Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

7

Al final decido colocarme unos vaqueros tipo pitillo y una camiseta blanca de manga corta, a juego unas vans negras, jamás pensé que llegaría a poder vestir unas, siempre que las veía en España eran caras de narices y más para mí, que tampoco me podía permitir demasiado.

Salgo por la puerta y veo que accede a un pasillo enorme, es una pasillo muy decorado, montones de retratos de varias personas, la decoración es sobre cargada en este lado, nada que ver con la habitación, me dirijo hacia unas escaleras que cuando llego las bajo de poco en poco puesto que voy mirando toda la ostenticidad que hay a mí alrededor. «¿Esta gente sabrá que existen las decoradoras de interiores? ». Jesús bendito, algunas cosas son horribles.

Sigo bajando las escaleras y accedo a otra parte de la casa, en la que veo varias puertas puesto que casi todas van a dar a la parte central cerca de la escalera o eso pienso yo. Unas puertas correderas se abren de repente y allí está el hombre que últimamente me saca de mis casillas o me produce unos calores repentinos...., espero que no sea el que me quite el sueño, o con el que tenga sueños más que calientes y pervertidos.

 ―Adelante Nara, pasa por favor ―está demasiado amable para mi gusto ―este es el comedor de la casa, aquí solemos cenar todas las noches, bueno más bien ceno yo todas las noches, ahora el tiempo que pases conmigo cenarás aquí también, y ven.....Me tiende la mano pero yo me acerco sin cogérsela como siempre.

 ―Mira Nara,―dice abriendo una puerta contigua ― aquí tienes libros para que leas todo lo que quieras, espero que sean de tu agrado, ahora si quieres te mostraré el resto de la casa puesto que vas a pasar tiempo aquí conmigo.

¿Y de cuánto tiempo si se puede saber? ―necesito saber con urgencia la verdad.

 ―Tiempo, ¿qué más da? ―evade mi pregunta con todo el descaro del mundo ―además quiero que estés cómoda, quiero que te sientas en tu casa, me gustaría que tu estancia aquí fuera de lo más agradable.

Bueno, no es que me agrade demasiado la idea pero....―empiezo a dudar qué preguntar de nuevo porque me va a mandar a la mierda literalmente ―no me queda más remedio me has robado todo lo necesario para comunicarme con el mundo exterior ―digo rodando los ojos.

Si es por el ordenador y tu teléfono mañana a primera hora lo tendrás en tu cuarto, pero para que eso se cumpla deberás hacer un trato conmigo.

Y...y....¿de qué se trata? ―pregunto para salir de dudas a ese trato ― ¿qué es lo que quieres proponerme ahora?.

 ―Sólo te pido 100 días ―habla con las manos cruzadas detrás de la espalda mientras que mira por el gran ventanal que hay frente a nosotros ― creo que es lo mínimo puesto que por mí te podrías quedar el tiempo que tú quisieras.

 ―¿No crees que son muchos días? ―ahora mismo me suena a una eternidad aquí recluida ―con algunos menos también estaría bien.

Me gustaría conocerte mejor y que también me conocieras a mí, creo que es un buen trato ―vuelve a hablar muy pausado y tranquilo ― mi padre tiene otros planes para tí, pero si puedo evitarlo me gustaría sinceramente.

¿Tu padre? ¿De qué planes estás hablando? ―todos mis sentidos se ponen en alerta de nuevo ―si hay algo que deba de saber yo......

Tranquila, no debes de preocuparte por nada, yo me encargo de todo, pero.....dime si realmente vas a concederme esos 100 días.

Dudo, dudo realmente si creerle, no creerle, si dar esos 100 días, mi mente está obnubilada, mi mente está ralentizada, no puedo pensar con tranquilidad ni agilidad, no puedo saber si acceder a algo mejor, no sé como salir de aquí, encima tiene eso escrito que supongo que eso no será muy legal que digamos, pero.....es la mafia y yo ¿cómo sé como tengo que relacionarme con ella? Uffff esto es mucho para mí, pero creo que de momento será mejor que acepte, que me estudie bien este sitio y en cuanto tenga una oportunidad de largarme lo haga, aunque él.....es un jodido adonis.

 ―Está bien, voy a concederte esos 100 días ―le contesto todo lo sincera que puedo parecer ―pero no te prometo que toda la estancia aquí sea agradable.

Tranquila, tienes 100 días para aguantarme ―dice con una cálida sonrisa o eso parece.

Lo miro directamente sin apartar mi mirada de la suya y simplemente le contesto:

100 días para odiarte.

Una carcajada retumba en la sala.

 ―Nena...eso no creo que llegue a ser posible ―vuelve a acercarse a mí como lo había hecho en la habitación ―te puedo asegurar que vas a sentir muchas cosas pero la que menos vas a sentir es esa, no vas a tener 100 días para odiarme.

Sólo te diré una y estoy seguro de que se cumplirá, dalo por hecho nena y esa será la de suplicar.

 ―Suplicarás que esté encima de tí una y otra vez ―susurra de nuevo en mi oído de la misma manera que hace un rato en la habitación.

Dios.....calor, calor, calor otra vez el maldito calor, y mis manos....estoy jadeando...mi respiración se ha vuelto más acelerada y me hago una promesa internamente.

100 días para odiarte.


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro