21: Inseguridad
Sonrió mirando al ahora rubio pasar las manos por su cabello con emoción, al parecer le había gustado mucho como le había quedado, y debía decir que en verdad ese color le quedaba a la perfección a Jimin. Se acercó y en cuanto el mayor lo miró llevó una mano a su boca y abrió los ojos sorprendido, para luego correr hacia él y tocar su cabello, ahora rojo.
—¡Dios! ¡Jungkookie te ves tan sexy así! —exclamó ganándose un par de risas de las empleadas de la peluquería, que los miraban con sonrisas divertidas en sus rostros.
—¡Jimin! —se quejó avergonzado murmurando unas disculpas en voz baja. Odiaba toda esa atención que les estaban dando.
—¿Qué? ¡Es cierto! Tengo un novio muy apuesto ¿no es cierto chicas? —se dirigió a las empleadas quienes asintieron, volviendo a reír.
—Me estás avergonzando —masculló sintiendo sus orejas calientes—. Ya vámonos —comenzó a arrastrarlo fuera del establecimiento mientras el más bajo se despedía de las chicas agitando la mano de un lado a otro con una gran sonrisa.
Le gustaba tanto ver a Jungkook avergonzado, sus mejillas y orejas rojas le parecían la cosa más tierna del mundo, después de su sonrisa de conejo, obviamente. Luego de haber desayunado juntos en la cama se habían arreglado para ir a una peluquería que la abuela Jeon le había recomendado, el día anterior había hablado con ella para que lo ayudara en eso, y por supuesto que ella accedió al instante.
—Debemos preparar nuestras maletas —avisó el menor una vez llegaron a la casa de sus abuelos—, el tren parte en tres horas.
—Quiero quedarme más tiempo —dijo con un puchero—, me gusta mucho estar aquí.
—A mí también pero...recuerda que tenemos cosas que hacer cuando lleguemos a Seúl —comentó, sintiendo su pecho vibrar de la emoción de tan solo pensar en que a partir de ahora viviría junto a Jimin.
—¡Claro! ¡Vamos a mudarnos! —exclamó abrazando al más alto—. ¡Oh me encanta tu cabello! ¿Ya te lo había dicho?
—Pensé que no te gustaría, como siempre le dices cabeza de fósforo a Tae —se encogió de hombros, mirándolo con una sonrisa ladina.
—Pero en ti si se ve bien, en él no —se cruzó de brazos evadiendo la mirada de regaño que le daba el ahora pelirrojo—. ¿Qué? No me mires así, me cae mal, me quita tiempo con mi mejor amigo.
—Él dice lo mismo de ti —dijo con obviedad, negando levemente con una pequeña sonrisa. Su Jiminie parecía un niño haciendo berrinche.
—¡Pero tu eres mi novio! Tenemos que pasar tiempo juntos —profirió cruzándose de brazos y dando un par de pisotones.
—Yoongi también es su novio.
—Mmm...bueno, tiene cierto punto —dijo llevando una mano a su mentón pensativo—. ¡Espera! ¡¿Qué?! ¡¿Cuándo se hicieron novios?!
Jungkook carcajeó al ver la cara sorprendida de Jimin, había hablado un poco con su mejor amigo mientras le pintaban el cabello y este le había contado que ya tenía novio oficialmente.
—En realidad, Taehyung se lo pidió en la mañana —Jimin llevó una mano a su boca reteniendo una carcajada, Jeon lo miró con una sonrisa ladina mientras negaba levemente.
—Venga, ríete de una vez.
El rubio explotó en fuertes carcajadas bajo la mirada divertida de su novio. Conocía a Yoongi como la palma de su mano, sabía que ya tenía material para burlarse de él por un mes al menos. Yoongi odiaba que se le propusieran.
—De milagro aceptó ser su novio —dijo después de que se calmó un poco—, me imagino que su ego de macho alfa está herido.
—Tae me dijo algo sobre eso.
