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capitulo 20

Capítulo 20

El detective Okazaki regreso por la noche a su casa, su esposa y su hija pasarían la noche en el hospital, los médicos dijeron que para mañana en la tarde ya estarían de regreso a su hogar.

Se dio un dio un largo y merecido baño durante casi una hora luego preparo algo de cena, cuando termino se dispuso a poner en orden los resultados de su caso.

Pensó en telefonear a la familia Higurashi pero, desistió era muy probable que todos incluyendo el demonio estuvieran desconsolados por la muerte de la joven. (NA: recuerden que él no sabe que Sesshomaru la salvo), era más prudente hacerles una visita mañana.

Eran alrededor de las 02:00hs de la madrugada cuando por fin término de ordenar, después de eso fue directo a dormir.

A la mañana se despertó y preparo el desayuno, salió de compras al supermercado, compro frutas verduras, lácteos, carne, bebidas, las mujeres que paseaban también con su carritos veían al apuesto hombre de cabellera azul hacer las compras, y por Kami, se merecía un aumento el pobre joven que tuvo que cobras todos los víveres, eran cientos, el joven sonrió, definitivamente se llevaba la mitad del súper.

Cargando más de 20 bolsas de papel, en su deportivo y lujoso auto, regreso a casa esta noche esperaría a su esposa e hija con una gran cena, telefonearía a los Furukawa para que asistieran. Como habían estado de viaje no presenciaron el nacimiento de Ushio, sin mencionar que en pena temporada de vacaciones los boletos de tren o avión se agotaban rápido. Y tenía entendido que regresaban hoy e irían a ver a Nagisa a hospital.

Sonrió, de seguro El Viejo se enloquecería en cuanto viera a la niña, lo más probable es que intente hacer de las suyas, como lamerla.

Esas ocurrencias que su suegro tenía...

Sin dudar era un ser único.

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Los Higurashi encontraron la casa en perfecto estado, no había ninguna señal de que hubieran profanado su hogar, lo curioso fue que tanto su hija como el Youkai, no se encontraban ahí. De inmediato supusieron que se habían ido al otro mundo, pero la señora Higurashi no estaba dl todo convencida ya que Kagome siempre avisaba si se iba, ella no los había llamado en ningún momento, ni si quiera dejo una nota, ella no dejo nada.

Y si algo había aprendido, desde que Kagome se había involucrado en la búsqueda de los fragmentos, era a confiar en sus instintos maternales y estos le indicaban que su hija estaba en problemas, decidió que si no daba señales de vida en la noche, ella misma iría por la policía.

Sin mencionar que no estaba del todo seguro, si Sesshomaru había salido con ella, eso la preocupaba aún más.

¡Plafh! Se sobresaltó y fue a ver que sucedía en la cocina, ahí los vio su hijo riendo a carcajadas, de su padre quien se encontraba de rodillas en el piso y una hoya en la cabeza con varios platos rotos a su alrededor.

Sonrió divertida- ¿Souta que creen que están haciendo?- pregunto, pero el niño no paraba de reírse mientras que su abuelo, forcejaba para quitarse la hoya de la cabeza.

Haaaa- decía el pobre viejo- ayuda!

Es que el abuelo quería preparar uno de sus platillos- dijo finalmente, mientras intentaba quitarle el "sombrero", Naomi rio y se unió también a ellos.

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Mientras tanto en la época antigua Sango, caminaba de una punta de la aldea a la otra, la anciana Kaede y los niños miraban sonriendo aquella escena, pues el pobre Inuyasha cargaba unos enormes troncos sobre él.

Ahí decide de una buena vez!- grito con exaspero y rojo del enojo el Hanyou, la exterminadora se giró moleta asustándolo.

Está bien déjalos aquí- ella dijo e Inuyasha aventó los troncos- ahora ve por los otros quieres...

Agrrr que crees que soy burro de carga- se quejó, cruzado de brazos..

Pues si eres burro Inuyasha, pero no sé si de carga- menciono Shippo y salió huyendo de aquel lugar, por la mirada asesina que su amigo le daba.

Condenado chaparro ya verás!- fue tras el dispuesto a golpearlo.

Ahaaaa atrápame si puedes bestia!- saltaba riendo mientras daba vueltas en círculos con Inuyasha tras él.

