- ¿Entonces estás enamorado?

- Si.

- ¿Ella lo sabe?

- No.

- ¿Has pensado en decírselo?

- De muchas formas, pero sé de antemano la respuesta que tendré.

- Tal vez las cosas no son como las piensas y le agradas. No es bueno vivir con el dolor de no poder expresar lo que sientes.

- No me duele. ¿Por qué el amor tendría que doler? Es más, me inspira, me motiva a ser mejor, y cuando sea el momento se lo diré.

Ella sonrió y se alejó para contestar una llamada entrante. Él solo la miraba tiernamente.