—A Yoongi no le gusta que se le propongan, dice que eso es para chicas y pasivos —volvió a reír llevando una mano a su abdomen.
—Eso es tonto —profirió Jungkook, siguiendo la risa del mayor—. Tú me lo pediste a mí y yo no me ofendí por eso.
—Yoongi es tonto ¿que esperabas? —dijo como si fuera obvio—. Además...¿qué te hace pensar qué soy el pasivo de la relación?
—¿Qué? —cuestionó poniéndose completamente pálido.
—No dejarías que yo te... —una mano de Jungkook tapó su boca.
—Ni lo pienses, Park Jimin —espetó de golpe mirándolo mal—, nadie va a poner nada en mi trasero.
—¡Es injusto! —se quejó quitando la mano del menor de su boca—. ¡Yo también quiero ir arriba!
—¿Podemos dejar de discutir este tipo de cosas en la casa de mis abuelos? —preguntó avergonzado con las mejillas ligeramente ruborizadas—. Terminemos de empacar y vámonos de una vez.
Fue cuestión de pocas horas que estuvieran en Seúl nuevamente. Durante todo el viaje se la pasaron escuchando música y besándose, entre lindas palabras de amor y cariño.
Obviamente, na vez Jimin llegó a su casa no aguantó y comenzó a hacerle bromas a Yoongi, como tomo mejor amigo molestoso, burlándose con que era el pasivo de la relación.
—¿Puedes terminar con tus bromitas? —dijo enojado, amenazando con golpearle si continuaba—. Tengo que decirte algo.
—¿Qué sucede? —preguntó al ver lo serio que estaba su amigo.
—Namjoon vino aquí —Jimin alzó una ceja con confusión.
¿Cómo Namjoon sabía dónde vivía? Sí, fueron novios, pero después de que su relación termine decidió mudarse junto a su mejor amigo y dejar atrás su pasado.
—Al parecer conoce al hermano de Jungkook, sabe que está enfermo —el ceño de Jimin se frunció, algo enojado.
¿Por qué Jin debía decirle algo así a Namjoon? Y además ¿cómo era qué se conocían?
—¿Tú? ¿Qué haces aquí? —Jungkook lo miró extrañado con el ceño fruncido, ese tipo no le caía nada bien.
Desde el día que lo había conocido en el restaurante y este había mirado a Jimin con ojos de amor lo odiaba, entendía que se sintiera atraído hacia su Bichito ¡porque vamos! Jimin era una hermoso, tanto por fuera como por dentro, pero era SU novio, SUYO.
—Quería hablar contigo.
Actualmente se encontraba en su departamento, había recogido algunas cosas en su casa y había pedido un taxi para ir hacia allí. Esperaría a Jimin con una romántica cena preparada exclusivamente por él, quería retribuir un poco de todo lo que el ojiazul hacía por hacer de sus últimos días los mejores, pero al parecer su plan se había ido al caño por la visita inesperada.
—Entra —se hizo a un lado abriendo la puerta para que el peligris entrará.
—Pensarás que soy un metido porque en verdad no es mi asunto...pero debía hacer el intento de hacerte reflexionar —profirió una vez se hubo sentado en uno de los sillones de la sala de estar—. Sé que estás enfermo y que tienes poco tiempo de vida...
—¿Cómo sabes eso? —cuestionó con el ceño fruncido interrumpiendo al contrario.
—Primero deja que termine de hablar —pidió y cuando el menor asintió continuó—. Jimin no se merece algo así, lo amo si te soy sincero, y en realidad me cuesta ver como sigue a tu lado a pesar de que terminará pasando un infierno cuando mueras.
—¿Puedes dejar de hablar de mi muerte tan ligeramente? —preguntó enojado apretando sus manos en puños.
—Disculpa pero solo estoy siendo sincero contigo —entrelazó sus manos en su regazo—. ¿Crees qué es justo hacer pasar a Jimin por algo cómo eso? ¡Estás enfermo, tienes límites para un montón de cosas! Y empeorará con cada día que pase. Solo estás siendo un egoísta atando a Jimin sabiendo que lo harás sufrir.
—¡Cierra la boca! ¡¿Acaso sabes algo de lo qué hemos pasado para llegar hasta este punto?! ¡¿Con qué derecho vienes a decirme todo esto?! —alzó la voz completamente molesto.
—¡Te digo esto porque lo amo! ¡Le estás quitando la posibilidad de estar con alguien qué no tenga ninguna limitación! ¡Tu enfermedad es delicada y hay un punto en el qué ni siquiera podrán tener sexo sin que te lastime! —dijo de igual forma—. Piensa bien las cosas antes de que sea demasiado tarde Jungkook, hazlo por Jimin si en verdad lo amas tanto como tu hermano me dijo.
Se puso de pie y se marchó, dejando solo al pelinegro con sus palabras haciéndole eco en la mente. ¿Acaso ese tipo tenía razón? ¿Estaba siendo tan egoísta al retener a Jimin hasta su muerte?
En realidad había temido eso desde un inicio, pero su parte más egoísta le impedía dejarlo ir para que fuera feliz con alguien más. No merecía alguien como él, tan bueno y lleno de amor y bondad, ni siquiera podían salir en la noche sin que el rubio estuviera pendiente de su salud o de si tenía algún problema. Siempre preocupado por si necesitaba algo o se sentía mal.
En verdad no era justo hacer a Jimin pasar por ello. ¿Que sucedería cuando su cuerpo no resistiera y tuviera qué pasar sus días en el hospital? ¿Haría que Jimin se pasara todo el día con él encerrado en esa habitación privándolo de salir y conocer a alguien? Tenía tantas dudas y se sentía tan miserable que no pudo evitar que lágrimas de impotencia salieran de sus ojos.
—Perdón amor —susurró entrecortadamente pasando las manos por su cabello con frustración—. Perdón por no darme cuenta del mal que te estoy haciendo.
Esos pensamientos y sentimientos negativos no le hacían nada bien, y era peor cuando la culpabilidad se adueñaba de su mente. Siempre intentaba pensar en otra cosa para no deprimirse pero se le hacía un poco difícil. No quería que cuando Jimin llegara lo viera así, no debía preocuparlo más de lo que ya lo hacía
Pasaron varios minutos antes de que Jimin llegara tocando el timbre repetidamente, solo para molestar un poco a Jungkook. Cuando entró no se dio del rastro de lágrimas que tenía su novio en la cara por fijarse en el departamento.
—¡Es perfecto para nosotros Conejito! —exclamó con emoción volteando a verlo con una sonrisa—. ¿Estás bien? ¿Por qué tus ojos están tan rojos? —al instante su sonrisa se borró y se acercó a Jungkook preocupado.
—Estoy bien, solo...me cayó algo —mintió pasando sus manos por ambos ojos quitando cualquier rastro de lágrimas que pudiera tener, sonriendo falsamente. Jimin lo miró un poco dudoso pero decidió no decir nada—. Quería preparar algo delicioso para ti pero no me dió tiempo, podemos pedir comida o una pizza, lo que tú prefieras.
—Pizza me parece bien —asintió con una sonrisa—. Estoy tan feliz de que vivamos juntos ahora —cruzó sus brazos por el cuello del más alto, besando sus labios con dulzura, separándose un poco extrañado al ver que el pelinegro correspondía vagamente a su beso.
Volvió a besarle solo para quitar esas ideas locas de su cabeza, de seguro solo estaba cansado y por eso no lo tomaba de la cintura o acariciaba sus mejillas como lo hacía siempre. No iba a estar pensando en cosas extrañas, porque su subconsciente hacía de las suyas haciéndolo creer cosas que no eran.
¿Acaso Jungkook no quería besarle?
Tomó las mejillas del menor profundizando un poco aquel movimiento de labios, que la verdad sólo estaba protagonizando él. Sujetó las manos de Jungkook llevándolas a su trasero solo para comprobar que no estaba imaginando nada, Jeon solía ser un descarado cuando veía que él quería llevar las cosas un poco más lejos y nunca desprovechaba la oportunidad de estrujarlo entre sus manos.
—Espera Jimin, detente, mejor vamos a pedir la pizza —dijo quitando sus manos y alejándose un poco.
El mencionado lo miró con el ceño fruncido sintiendo su pecho doler. Al parecer Jungkook en verdad no quería besarlo. Puede que estuviera siendo un poco dramático, pero era demasiado extraño que ahora no quisiera hacerlo cuando generalmente siempre quiere pasárselo pegado a sus labios.
—¿Qué sucede Jungkook? ¿Por qué no quieres besarme? —cuestionó mirándolo directamente, sospechando que algo andaba mal cuando esté desvió la mirada.
—No sucede nada, solo mmm...tengo hambre —dijo rascando su nuca nerviosamente.
—¡No me mientas! ¿Acaso ya no quieres qué vivamos juntos? ¿Es eso?
—¿Qué? ¡No, por supuesto qué no es eso!
—¡¿Entonces qué rayos te sucede?!
El pelinegro bufó restregando su cara con ambas manos soltando un suspiro de frustración. Eso en verdad comenzó a preocupar a su novio.
—¿Por qué sigues conmigo? —frunció los labios al escuchar tal pregunta provenir de su pareja—. ¡Estoy enfermo, voy a morir! ¡¿Por qué no te fuiste como haría cualquier otro?! ¡No te merezco y no mereces pasar por todo esto!
—¡¿Pero de que estás hablando Jeon Jungkook?! ¿Por qué carajos ahora piensas en eso? —preguntó demasiado confundido—. Estoy contigo porque te amo demasiado.
—¡Es la realidad! ¡No podemos ni siquiera tener una cita sin que estés pendiente de mí y de mi salud! —gritó con impotencia.
—¿Acaso te molesta qué me preocupe por tu bien? —alzó una ceja, comenzaba a molestarse porque no entendía que pasaba con su novio.
—¡Mierda no! No es eso. Es que en primer lugar no deberías estar todo el tiempo preocupado por mi causa.
—¡Me preocupo porque te quiero!
—Él tenía razón —murmuró, siendo escuchado por el mayor que rápido se acercó a él.
—¿Él? ¿Quién tiene razón Jungkook?
—¡Ese imbécil de los hoyuelos!
—¿Namjoon? —ladeó la cabeza confundido.
Negó cuando de los ojos de Jungkook comenzaron a salir las lágrimas con rapidez, se acercó a él abrazándolo con fuerza acariciando su cabello.
—No sé que fue lo que te dijo ese idiota pero no le hagas caso Conejito, sabes que estoy a tu lado porque te amo más que a nada —besó cortamente los labios finos del contrario.
—No quiero hacerte sufrir —dijo en voz baja sollozando -te amo Jimin.
—Si supieras que voy a morir...no sé, en una semana ¿qué harías? —preguntó haciendo que el más alto lo mirara directo a los ojos.
—Yo...intentaría hacerte muy, muy feliz esos días —enunció al instante.
—Lo mismo pasa conmigo —explicó acariciando con sus pulgares las mejillas del chico—. Quiero hacerte muy feliz mientras pueda, no importa lo que suceda después. Te aseguro que cada maldito segundo de sufrimiento y cada lágrima que expulsen mis ojos habrán valido completamente la pena.
—Te amo tanto.
—Yo también te amo —sonrió—. ¡Ahora bésame bien, Jeon Jungkook!
Hola ^^
Nuevo cap hoy en compensación por haber tardado tanto en actualizar
Espero les haya gustado. No se olviden de votar y comentar. Besos 😘
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