Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

18

No puedo creer que me haya gritado de esa manera, pero yo sigo en mis trece con una sonrisa de oreja a oreja aunque por dentro esté echándole un mal de ojos inmenso.

No sé como continuar cuando noto cómo tira de mi brazo hacia dentro de la casa con muy poca delicadeza.

―¡Oyeeee! ―me indigno ante la falta de caballerosidad ―con decirme que pasase sobraba ―le miro ceñuda.

―Deja las bolsas a Adolfo tienes que venir conmigo ―ordena muy serio.

―¡Ahhh! No, de eso nada ―niego con la cabeza ―las bolsas las llevo yo si quieres que vaya donde me dices, si no me quedo aquí y no me muevo para nada.

Veo cómo Arsen alza una ceja y su semblante es serio, demasiado diría yo.

«Princesa hecha a correr por tu propio bien» grita la voz de mi conciencia.

Me quita las bolsas de mi mano derecha y se las da a Adolfo y me aferro a las que me quedan puesto que son el ordenador y el teléfono y algún caprichito más.

Me mira con una sonrisa ladeada mientra tira de mí de la mano que se ha quedado vacía hace un momento, subimos las escaleras y llegamos a mi dormitorio abre la puerta sin delicadeza ninguna ( para variar ).

―Deja tus cosas aquí ―vuelve a ordenar una vez dentro de esa habitación.

―Pe...pero...―titubeo un poco ― ¿qué vas ha hacer? ―vuelvo a preguntar todavía sin soltar las bolsas.

―Nara suelta el ordenador y el teléfono junto con las otras bolsas ―habla más pausado y tranquilo.

¿Cómo sabe que llevo......

―Pelirroja los extractos llegan a mi teléfono, la tarjeta es mía ¿recuerdas? ―dice en tono burlón ―aunque te la puse a tu nombre para que no tuvieras problemas, pero sólo con enseñar el mío te darían todo lo que tu quisieras ―ahora habla con superioridad.

«Anda vuelve a por otra bonita, si es que te lanzas y no piensas » otra vez mi conciencia dando por culo.

Hago lo que me dice puesto que ya no puedo esconder nada más y dejo las bolsas encima de la cama con cuidado.

―Arsen ―le enfrento cuando me dirijo a él ―Adolfo no tiene la culpa de.....

No deja que termine la frase.

―Tranquila ―habla esta vez acariciando mi mejilla ― no le va a pasar nada.Trago saliva puesto que su contacto está empezando a ser como una droga para mí, está más tranquilo, más relajado, empiezo a conocerlo un poco, pero claro mi naturaleza no es obedecer en todo a nadie, mis ideales no son esos, pero estoy muy confundida.

―Yo..la verdad.....―sigo en el mismo sitio donde me he parado antes ― yo sólo quería...hablar con mis amigos, quería tener contacto con ellos, los hecho de menos ―digo mientras me siento en el borde de la cama.

Arsen hace lo mismo y se sienta frente a mí.

―Nara es peligroso que te pongas en contacto con ellos y más después de lo que pasó el otro día, existe el chantaje y te puedo asegurar que eso es lo más común que se usa para conseguir un propósito.

―¿Tú lo has hecho? ¿Has chantajeado a alguien? ―pregunto intrigada.

―Vamos ―dice tirando de mí ―tienes que venir conmigo como antes te he dicho.

Ha vuelto a su semblante frío y tenso.

Hago lo que me dice y sigo por el camino que me indica sin soltarle de la mano, bueno mas bien le tengo que seguir porque me tiene agarrada la mano y es él quien tira de mí.

Bajamos las escaleras de nuevo y volvemos a bajar por la puerta que me encontré cerrada la vez que me perdí, saca una llave de su bolso y la abre dando paso a unas escaleras que volvemos a bajar.

Llegamos a una especie de pasillo donde se encuentra una puerta en color blanco al fondo de este, abre la puerta y tira de mí pasando yo primero y pasando el después.

Veo que todo está iluminado muy tenue, adapto la vista a esa luz consiguiendo ver la habitación e ir distinguiendo diferentes objetos.

