ARSEN

Miro por la ventana un día más pensando en mi dulce pelirroja, otro día amanece otro día esperando tener noticias de su paradero.Me dirijo de nuevo al armario para cambiar mi ropa por algo más deportivo, ha pasado casi un mes y casi estoy al cien por cien de mis posibilidades, dado que uno de mis pulmones se quedará dañado de por vida pero dentro de lo que cabe puedo estar tranquilo. Sigo una rutina muy específica de entrenamiento y alimentación que ha hecho que mi cuerpo haya ganado mucha más masa muscular, más velocidad y fuerza. He de admitir que el hijo puta de Connor tenía toda la razón, a lo primero pensé que todo esto era una puta locura y que no podría sobrevivir a ello, han sido días demasiado duros, entrenamientos al borde de la locura pero ha merecido la pena, él realmente ha hecho que vuelva a confiar en mí y todo por ella, debo encontrarla.Bajo al gimnasio en la parte baja de la casa y como cada mañana mi buen amigo me está esperando preparado para supuestamente darme una paliza.―Pensé que te rendías hoy amigo ―dice con tono sarcástico mientras me mira.

―Sabes que eso no entra dentro de mis planes ―replico mientras envuelvo mis manos con las cintas cuidadosamente.

―Hoy seguiremos donde lo dejamos ayer, el cuerpo a cuerpo, si te cansas o si tu pulmón no da más de sí lo dejamos, pero te lo digo en serio, no quiero que ocurra la última vez, no necesito tus pelotas en bandeja.

―Tranquilo mis pelotas están resguardadas, si acaso mandaría cortar las tuyas ―le respondo entre risas ―sé hasta donde puedo llegar.

―Lo digo muy en serio ―repite un Connor más que enfadado.

―Está bien, está bien ―levanto mis manos en señal de rendición ante él.Chocamos los puños y damos comienzo a un nuevo entrenamiento.Dos horas después caemos rendidos después del sobresfuerzo.

―Necesitas algo más de descanso Arsen, mañana continuamos, por hoy esta bien ―habla Connor mientras desata las cintas poco a poco de sus manos.Lo único que hago es levantar mi pulgar en señal de estar completamente de acuerdo con él, hoy he de reconocer que me ha vencido en todo.

―¿Has conseguido saber dónde está? ―pregunto mientras quito las mías de mis manos.

―Algo me dice que estamos muy cerca amigo, creo que esta vez vamos por el camino correcto.―No me gustaría que mi padre la encontrase antes ―mi tono de preocupación lo dice todo.―Tranquilo, Vladimir, está controlado, de momento no ha hecho acto de moverse demasiado, tan solo alguna fiesta, algúnu acto conmemorativo y poco más, le dejaste bien hecho polvo la última vez, pero sigo pensando que tendrías que haber disparado directo a su corazón.

―No quiero hablar de ello ahora ―intento levantarme, este tema me incomoda puesto que tiene toda la razón del mundo pero no se la pienso dar ―voy a darme una ducha.

―Pero deberíamos....

―Lo que vamos ha hacer cuando vuelva es seguir la pista nueva y saber si es posible encontrar a Nara, necesito saber de ella cuanto antes.

―Está bien, lo comprendo.Ambos nos terminamos de levantar y cada uno se dirige hacia un lugar diferente de la casa. Decido darme una ducha bastante larga y reconfortante, la casa en la que estamos está bastante escondida y custodiada, no estamos mal, pero me preocupa en el fondo que mi padre este de nuevo intentando hacer de las suyas, la última cuando todavía estaba recuperándome de mis heridas, el muy hijo puta.....Pero juro que la próxima vez no fallaré, tuve la oportunidad y por darle un motivo para cambiar, vivir y expiar su culpa casi me mata a mí, a su hijo, la próxima la bala que lleve su nombre será la que le arrebate la vida.Una hora y media después y con el estómago lleno me dirijo a la habitación donde tenemos la base de control, abro la puerta y saludo a tres de mis hombres que están trabajando frente a sus ordenadores, Connor está al mando con ellos trabajando en el suyo.

―¿Novedades? ―vuelvo a preguntar y creo que esta vez parezco algo más desesperado.

―No del todo, pero lo único que puedo decirte de momento es que está en un país cálido, algo se ha podido filtrar pero muy mínimo, estamos intentando analizar qué demonios es pero está tan encriptado que no está costando demasiado.

―Sabes que necesito que lo tengas cuanto antes porque si no está realmente allí o si la pista es falsa y si se nos adelantan yo.....no me lo...

