29: Un deseo menos
—Taehyung.
«Por favor que no sea él».
Rogó internamente dándose la vuelta para observar a la persona que había mencionado su nombre.
Allí, contrario a lo que deseaba, se encontraba su ex novio, Jung Hoseok. Había ido al super a comprar algunas cosas que necesitaba para hacerle una deliciosa comida a Yoongi, quién había estado todo el día en el hospital, pero lamentablemente había tenido la mala suerte de encontrarse con él.
Se enderezó fingiendo que no estaba para nada asustado, encarando lo mejor que podía al castaño. Hoseok lo miró con una ceja alzada y después le sonrió acercándose. Llevó una mano a su mejilla acariciándola con suavidad.
—Te extrañé, Osito —expresó cariñosamente—, en verdad te extraño mucho.
—Si no estamos juntos ahora es por tu culpa —masculló intentando que su voz no saliera temblorosa—. Tú te encargaste de alejarme de ti.
—Lo sé —musitó cabizbajo, y por un segundo Taehyung sintió un poco de pena por él—, y te juro que estoy cambiando Tae, me di cuenta de lo mal que he actuado contigo y estoy tan arrepentido.
—Es bueno que intentes mejorar —le sonrió un poco—, pero eso no hará que vuelva contigo, ya estoy en una relación con alguien.
—¿Es el chico pálido de la otra vez? — preguntó con una sonrisa triste, recibiendo un asentimiento por parte del pelirrojo—. Mmm, entiendo ¿Eres feliz?
—Sí —afirmó, y esta vez una gran sonrisa se dibujó en su rostro—. Yoongi hyung me hace muy feliz.
—Me alegro por ti —profirió con sinceridad—. Perdón por todo lo que te hice, en verdad estoy tan arrepentido.
—Está bien Hobi, te perdono —tal vez estaba siendo demasiado inocente y tonto, pero quería creer que en verdad su ex estaba intentando cambiar para bien.
—Te amo mucho, Tae, nunca lo olvides —tomó su mano besando caballerosamente el dorso de esta, y luego se marchó sin decir algo más.
Taehyung suspiró una vez él se hubo ido. En su momento amó a Hoseok con toda su alma, estuvo dispuesto a soportar los maltratos y malas actitudes que tenía con él en algunas ocasiones por estar juntos y ser felices. Entregó todo de sí para que esa relación funcionara, pero no importa cuanto aportes tú, si la otra persona no mueve ni un dedo por ti.
Ahora solo estaba enfocado en su relación con Yoongi. Guardaría en su corazón los bonitos recuerdos que quedaron de aquella insana relación y borraría los malos recuerdos, no quería tener ningún sentimiento negativo en su vida. Iba a centrase en amar y disfrutar de su nuevo novio, el cual si lo trataba como él se lo merecía.
—Es un lugar pequeño —musitó observando el local, que a pesar de ser tan pequeño para la cantidad de niños que albergaba, se veía cálido y acogedor.
—Park Jimin —una chica de unos treinta años se acercó a ambos—. Buenos días, soy la encargada de cuidar de los niños, me llamo Park Chaeyoung.
—Un placer —ambos hicieron una leve reverencia.
—Veo que trajeron muchas cosas —comentó observando varios bolsos que ambos cargaban—. ¡Los niños se pondrán muy contentos!
Antes de llegar al orfanato habían pasado por una juguetería, y también compraron un montón de confituras. Estaba seguro de que los niños adorarían jugar con todo lo que les trajeron.
—¿Podemos verlos? —preguntó el pelirrojo emocionado, aunque no lo pareciera el adoraba a los niños.
—¡Por supuesto! —exclamó alegre la chica guiándolos, hacia un pequeño jardín que estaba en la parte trasera de la edificación—. ¡A esta hora suelen jugar en el jardín trasero, van a adorarlos!
Vieron alrrededor de 15 niños jugando con pelotas, muñecas, casitas de juguete y otras cosas. Al parecer ellos no eran los únicos que les traían juguetes. Eran alrededor de 6 niñas y el resto eran chicos. Todos tenían diferentes edades, iban desde unos 3 años hasta niños de 10. Ambos sintieron cuando los pequeños se fijaron en ellos.
—¡Hola niños!— alzó la voz la chica para que todos la atendieran—. ¡Ellos son Jimin y Jungkook, vinieron a jugar con ustedes el día de hoy!
