soldados valientes y leales, que estaban dispuestos a sacrificar todo por la humanidad.
Todos liderados por una UM, la CT 001.
De repente, se escuchó un fuerte estruendo y la estación orbital orion comenzó a tambalearse. Al mirar por los escaneres de proximidad, "¡Nos estan abordando!", uno de los operadores grito, y vieron que una flota de naves Zarlock se había acercado sigilosamente y comenzó a golpear la estación.
"Esos bastardo ...", Fern gruño, inmediatamente ordenó a sus tropas que se prepararan para la batalla dentro de la orion. Sabía que esta sería una lucha dura.
El estruendo ensordecedor del ataque Zarlock se mezcló con los gritos desesperados de los soldados y las UM's luchando por su vida.
Fern pronto se encontro liderando la carga, su rostro y su armadura cubiertos de cicatrices y quemaduras por las batallas previas.
En medio del caos, Fern oyó un grito lejano y vio como la última UM de su equipo fue rodeada por un grupo de Zarlock. Fern corrió hacia ella, con determinación.
"Operativo, ¡aguanta!", gritó, mientras se abría paso a través de las hordas de enemigos.
Cuando llegó a ella, se dio cuenta de que la Unidad mecanica, una Lince antropomorfa, estába cubierta por una armadura gruesa y duradera, que mostraba varios signos de daño y desgaste en varias zonas.
A través de los agujeros de la armadura, se podían ver piezas mecánicas internas expuestas, la luz de su nucleo atraves de sus engranajes, cables y circuitos, que parecen estar en un estado critico.
Aunque la Unidad Mecanica de clase Chacal, parece tener dificultades para moverse debido a los graves daños que sufrio, su mirada furiosa sugeria que esta seguia siendo una fuerza a tener en cuenta.
Fern pudo notarlo mientras se acercaba a esta, y se ponian a cubierto.
"Supremo almirante, no pude hacer frente a todos ellos", dijo la UM en un tono sereno.
Fern puso una mano en su hombro metalico, "Lo sé, pero necesitamos sellar esa brecha ... Usa tu auto-destrucción".
La UM al instante miró a Fern con opticas muy abiertas, despues con un brillo triste, y, últimamente, asintió.
"Entendido".
Con su orden dada, Fern se apartó, sintiendo la pérdida inminente. Sabía que esa UM estaba sacrificándose por toda la humanidad. El dolor de su sacrificio era palpable en el aire.
La Unidad Mecánica de clase Chacal, G-045, o Jackie ...
..., vio como el Supremo Almirante Fern se retiraba.
En lo que serian sus ultimos momentos de vida, Jackie aun recordaba con cariño aquellos días en los que ella era simplemente una máquina mas, fria y sin entimientos, diseñada para cumplir órdenes, hasta que lo conocio a el ... Shepard.
Ella aún recordaba como el humano la trataba con respeto y cariño, convenciéndola de que era algo más que un simple robot.
"No eres solo un pedazo de maquinaria, eres una pieza importante de mi equipo y de la Orion", solía decirle con dulzura.
Había momentos en los que ella misma llegó a cuestionar sus propias emociones, pensando que eran sólo su programacion.
Hasta que llegó aquel momento en el que él se le acercó y le dio un abrazo afectuoso en medio de lo que pronto se volveria la batalla de sus vidas, la abrazó tan fuerte que ella sintió su nucleo latir de emoción, el hombre la sostenía como si fuera su tesoro.
"Te prometo que cuando todo esto acabe, iremos juntos a ver el atardecer en Samos", le había susurrado el humano al oído.
... Y ella que ya se habia encargado de organizar todo con anticipación para llegar a tiempo a su cita.
Pero ahora, en este momento, donde se le acaba de ordenar auto-destruirse, la unidad mecanica sabía que debía hacer lo correcto. "Lo siento Shepard, no podré ir a esa cita ...", murmuró con tristeza mientras sacaba el colgante con la imagen del humano, "... Pero espero que puedas perdonarme. Siempre te amaré"
Con un 'suspiro', la Unidad Mecánica ocultó su amado colgante, miró a sus enemigos fijamente y gritó con un tono de valentía inquebrantable.
"¡Por la humanidad! ¡Aaaaahhhhh!"
Era el momento de activar su auto destrucción, siendo consciente de que su sacrificio salvaría a miles de seres humanos. Pero aún, en ese momento de angustia, ella solo podía pensar en él, ver su rostro sonriente, y en esos cálidos abrazos que le habían hecho sentir el amor por primera vez.
La Unidad Mecánica cerró sus opticas mientras sentia como las decenas de diparos comenzaban a destruirla, recordando su amor una última vez, "Shepard ... Por favor no mueras aqui", ..., antes de explotar en un brillo brillante que iluminó el de batalla.