―Amigo...confío en mi instinto, y mi instinto me dice que voy por el buen camino, te puedo asegurar que no he estado más seguro de nada en mi vida.

―Eso espero, de verdad que eso espero.Me alejo de nuevo de la habitación porque lo único que voy a hacer es molestar, no porque no sepa utilizar nada de lo que hay dentro, si no por la impaciencia que puedo llegar a tener al tratarse de ella.Una de las piezas que pensábamos que estaban sueltas en el puzzle resultó que mi buen amigo lo resolvió mientras yo estaba convaleciente, bueno más bien entre la vida la muerte. Recuerdo la conversación como que fuera el día de ayer.Alexandra, esa maldita zorra, por ella sucedió todo aquella noche, ella fue la que nos traicionó, pero lo más fuerte es que nos volvió a traicionar con uno de nuestros hombres.Siempre ha sido muy llamativa, no nos vamos a engañar, siempre ha sabido manejar a un hombre, o más bien ha manejado a hombres que han caído en sus redes, yo 'pasaba el tiempo con ella, era otra de mis conquistas hasta que llego alguien que me lleno de una manera que jamás pensé que lo haría y eso la enfureció.

El problema se solucionó muy rápido. Bueno más bien Connor lo soluciono siendo breve, rápido, limpio y sin dejar ninguna clase de huellas.Todavía llegan informes de cómo su padre sigue buscando a su hija pero lo que no sabe es que jamás encontrará ni su cuerpo ni al imbécil del que tenía trabajando para mí, tan sólo fueron dos tiros a quemarropa, rápido en la cabeza, se mandaron descuartizar los cuerpos y se lo dimos a comer a los cerdos de la granja, ni una prueba, ni un error, nada fuera de lo normal, la muy puta pedía que la perdonásemos, después de lo que había causado, de lo que me había hecho a mí que le había dado mucho.Ese mínimo problema ya no existe, tan sólo queda un problema mayor Vladimir, que en cuanto me encuentre recuperado al máximo también será otro de los que caerá este a mis manos tomándome la justicia que me debo a mí mismo. Pego un trago a mi vodka que calienta mi garganta a su paso mientras sentado en uno de los sillones sigo contemplando las vistas de la abandonada mansión.Unos toques en la puerta me sacan de mis pensamientos. Se abre para dar paso a mi buen amigo.

―Estas aquí ―dice un poco decaído ―necesitaba encontrarte.

―¿Qué ocurre?― digo con el ceño fruncido. La pista no es lo que se esperaba ¿verdad? ―vuelvo a repetir con el corazón en un puño.

―No es eso exactamente, vengo a decirte que hemos encontrado a tu madre en Italia y creo que conoces a este hombre que se encuentra con ella.Tira unas fotos imprimidas sobre la mes que hay frente a mí. Me levanto para cogerlas entre mis manos.

―¿Cómo que mi madre? ¿No se supone que estaba cuidando de Nara? ¿Desde cuando está en Italia? ―digo mientras las voy viendo una por una.Mi ira, el enfado, la rabia va creciendo por momentos en mi interior, conozco a ese hombre, Ramón, uno de los mayores narcos de La Habana, ¿qué coños hace mi madre con él? Y lo más gordo ¿dónde coños está Ainara?.

―Acaba de llegarme la información, pero es de hace tres días no creo que ahora mismo se encuentren en Italia, según tengo entendido suelen moverse bastante de un país a otro, pero no suelen dejar demasiado rastro, esto ha sido suerte, descuido o que ella ha querido dejar este rastro, no tengo ni idea ahora mismo.

―Manda un par de hombres a Italia y que nos informen de todo, que los sigan si van dejando algo de rastro, necesito saber dónde pueden tener a Ainara si sigue estando con ellos o si al menos tienen contacto intentar interceptar alguna llamada.

―Lo intentaremos pero ya sabes como funcionan ellos Arsen...

―Lo se...lo se...tranquilo se que haces todo lo posible.Sale de la habitación mientras yo continuo con la copa en la mano pensando en qué demonios está pensando mi madre para juntarse ahora con ese hombre, hemos tenido unos cuantos negocios, pero no es de total confianza mía, y menos la de su sobrino Caleb, ¡Dios no! Espero que ese hijo puta no haya llegado a conocer a mi pelirroja ni haya intentando poner una mano encima de lo que es mío, si no....aprieto tanto la copa que sin darme cuenta la hago añicos entre mis manos, sin sentir dolor y sin llegar a cortarme.Ha pasado casi otro mes y no tengo demasiada información de mi madre puesto que ha vuelto a desaparecer, pero sigo con mis entrenamientos y cada vez me voy encontrando mejor y mi pulmón parece que está bastante más capacitado, se que nunca recuperaré la capacidad suya al cien por cien, pero estoy contento con lo que estoy consiguiendo.

Después de una ducha y un sano almuerzo me dirijo de nuevo a la habitación desde donde controlamos todo.Abro la puerta y entro directamente para sentarme en una de las sillas que hay al lado de Connor.Veo cómo gira la cara con una sonrisa de satisfacción.Lo miro y creo que la noticia que va a darme va a ser de lo más reconfortante para mí.

―La tenemos Arsen, la hemos localizado, pero....

―Pero qué ―pego un salto de la silla como si ardiera debajo de mí ― ¡qué coños sucede! ―me exaspera que no hable del tirón.

―Mira las fotos y sabrás por ti mismo lo que hay.Lo miro desconfiando porque no se que me voy a encontrar. Cojo lo que hay encima de la mesa que son las dichosas fotos y las tomo entre mis manos.Lo que veo hace que mi corazón se pare de repente y se quede congelado.Una foto tras otra de ella pasan por mis manos. Miro fijamente, ha cambiado su pelo en varias ocasiones, pero sigue siendo igual de guapa y hermosa como recuerdo. En algunas luce esa sonrisa que tanto me gusta, en otras tiene esa mirada perdida....una tristeza que antes no la había conocido. Hay fotos paseando, comiendo en puestos callejeros, en mercadillos viendo joyas artesanales, paseando cerca de la playa, en la hacienda donde está. ¡Joder! Lo sabia está con el bastardo de Caleb, y no le quita las manos de encima, cenas y comidas familiares. Tiro las fotos contra la mesa porque no puedo ver más, no soporto que ella pueda sonreír a alguien que no sea yo, no puedo ver que mire a otro hombre o que simplemente pueda desearlo, no, es imposible ella es mía.

―Está en La Habana ¿verdad? ―pregunto enfurecido a Connor.

―Si amigo, exacto está en La Habana.

―No soporto que este con Caleb, no soporto que....Veo cómo Connor me mira extrañado y no entiendo porque....

―¿Has llegado a ver todas las fotos? ―vuelve a preguntar de nuevo cauteloso Connor.

―Cómo todas las fotos ―digo mientras tengo las manos apoyadas sobre la mesa intentando controlar mi respiración.

―Si, todas las fotos ―vuelve a repetir.

―No necesito ver como le sonríe al estúpido de....

Una fotografía es puesta delante de mi cara. La vista se me nubla de repente puesto que no veo nada hasta que consigo enfocar de nuevo mientras la agarro entre mis manos y la pongo a la altura exacta para poder verla bien.

―Fíjate bien y deja de hacer el idiota ―repite Connor de nuevo.

―En qué quieres que me.....¡ostia! ¡es..esta...ella....―miro de la foto a Connor de Connor a la foto y viceversa ―¿está embarazada? ―pregunto sin poder creerlo.

―No ―me llevo las manos a la cabeza ―no Connor ella no....―me siento en la silla de nuevo sin poder creer....

―Toma anda su expediente médico no ha sido difícil conseguirlo.Me tiro literalmente encima de él buscando lo que quiero saber y leo deprisa tanto que parece que no me entero hasta que llego a....hago las cuentas y cuatro meses y algo mas....

―Sí maldito idiota, está embarazada de tí, por un momento pensé que te volverías loco, deberías de haberte visto la cara ―suelta Connor riendo a más no poder.

―Gilipollas ―expeto ―te parecerá gracioso que muera de infarto ¿verdad?.

―La verdad que no sería por mí, más bien sería por ella ―dice moviendo la cabeza hacia el expediente ―te quita demasiado el sueño amigo. No quieres saber si es ¿niño o niña futuro papa? ―habla volviendo a reírse de nuevo.Vuelvo a mirar el expediente de nuevo y veo que es una niña lo que está esperando y lo único que se me ocurre es llevarme las manos a la cabeza.―Madre mía Connor si una me está volviendo loco, no te cuento lo que voy a pasar con dos, ¿en serio?Veo cómo mi amigo vuelve a carcajearse en mi cara y no dice ninguna palabra más, tan solo recoge todos los papeles y fotografías mientras los guarda en un cajón todo junto.

―Vamos prepárate que esta noche salimos a La Habana.Y con las mismas salimos de la habitación para preparar todo lo necesario dispuesto a recuperar a mi dulce pelirroja.