En el medio una cama king size que incluye dosel, parece antigua puesto que puedo distinguir una especie de labrados en lo que supongo es madera.

A la parte izquierda cuelgan del techo una especie de cintas que parecen estar entrelazadas y formar como un columpio.

Mi corazón está en alerta máxima, es como que una vocecita interna me grita directamente al cerebro ¡peligroooooo! Pero yo sigo divisando todo.

En la parte derecha tiene una especie de mueble antiguo compuesto por dos puertas en la parte superior y cajones en la parte inferior, hay una puerta pintada en color negro o algo oscuro.

La habitación está forrada como en un terciopelo en color granate o teja, es algo oscuro también, los muebles son una mezcla entre madera oscura con contrastes en negro.

Sigo en el mismo sitio sin moverme, la puerta tras de mí se cierra y pego un pequeño brinco por el susto que me he llevado estaba tan embelesada en lo que estaba viendo que no me daba cuenta de lo que sucedía a mi alrededor.

Arsen me rodea la cintura con sus brazos.

―Esta noche serás completamente mía ―susurra en mi oído ―esta noche acatarás todas mis órdenes.

Trago saliva porque en menudo lío me acabo de meter.

¿Y si me hace daño? ¡Joder! Que todavía no tengo el lado curado del todo y la cara todavía está algo hinchada y un poco amoratada, bueno nada que no pueda disimular el maquillaje que si ha hecho bastante esta mañana.

Me pongo más nerviosa y empiezo a temblar ligeramente mientras sigue teniéndome entre sus brazos.

―Tranquila que no te va a pasar nada ―vuelve a susurrarme ―cuando quieras que pare o no aguantes nada de lo que te haga sólo tienes que decir que pare ¿entendido?.

Esta vez coge mi barbilla con su mano y me obliga a mirarlo para asentar con la cabeza.

―Ven ―camino hasta donde me ha dicho ―ahora quiero que te pongas de cara a la cama y relájate ―vuelve a hablar cerca de mí.

Noto como el calor que su cuerpo desprende se aleja de mí mientras que oigo cómo abre una de las puertas del mueble que hay eso creo.

Vuelve de nuevo y se coloca tras de mí.

―Voy a taparte los ojos con este pañuelo ―vuelve a decir con esa voz ronca que le caracteriza ―no vas a ver nada pero quiero que percibas todo, quiero que tengas confianza en mí.

Asiento con la cabeza porque estoy tan nerviosa que no sé que más hacer.

Me tapa con algo muy suave que no me deja ver nada absolutamente, supongo que será un pañuelo.

Me coge por los hombros y me guía despacio dándome indicaciones hacia adelante.

―Ahora te voy a desnudar lentamente ―jadea cerca de mi oído ―quiero que estés muy quieta, quiero que lo disfrutes, quiero que lo sientas.

Jadeo inconscientemente puesto que cuando se pone en modo cazador me pone jodidamente chachonda.

Empieza por quitarme la cazadora lentamente para seguir despacio con el jersey.

Acaricia mis piernas y brazos por encima de la ropa y yo estoy cada vez más a la expectativa de qué pasará.

Me desabrocha los pantalones y me los baja hasta la mitad del culo, los ancla en mis caderas mientras que va acariciando mi vientre que ha quedado al aire, noto de repente sus labios sobre éste y me sobresalto por la sensación que eso crea en mí.

La verdad me está gustando demasiado y eso en el fondo me da miedo.

Me quita los zapatos a la vez de los calcetines, primero un pie y después el otro tomándose su tiempo.

Continúa con mis pantalones aunque tengo que sujetarme en sus hombros para no caerme. Empieza a besar mis desnudas piernas poco a poco, noto como se eriza mi piel a su contacto, el simple contacto con la yema de sus dedos es increíble.

Noto que se pone de pie cuando agarra mi cara con una de sus manos y me obliga a levantarla un poco y noto como sus labios se pegan a los míos. Es un beso que jamás podría explicar, es una sensación que jamás podría ponerle palabras, simplemente lo que estoy sintiendo me gusta, me gusta mucho, yo que soy de poner etiqueta a casi todo y a esto no sé como denominarlo.