El pasillo entero explotó, creando un agujero que expulsó a las tropas enemigas de regreso al espacio.
Fern miró hacia atrás, triste por la pérdida de la UM, pero sabiendo que su sacrificio era nesesario y había ayudado a proteger a Samos y a toda la humanidad.
"Descansa en paz soldado ...", Fern penso, "Tu y todos los caidos el dia de hoy ... Seran recordados"
~~>>(Cut)<<~~
"Demonios, estos bastardos no saben cuando rendirese!", el jefe de seguridad de la Orión, Shepard, se encontraba en el centro de control de la estación de energía, monitoreando los sistemas y dando órdenes a sus compañeros de equipo.
La estación acababa de ser abordada por la escoria Xeno y la batalla se había extendido, con ambos bandos dentro de la Orion luchando con ferocidad. Los Zarlock querian destruir la fuente de energía de la Orion, para evitar que el cañon Torr volviera a ser disparado.
'Shepard ... Por favor no mueras aqui'
De repente, Shepard miro hacia atras de el, abrió mucho los ojos, sintió un dolor agudo en su pecho, un presentimiento de que algo había ido mal, muy, MUY mal, "Que demo...?", Su mente se nubló mientras se esforzaba por identificar la fuente del dolor, pero no pudo encontrar nada.
Era como una punzada en su corazón. Como si algo acabara de abandonarlo y de romperse.
Mientras luchaba por mantenerse enfocado en la tarea en mano, este sacudió su cabeza, 'Mierda, ya estoy escuchando voces ...', el pensó, y cuando una llamada de radio vino del equipo en los pisos superiores, este no dudo en contestarla, "¡Shepard, perdimos la señal del equipo de Jackie!" gritó el segundo al mando.
Shepard sintió un golpe a través de su corazón que sacudió todo su ser, y sus manos temblaron al tratar de mantener una compostura profesional en medio de su intenso dolor.
El queria gritar ...
Sabía que los miembros del equipo de Jackie eran miembros valiosos y queridos del equipo, y la noticia de la muerte de estos sacudiría a todos en la estación.
"Demonios Jackie ...", Shepard murmuró. Con un corazón pesado, el continuó luchando contra la escoria Xeno, con un nuevo sentido de determinación y responsabilidad.
El sabía que debía defender la estación y asegurar la seguridad de los que aún estaban vivos, en honor a la memoria de su Jackie y todos los caídos el dia de hoy.
Este dia, los Zarlock pagaran con sangre cada muerte ocacionada en la Orión. Shepard lo juro.
La humanidad, y las UM's, de la Orión, nunca olvidaran esto.
Una explosión mas de repente sacudió a la Orión, y Shepard escucho como sus hombre gritaban en señal de alerta.
"¡Todos a cubierto! ¡Una horda de Aparoides se acerca!"
Shepard señaló con su blaster delante de el y comenzó a dispararlo a tantos Aparoides como pudiera ver, mientras les daba señales a sus hombres para que activaran las barreras, y detuvieran las hordas.
"¡Los escudos no responden!", Una de sus UM's de clase Pixie, exclamó mientras se desconectaba a la terminal mas cercana, habiendo fallado en activar los campos de fuerza, "¡Esa ultima explosión debió haber dañado los sistemas de defensa internos de la Orion! ¡Si no hacemos algo nos terminarán ahogando!"
"Mierda ...", Shepard maldijo y arrojó su blaster aún lado cuando se dio cuenta de que se habia quedado sin municion, "¡Retrocedan a la sala de energia! ¡Y sellen la entrada!", el ordenó a su equipo, y su equipo de UM's y humanos asintió, y comenzó a retroceder.
Cuando estos vieron que este no los seguía, uno de ellos se detuvo, un hombre afro americano, Jhonson, y lo llamo.
"¡Shepard! ¡Por que mierda te quedas atras!?", John pregunto a su jefe.
"Planeo mantenerlos a ralla lo mas que pueda, John", Shepard le dijo por su telecomunicador, mientras lo veia a los ojos y el ruido de los disparos resonaba por el lugar, "Tratare de unirme a ustedes tan pronto como pueda. ¡Vayanse! ¡Ya ya ya ya!", este repitió con apresura.
John lo vio por unos segundos más, "Fue un placer servir a tu lado Shepard", el le dijo, antes de darse la vuelta y correr detras de los demas.
"... Igualmente John", Shepard le dijo, "Igualmente. Pero no planeo morir el dia de hoy", el exclamó mientras se llevaba una mano al pecho, cerraba los ojos y trataba de calmar su respiración. El estaba a punto de hacer algo que ningún humano (hasta donde el sabia) habia echo hasta el momento.
'Shepard ... Por favor no mueras aqui'
Shepard sintió la energía proteica en su interior. El sintió, con cada furioso latido de su corazón, como esta revoloteaba y se movía por todo su cuerpo, buscando una forma de salir.
El podia escuchar como los cientos de aparoides se movian por las paredes y el suelo, mientras estos se acercaban cada vez mas a su posición.
En pocos segundo, Shepard caería ante la holeada de aparoides.
Pero entonces, este abrio sus ojos, estos estaban brillando con la intensidad de dos soles miniatura, mientras salia de su cobertura y señalaba sus manos frente a el.
"¿¡Quien quiere una pieza de mi, bastardos!?", Shepard rugio mientras comenzaba a lanzar, lo que sólo podia ser, rayos de energia proteica de la palma de sus manos. Cada vez que este disparaba, una sección completa de aparoides era limpiada, "¡Tengo para todos! ¡Aaaaaahhhh!"
Los rayos de Shepard se volvieron cada vez más intensos y explosivos, desintegrando a los Aparoides uno a uno mientras estos avanzaban hacia él. La energía proteica que circulaba por su cuerpo lo hacía sentir más poderoso de lo que jamás había sentido antes.
Pero por cada enemigo que caía, más aparecían para reemplazarlos. Los aparoides no podían creer lo que veían. Un simple humano lanzaba rayos destructivos desde sus manos, reduciéndolos a cenizas con cada disparo. Pero Shepard no podía permitirse ser complaciente. Su energía proteica se estaba agotando rápidamente y la horda de aparoides seguía avanzando.
El jefe de seguridad de la Orión sabía que no podía detenerlos por sí solo por mucho tiempo. Pero no iba a rendirse. Levantó su mano derecha y un sable de energía proteica se materializó en ella. Con un grito de guerra, Shepard se lanzó al combate cuerpo a cuerpo, luchando contra los aparoides a medida que avanzaban.
Cada tajo de su sable era letal y cada golpe estremecía su cuerpo. Los aparoides se multiplicaban como una plaga, pero Shepard no retrocedía. Sabía que cada segundo que ganaba, era para que su equi-
De repente, algo golpeó su espalda con fuerza y lo arrojó hacia adelante. Shepard rápido se dio la vuelta para encontrar a una criatura enorme de aspecto insectoide.
'¡Mierda!'
El híbrido aparoide se erguía sobre dos patas gruesas y musculosas, con un cuerpo alargado y afilado como una cuchilla.
Su cabeza era completamente mecánica, con multiples ojos rojos que brillaban intensamente y una mandíbula llena de afilados dientes de metal. Las garras, cada una tan larga como el propio brazo, brillaban de un siniestro y tóxico color verde, casi como si hubieran sido afiladas con diamantes negros. Sus brazos, más delgados y alargados que los de un hombre, estaban recubiertos de placas queratinosas, ofreciendo una protección letal. El hibrido emanaba un olor nauseabundo de aceite quemado y metal derretido, y sus movimientos eran ágiles y extremadamente rápidos.
Los zumbidos y las sirenas de su tecnología parecían seguirle a través de cada movimiento, mientras se acercaba de manera segura y letal, su única intención, destruir a aquellos que se interponderan.
Resistir a este monstruoso ser sería casi tan difícil como luchar contra la mismísima Muerte.
"Vamos feo hijo de puta, ¡Dame lo mejor que tienes!", Shepard gritó mientras retrocedía, su mano temblorosa agarrando por reflejo desesperadamente un blaster caido sin municiones. Miró alrededor buscando algo mas, cualquier cosa que pudiera usar para defenderse.
Fue entonces cuando lo vio: un tubo de soporte de energía. Shepard tomó el tubo con ambas manos y lo levantó con todas sus fuerzas mientras la criatura avanzaba hacia él. Con un grito de guerra, Shepard arremetió con el tubo, golpeando a la criatura en la mandíbula y haciéndola retroceder.
Shepard aprovechó el momento de sorpresa para alejarse corriendo hacia una de las salas de mantenimiento. Sabía que sólo había una forma de acabar con todos los aparoides de una vez por todas.
Llegó a la sala, asegurando la entrada una vez más, y comenzó a trabajar en el panel de control principal.
La holovisión en la pantalla mostró a los aparoides cada vez más cerca, su cuerpo temblaba con cada tic-tac de los paneles.
Shepard, finalmente, encontró lo que estaba buscando en el panel de control: una forma de desviar una pequeña porcion de la energía de la estación para crear una gran explosión que destruiría la sección donde estaba, y con ello, los aparoides. Pero para hacerlo, necesitaría hacerlo manualmente.
