25: Especial
Frotó su sien sintiendo el punzante dolor de cabeza marearlo, había estado tan estresado con el montón de papeles que tenía enfrente que apenas y había tenido tiempo para dormir o comer. Ya hace días que su jefe lo había mandando a revisar cientos de documentos, como gerente era el encargado de velar por todas la parte administrativa de la empresa de comunicaciones en la que trabajaba, últimamente habían ocurrido algunos problemas con varios documentos y el había sido el encargado de arreglarlo.
Estaba exhausto, solo quería unas horas de descanso para poder dormir y comer algo saludable, no las hamburguesas de las que se estaba alimentando últimamente. Alzó la mirada cuando unos golpes en la puerta lo hicieron interrumpir su labor. Suspiró observando al peligris sonreírle con sus hoyuelos marcados en ambas mejillas. No quería ser grosero, pero en ese momento no estaba de humor para escuchar sus disculpas. Sí, Namjoon no había parado de ir a su casa a pedirle perdón y que lo acompañara a una cita. Sentía que su cabeza iba a estallar en cualquier minuto y el mareo no se iba.
—Hoy no, por favor —pidió frotando sus sienes nuevamente—, no me siento bien.
—¿Qué tienes? ¿Te sientes mal? Mi padre es el director de un hospital, puedo llevarte allí —profirió con preocupación acercándose a él.
—Estoy bien, solo algo cansado.
—Supongo que no podremos salir entonces —dijo haciendo un puchero.
—Sabes cuál es mi condición para salir contigo —espetó de mal humor—. ¿He recibido una llamada de mi hermano diciéndome qué fuiste a pedirle disculpas? No, así que ya sabes tu respuesta.
—Pero...
—¡No! —golpeó la mesa con fuerza poniéndose de pie.
El peligris se quedó callado observando al mayor cerrar los ojos con fuerza y llevar una mano a su cabeza con una mueca. Había querido disculparse con Jungkook, solo que cuando lo intentó Jimin casi le cae a golpes y no pudo decirle nada, entre Yoongi y su novio tuvieron que sujetarlo para que ese pequeño rubio no le cayera a bofetadas, recuerda como salió despavorido de aquel apartamento escuchando todo tipo de insultos hacia su persona por parte de su ex novio.
—Mierda —murmuró Jin tambaleándose un poco, aunque rápidamente fue sujetado por el chico de los hoyuelos.
—Déjame llevarte al hospital, o al menos a casa para que descanses un poco —pidió sujetando con fuerza al mayor.
—No es necesario, estoy bien —negó intentando apartarse pero el más alto se lo impidió.
—¡No seas tan terco! ¡Necesitas unas vacaciones! —exclamó preocupado—. Sé que estás molesto conmigo, pero déjame llevarte a mi casa, debes descansar Jin.
—Mmm...está bien —se rindió, suspirando, en verdad estaba demasiado exhausto y necesitaba unas horas de relajación.
Namjoon sonrió contento por haberlo convencido, puso una mano detrás de sus rodillas y la otra en la espalda, y lo alzó en sus brazos viendo al mayor sorprendido.
—¿Qué crees qué haces? ¡Bájame! —exigió removiéndose—. ¡No soy una chica! ¡No me trates cómo si fuera una princesa en apuros!
—Déjame cuidarte, Jinnie —dijo adorablemente, haciendo que el mayor no pudiera negarse.
Lo cargó hasta llegar al estacionamiento y lo sentó en el lugar del copiloto, de forma rápida se sentó en el sitio del piloto, encendiendo el auto. Pasó ambas manos por su cabello acomodándolo para luego mirar a Seokjin, soltando una risita enternecido al verlo dormir con la boca entreabierta. Se notaba que estaba muy cansado, esas bolsas oscuras debajo de sus ojos eran una prueba de que no había estado durmiendo correctamente.
Se inclinó para ponerle el cinturón observando de bastante cerca su rostro, Jin era hermoso. ¿Hermoso? ¡Eso se quedaba corto! Jin era por mucho el hombre más apuesto y sexy que había conocido. Desde hacía días venía deseando besar esos abultaditos labios, y es que se veían tan apetecibles que era imposible no pensar en ello.
Negó con la cabeza, dejando de lado sus pensamientos, no quería hacer algo de lo que sabía llegaría a arrepentirse. No quería besarle mientras él se encontraba durmiendo, así que sin pensarlo más tomó rumbo a su casa. Unos veinte minutos más tarde aparcó el auto justo frente a su casa, aquella que adquirió luego de pelear con su padre aquel día que Jimin se apareció de imprevisto y lo golpeó.
Tomó a Seokjin en brazos, sonriendo cuando este ,inconscientemente, se apegó más a él acurrucándose contra su cuerpo. Entró a su casa con algo de dificultad al tener al mayor entre sus brazos, caminando directamente a su habitación y dejándolo con delicadeza sobre el mullido colchón. El más bajo se acomodó balbuceando por lo bajo y tomando una almohada entre sus brazos para abrazarla. Namjoon solo se quedó mirándolo con una pequeña sonrisa en sus labios, a pesar de que era mayor que él Jin parecía un niño en esos momentos. Llevó una de sus manos al cabello del contrario dejando suaves caricias, despejó el cabello de la frente y se inclinó dejando un suave beso.
—Que duermas bien, Jinnie —susurró para no molestar el sueño del mayor, y salió de la habitación cerrando la puerta justo después de darle una última mirada al contrario.
Dio un gran bostezo frotando sus ojos mientras se estiraba en aquella esponjosa cama, abrió los ojos confundido mirando alrededor, dándose cuenta de que no conocía el lugar. Se puso de pie recordando que Namjoon le dijo que iba a llevarlo a su casa, miró con curiosidad la gran y lujosa habitación, hacía el doble de la suya, y no es que fuera pobre, solo que esta era una exageración, se notaba que el chico tenía mucho dinero.
Salió caminando por los pasillos hasta llegar a la cocina, donde se escuchaba al peligris tararear una canción con alegría. Se acercó viendo a Kim voltear a mirarle con un delantal que decía "You should kiss the cook", lo que le sacó una pequeña risita. Observó la mesa del comedor llena de cosas deliciosas y miró a Namjoon confundido.
—Ya es de noche Jin —profirió al ver la confusión en su rostro—, son las 9:40 pm, dormiste unas doce horas.
—¿Qué? —exclamó con los ojos muy abiertos—. ¡Mis padres deben estar preocupados!
—Amm...tu teléfono no paraba de sonar así que me tomé el atrevimiento de tomar la llamada...era Jungkook —murmuró, observando como la expresión del mayor se volvía seria—, ya me disculpé con él, puedes preguntarle, dijo que le avisaría a tu madre que no llegarías hoy a casa.
—¿Quién te dijo qué me quedaré aquí? —preguntó alzando una ceja.
—¿No...lo harás? —se encogió un poco haciendo puchero.
—Bueno...ya que insistes tanto, me quedaré —afirmó sentándose, escuchando la leve risa de Namjoon.
Luego de que le dijera que finalmente se había disculpado con Jungkook, Jin se relajó notablemente, ya no se sentía culpable por relacionarse con el ex de su cuñado. Al final terminó ayudando a Namjoon a acabar la cena, y alrrededor de las 10:20 pm terminaron todo.
—No soy muy bueno cocinando —dijo avergonzado rascando su nuca—, pero hice mi mayor esfuerzo, espero que te guste...aunque puedes comer solo de la que tú cocinaste.
—Está deliciosa, Namjoon —habló con la boca llena de comida, ahora que el delicioso olor llegaba a su nariz se dió cuenta de que estaba verdaderamente hambriento.
¡Ni siquiera recordaba cuándo fue la última vez que comió algo así!
Terminaron de cenar entre risas y conversaciones, Namjoon suspiraba concentrado en el movimiento de los labios del mayor. Desde que se dio cuenta de que no volvería a tener una oportunidad con Jimin, una inexplicable atracción hacia Jin comenzó a surgir. Ahora se veía como un tonto observando a Seokjin parlotear de varios temas.
—¡Namjoon! —salió de su ensoñación debido al grito del castaño.
—Perdón…¿que decías?
—Te estaba diciendo un acertijo —apoyó su rostro en sus manos, con los brazos sobre la mesa—. ¿Sabes qué animal come con la cola?
Namjoon frunció el ceño pensando, Jin solo reía por lo bajo viendo el rostro concentrado y pensativo del menor. Luego de un par de minutos Nam se dió por vencido bufando.
—No lo sé.
—Todos!
—¿Todos? —ladeó la cabeza confundido.
—¡Claro! ¡Todos, porqué ninguno se quita la cola para comer!
Llevó una mano a su boca soltando fuertes carcajadas como si hubiera dicho lo más gracioso del mundo. Namjoon comenzó a reírse segundos después, más por la risa del mayor que por el propio acertijo. ¡Era demasiado graciosa, definitivamente la adoraba!
—Mmm ¿quieres hacer algo? —cuestionó el peligris cuando dejaron de reír—. Ver una película o no sé...cualquier cosa.
—Veamos una película —asintió poniéndose de pie—, pero te advierto que me gustan las películas románticas.
—Puedes elegir —le dió el control del televisor.
Terminaron sentados en un gran sofá de color beige, uno junto al otro mirando "About Time". Inconscientemente Jin comenzó a acercarse a Namjoon, tanto que terminó recostado de su cuerpo con la cabeza apoyada en su hombro. Nam solo pasó de forma discreta su brazo por la cintura del mayor agarrándola con delicadeza. Por un segundo esperó que el castaño lo golpeara, pero él solo se acurrucó más contra su cuerpo sin dejar mirar la pantalla.
Casi al finalizar la película un teléfono comenzó a sonar, y les tomó varios segundos darse cuenta de que era el del más bajo.
—Jungkook me has llamado más hoy de lo que lo has hecho en los últimos cinco años —dijo poniéndolo en altavoz y acurrucándose nuevamente contra el cuerpo del más alto.
—¿Te llamo exactamente a las 12 para felicitarte y me tratas así? ¡Me dueles, hyung!
—Nunca lo has hecho ¿por qué ahora lo haces? —rodó los ojos, viendo a Nam observarlo con los ojos muy abiertos.
—Emm...Jimin me obligó a hacerlo.
—¡Hola cuñadito! ¡Feliz cumpleaños! —se escuchó la voz alegre de Jimin al fondo.
—Gracias Jiminie, al menos sé que a alguien le importa mi cumpleaños —dijo divertido, escuchando como Jungkook se quejaba al otro lado de la línea.
—¡Venga, felicítalo! —masculló el rubio.
—¡Yah, está bien, pero suelta mi oreja! —se quejó—. ¡Feliz cumpleaños hyung, cada día te pones más viejo!
—¡Tú, mocoso! ¿A quién le dices...Jungkook?
El pelirrojo había colgado antes de que pudiera terminar de hablar.
—¿Por qué no dijiste qué era tu cumpleaños? —cuestionó el peligris.
—No es como si fuera muy relevante de todas formas —se encogió de hombros.
—¿Cómo? ¡Es muy importante! ¡Para mí lo es!
Jin lo miró con las cejas alzadas, sintiendo sus mejillas y orejas calentarse en extremo. Su corazón comenzó a latir con fuerza en su pecho por la mirada de Kim, era tan profunda y tenía un bonito brillo.
«¿Por qué dice eso tan de pronto?»
—Jin...¿puedo besarte? —preguntó sin apartar sus ojos de los labios del contrario.
—¿Acaso eres tonto? ¿Por qué preguntas? Solo hazlo.
Un segundo después su labios se entrelazaron en un delicioso y apasionado beso, sus manos fueron a parar al cabello gris del más alto, sintiendo las grandes manos de Nam apoderarse de su cintura con posesividad. Se separaron minutos después para tomar aire, pero como si de dos imanes se tratara volvieron a besarse con pasión desbordando de ambos cuerpos. Se separaron nuevamente y Nam con suma delicadeza acarició sus mejillas y depositó un suave beso en su frente.
—Feliz cumpleaños, Jinnie.
En Corea ya es 4 de diciembre así que...
FELIZ CUMPLEAÑOS A NUESTRO WORLDWIDE HANDSOME!! 🎉🎉🎂🎂
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