Sigo en la búsqueda de su lengua y cuando la encuentro al profundizar en el beso se aparta de mí dejándome con ganas de más.

Me da la vuelta y me levanta los brazos por encima de mi cabeza quedándome en esa posición de nuevo, ahora toca quitarme la camiseta de cuello vuelto, lo hace con delicadeza teniendo cuidado de no quitarme la venda que llevo puesta en los ojos.

Ahora estoy completamente expuesta a él, sólo nos separa mi ropa interior.

Bajo los brazos de nuevo a la posición anterior mientras él los acaricia despacio, está adorando mi cuerpo como jamás nadie lo ha hecho.

Aparta el pelo de mi cuello para dar paso a un reguero de pequeños besos mezclados con mordiscos, noto su aliento sobre él y puedo distinguir que está acelerado.

Me dirige con paso decidido un poco más adelante por los pasos que doy.

Me coge la muñeca izquierda y la sube por encima de mi cabeza, noto como pasa algo alrededor de ella y no puedo volver a bajarla, creo que la ha atado a alguna cosa, hace lo mismo con la derecha.

«Las cintas que cuelgan del techo que estas cortita hija » menudo momento perfecto que tiene ahora mi conciencia para salir de su escondite.

Me encuentro atada de manos sin poder moverme demasiado. Vuelvo a sentir de nuevo su tacto sobre mi piel, esta vez está dedicando atención a mi culo, lo masajea y pellizca a su antojo y yo cada vez tengo más calor, mucho mucho calor.

Hace la misma operación que con las muñecas, primero coge un tobillo lo separa un poco y me lo ata para dar paso al siguiente y me encuentro atada de pies y manos, vamos como cuando estamos en una situación que no podemos hacer nada, así me encuentro yo y con un calentón de mil demonios.

―Estás preciosa a parte de muy apetecible en estos momentos pelirroja ―se digna a hablar de nuevo ―no sabes las ganas que tengo ahora mismo de follarte fuerte y duro.

Mi cuerpo reacciona ante su comentario.

Tiro un poco de las cuerdas al volver a notar su tacto sobre mí.

Pasa una de sus manos por mi pecho derecho dando un pequeño pellizco sobre mi pezón el cual reacciona rápidamente saliendo de su escondite, sigue torturándolo un poco más mientras que besa el otro sobre la fina tela del sujetador, vuelvo a tirar de las cadenas, esto es tan jodidamente erótico que como siga así me voy a correr en muy poco tiempo.

―Aguanta nena tengo preparada una noche muy especial para tí ―¡ahgggg! Esa forma de hablar, me está volviendo loca ―vas a llegar al puto cielo una y otra vez, para ser más exactos todas las veces que yo quiera y lo vas a hacer sin rechistar.

Mi respiración es más trabajosa, mi pecho sube y baja rápidamente, el de él no consigo ver nada, sólo intento afinar más mi oído pero es tan sigiloso que no consigo saber por dónde va a salir o por dónde me va a tocar.

Una leve caricia en la espalda hace que un escalofrío recorra toda mi columna vertebral erizando toda mi piel, es algo suave, delicado, como una especie de pluma que pasa lentamente sobre mí acariciando todas las partes de mi cuerpo hasta que se para en mi vientre. Mete la lengua en mi ombligo mientras que con dulces besos sube y baja sobre todo mi vientre, me contraigo porque la sensación al no tener el sentido de la vista es más intensa. Desabrocha el sujetador dejando al aire mis pechos y más que unos preparados pezones con los que se entretiene un poco más entre caricias y besos.Me deja de nuevo sola un momento y oigo otro ruido esta vez parece la apertura de un cajón y el cierre de este, vuelve de nuevo puesto que noto su calor cerca de mí, y con una gran habilidad corta el sujetador y hace que caiga al suelo en dos piezas.

Tira de la cinturilla de mis diminutas bragas haciendo que me pegue más a él, intento encontrar el contacto con su cara pero es imposible, vuelvo a tirar de las cadenas para moverme algo, aunque ese movimiento es mínimo ,oigo y noto como rasga las bragas y éstas caen al suelo en un ligero toque contra mis piernas.

