Leroy se encontraba tirado en el suelo de su cuarto, coloreando un libro que le habían regalado recientemente mientras mecía sus piernas de un lado a otro y tarareaba una canción, era una mañana de sábado agradable en todo lo que podía imaginar cuando...

- ¡Hey! ¡Hey! ¡¿Quién es mi little brother?!

Entro Luna pateando la puerta del cuarto, provocando que Leroy gritase aterrado ante el grito de la mujer.

- ¡¡¡Ahhhhhhhh!!!

- ¡¡¡Buena garganta chico, te va a servir más tarde!!!

Y sin esperar a que el niño se calmara o siquiera entendiese que estaba pasando, Luna lo tomo casi como si lo estuviese secuestrando, corriendo fuera de la casa con este a vista de otros miembros de su familia que no alcanzaron a procesar que Luna solo entro para llevarse al pequeño.

- ¿Esa era Luna? - Rita se veía confundida.

- Eso espero, ¿Llevaba a Leroy en sus brazos? - Lynn dejo en calma la taza de café sobre la mesa.

- Creo. - Rita dio un sorbo de su café. - ¿Y si no era Luna?

Lynn dio otro sorbo de café.

- Eso sería un problema.

Ambos se miraron a los ojos y dieron otro sorbo a sus cafés, era demasiado temprano para procesar un secuestro al menor de la camada.

Mientras, Luna tenía amarrado a Leroy a su espalda al niño que lentamente comenzaba a calmarse mientras conducían por las calles de Royal Woods, el pequeño no alcanzo a terminar de entender que estaba ocurriendo cuando se detuvieron en una cafetería y la castaña lo bajo, ingresando al lugar para sentarlo a su lado y llamar la atención de un camarero.

- Bueno chico, yo voy a pedir una soda y uno de estos sandwichs, el 4, ¿Y tú que quieres hermanito?

- Ah, eh, am.

- ¿Qué tienen como menú infantil?

- Tenemos una promoción que viene con un juguete, consiste en...

- Trae eso para el chico.

Una vez el camarero escribió la orden y se alejó, Luna miro fijamente al niño y le regalo una sonrisa al notarlo tenso.

- Vamos chico, no muerdo, aunque vaya que estas gigante, y aun si sigues viéndote tan adorable, en ese sentido me recuerdas a Linc, cuando tenía tu edad era tan adorable, tenia unas mejillas redondas tan apretables...

Luna no paro de hablar todo el tiempo hasta que la orden llego, Leroy notando que la chica frente a él no dejaba de hablar comió más por la lección de su madre de no desperdiciar la comida que por realmente quererla, aunque agradecía el pequeño juguete de dinosaurio con el que venía dicha orden, una vez termino la comida, Luna pago y rápidamente retomaron el camino en la motocicleta, solo que esta vez el niño iba aferrado él mismo a Luna y no amarrado como al comienzo, y ni aun con eso, Luna dejo de hablar.

Ambos fueron a diversas partes, al parque, al centro comercial, a un karaoke, al arcade, gran parte del día fue consumido en el viaje que ambos tuvieron y solo hubo una constante, Luna no dejaba de hablar, no le daba tiempo a Leroy de hacer preguntas o siquiera responder a las que la castaña hacía, era como acompañar a una grabación la cual no podía detener, algo que solo lograba incomodar a Leroy.

Con el atardecer, la pareja termino llegando donde Flip, donde el niño quedo esperando junto a la motocicleta mientras Luna salía con dos bebidas clásicas del anciano tacaño, entregándole una de estas a Leroy.

- Pensar que ese anciano sigue vivo es uno de los grandes misterios de Royal Woods, ¿No crees? Ya era anciano cuando tenía tu edad y mírame ahora, más de una década después y sigue intentando estafar a la gente.

Y por primera vez en todo el viaje, Luna se dio el tiempo de suspirar y dejar de hablar, mirando al niño.

- ¿Por qué me mira así?

- Eh... no, nada serio.

Como si finalmente la energía de Luna se hubiese acabado, esta se dejo apoyar sobre la motocicleta, mirando al pequeño y notando que este seguía viéndola con desconfianza, provocando que su ceño se frunciese ligeramente.

- ¿No te agrada mi presencia Lee?

- Esto... hay algo que he quiero preguntarle todo el día.

- Dispara little guy.

- ¿Quién es usted?

Solo esas tres palabras bastaron para crear un intenso dolor en el pecho de Luna y una sensación de vacío en su estomagó, esforzándose por mantener la sonrisa que tenía momentos antes.

- ¿C..Cómo que quien? Soy Luna, tu hermana mayor que... quería convivir un poco contigo.

- Uh, entiendo.

Leroy sorbio su bebida, indiferente a esa revelación. Luna no dejaba de sentirse peor ante esta nueva indiferencia.

- (Incomoda) Se que no nos hemos visto mucho, y por eso quería que pasaremos un buen día, crear recuerdos sabes.

El pequeño rubio solo asintió con la cabeza y volvió a sorber.

- ¿No te gusto pasar el día conmigo?

- Discúlpeme, pero no me siento cómodo con extraños.

El tono de formalidad con el que el pequeño pidió disculpas solo hizo sentir peor a Luna, había conversado de esa sensación antes con Lori, la sensación de sentirse desconectada de la familia, pero sentirse tan ajena a su hermanito de sangre era el ejemplo más absurdamente cruel que necesitaba de dicha sensación.

No era el trato que le darías a un ser querido o a un hermano, era el que le darías a un familiar lejano o un desconocido al que apenas conoces, algo que parecía ser el caso.

- ¿Quieres que te lleve a casa?

- Por favor señorita Luna.

- (Decaída) Entiendo.

Mientras subían a la motocicleta y se dirigían a la casa de sus padres ella no quería pensar, cerro su mente a lo necesario para llegar en una pieza a la vivienda junto al niño, quien al momento de bajarse, le regalo una sonrisa.

- Muchas gracias por el día señorita Luna, fue divertido.

Tras eso corrió hacia el hogar, quizás no se conocían lo suficiente, pero esa sonrisa le hizo creer que eso no significaba que no pudiesen hacerlo con el tiempo.