¡Alto!- el grito de sango retumbo en toda la aldea, de inmediato se paralizaron, el rostro de la castaña no era para nada amistoso, Shippo salto aterrado a los brazos del Hanyou.

Hay Diosito- rezaba el pequeño Shippo por su vida

Sa-sango tranquila- balbuceaba blanco del miedo.

Escuchen bien los dos- se acercó peligrosamente a ellos, Inuyasha no retrocedió, ni salió huyendo porque las piernas no le respondían, Sango lo apunto con el dedo- ternaremos esto de una vez, me casamiento es en pocos días y ustedes no van a arruinarlo- los ojos de sango estaban oscurecidos de enojo, ellos estaban tan palios que parecía que en cualquier momento se iban a desmayar- ¡¿escucharon?!

Si- respondieron sin dudarlo, e Inuyasha cayo sentada con Shippo sobre el- iré -iré por los demás- tartamudeo y salió corriendo de ahí espantado

Espérame Inuyasha- Salió tras el zorrito.

Sango- la voz de Miroku la izo volver en sí, la abrazo por la espalda- sé que esto de a boda, es importante, pero no seas tan dura con ellos- le dijo al oído para luego besar la mejilla, ella suspiro pues él tenía toda la razón, quizás se había tomado muy apecho que todo saliera perfectamente como ella quería, giro entre los brazos de su amado.

Lo intentare, pero ellos han estado comportándose como niños...- respondió un poco malhumorada y luego sonrió-¿has conseguido todo?- pregunto con ojitos brillantes.

Bueno... casi todo- respondió Miroku con una sonrisita nerviosa.

Sango cerró los ojos, y respiro muy profundamente-¡¿Qué?!

Nuevamente otro grito aterrorizo la aldea, mientras que la anciana y los niños miraban desde un lugar seguro.

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Esa mañana Kagome se encontraba sentada a la orilla de la cama, el desayuno que le ofrecieron estaba casi intacto, las ganas de comer se le fueron, lo único que quería era ver a Sesshomaru, aunque sabía que no había probado comida desde ayer y que debía terminarlo para recuperar fuerzas, suspiro estaba tan triste y preocupada que no le apetecía nada, acaricio con suavidad su vientre, cerró los ojos y se imaginó como serían sus pequeños cachorros, con el cabello plateado y las marcas de su padre, con un par de tiernas orejitas iguales a las de Inuyasha, aunque fueran Hanyou creía en su amado, él no la dejaría sola, no abandonaría a sus hijos.

El sonido de la puerta abriéndose, hizo que se pusiera de pie.

Kenshin había decidido que era el momento de hablar con la ella, así que pidió autorización a Tau para hablar con ella, claro no menciono el hecho de que la se conocían, su plan era "tan solo hablar con la miko, quería saber más sobre ella y el demonio"...

El no menciono palabra alguna hasta que las puertas se cerraron dejándolos a sola, kagome está paralizada y sorprendida ¿Qué hacia el ahí y con esos sujetos? ¿Kenshin fue quien le dijo sobre Sesshomaru? ¿Por qué?

Kagome- llamo, el rostro de ella estaba pálido.

Fuiste tú- murmuro, con los ojos perdidos en la nada, las lágrimas amenazaban con salir, se sentía traicionada-¡tú le hiciste esto a Sesshomaru!-comenzó a hiperventilar, estaba muy alterada y Kenshim temió porque le sucediera algo malo.

Kagome-él se acercó y la tomo de las hombros- no fui yo, ni si quiera sabía que eras tú- pero Kagome parecía no estar en tierra- no tenía idea.

Comenzó a sentirse muy cansada las piernas le pesaban y la cabeza parecía darle vueltas, estaba pálida.

Kenshin la ayudo a recostarse en la cama, de manera instintiva llevo su mano a la frente de la miko, como lo suponía tenía algo de fiebre, había pasado por tantas emociones que ya se esperaba algo así - tienes fiebre y es mejor que descanses Kagome, pero debes creerme yo no tuve nada que ver- quito algunos cabellos de la frente de la miko- te ayudare a salir de aquí lo prometo.

Ella asintió y se dejó vencer por el sueño, mientras el doctor salía y a los minutos regreso con paños y un frasco de pastillas para bajar la fiebre.

Mientras tanto, Tau estaba a punto de matar a su científico, estaba asfixiando al pobre- ¿Cómo es posible que no funcione?! Cuando aseguraste todo lo contrario

Yo-yo-yo no lo sé señor, pero no sirve lo probamos miles de veces- el hombre sudaba frio- y los resultados son lo mismo, es agua.