Ahora estoy completamente desnuda y excitada ante él.

Se acerca de nuevo para volver a acariciar mi cuerpo con adoración.

De pronto oigo el zumbido de algo que pone sobre mi pecho y me asusto por la vibración, va bajando lentamente desde mi pecho hasta mi depilado monte de venus, se para en éste para recorrerlo con tranquilidad hasta que llega a mi más que húmedo coño. Creo que estoy más que preparada para que él me penetrase pero se está tomando su tiempo, acerca el vibrador una y otra vez a la entrada de mi coño haciendo que gima sin parar. Una de las veces lo introduce dentro dándome tanto placer que estoy a punto de correrme, cuando noto que mis piernas se tensan y estas tiran de las cintas a las que estoy atada lo saca rápidamente dejándome vacía de nuevo.

―Por favor ¡sigue! ―consigo decir entre jadeos ―sabes que lo necesito cuando te pones así conmigo ―vuelvo a hablar a la nada porque no tengo idea de donde se encuentra.

―¿ Has visto lo frustrante que es cuando no llegas a lo que quieres verdad? ―me habla mientras me tira ligeramente del pelo ― llevas cuatro días aquí prácticamente y no haces más que retarme.

―Y volveré a retarte las veces que sean necesarias ―contesto en un momento de valentía.

Noto como ese vibrador de nuevo es introducido dentro de mí haciendo que vuelva a gemir y suplicar por ese orgasmo que no llega puesto que lo vuelve a sacar cuando estoy a punto.

―¡Me cago en la ......!

―Shhhhh mi pelirroja, todo a su debido tiempo, tenemos mucha noche por delante ―noto como se está riendo.

¡Será cabronazo! ¡Lo que está disfrutando el puñetero! ¡Ahhhh pero a mí en una de estas no me vuelve a tener como que me llamo Ainara!

Me quita las cintas que tengo atadas en las piernas, primero un pie que masajea para que la circulación vuelva a él y después hace lo mismo con el otro.

De repente noto que me empuja levemente hacia adelante y las cintas se mueven hacia donde me muevo yo, noto algo duro delante de mí, no se si una pared, algo de madera parece que huele a algo cítrico, posa su mano sobre mi espalda y me obliga a agacharme hacia adelante, noto cómo me apoya sobre algo mullido pero que está un poco frío, sigo atada por las muñecas y con los ojos tapados.

Noto como su mano masajea suavemente una de mis nalgas para después pasar a la otra y así sucesivamente, un sólo impacto hace que pegue un pequeño grito, parece un látigo o fusta, ha impactado en mi culo haciendo que todo me escueza de repente pero que no me duela, no sé como explicar la sensación, vuelve a masajear de nuevo para dar lugar a otro pequeño impacto un poco más fuerte que el anterior, acelero la respiración, pongo el culo más en pompa puesto que me está gustando y no se por qué. Pierdo la cuenta de las veces que me ha estado dando esos deliciosos latigazos hasta que repentinamente oigo la bragueta de su pantalón bajarse y de una embestida se introduce en mí, aprieta mi espalda para que no me levante mientras empieza a bombear dentro de mí, fuera, dentro, fuera, dentro, es un bombeo lento pero posesivo, intento buscar la posición para que me penetre más profundamente y parece que entiende lo que quiero que me coloca mejor y me penetra más fuerte, empieza a moverse más rápido, mas rudo, mi respiración se ha vuelto rápida y entrecortada su respiración es igual que la mía, pero él sigue cada vez más rápido, una sensación que conozco muy bien se apodera de mi cuerpo, hasta que se concentra en mi vientre y exploto en un orgasmo demoledor que no puedo retener más, me tiembla todo el cuerpo, las piernas no parece que vayan a sujetarme, es como que fuera a desfallecer por haber perdido todas las fuerzas de repente y justo unas cuantas embestidas más Arsen se deja ir derramándose en mi interior y dándome cuenta de que no ha utilizado un maldito condón.

Sale de mi interior mientras intento recobrar el aliento y acompasar mi respiración de nuevo.

