2: Quiero conocerte
—¡Ya pasó una semana! —se quejó el castaño haciendo berrinche bajo la mirada atenta de su mejor amigo—. ¡He ido cada día a ese estúpido lago y nunca lo encuentro!
—Ya deja de actuar como un niño Jimin —le regañó su amigo—. No puede gustarte alguien a quien solo viste una sola vez.
—No lo entiendes Yoongi ¡Es el chico más apuesto qué he visto en toda mi vida! ¡Y su risa es tan linda! —suspiró llevando ambas manos a sus mejillas sintiéndolas calientes.
En verdad no entendía a esas personas que pensaban que debía pasar "x" tiempo para sentir algo por alguien. El veía la vida de otro modo. El amor tiene muchas dimensiones y formas, y cada persona era un mundo distinto, con diferentes emociones y sentimientos diversos. Mientras unas pueden pasar años juntos y no sentir nada, otras, como él, sentían las cosas de manera tan intensa que les era difícil dejar de lado su sentir. Si le gustaba alguien iba a por ello, y listo, si no funcionaba ya cargaría con las consecuencias de ello.
—O sea que solo te gusta por su apariencia —el pelimenta alzó una ceja.
—¡No! Ya te dije que tenía una linda risa, además, él...estaba tan triste, ese día le habían dicho que tenía leucemia y parecía devastado —agachó la mirada jugando con sus pequeños deditos.
—Es obvio que debía estar triste, no vas a ponerte a saltar de felicidad si te dicen que tienes cáncer —dijo con tono irónico recibiendo una mirada asesina del ojiazul.
—¿Te crees muy chistoso cierto? Solo quiero conocerlo, y podría ayudarlo a sobrellevar su enfermedad, el amor siempre da esperanzas —el tono ilusionado con el que habló solo causó arcadas en el contrario. Definitivamente su mejor amigo tenía algún defecto en la sinapsis*.
—Sabía que eras tonto, pero no pensé que tanto —le golpeó en la frente—. ¿Cómo planeas conquistar a un chico con cáncer? ¿Eres idiota? ¿Qué piensas hacer cuando muera?
—El no va a morir, tu tío se curó, él también lo hará —sonrió.
—¡No todos tienen la suerte de mi tío idiota! —le regañó—. ¡No sabes qué tipo de leucemia tiene, tampoco si ya hizo metástasis o comenzó a tiempo su tratamiento!
—¿Qué mierda es metástasis? Además no te vengas a hacer el inteligente conmigo sólo porque eres doctor —le dió un golpe en la nuca.
—¿Sabes qué? ¡Haz lo que quieras! ¡Después no digas qué no te lo advertí!
—¡Yah! No te enojes, vamos a comer algo —se puso de pie y tomó su billetera junto con las llaves de su auto.
—Definitivamente eres un caso, Park Jimin —negó con la cabeza mientras lo seguía.
Subieron al auto, con Min conduciendo, irían a la cafetería que tanto les gustaba, ya que ahí servían los mejores cafés de toda Corea, a su entender.
Llegaron y buscaron una mesa, a los pocos minutos una chica fue a tomar su orden. Estuvieron hablando tranquilamente hasta que una cabellera negra llamó la atención del castaño.
—¡Yoongi! —susurró emocionado cuando vió la cara del chico pelinegro y confirmó que era Jeon Jungkook, la persona que lo había encandilado una semana atrás— ¡Es él! ¡Es Jungkook! —susurró medio gritando.
—¡Wow! Es muy apuesto —susurró viendo al chico alto y delgado que acababa de entrar a la cafetería, llevaba una camiseta azul oscura, por dentro de unos jeans negros rasgados en las rodillas, una chaqueta negra por encima y unas botas negras, sus orejas estaban adornadas por varios aretes y sus manos por un par de anillos, parecía un jodido modelo, pensamiento que se veía apoyado por su figura esbelta y delgada.
—¡Hey! Yo lo vi primero —se quejó su amigo viendo que se había quedado mirándolo embobado, y es que ahora entendía a Jimin, el chico era un dios griego, esos jeans se ajustaban a sus muslos de una manera...
—Creo que alguien se te adelantó Jimin— murmuró al ver a otro chico entrar y pasar un brazo por los hombros del pelinegro.
—¡¿Qué?! Pero...no, nadie se resiste a Park Jimin, no me importa si tiene novio, sabes que siempre consigo lo que quiero —se puso de pie, arreglando su ropa.
—Oye ¿qué vas a hacer? —peguntó sabiendo lo que era capaz de hacer su mejor amigo.
Solo lo ignoró y caminó, acercándose a la mesa donde estaban sentados los dos chicos.
—Hola, —saludó con una sonrisa mirando fijamente a Jungkook— ¿te acuerdas de mí?
—Hola...Jimin cierto? —preguntó haciéndose el confundido, obviamente lo recordaba, es muy difícil olvidarse de un chico tan bonito como aquel.
—Si, te ví aquí y decidí saludarte, vine con un amigo —señaló hacia Yoongi quien solo alzó la mano en forma de saludo cuando los tres se voltearon a verlo.
—Y...¿querías algo?
—Digamos que solo es un nuevo intento de obtener tu número —dijo con una sonrisa coqueta en su rostro, teniendo poco en cuenta al acompañante del menor, de alguna forma debía confirmar si eran algo, aunque recordaba claramente que el pelinegro le dijo que él no era un chico de relaciones.
—Jungkook dale tu número, se nota que el chico quiere conocerte —dijo de forma divertida su hermano frente a él. Ahí el rubio notó que no eran nada, porque de serlo su reacción hubiera sido otra.
—¿Ves? Deberías hacerle caso a tu amigo —imitó el tono de Jin.
