Mientras miraba el reloj de su muñeca hacía un rápido conteo de la cantidad de estudiantes que habían llegado, todavía quedaban 5 minutos para que empezaran las clases y técnicamente cualquier alumno que llegase todavía estaría a salvo, pero eso no le gustaba, al igual que el tiempo de reacción en los químicos de su clase, los estudiantes debían ser puntuales, aquellos que llegaban justos era algo que no le gustaba, por lo que viendo que solo quedaban esos 5 minutos y solo le faltaban 7 cabezas, decidió bajar su brazo y aclarar su garganta para llamar la atención.

- Bien estudiantes, hoy...

Dando un fuerte golpe, Lincoln abrió la puerta antes de dar una pequeña voltereta en el piso para aminorar su movimiento, exhalando cansado antes de mirar el reloj y ver que faltaban 5 minutos todavía.

- ¡Si! ¡A tiempo!

Mientras aun recuperaba su aliento, pudo escuchar como el profesor le llamo la atención, todos los estudiantes conocían bien el carácter del adulto por lo que en silencio se levantó y se sentó en su puesto, intentando ocultarse como pudo detrás de uno de sus compañeros cercanos para que su maestro de química no lo matara con la mirada.

Un minuto había pasado, quedaban 4 para el inicio oficial de la clase.

- Ajem, bien, retomando...

Un fuerte golpe puso escucharse desde el pasillo, uno que asusto al profesor quien grito asustado antes de ver como un chico de cabello naranja entraba montando una cabra y, siendo arrastrado por esta con una cuerda, un chico pelirrojo de rostro lleno de acné se quejaba adolorido.

- ¡Presente y a tiempo! ¡Te lo dije Rusty!

- Llevame... a la enfermería...

- Ni creas, llegamos a tiempo, - Le da una zanahoria a la cabra - Bien Putsy, buen trabajo. – Dicho esto desato a Rusty y procedió a darle una nalgada a la cabra, quien se fue rápidamente. – Nada como la buena Putsy para llegar a tiempo.

- Pss, Liam.

- ¡Oh, Lincoln! Si llegaste.

- (Susurrando) El maestro.

Tímido Lincoln apunto al hombre quien emanaba un aura de muerte, ante esto Liam bajo la cabeza y se dirigió a su puesto, notando a los segundos que Rusty se había quedado tirado en el piso antes de ir a por él y dejarlo morir tranquilamente sobre su puesto.

Quedaban 2 minutos para el inicio formal de la clase.

- (Molesto) ¿Alguien más que quiera hacerse el gracioso?

- ¡Suéltame pequeño parasito!

- ¡Jamás!

Desde el pasillo se podía escuchar aquella intención de pelea entre dos muchachos, asomándose por la puerta Chandler quien luchaba por quitarse a Zach de la espalda, el cual estaba sujeto a este como si fuese una mochila más que una persona, aferrándose con fuerza al chico que le sacaba más de una cabeza de altura.

- ¡Maldito enano, suéltame ya!

- ¡Tú corres más rápido, tienes las piernas más largas!

- ¡Ahhh! ¡Mendigo parasito!

Dando vueltas en círculos, Chandler intentaba agarrar al chico quien no se soltaba, casi como si fuera un vaquero intentando domar un toro agresivo, uno el cual intento impactarse contra la pared para así finalmente sacarse al muchacho, pero que repentinamente se vio suspendido en el aire.

- ¡¿Qué ahora?!

Una frase dicha con rabia la cual se apago en el momento que vio el rostro de su profesor a pocos centímetros, viendo en aquella expresión la muerte encarnada al punto que su pose agresiva se convirtió casi en la de un pequeño cachorro asustado.

- Presente... profesor.

Antes de que Chandler pudiera darse cuenta, Zach ya se encontraba en su asiento, mirándolo desde lejos, pero también le permitió ver la hora, aún quedaba poco más de un minuto para el inicio oficial de clases.

El profesor iba a quejarse, pero en ese momento sintió un golpe en su costado, notando como una chica de pelo negro se encontraba bailando con los ojos cerrados y auriculares puestos.

- Aja, si, aja, ajam.

Stella simplemente bailaba sin abrir los ojos, dando varias vueltas en su sitio antes de terminar con una pose elegante y una mano arriba, abriendo finalmente sus ojos.

El profesor y Stella mantuvieron la mirada fijamente el uno en el otro por unos instantes, momento en el que la chica, lentamente, como si temiese hacer cualquier movimiento brusco, bajo sus auriculares y camino lentamente hacía atrás, sin perder jamás el contacto visual con el adulto, palpando los asientos con sus manos para no tropezarse hasta que llego a su posición y se sentó en silencio, manteniendo su vista hacía el frente, fingiendo que nada había pasado.

Chandler quien aun era sostenido con una única mano del adulto quería pedir que le soltasen, pero el miedo era suficiente para esperar pacientemente a que el mismo hombre le bajara.

O eso esperaba, hasta que el timbre comenzó a sonar.

- Bien, ahora sí, en la clase de hoy...

- ¡Disculpe! – Clyde se asomo por la puerta - ¡Llego tar...

El profesor lanzo con toda su fuerza a Chandler contra Clyde, el cual impacto directamente contra el muchacho, quedando ambos inconscientes.

Todos pusieron demasiada atención a la lección ese día.