―El primero de la noche pelirroja, ahora toca la segunda parte ―dice con aire de superioridad y seguridad.

Yo me echo a temblar ante la confesión que acaba de hacer ahora mismo.

Una vez que recupera la respiración me desata ambas manos masajeandolas para que la circulación vuelva de nuevo. Me coge en sus brazos por sorpresa y me lleva hasta la cama tumbándome sobre ella.

Él se pone encima de mi apoyado sobre sus codos.

―Eres preciosa pelirroja ―dice mirándome directamente a los ojos.

No sé qué responder en ese momento puesto que me pierdo en su mirada, es un momento muy íntimo, noto como se dilatan sus pupilas y pega sus labios a los míos, es una necesidad de poseerme, es una necesidad de tocarme.

Sigue besándome mientras baja lentamente por mi cuello y después por uno de mis pechos entreteniéndose en un pezón mientras que juguetea con el otro, arqueo mi espalda puesto que estoy totalmente húmeda deseando que me penetre de nuevo aunque no esté recuperada del primer asalto, mi cuerpo pide más.

Sigue bajando lentamente hasta llegar a mi vientre mientras se recrea de un lado al otro en éste, una mirada furtiva se escapa dando lugar a una sonrísa pícara puesto que se acerca a mi monte de venus, cada vez estoy más y más deseosa de él.

Es un espectáculo divisar y disfrutar esa piel tatuada que parece que dice mucho de él, lleva una auténtica obra de arte en su cuerpo y a mí eso me excita de nuevo.

Sin ningún tipo de reparo ataca mi húmedo coño sacándome de mis pensamientos sobre su cuerpo para dar lugar a un gemido de gusto por la intromisión tan divina y el ataque que estoy sufriendo por parte de su boca.

Pasa la lengua tranquilamente saboreando cada centímetro de él, chupa y muerde a su antojo mientras yo me retuerzo de placer, termina por abrir mis piernas más y agarrarlas para que no me pueda mover demasiado mientras sigue atacando sin piedad haciendo que gima cada vez más.

Es una auténtica tortura de placer, para y sopla sobre mi abultado clítoris sintiendo mil y una sensaciones hasta que introduce un dedo en mi interior, lo saca y lo vuelve a meter a su antojo mientras mira cómo lo hace, juguetea hasta que da paso a dos dedos y me vuelvo a retorcer de nuevo, es una jodida sensación que no puedo explicar pero parece que voy a morir de placer.

«Muerta por orgasmo».

Mientras tiene sus dos dedos dentro de mí, decide volver a atacar mi coño sin piedad y sin parar un momento, la sensación es plena y tenso las piernas porque se avecina otro orgasmo arrasador, es imposible que en menos de una hora vaya a tener mi segundo orgasmo pero......

―¡Ahhhhhh! ―grito a la vez que me corro. Ha sido un orgasmo más intenso que el anterior, me cuesta respirar y necesito normalizar mi acelerada respiración.

―Segundo asalto señorita Ainara ―vuelve a soltar con superioridad. Nos queda noche todavía y no he terminado contigo ―dice acercándose a mi lado y poniéndose a mi altura.

Yo sin embargo no puedo articular palabra ahora mismo, me encuentro en el cielo, estoy tan...tan relajada que no me preocupo en contestar.

―Mmmmmm ―es lo único que mi boca pronuncia.

Soy dada la vuelta y me encuentro de repente boca abajo en el colchón, no me molesto ni en gritar ni en moverme, simplemente me dejo hacer cuando noto una especia de pluma sobre mi espalda, un escalofrío me recorre de pies a cabeza haciendo que mi piel se erice por las caricias.

―Vamos a por la tercer querida pelirroja ―vuelve a hablar de forma atoritaria ―ahora tendrás que aguantar tu siguiente orgasmo hasta que yo te diga, tenemos que hacer que aprendas a reternelos y correrte cuando yo te diga.

Ruedo los ojos puesto que ahora mismo me importa una mierda lo que me diga, es más juraría que no llegaría a tener un tercero, creo que mi cuerpo ha sobrepasado el límite de excitación por hoy, aunque mi cuerpo vuelve a traicionarme como siempre.