—Es mi hermano —hizo una pausa—, él es Seokjin.
—Un gusto, cuñado —Jin comenzó a reír, el chico se veía muy seguro de sí mismo, le caía muy bien, le gustaba mucho su actitud confiada.
—¿Oye en qué momento nos hicimos novios? —le preguntó mirándolo con el ceño fruncido.
—Ya te lo dije antes, en un mes estarás llamándome novio.
—Eres muy divertido ¿sabes? —murmuró Jungkook soltando una pequeña carcajada—. Bien, te daré mi número.
—Mejor aún ¿por qué no salen y caminan un poco? Así podrán conocerse mejor —comentó Jin con una sonrisa ladina. Ayudaba a Jimin porque deseaba que Jungkook fuera feliz al menos estos últimos meses, y tal vez un chico con la alegría y carácter de Jimin era lo que necesitaba su menor para irse en paz.
—Me parece una idea genial.
—¿Y qué harás con tu amigo? —preguntó mirando a Yoongi, quién jugaba con su celular aburrido.
—Yo le haré compañía, ustedes váyanse tranquilos —Jimin sonrió mostrándole la mano a Jungkook para que la tomara, pero este solo se puso de pie y salió de la cafetería.
Jimin suspiró haciendo un puchero, Jungkook era muy frío, o el era demasiado intenso, no sabía bien, pero esa actitud de Jeon debía cambiar de una manera u otra.
—Puede parecer algo serio pero cuando lo conoces bien es toda una masita tierna —dijo Jin poniendo una mano en su hombro.
—Ahora ve antes de que se arrepienta —asintió y salió, encontrándose a Jungkook afuera.
—Y bien...¿a dónde iremos?
—Puede ser a cualquier lugar, solo quiero hablar un poco contigo, conocernos un poco —se encogió de hombros restándole importancia.
—¿De qué quieres hablar?
—Ya sé cómo te llamas y tú edad...mmh ¿en qué trabajas?— preguntó metiendo sus manos a sus bolsillos mientras comenzaban a caminar sin rumbo específico.
—Soy pintor, me gradué hace un año de la Universidad Nacional de Artes— profirió sorprendiendo al castaño.
—¡Wow! Eso es genial, podrías pintarme algún día, puedo ser tu musa siempre que quieras —expresó con tono seductor mirando de reojo al contrario.
—Serías una gran obra de arte —dijo Jungkook con un tono indiferente haciendo que Jimin se emocionara y detuviera la caminata.
—Y decías que no te gustaba —habló con tono divertido.
—Nunca dije que no me gustabas, eres muy apuesto, tus facciones son hermosas, lo que dije fue que no quería una relación —aclaró, haciendo que al chico se le enrojecieran las mejillas.
Ok, puede que Yoongi tuviera razón y se ilusionara demasiado rápido, pero era imposible no sentir su corazoncito acelerarse cuando un chico tan apuesto como lo era Jungkook lo elogiaba de tal manera.
—Puedo hacerte cambiar de idea —se acercó bastante al más alto.
—Estás invadiendo mi espacio personal.
—Tú sonrisa me dice que no te molesta eso —susurró.
—Ya, enserio, aléjate —dijo apartándose y retomando la caminata. Jimin suspiró derrotado, nunca antes había pasado tanto trabajo para conquistar a alguien.
—¿Por qué no quieres una relación? ¿Alguien te hizo daño en el pasado? —preguntó con tono curioso.
—Estoy enfermo Jimin, ahora no tengo cabeza para relaciones —Jungkook empleó un tono seco que hizo que el castaño frunciera el ceño.
—¿Te molesto? Si es eso solo dilo —paró de caminar viendo serio a Jeon.
—No es eso, solo no insistas más en eso, no me gusta hablar de ello.
—Entonces de qué quieres hablar? —preguntó siguiéndolo unos pasos por detrás.
—Deberíamos descansar un rato, no debo...
—¡Mira! ¡Vamos al parque de diversiones!- señaló la enorme instalación y tomó la mano del pelinegro con fuerza para comenzar a correr.
—Espera Ji-Jimin, no puedo... —Jungkook intentaba hablarle a Jimin pero este debido a su emoción no le estaba escuchando y seguía halándolo para que corriera— ¡Jimin!
Al escuchar al otro gritar se detuvo, mirándolo con preocupación al ver al chico llevar una mano a su pecho mientras respiraba con dificultad.
—¿Jungkook? ¿Qué sucede? —se acercó rápido a él, sosteniendo su brazo mientras el chico intentaba respirar con tranquilidad.
—No puedo correr —murmuró luego de unos minutos—, me falta el aire.
—¡Oh lo lamento mucho! ¡Debiste decirme! —dijo angustiado, lo que menos quería era empeorar la situación de Jungkook. En ese momento se prometió que apenas llegara a su casa buscaría en las redes todo lo que tuviera que ver con la enfermedad del menor, o tal vez hablaría con Yoongi.
—Ya, estoy bien —suspiró.
_Mejor vamos a sentarnos —tomó nuevamente la mano del chico llevándolo hacia el banco de un parque.
—Oye ¿este no es el parque...?
—¿Dónde nos conocimos? Sí, es este
—¿Dónde está el lago? —preguntó mirando alrededor.
—Está del otro lado, después de aquellos árboles —los señaló y el pelinegro asintió.
Pasaron el resto de la tarde platicando y conociéndose el uno al otro, y para cuándo el sol comenzó a ocultarse intercambiaron números, prometiendo encontrarse para salir al día siguiente.
Sinapsis*: es una unión intercelular especializada entre neuronas o entre una neurona y una célula efectora (casi siempre glandular o muscular).
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