—¡YangMi! –Taehyung gritaba por las calles. Habían pasado algunas horas desde el incidente del hospital y aún no habían podido localizarla.

Las emociones en su cuerpo eran diversas, no podía describir cómo se sentía porque fácilmente quebraba en llanto e instantáneamente era reemplazado por ira. Revolvía su cabello con frustración y miraba hacia todas partes buscando alguna señal de su amiga. Suspiró y sacó su celular de uno de sus bolsillos del pantalón, lo desbloqueó y regulando su rabia, llamó a Hoseok, con la esperanza de que él la haya visto o estuviera con él.

Tres tonos después escuchó la voz de Yoongi, el castaño frunció el ceño y se dispuso a hablar.

—¿Hoseok está contigo?

—No, salió a correr y dejó su teléfono – él suspiró – Taehyung, lamento que todo sea tan complicado ahora. Hobi está arrepentido por lo que pasó y quiere reivindicarse con YangMi.

—¿Puedes explicarme cómo, Yoongi? – Taehyung estaba molesto – ¿Cómo va a reparar el hecho de que la dejó infértil? ¿Cómo la va a sacar de la depresión tan grande en la que está sumida por su infidelidad? ¿Piensas que con un ramo de flores y unas simples disculpas regresarán el tiempo atrás?

—No lo justifico, porque en muchas ocasiones le advertimos que debía dejar a MiDo y él se negó, pero su mente estaba cegada por el deseo que quizás, YangMi no le daba.

—¡YangMi le rogaba a Hoseok por un hijo! ¡YangMi se desvivió por Hoseok por cuatro malditos años y él le trataba mal! – Taehyung no pudo evitar ganarse las miradas de algunas personas a su alrededor, así que hizo una reverencia en forma de disculpa – en ésta situación existen dos culpables y sólo hay una víctima. Pensé que la sociedad cambiaría con el tiempo, pero me doy cuenta que está más jodida de lo que me imaginé.

El aire frío impactaba en su rostro, su cabello se movía al compás del viento y su cuerpo tenía ligeros espasmos debido a su llanto silencioso. Su mente estaba revuelta y su corazón dolido, tenía muchas preguntas sin respuesta y muchos recuerdos frescos, añadiéndole más sal a la herida. Recordó su boda, aquel momento que creía el más feliz de su vida, recordaba perfectamente aquel traje caoba que Hoseok portaba, el aroma a vainilla de su piel y la brillante sonrisa en el altar que poseía cuando la veía. Cerró sus ojos queriendo olvidar ese momento pero el anillo en su dedo se lo impedía. Miró su mano roja a causa del frío tan intenso que había en Seúl, observó con detenimiento sus dedos y miró ese pequeño tatuaje entre su dedo medio y anular, ese que se hizo de joven con sus mejores amigos. Sonrió tontamente antes de observar su anillo, lo quitó de su dedo y sin dudarlo lo aventó lejos de ahí. Lloró desconsoladamente nuevamente, pensó cómo sería su vida si no se hubiese casado con Hoseok, quizás en ese momento estuviera trabajando en Italia con su hermano o tal vez se hubiera casado con Taehyung después de haber salido de la universidad.

—Que tonta fui...– sollozó – joder, que estúpida.

—¿YangMi? – la rabia recorrió el cuerpo de ella chica al ver a Hoseok frente a ella, lo esquivó caminando a un lado de su persona pero él le detuvo del brazo – por favor, espera.

—¡Suéltame, joder! – gritó - no vuelvas a tocarme en tu puta vida.

—Debemos hablar – él miró su brazo enyesado y le soltó con suavidad – sobre nosotros.

—¿Crees que aún hay algo entre nosotros? ¿No tienen tan solo un poco de respeto por mi persona? – su respiración era irregular debido a su enojo – cierto, no existe desde que metiste tu pene en la vagina de MiDo. Felicitaciones, eres todo un hombre, eres tan hombre que tuviste a tu esposa, a tu estúpida esposa en casa esperándote para relajarte de un día tan estresante de trabajo mientras que a la vez tenías tu prostituta particular en la oficina para satisfacer tus malditas necesidades de macho, ¿No?

—YangMi eso no es así.

—¡¿Y cómo fue?! – la chica comenzaba a atraer la atención de las personas – ¡Explícame! Porque soy tan idiota que mi cerebro no da para entenderlo, más bien, fui demasiado ingenua para creerte todo. Vamos, habla.

—Fue un error de hombre, cariño – habló Hoseok – la carne es débil y simplemente ella se me ofreció.

Ella rió.

—¿Quieres que te crea eso? – suspiró – no te cansas de verme la cara de idiota, ¿Cierto?

—No pretendo hacerte sentir así.

—Admite tu maldito error y te daré el divorcio de una manera pacífica, sin demandarte por agresión. Evítame la pena de estar compareciendo ante un tribunal, ¿Si?

—¡Joder, estás exagerando todo ésto!

—¡¿Te parece poco haberme dejado infértil, pedazo de imbécil?! – explotó – ¿Por qué no te importa? ¿Por qué eres tan indiferente a mi dolor si decías que me amabas?

Hoseok miró como todos a su alrededor les veían intentando saber más acerca de su pelea, se sintió avergonzado y se aproximó hasta ella susurrando en su oído.

—YangMi, por favor, estás haciendo un espectáculo aquí.

—Tengo algunas preguntas para ti – se acercó hasta quedar cara a cara ignorando sus palabras – ¿Quién creías que eras para hacerme lo que hiciste? Tuviste mucho valor para jugar conmigo, ahora dime, ¿Por qué me juraste ser alguien que en realidad no eras? Me juraste en el altar que la felicidad, la esperanza y el amor jamás me iban a faltar, ¿Lo diste?

—YangMi...– suplicó.

—Claro que no, yo estuve en todo momento a tu lado y tú sólo me tomaste como una tonta.

—Eso no es verdad, tú lo arruinaste todo engañándome con Taehyung...– Hoseok iba a continuar pero YangMi le dió una bofetada con su mano libre.

—Eres una escoria, Jung Hoseok – ella se giró hacia las personas que veían y escuchaban todo – mírenlo muy bien, su nombre es Jung Hoseok, es una basura de persona. Yo soy su ex esposa y puedo asegurarles que jamás serán felices con él, sólo hace juramentos falsos e imposibles de cumplir, de verdad, si aprecian su corazón, jamás salgan con éste tipo.

—Lo siento mucho, está un poco hormonal – él hizo una reverencia hacia todos. Ella regresó su mirada a Hoseok y ésta vez su mano aterrizó en su mejilla convertida en un puño.

—Espera el divorcio, jodido patán.

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