Sigue con su pluma acariciándome por todo el cuerpo mientras a mí me está entrando una relajación que se me cierran los ojos sin querer, leves gemidos salen de mi garganta agradeciendo la atención.

Un cachete hace que salga de mi ensoñación. Abro los ojos como platos cuando me levanta por las cadera y quedo a cuatro patas aunque la parte superior osea mi cabeza está apoyada contra el colchón. Noto como me acaricia despacio de nuevo entre mis pliegues e introduce algo dentro de mí, lo activa y siento la vibración que acelera y se para a su antojo.

Es un vibrador con mando que él maneja mientras masajea mi culo a su antojo.

Vuelvo a sentir de nuevo esa sensación ya conocida en mi vientre mientras empiezo a tensar las piernas, de repente saca el vibrador dentro de mí dejándome vacía de nuevo.

―Ts, ts, ts ―dice chascando la lengua ―no puedes correrte todavía, no tienes permiso querida ―susurra en mi oído.

―Nece...necesito ―digo entre jadeos ―no puedes hacerme....

―Shhhhhh ―dice agarrando mi barbilla y ladeando mi cara hacia un lado ―no puedes hablar, te he consentido demasiado, estás aquí para lo que yo ordene ―vuelve a hablar de forma recta.

Me callo y no abro la boca porque no quiero que me castigue como otras veces.

Ahora dedica tiempo a mi espalda entre besos, caricias y masajes con la pluma.Sigo jadeando y excitada, cada vez más y lo nota en mi respiración.

―¿Deseosa de mí Ainara? ―pregunta de nuevo.

No contesto puesto que no quiero darle la razón de nada.

―Acabo de hacerte una pregunta y son mis normas, recuérdalo ―vuelve a pronunciar haciendo que lo mire de medio lado.

Yo no digo nada y vuelvo la cabeza a la posición inicial, rezo porque quiero que termine, esto se está extendiendo mucho, no sé el tiempo que llevamos así y estoy empezando a flaquear en fuerzas. Vuelve su ataque con caricias por todo el cuerpo y yo sigo a cuatro patas, quiero apoyarme en algo y cuando lo intento Arsen vuelve a ponerme en la misma posición dando un pequeño azote en mi dolorido culo.

«Si es que eres masoca» y ahí está viva mi conciencia de nuevo.

Después de un rato largo en esa posición con un montón de caricias dedicadas a mi cuerpo e intentando retener el orgasmo como él ha dicho que hasta la fecha lo he conseguido, noto cómo se levanta de nuevo dejando a un lado la pluma que tenía entre sus manos.

Me empala repentinamente y no sale nada de mi garganta, estoy tan agotada que no articulo palabra, sólo disfruto de su bombeo constante, de su forma de agarrarme para poseerme, no puedo escapar puesto que estoy bien cogida a él.

Noto como las piernas se tensan de nuevo, otra vez esa conocida sensación que lucha por salir y yo retengo con todas mis fuerzas, Arsen esta vez me está penetrando más deprisa, sigue aumentando el ritmo cada vez más rápido y yo no puedo controlar lo que le está sucediendo a mi cuerpo.

―Dámelo ahora pelirroja ―susurra contra mi oído ―dámelo ya ―ordena.

Sin más yo me dejo ir para dar lugar a un tercer orgasmo devastador en el que convulsiono sin tener control sobre mi cuerpo, estoy sudando, jadeando e intentando volver a llenar mis pulmones de aire puesto que están a la mitad. Mientras intento recuperarme Arsen sigue bombeando en mi interior cuando después de un alarido de placer y gritar mi nombre una y otra vez vuelve a derramarse en mi interior sin importarle nada.

Terminamos los dos por tirarnos encima de la cama intentando recuperar el control de nuestro cuerpo cuando rodea mi cintura acercándome más a él.

Mi cuerpo se va relajando al sentir el suyo y al sentir como su respiración se va acompasando a la mía.

Me dejo llevar por esa sensación tan agradable y por el dulce sueño que llega a mí.








Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro