El día había sido mágico, no podía nombrarlo de otra forma, creía que solo era una cita normal a la que Bobby le había puesto más detalles de los usuales, una forma de divertirse y seguir aquel divertido juego entre ambos, pero la sorpresa que ahora tenía en su dedo había cambiado todo.

Matrimonio, una palabra que había significado mucho para Lori desde que era joven.

Su madre le había contado muchas historias de la boda con su padre, no había sido un evento demasiado grande pero si lo suficientemente emotivo para que le recordase con mucho cariño, cuando era pequeña se había imaginado en una situación tan mágica como la que su madre le contaba, cuando creció la palabra perdió algo de peso en su interior pero recientemente había vuelto a convertirse en algo que su mente imaginaba, y ahora, el anillo que miraba en su dedo le decía que había llegado el momento, el chico a su lado se lo había pedido, después de años de noviazgo, esperar a que ambos estuviesen titulados y fuesen independientes, respetar sus deseos de no apresurarse, el torpe y risueño chico con el que estaba cercana a cumplir una década de conocerse había declarado que no quería seguir viviendo sin que no fuesen familia.

Al voltearse en la cama pudo observar su rostro dormido, no podía evitar encontrarlo tierno, acaricio su rostro con delicadeza para no despertarlo mientras el babeaba tranquilamente con aquella boba sonrisa en su rostro, aun así se levanto de la cama y se sentó en la sala de estar, simplemente observando el lugar, pensando en la situación, en el significado de ser familia.

Amaba a su familia, a sus hermanos y padres, si se concretaba esa boda su familia directa pasaría a ser Roberto, ¿Cambiaría algo después de eso? ¿Seguiría siendo el gentil y atolondrado hombre del que se había enamorado? ¿Qué seguía después? ¿Hijos? ¿Mascotas? ¿Algo se rompería entre ellos?

Sus padres aunque peleaban de vez en cuando siempre buscaron la manera de apoyarse, una relación basada en la confianza y apoyo mutuo, los padres de Bobby en cambio terminaron tomando caminos separados tras cierto tiempo, con hijos en medio, había visto amigas que habían atravesado por el horrible proceso del divorcio de sus padres y parejas como sus abuelos los cuales sus parejas fallecieron en paz antes que ellos, había todo tipo de relaciones, le faltaría vida para poder ponerse en todos los casos pero, aun así, pensaba cual sería el suyo.

Repentinamente sintió una manta cubrir sus hombros expuestos, dándose vuelta para ver al chico que solo horas atrás le había propuesto matrimonio observándola con cariño.

- ¿Ocurrió algo Lori?

- No, no te preocupes Bobby, ¿O debería decirte cariño desde ahora?

- Creo que esa parte es la menos importante, lo importante sería definir si vamos a comer como lo hacían en tu casa o la mía, quisiera que mis hijos aprendan a soportar el picante.

- Hijos...

- ¿Te asusta la idea? Lo siento, considerando todos tus hermanos, creía que...

- Oh, no, no es lo que crees, si quisiera tener hijos, quería formar una familia, estar contigo, pero...

- ¿Pero?

- ¿No te da miedo? Cuando te animaste a decírmelo, ¿No pensaste en la posibilidad de que pudiese negarme o asustarme?

- Estaba aterrado, ensaye esa presentación al menos unas 20 veces, ¡Me caí al menos unas 4 veces por no ver las sillas y tropezarme! Incluso tuve que pagar una mesa que rompí en esos intentos.

- Vaya que te esforzaste.

- Lo vales cariño.

- Je, eso te salió natural. - Ambos se acercaron, dándose un apasionado beso. - Perdón por dudar.

- Oye, si tienes dudas respecto al matrimonio...

- No es eso, era que intentaba imaginar nuestra familia, como seríamos, cuantos seríamos, creo que me estoy precipitando, o quizás si estoy asustada, no lo sé, esto... todo esto... es nuevo para mí.

- Si te sirve de consuelo, también para mí, no sé como ser un esposo o un padre, ¿Y si soy abuelo a temprana edad? Tengo ascendencia latina y tú tienes tus genes Loud, ¡¿Y si nos volvemos demasiados?! ¡¿Y si explota la casa de tanto chamaco?!

En ese momento un fuerte zape de parte de Lori calmo al chico.

- Gracias.

- Yo tampoco se como es ser una esposa o una madre, se ser una hermana mayor, una amiga y una novia, - Se acurruco en el pecho de Bobby. - Pero si pudimos llegar hasta este punto, supongo que podremos aprender lo demás en el camino, ¿No cariño?

- ¿Prometes controlarme si me pongo tonto como recién?

- Acepto, ¿Prometes controlarme si me pongo muy agresiva?

- Por supuesto, ¿Prometes seguir siendo honesta si encuentras que algo no anda bien?

- Claro, ¿Prometes no afeitarte porque te ves más varonil así?

- Si, pero solo si tu prometes seguir a mi lado aunque me ponga panzón.

- ¿Te tienes mucha fe eh?

- Te tengo a ti, y es todo lo que necesito.

Lori no supo que más decir, sentía que todo lo que dijese en ese momento sobraría, pero cada palabra dicha, los sentimientos impregnados en ellas, no importaba si no había sido una exuberante celebración o algo, esas palabras, esos votos, eran todo lo que ella necesitaba.

Había sido una unión tan mágica como la había soñado en la simpleza de la sala de su propio hogar.