Los niños gritaron alegres al escucharla. Solían ponerse muy felices cuando personas nuevas llegaban a jugar con ellos.
—Les trajimos muchos juguetes —dijo Jimin mostrando las bolsas con juguetes—, y muchos dulces también.
Los pequeños al instante los rodearon agitando sus manitos queriendo tomar algún juguete. Pasaron varias horas jugando con los niños, incluso Jungkook les dió unas clases de dibujo a los más grandes, los cuales se quedaban boquiabiertos viendo los bellos dibujos que hacía el mayor. Ya al atardecer decidieron marcharse, aunque Jungkook iba con un puchero, no quería marcharse de aquel lugar todavía, menos cuando los niños lo abrazaron pidiéndoles que no se marcharan.
—Debemos irnos pequeños —dijo Jimin abrazando a un par de chicos más.
—¿Kookie hyung va a volver pronto? —preguntó un pequeño, con toda la boca llena de chocolate de uno de los tantos dulces que comieron ese día.
—Yo...Kookie hyung no puede volver —le dijo el pelirrojo al pequeño con una sonrisa y este hizo un puchero—. ¿Sabes por qué? Porque Kookie pronto se irá a un lugar muy bonito.
—¿En serio? ¿Yo también puedo ir? —cuestionó inocentemente.
—Algún día podrás ir, pero aún falta mucho para eso —acarició su cabello oscuro.
—¿Y no puede volver de ese lugar? —preguntó una niña de unos 5 años.
—Lamentablemente no —negó con los labios fruncidos.
Jimin llevó una mano a su boca queriendo retener los sollozos que querían escapar de su boca. Se alejó dejando a Jungkook con los niños, no pudiendo retener la lágrimas que se acumulaban en sus ojos. Le dolía tanto el simple hecho de pensar que dentro de poco ya no tendría al pelirrojo a su lado. Además de eso era un martirio el tener que esconderle al menor su embarazo.
¡Se sentía tan hipócrita! Le reclamó tanto a Jungkook el esconderle su enfermedad y ahora él estaba escondiéndole que tendrían un hijo.
Un fuerte mareo que llegó de repente lo hizo aguantarse de la pared para no caer. Un pequeño quejido salió de su boca, prácticamente inaudible, pero que llegó a los oídos de Jungkook quien al instante se volteó a verlo preocupado.
—¿Jimin? ¿Te sientes bien? —se acercó pasando su mano por la espalda del rubio.
—Sí, no te preocupes.
—Si no te sientes bien podemos volver a casa ahora mismo —le dijo preocupado.
—No Jungkook, te dije que no es nada, estoy bien —se negó enderzándose, no quería arruinar el momento, era uno de los deseos de Jungkook que más quería cumplir ya que él también adoraba los niños.
—Has estado muy extraño estos días —musitó acariciando con una mano su mejilla—, sé que hay algo que no quieres decirme.
JiMin abrió la boca dispuesto a darle alguna excusa, pero el dedo índice del menor sobre sus labios se lo impidió. Cerró la boca esperando a que el pelirrojo terminara de decirle lo que quería.
—No voy a presionarte para que me digas, cuando te sientas los suficientemente confiado para contarme aquí estaré —le sonrió un poquito, acercándose a dejar un besito en sus labios.
—No merezco a alguien como tú —murmuró con dolor. Si había algo que odiaba era mentirle.
—No digas tonterías —le dio un pequeño golpe con su dedo índice en la frente—. Ahora vamos a despedirnos de los niños de una vez.
Después de despedirse de los niños y de Chaeyoung ambos se marcharon. Durante todo el camino de regreso al apartamento Jimin no mencionó ni una palabra, se quedó mirando hacia fuera de la ventanilla mientras Jungkook conducía. Pensaba en todo y en nada a la vez. Al llegar fue igual, no dijo nada y el menor decidió darle su espacio para que pensara tranquilamente en lo que fuera que lo tenía así.
—Jungkook...yo debo decirte algo.
Ambos estaban en la cama acostados cuando de pronto la voz del mayor rompió el silencio del lugar.
—Yo...estoy...estoy —inspiró, llenándose de valor para poder confesarle—. Estoy embarazado Jungkook.
Actualización!!
He estado pensando en hacer un maratón pero todavía no lo sé 🤔
De cuántos capítulos quieren que lo haga? De 3 o 4?
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