28: Sorpresa no tan sorpresa
Otra vez esas náuseas lo atacaban nuevamente, corrió hacia el baño bajo la mirada confundida del pelirrojo, directo a vaciar el contenido de su estómago al retrete. Desde hace dos días que Jimin estaba así, al principio pensaron que solo era un malestar estomacal pero ya no lo creía tan así. Corrió detrás de su novio y con cariño pasó su mano por la espalda del rubio.
—Es mejor ir al hospital, o al menos hacer que Yoongi hyung te examine —comentó preocupado.
—No hace falta Jungkook, en unos días se me pasará —fue hacia el lavabo a enjuagarse la boca.
—Eso mismo pensé yo y mírame ahora Jimin —dijo con el ceño fruncido, cruzándose de brazos.
Estaba preocupado por su Jiminie, este solo decía que pronto se le pasaría cuando ni siquiera sabía lo que tenía. Era tan simple como llamar a Yoongi y que este le marcara una hora para que pudiera examinarlo, pero no, el muy terco no quería ir al hospital.
—No lo digas así tan a la ligera —le regañó seriamente, molesto por la forma tan simple en la que hablaba de su enfermedad.
—Iremos al hospital en la tarde, llamaré a Yoongi —profirió decidido.
Iba a buscar su celular a la habitación pero el agarre del más bajo se lo impidió. Jimin se veía bastante nervioso en ese momento.
—Yo iré...yo solo —murmuró soltándolo.
—¿Jimin, estás escondiendo algo? ¿Por qué no quieres qué vaya contigo?
—¿De qué hablas? No te escondo nada —llevó una mano a su nuca riendo nerviosamente—. Tus defensas están bajas, Yoongi dijo que evitaras salir de casa lo máximo posible.
Se sentía fatal por mentirle a Jungkook, pero parte de lo que decía era cierto. Jungkook en esos momentos estaba bastante vulnerable.
Así que para cuando el reloj marcó las dos de la tarde él ya se encontraba en la consulta de su mejor amigo.
—¿Se puede saber por qué estas aquí? —preguntó el mayor mirándolo con los ojos entrecerrados—. Solo vienes a mí ahora cuando necesitas algo.
—¡Oye! —exclamó ofendido—. Hace dos días comencé a vomitar todo lo que como.
—¿Comiste algo que pudiera...?
—No —interrumpió el rubio.
—¿Cuántas veces has tenido sexo con Jungkook? —las mejillas del menor se rubirozaron ante la pregunta.
—Mmm...dos veces —musitó.
—¿Cuándo? ¿Cómo es qué no me lo contaste? —cuestionó sorprendido, alzando ambas cejas—. ¡Se supone que soy tu mejor amigo!
—Ay por favor —rodó los ojos cruzándose de brazos—. ¡Cómo si tú me hubieras contado cuando lo hiciste con el cabeza de fósforo!
Yoongi lo miró con una ceja alzada y un puchero en la boca.
—¡Responde de una vez!
—No lo sé, hace dos semanas y algo, creo —se encogió de hombros restándole importancia—. Fue el mismo día que pintó un retrato mío, y al día siguiente pues...también lo hicimos.
—¿Desde entonces y no me habías dicho nada?
—Yoongi céntrate por favor.
—Cierto —buscó algo en una de las gavetas de su escritorio, y sacó una prueba de embarazo—, toma.
—No estoy embarazado —se negó a tomar la prueba.
—¡Jimin solo hazte la maldita prueba!
—¡No quiero hacerla!
—Jimin —lo miró con los ojos entrecerrados.
—¡Bien! —la tomó y se dirigió hacia el baño, que estaba cerca de la oficina de su mejor amigo.
A decir verdad, se había negado a hacérsela en un inicio porque si era sincero, estaba aterrado de que resultara positivo, no tenía ni la más mínima idea de que haría si en verdad estaba encinta.
Siguió las instrucciones y realizó la prueba, cuando solo faltaba un minuto volvió a la oficina de Yoongi, definitivamente no quería ser el primero en ver el resultado, estaba demasiado nervioso. Yoongi rodó los ojos viendo a su mejor amigo caminar de un lado al otro de la oficina pasando sus manos por su cabello.
—Ya salió —miró a Yoongi sintiendo que los nervios lo harían desmayarse en cualquier momento—. Es positiva Jimin, vas a ser papá —le mostró la prueba en la que claramente se observaba dos rayitas.
—No —llevó una mano a su boca sin poder creerlo aún—. No, no, no —las primeras lágrimas comenzaron a salir de sus ojos.
—Pensé...pensé que estarías feliz —dijo confundido Yoongi al ver a Jimin llorar, y rápido se paró a abrazarlo.
—¡¿Cómo quieres qué esté feliz?! —gritó intentando separarse del abrazo.
—Es la prueba del amor que se tienen Jiminie, van a ser padres —profirió, tomándolo de las mejillas para que lo observara a los ojos.
—¿Vamos a ser padres? ¡Jungkook ni siquiera conocerá a su hijo! —exclamó con la voz entrecortada—. ¡¿Cómo crees qué se sentirá cuando lo sepa?!
Rompió en llanto sintiendo su pecho doler. ¿Por qué la vida estaba siendo tan cruel con Jungkook? ¿Por qué con una persona qué solo merecía lo mejor de este mundo? Sabía que Jungkook deseaba tanto formar una familia, y ahora finalmente la iba a tener...pero no estaría para verla.
¿Cuán despiadada puede llegar a ser la vida?
—Este niño o niña solo será un permanente recordatorio de que lo perdí —sollozó de tal forma, que hasta al propio Yoongi se le cristalizaron los ojos—. Cada vez que lo vea solo pensaré en él ¿Entiendes mi dolor?
