Tantas veces que he escapado, voy a contar otra anécdota del baul de algo similar.
En el año 2014, tendría unos 11 años y me gustaba joder a los profesores, fue cuando nació mi maldita testadurez, o se expuso una rebeldía poco habitual a mi silencio.
Estabamos en una clase de música y el profesor era muy despreocupado, así que yo con unas amigas escapamos de la sala y nos quedamos en el patio mas grande, conversabamos y nos reíamos, típico... Hasta que a mi se me ocurrio la idea de entrar al patio de las monjas(jefas del colegio) nadie se atrevia a pisar ese jardin que ellas cuidaban. Yo lo veía tan lindo que no queria perder la oportunidad, asi que entre ya que estaba abierta por un conserje que recien paso. Mis amigas me querian detener pero yo solo las ignore. Era hermoso, lo nombre "jardin Edén" todas las frutas estaban muy frescas, a lo que unas pocas compañeras me siguieron despues.
Escale los arboles y saque varios limones, hasta manzanas, de todo. Mis amigas me pedian, yo se las pasaba y las guardabamos en las mochilas.
Todo bien hasta que habia un curso completo de chicos menores que viendonos en ese lugar prohíbido, yo los invite y el Eden estaba lleno.
Cuando una profesora nos vio de las rejas que separa el jardin, nos empezo a llamar, yo les di la alerta y salimos disparados a la salida, lo chistoso fue que una amiga gordita se cayo y nos seguia el conserje, la ayude a pararse y escapamos con unas buenas frutas.

Al llegar a mi casa le di los tres limones a mi madre y comimos unas ricas lechugas, lo curioso fue que nunca me suspendieron y tampoco me hubiera importado mucho.