Sudou, miraba aquella escena de cierta forma esperaba grandes resultados, pero se imaginó algo como esto, la criatura era muy lista- ya basta Tau, buscaremos la forma de arreglarlo, si es necesario lo obligaremos- el nombrado dejo caer al científico- con el collar controlándolo y la chica en nuestras manos sería muy fácil obligarlo.

Tal vez tengas razón, pero de todas formas no me fio- respondió viendo la capsula donde Sesshōmaru se encontraba, en la misma posición, repentinamente sudo frio mirando los ojos del Youkai, tenían un brillo muy extraño, lo hacía sentir asustado, se veía peligroso, si el asunto se salía de las manos, lo más probable era que los asesinara a sangre fría, pero ellos tenían algo, el punto débil de Youkai-¿y la chica?- pregunto a su amigo, sin quitar los ojos.

Está descansando, Kenshin pidió quedarse con ella, al parecer tiene fiebre y es mejor que alguien la cuide a que se muera- respondió de lo más tranquilo Sudou- ya es mejor dejarlo solo...

Tau, no respondió pero se acercó hasta quedar frente a Sesshomaru- Si, intentas algo juro que asesinare a la mujer, de la forma más dolorosa posible, y tú serás testigo de ello- y salió de aquel lugar, no sabía que lo llevo a hacer eso, pero en su interior la sensación de peligro que sentía estando cerca de él, era muy grande, y amenazar al demonio, de cierta forma lo dejo más tranquilo, por si este intentaba algo.

Sesshomaru, reprimió todos los impulsos por desgarrar al maldito, él no se imaginaba lo que sería capaz de hacerle a esa sabandija si se atrevía a tocar a su mujer y a sus cachorros, pagaría muy caro su osadía.-"un poco más, y veremos quién lastima a quien"- pensó con cientos de imágenes aterradoras de aquel sujeto y las demás insectos muriendo uno a uno, como moscas en sus garras.

Ella despertó y toco su frente la fiebre había bajado, y el doctor aún estaba ahí.

Al fin despiertas- él dijo sonriendo y entregándole un vaso con agua y unas pastillas-te hará sentir mejor y debes comer algo- se puso de pie y tomo un emparedado, recién echo- anda come- ella no había dicho nada, pero hizo caso a sus palabras, debía reponer fuerzas si quería salvar a Sesshomaru- y debes darte un baño así la fiebre bajara por completo, eres una muchacha muy fuerte la fiebre se fue muy rápido, pensé que duraría días...- siguió hablando.

Bueno, la sangre de Sesshomaru en mi es la que me cuida- ella comento, dejando al doctor intrigado, se levantó y se fue a bañar, al rato salió luciendo un vestido azul fuerte, muy sencillo, cómodo, kenshin la miro detenidamente, siempre supo que era una mujer hermosa, y el cariño hacia ella y su familia lo hacía sentir culpa, por todo lo que estaba pasando.- quiero ver a Sesshōmaru- lo saco de sus pensamiento, él sonrió, podía ver el gran amor que sentía por aquel demonio, uno que él jamás tendría- puedes decirles que quiero verlo- su voz sonaba amable, y parecía lucir tranquila, pero bastaba con solo conocerla un poco y verla a los ojos para saber que estaba muy preocupada, quizás hasta desesperada.

Veré que puedo hacer- y salió dejándola sola, por el pasillo se encontró con el gran monje este de inmediato lo intercepto- disculpe su inminencia pera la muchacha quiere ver al demonio- hablo sin mostrar la afinidad que tenía con ellos.

no, cuanto menos vea al demonio es mejor- respondió con el semblante frio, el doctor pensó en protestar pero si lo hacía tal vez el anciano podría sospechar así que solo asintió y fue a darle la noticia a Kagome.

¿Qué dijo?- se apresuró a preguntar cuando lo vio llegar.

Que no- respondió él, la tristeza no tarda en mostrarse en el rostro de Kagome- lo siento pero ellos dijeron que cuanto menos lo veas es mejor.

Y las manos de Kagome se hicieron en puño deseaba golpear algo, descargar toda la rabia y frustración que llevaba dentro, sus respiraciones se hicieron cada vez más lentas y profundas estaba furiosa.