—Dios Jimin —suspiró—, te lo advertí desde el inicio, mira a donde te llevó ese capricho que tenías por Jungkook.
El mayor sabía que sus palabras eran crueles, y sabía también que Jimin amaba a Jungkook con toda su alma, pero eso no le quitaba la razón. Desde un principio le advirtió al terco de su amigo que no se involucrara con él porque sabía que terminaría sufriendo, y le agradaba Jungkook, era un chico genial y todo, pero Jimin era su mejor amigo y no le gustaba verlo sufrir de esa manera, por más mal que sonara.
—¿Cómo me dices algo así en este momento? —Jimin lo empujó para que lo soltara—. ¿Puedes sentir empatía por mí aunque sea una vez y dejar de restregarme en la cara qué tenías razón?!
—Bien —se rindió y volvió a abrazarlo—, lo lamento es solo que...también me duele verte así.
—Jungkook no puede saber nada Yoongi, por favor no le cuentes —pidió abrazándolo con fuerza—, ni siquiera a Taehyung.
—No puedes esconderle algo así.
—Por favor Yoongi, solo quiero evitarle el sufrimiento de saber que no conocerá a su propio hijo o hija —rogó hipando debido al llanto.
—Bien —accedió aún un poco dudoso—, pero creo que deberías ser sincero con él.
Jungkook estaba bastante aburrido, así que para distraerse un poco tomó un par de hojas blancas y algunos lápices para sentarse a dibujar en la mesa del comedor. Pasaron horas para cuando se vino a dar cuenta que cada hoja tenía un dibujo de Jimin en ella. En una aparecían sus afilados ojos, en otra sus abultaditos labios, otras más abarcaban todo su bonito rostro.
Jungkook adoraba a Jimin, y plasmar un poquito de su belleza en aquellas hojas era placentero para él. Era increíble como tenía tatuado el rostro del mayor en su mente, ni siquiera necesitaba de una fotografía para plasmar en su arte cada mínimo detalle del rostro de su novio.
Cuando escuchó el sonido de la puerta abrirse rápido tomó todas las hojas y las volteó escondiendo los dibujos. El rubio lo llamó y fue hacia la sala de estar, viéndolo quitarse la bufanda y uno de los abrigos que llevaba. Últimamente la temperatura descendía con cada día que pasaba y debían salir de casa muy abrigados si no querían pescar un resfriado.
—¿Qué te dijo Yoongi? —preguntó al instante, después de que Jimin diera un corto beso sobre sus labios.
—Solo es un malestar estomacal, nada de que preocuparse —Jungkook sabía que Jimin le estaba escondiendo algo ya que evitaba mirarlo a la cara—. Iré a lavarme la cara un segundo.
Solo asintió, soltando un suspiro frustrado cuando el más bajo ya estuvo fuera de su vista. Confiaba en Jimin, sabía que no lo estaba engañando con alguien más, el secreto que escondía era otro, pero no quería presionarlo. Esperaría a que él se decidiera a contarle.
—¿Jungkook acaso te lastimaste? —su novio llegó corriendo hacia él, tomando sus mejillas para revisarlo—. ¡Hay un montón de toallitas de papel llenas de sangre en el baño!
—¿Oh? Tuve una hemorragia nasal —explicó pasando sus manos por los hombros del mayor para calmarlo.
—¿Estás bien? —preguntó abrazándolo.
—Sí, me siento bien ahora.
—Te prepararé algo para que comas —se separó y caminó hacia la cocina, pasando por el comedor ignorando las negativas que le daba el contrario.
Ladeó la cabeza al ver varias hojas blancas y algunos lápices en la mesa. Se acercó tomando un par de hojas y dándoles la vuelta, observando sorprendido los retratos de él que Jungkook había dibujado. Escuchó al pelirrojo correr, y mirarlo con los ojos muy abiertos cuando vió que tenía los papeles en la mano.
—Se supone que no tenías que verlos —hizo puchero.
—¿Por qué no me dejas ver los dibujos qué haces sobre mí? —preguntó admirando un rato más los hermosos dibujos plasmados en el papel.
—Solo...me da un poco de vergüenza —admitió con las mejillas ruborizadas.
—No me estás hablando en serio ¿no? —preguntó incrédulo.
—Ya deja eso, tengo hambre.
—Antes dijiste que no querías que preparara nada —se burló—. Me gustan mucho Conejito, tienes un gran talento.
Besó suavemente los labios del más alto, sintiendo las grandes manos de este tomar su cintura y apegarlo un poco más a él. Siguieron moviendo sus labios en una danza tranquila y amorosa por varios minutos hasta que el aire hizo falta. Jungkook acarició con una sonrisa el rostro de su bonito novio, con tanto cariño que Jimin no pudo evitar que sus ojos se cristalizaran.
—Te amo tanto, Bichito —musitó rozando sus labios.
El rubio sintió su pecho encogerse ante la culpabilidad que atacaba su mente en ese momento. Odiaba mentirle a Jungkook, y solo deseaba que este no se enterara porque sabía que iba a estar en grandes problemas.
Podría hasta perderlo si llegaba a saber que le escondía algo de tal magnitud.
Me ha dolido mucho escribir este capítulo 😭😭😭
Jimin está encinta ╥﹏╥
Creo que solo faltan unos diez capítulos para que acabe la historia, tal vez menos.
No quiero que acabe 😭
Gracias a tod@s por los votos y lindos comentarios, la historia ya está cerca de los 10k!! En verdad estoy agradecida de que la apoyen tanto. L@s amo 💜
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