Con una decisión tomada, Shepard activó el proceso de carga, con los minutos contados para que la energía fuera suficiente para causar la explosión.
Corriendo hacia la sala de armas, Shepard recogió un Bolter pesado, diseñado para ser sostenido por UM's de clase Abigail, y se preparó para enfrentarse a cualquier cosa que se interpusiera en su camino.
Los aparoides no tardaron en entrar a la sala de mantenimiento, destruyendo las compuertas justo cuando Shepard se dio cuenta de que había sido alcanzado. Con una habilidad consumada en el combate, Shepard alzó el Bolter y abrió fuego, usando su habilidad recién adquirida para canalizar toda la energía proteica. La munición pesada se disparaban de su Bolter, destrozando a los aparoides con precisión letal.
"Carajo ...", Shepard gruño entre dientes, había demasiados aparoides, y el sabía que no duraría para siempre. Con su Blaster agotado, Shepard arrojó el arma e hizo un sprint hacia el panel de control, llegando justo a tiempo para activar la explosión.
Un resplandor cegador envolvió todo el sector de la estación, mientras la explosión aplastaba a los aparoides y todo lo que se encontraba en su camino. Shepard pronto golpeó un boton en su pecho, activando la sobrecarga de sus escudos. Escojo eso, este cubrió su rostro y se aferró a algo estable, sintiendo como la onda de choque devastadora lo pasaba, y dejaba sus escudos al 0.8%, mientras el sector arruinado comenzaba a desconectarse de la Orion.
Finalmente, Shepard sintió que flotaba, la sección de mantenimiento habia sido desvinculado de la Orión, y los escombros de este ahora estaba flotando cerca de esta.
Shepard no pudo contenerse y dejó escapar un suspiro aliviado, sabiendo que había ganado un poco mas de tiempo. Este observo a la Orion desde afuera, y entonces, su telecomunicador cobro vida.
"¡Shepard! ¡SHEPARD!", Johnson llamó, "¡Sigues con vida!? Qué demonios hiciste!? ¡SHEPARD!"
Shepard pronto respondio, "Aún vivo John", el le dijo, activando sus propulsores, este comenzó a volar despacio pero seguro de regreso a la Orión, "Voy a nesecitar que me abran alguna compuerta, para poder regresar con ustedes"
"¡Maldita sea Shepard! ¡No sabes cuánto me alegra oír tu voz! Volveremos a conectarte, no te preocupes", contestó Johnson emocionado.
Shepard sonrió levemente, aliviado de haber ganado un poco más de tiempo, pero sabía que su lucha todavía no había terminado. El no pudo evitar ver el medidor de energia de su escudo. Fue nada menos que un milagro que este hubiera-
Pero entonces, lo golpeó como una tonelada de ladrillos una holeada de reconocimiento.
Ese último abrazo que habia compartido con Jackie ... Como la UM se habia dado cuenta de que su escudo no estaba al 100%, y esta le habia compartido algo de la energia de su núcleo para recargarlo.
Shepard quedó aturdido por un momento, "Me salvaste Jackie ....", sus pensamientos dando vueltas a lo que acababa de recordar. Una cerrazón se apoderó de su pecho. Había perdido muchas personas a lo largo de su carrera militar, pero Jackie había sido diferente. Ella había sido más que una compañera de equipo, había sido una amiga cercana y una confidente.
Shepard apretó los dientes con fuerza, prometiendo a sí mismo que terminaría lo que había empezado. En honor a Jackie y a todos los que habían sacrificado sus vidas luchando contra la escoria Xeno, él iba a vivir y mas importante, seguir la pelea.
Con su determinación renovada, Shepard miró hacia la Orión y siguió acelerando hacia ella, listo para enfrentar lo que viniera a su camino.
~~>>(Cut)<<~~
"¡Cañon Torr cargado y listo oara disparar!", Gritó un Operadon.
"¡Disparen!", Exclamó Fern haciendo un gesto con su mano hacia delante.
"¡Disparando cañon Torr!", Exclamó uno de los operadores mientras tecleaba veloz mente en su terminal, y terminaba por presionar un botón rojo.
Pronto, otra de las bio naves Keter fue borrado de le existencia. Ahora sólo quedaba una.
"Cañón Torr recargando", una operadora exclamo, "Se a detectado una averia cerca de la sala de energía. Tiempo de carga estimado para el siguiente disparo ... Cuarenta y ocho minutos", la operadora informo con un tono algo sombrio.
Fern apretó sus mano en puños al escuchar eso, esa no eran para nada buenas noticias. Los Zarlock cada vez estaban ahogandolos mas y mas con sus numeros.
Ellos nesecitaran un milagro para salir de esta.
~~>>(Continuara)<<~~
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