Kenshin sintió miedo de verla así, ella parecía no ser ella, estaba tomando un color extraño, como azulado, retrocedió porque el estar cerca de ella parecía imposible miles de descargas electrizantes querían entrar en su cuerpo- ¿Kagome?- llamo intentando que recobrara la conciencia.

Pero cuando ella levanto la mirada, no había nada, ninguna pisca de sentimientos, emociones era como ver a través de un pozo negro, hueco sin fondo sin salida, los ojos de Kagome ya no eran marrones sino, negros.

Ingreso, casi derribando la perta y llevando consigo al médico, la miko estaba a punto de perder el control, ¿Cómo era eso posible? ¿De dónde había sacado todo ese poder?, el sacerdote saco un pergamino de su túnica, se la pego en el puño y luego golpeo a Kagome con este, ella dio un grito y luego cayó al suelo inconsciente.

Asustado fue a socorrerla, creyendo que estaba muerta, este acto no pasó desapercibido por el monje- déjala solo esta inconsciente- respondió pero aun así, Kenshin la tomo entre sus brazos y la deposito en la cama.

El sintió perfectamente, aquella energía lo estaba llamando.

Lo necesitaba.

Sesshomaru comenzó a moverse inquieto dentro de la capsula, y los científicos espantados salieron corriendo de aquel lugar, e monje que lo controlaba con el collar se quedó ahí- ¡Detente! ¡Detente!- gritaba la orden, ya entrando en pánico al ver que este no obedecía- ¡Detente!

Pero algo paso de un momento a otro el Youkai se quedó quieto, otra vez con los ojos cerrados, y el pobre monje se sintió aliviado.

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Inuyasha había dejado ya todos los troncos como Sango se lo pido, y estaba descansando sobre el techo de la casa, cuando una extraña sensación de angustia lleno su peño, aquella sensación era la misma que cuando Kagome estaba en peligro. De un salto salió corriendo en dirección al pozo, haciendo caso omiso a los gritos de sus amigos.

"Kagome está en peligro"- aquellas fueron sus palabras antes de perderse en el portal.

Ya había tenido esa sensación unos días atrás, todo en relación a ella, pero quería creer, que estando Sesshomaru ahí ella no correría peligro alguno, era imposible que le hicieran daño, pero claro Inuyasha ya había catalogado a su hermano como "Un perro apaleado", por eso esta vez decidió ver con sus propios ojos que es lo que pasaba.

El detective arribaba a la casa de los Higurashi se sorprendió al ver al más pequeño jugando con el gato bajo el gran árbol, se preguntó qué tal veas a la familia no le había afectado la muerte de la joven.

Detective- saludo el joven-¿Qué hace aquí? Vienes por lo de mi hermana

Yo, -bueno realmente estaba confundido- si- termino accediendo.

Mama!- llamo el niño, desde la puerta la señora Higurashi se dejó ver.

Detective- saludo sorprendida- ¿Qué hace usted aquí?

Bueno yo- yo vine a darles el pésame- respondió, la cara de la mujer paso de sorpresa a una de competa risa

Ho, no mi hija está bien Sesshomaru pudo salvarla- respondió sonriendo.

"así que pudo salvarla, bueno es mejor así"- lo siento yo creía otra cosa...

No se preocupe, pero mi hija ahora no está, creemos que se ha ido con Sesshomaru- respondió la mujer con un tono de preocupación.

¡Donde esta Kagome!- la presencia de Inuyasha se hizo notar a los gritos

¡Amigo orejas de perro!-grito Souta entusiasmado y corrió hacia el- Cuanto tiempo sin verte

"pero si es otro demonio ¿de dónde habrá salido?"- se preguntó mirando detalladamente al Hanyou.

¿No hay tiempo para eso ¿Dónde está Kagome y el bastardo?- refiriéndose así a Sesshomaru.

No están, y no sabemos dónde se habrán ido- respondió la Señora Higurashi

Es cierto nosotros estuvimos de viaje y cuando regresamos ya no estaban.

Pensé que Aome estaría del otro lado- llevo su mano a su pecho, nuevamente la preocupación se apodero de ella, si Inuyasha estaba aquí, eso quería decir que su hija estaba en problemas.

Okazaki era el único que no entendía la conversación "¿otro lado? A que se refirió con eso"

No, no he sabido de ella en días pero hoy...-se cayó no queriendo preocupar más a la mujer, además no estaba seguro.

La mujer lo tomo de las manos-¿hoy que Inuyasha? Dime- el no respondió solo vi aquellos ojos tan arecidos a los de la miko, la azabache entendió el mensaje tanto el demonio como su hija estaban en peligro- ve por mi hija Inuyasha tráemela de nuevo- susurro.

Sonrió admirado por la inteligencia de la morena, tan parecida a su amiga, fue en ese omento cuando noto aquel extraño que lo veía de arriba hacia abajo-¡oye que tanto me estás viendo!- grito llamando su atención-¿tengo monos en la cara? Responde ¿Quién eres tú?

Tranquilo orejas de perro, él es el detective que ayudo a mi hermana cuando la secuestraron- Souta dijo parándose frente a él, impidiendo que atacara al oficial.

¿Cómo Kagome fue secuestrada?- ya más tranquilo pero sorprendido por la nueva información que estaba adquiriendo.

Sí, pero por suerte Sesshomaru y Okasaki la salvaron.

Fhe! Ese bastardo había que no sería capaz de cuidar de kagome- convenciéndose a un as de lo inútil que era su hermano mayor, para cuidar de los humanos.

No, es cierto si no fuera por Sesshomaru mi hija estaría muerta- esta vez fue la señora Higurashi quien hablo- la cuido y busco la manera de salvarla-se quedó en silencio unos minutos meditando si era correcto o no decirle, opto por hacerlo d todas formas en algún momento se enteraría- le dio a mi hija parte de su sangre...

Inuyasha quedo en silencio procesando cada palabra dicha por la mujer, comprendiendo lo que eso significaba, Sesshomaru había hecho uso de la marca para salvarla, y ahora más que nunca quería matar al maldito, pero en el fondo, muy muy en el fondo se lo agradecía, porque por ello kagome estaba viva, aunque eso no evitaba que le partiera la cara en cuanto le vea- "lo buscare para luego golpearlo" se dijo así mismo sonriendo con malicia.

Hay muchas cosas que contarte pero este no es el momento, ve por mi hermana- la vos del niño salió en tono de orden, e Inuyasha asintió.

Espere yo iré con usted- Okasaki lo detuvo antes de que diera el primer salto- puedo ser de ayuda

No te necesito, conmigo bastara - respondió Inuyasha

Lo mismo dijo el otro y termino muy herido a última vez- mintió, pero eso él no lo sabía- y no sabes dónde están y quien los tiene, es mejor que lo acompañe créame- vi que el hibrido se iba a negar de nuevo y continuo- escuche lo más probable es que estén muy lejos de aquí y tengo la ligera sospecha de que se la llevaron a causa de ese demonio, y si usted va los mataran tanto a ella como a él.

Quizás tenga razón, amigo orejas de perro Sesshomaru ha llamado mucho la atención estando aquí- Souta dijo convencido, el mismo había notado como en varias ocasiones la gente se queda viéndolo entre asombrado y miedosos- si te descubren pueden matarlo...

Sesshomaru no me importa- respondió agresivo, su prioridad era Kagome.

Pero es tu hermano ¿Cómo puedes decir eso Inuyasha?- la señora Higurashi lo regaño-Tanto el cómo tu deben protegerse mutuamente sin importar las diferencias que existan, son hermanos y como tal se deben cuidar, aun si uno de ellos es esposo de mi hija, Inuyasha lo que haya pasado entre los dos es cosa del pasado... aunque Sesshomaru no lo demuestre estoy seguro de que le importas, tanto como para ayudarte sin que te des cuenta.

Mi hermana y yo siempre peleamos pero no quiero que le pase nada- Souta agrego.

Su hermano accidentalmente en varias ocasiones recibía los ataques más poderosos por él. E incluso las veces que se enfrentaron jamás sintió que sus peleas fueran reales, porque el Sesshōmaru que él conocía lo acabaría en un instante.

Jamás le perdonaría la vida.

Jamás lo protegería.

Jamás se hubiera resignado al no obtener a colmillo y por sobre todas las cosas Nunca se hubiera involucrado con Kagome.

Sesshomaru no era tan malo después de todo.

¿Y bien, Inuyasha que harás?-Pregunto Okasaki viendo expectante al demonio.

Vamos por Kagome y mi hermano- respondió después de pensarlo unos minutos, y luego sonreía de medio lado.

Continuara...

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