—¡Se nos hará tarde por tu culpa, Jimin! —exclamó perdiendo la paciencia—. ¡Estás hermoso así Bichito, no tienes qué maquillarte!

—¡Yah, está bien! Ya estoy listo, no me regañes más —dijo con un puchero tomando la maleta.

—No te estoy regañando Jimin, solo no quiero que se nos haga tarde —se acercó al más bajo dándole un besito en los labios, seguido de uno un poco más largo.

—Se nos hace tarde.

Ambos partieron hacia la estación de trenes, debían estar allí a las 9:00 am pero Jimin se había levantado tarde y se había tardado mucho escogiendo la ropa que se pondría, Jungkook se aseguraba de apresurarlo pero parecía que estaba hablando con cualquiera excepto con Jimin, tal vez la pared le hubiera hecho más caso.

Llegaron a la estación justo a tiempo para montar en el tren antes de que se fuera. Se sentaron uno junto al otro y Jimin sacó sus audífonos para escuchar algo de música. Unos minutos después Jungkook terminó recostando su cabeza en el hombro del castaño y quitando uno de sus audífonos para el también oír un poco de música. Sonrió al escuchar la melodía de Home, de Gabrielle Aplin.

'Cause they say home is where your heart is set in stone
(Porque dicen que el hogar es donde tu corazón está grabado en piedra)

It's where you go when you're alone
(Es donde vas cuando estás solo)

It's where you go to rest your bones
(Es donde vas a descansar tus huesos)

It's not just where you lay your head
(No es solo donde pones tu cabeza)

It's not just where you make your bed
(No es solo donde haces tu cama)

As long as we're together, does it matter where we go?
(Mientras estemos juntos, ¿importa a dónde vayamos?)

—Jimin...

—Mmm —hizo un sonido para que supiera que lo estaba escuchando.

—Tú eres mi hogar —murmuró cerrando los ojos para dormir un rato.

Una pequeña sonrisa se dibujó en el rostro del mayor, mirando de reojo a Jungkook tratando de dormir, con cuidado viró un poco su rostro y dejó un beso en la mejilla del pelinegro viéndolo sonreír un poco.

—Te amo tanto, Jungkookie —susurró cerrando sus ojos también para dormir.

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—¡Conejito! —sintió como alguien lo removía con absolutamente nada de delicadeza—. ¡Jungkook!

—¿Eh? —abrió los ojos con lentitud, frotándolos para espantar el sueño—. ¿Qué pasa? —cuestionó con tono adormilado.

—Ya llegamos.

—¡Oh!

Miró como solo quedaban un par de personas, se estiró en el asiento aún medio dormido y bostezó, todo bajo la mirada divertida del castaño.

—Eres un perezoso Jungkookie —rió llevando una mano a su boca.

Cogieron sus maletas y terminaron pidiendo un taxi para ir hacia la casa de los padres del mayor, la cual sería su primera parada. Al llegar Jungkook miró a Jimin sintiendo sus manos sudar de los nervios que tenía.

¡Iba a conocer a sus suegros!

—¿Y si no les caigo bien? ¿Que tal si no les agrado y te prohíben estar conmigo? —preguntó de forma rápida, casi inaudible.

—No seas tonto Conejito, estoy seguro de que van a adorarte tanto como yo —dijo besando sus labios por unos segundos—. Solo sé tu mismo.

—Bien —soltó un suspiro y bajaron del taxi tomando sus maletas.

La casa de los padres de su novio no era muy grande pero si era muy bonita y acogedora, el jardín estaba lleno de flores de todo tipo y color, la hierba verde y bien podada y un camino al centro que te guiaba directamente hasta la casa.

—Mi padre puede ser un poco pesado, el aún no acepta del todo que me gusten los chicos —dijo haciendo una mueca, y al mismo tiempo logrando que los nervios del menor aumentaran—, a pesar de que él está casado con uno.

—¿Y me dices eso ahora? —medio gritó, medio susurró causando que Jimin riera, Jungkook podía ponerse muy histérico cuando estaba nervioso—. De haber sabido hubiéramos ido directo a casa de mis abuelos.

—No estés nervioso, todo saldrá bien, le he hablado mucho a papá sobre ti y está loco por conocerte.

—¡Espera un segundo! ¿Tienes dos papás? —el castaño asintió—. Pero solo tienes fotos con un hombre castaño en tus retratos, py se veía bastante amable.

—Oh, ese es papá, él fue el que...ya sabes, se embarazó. Mi padre no es muy dado a sacarse fotos —dijo justo antes de tocar el timbre.

Al instante, como si la persona tras la puerta hubiera adivinado que estarían ahí, esta se abrió dejando ver a un hombre de cabello castaño y mejillas abultadas, la viva imagen de Jimin, a excepción de los ojos azules.

—¡Jiminie! —exclamó el hombre emocionado, abrazando fuerte a su hijo y besando su cabello varias veces.

—¡Bu-buenos días! —hizo una reverencia y escuchó la risita que soltó el papá de su novio.

—Tú debes ser Jungkook —dijo con una sonrisa—, Jimin me ha hablado mucho de ti.

—Basta de saludos, déjanos entrar —dijo el castaño menor al ver a su novio temblar.

Ambos se adentraron a la casa y fueron conducidos por el mayor de los tres a la antigua habitación de Jimin.

—Imagino que querrán dormir juntos, así que no me molesté en arreglar la habitación de invitados.

—No hace falta papá —restó importancia haciendo un ademán con la mano.

—P-por mí está bien —tartamudeó torpemente el pelinegro, aún un poco nervioso por la presencia del señor Park. Quería darle una buena impresión pero hasta ahora solo se ha comportado como un tonto por culpa de sus nervios.

—Eres muy tímido —profirió el padre de su novio mirándolo, intentando aguantar la risa.

—Si claro, tímido —masculló Jimin rodando los ojos, esa no es una palabra con la que describiría a su novio.

Luego de acomodar las maletas y Jimin darle una intensa charla sobre su actitud a Jungkook, principalmente regañándolo por comportarse como si alguien le estuviera haciendo un examen, fueron hacia la sala de estar donde se encontraba el papá del castaño junto a otro hombre. Llevaba un traje y era muy alto, cabello rubio y ojos azules, estaba muy serio y tenía el ceño fruncido, mirándolos a ambos de arriba a abajo, pero principalmente a él.

—Hola padre —dijo y se acercó al hombre dándole un abrazo bastante incómodo a su parecer—. Él es Jungkook, mi novio.

—U-un placer —volvió a hacer una reverencia con la inquietud de antes aflorando nuevamente en su cuerpo, el hombre era demasiado serio, de seguro lo echaría de su casa a la primera oportunidad.

¡¿Qué me has hecho Park Jimin?! ¡Yo no era así!

—¿Quieren comer algo? De seguro tienen hambre —dijo el castaño mayor para terminar con la atmósfera tensa que se había formado en cuestión de segundos.

—Claro, vamos Jungkookie —Jimin lo tomó de la mano y siguieron a los mayores hacia el comedor, él más bajo ayudó a su papá a acomodar la mesa y servir los platillos y luego todos se sentaron.

—¿Cuantos años tienes Jeon? —cuestionó el padre de Jimin.

—Veinticuatro señor.

—¿Qué carrera estudiaste?

—Mmh —carraspeó—, me gradué de la Universidad Nacional de Artes de Seúl, soy pintor —respondió tragando saliva audiblemente.

—¿Eso siquiera es una profesión? —cuestionó alzando una ceja y mirando a su hijo.

Quizás fue la forma en que lo dijo o la mirada despectiva que le dió ese señor a su lindo novio, no sabría decir muy bien, de lo único que estaba consciente es que toda la inquietud que en un momento tuvo se esfumó, dando paso al Jungkook frío y con esa honestidad insoportable que se carga.

—Por supuesto que lo es —espetó de forma seria.

Definitivamente no permitiría que cualquiera viniera a hacerle menos por estudiar lo que amaba, porque una de las cosas que más amaba después de Jimin y su familia era pintar, el dejar sus emociones impresas en papel y que las personas pudieran interpretar el significado y el misterio detrás de cada uno de sus cuadros.

—¿Puedes mantener una familia con tu trabajo? —preguntó con un evidente tono de burla en su voz.

—En este momento no tengo trabajo, dejé el puesto que tenía...

—¡Ja, perfecto! Nuestro hijo piensa hacer su vida con un desempleado bueno para nada —le cortó, mirando al castaño con desaprobación.

—¡Padre!

—Cariño por favor.

—Disculpe que le hable así pero ¿quién se cree para hablar así sobre mi vida? —manifestó irguiéndose en su silla—. Tal vez para usted el sacrificio y paciencia que empleé durante los años que estudié mi carrera no signifiquen nada porque es un ignorante, pero de seguro muchas personas si saben apreciar una buena obra y con ello me basta.

»Ser pintor no es tan simple como dibujar en una hoja, es pintar emociones, sentimientos, buscarle la belleza a cada cosa, objeto o persona, sin importar lo feo que pueda parecer, es imprimir amor, tristeza, decepción, ira...emoción en cada uno de los trazos, una mezcla de esperanza, cariño y escencia en cada color que se emplea. Es mostrar a quién lo observa la mente del pintor al desnudo, dejar expuesto cada pensamiento que pasó por su mente, su forma de sentir e incluso, su vida misma, porque si de algo puede estar seguro es que cada una de mis pinturas lleva un poco de la pasión que siento hacia mi profesión. Me parece ofensivo que habiendo artistas como Picasso o Gustavo Courbet usted piense que ser pintor es una pérdida de tiempo.

Le dió una mirada de disculpa a Jimin y se puso de pie, abandonando el comedor dejando un absoluto silencio en el lugar. Unos minutos después el castaño entró a la habitación con un rostro serio.

—Bichito perdón...yo solo...

Se vió interrumpido por los pomposos labios de su novio que apresaron los suyos con desesperación, quedó un poco de desconcertado al inicio pero luego lo tomó por la cintura correspondiendo al apasionado beso.

—Te amo, te amo, te amo —repitió besando una y otra vez el rostro del pelinegro—. Nadie jamás había puesto a mi padre en su lugar como tú lo hiciste, estoy orgulloso de ti.

—¿No estás enojado por todo lo qué le dije? —murmuró confundido.

—¡Claro que no! Creo que inclusive lo hiciste avergonzarse por sus pensamientos —exclamó mirando al menor con una sonrisa—. Quiere disculparse contigo, te espera en su oficina.

Jungkook se dirigió al lugar indicado por Jimin, aún un poco dudoso de que en verdad el padre de su novio quisiera disculparse pero al final no perdía nada con escucharle.

—Jungkook perdón si te ofendí de alguna manera —comenzó el mayor una vez entró en el lugar—. Soy un padre que quiere lo mejor para su hijo, sé de primera mano lo homofóbicas que pueden llegar a ser las personas y no quiero que pase por lo mismo que yo.

—Le puedo asegurar que amo a Jimin más de lo que me amo a mí mismo, no voy a permitir que le hagan daño —dijo con una firmeza que esfumó todas las dudas del mayor.

—¿Prometes qué no lo harás sufrir?

—Yo...no puedo prometer eso —expresó con sinceridad—. Incluso creo que lo haré sufrir más que nada y romperé su corazón en mil pedazos.

—¿A qué te refieres? ¿Dices que lo amas pero qué lo harás sufrir? No se daña a alguien a quien quieres Jungkook.

—Lamemtablemente no está en mis manos, es inevitable —bajó la mirada hablando despacio—. Estoy enfermo señor Park, y Jimin aún sabiendo que no tengo mucho tiempo decidió quedarse a mi lado, debería estar orgulloso de la gran persona que es su hijo.

—Y lo estoy —asintió un par de veces—. Jimin es mi único hijo, y a pesar de todo lo amo y no quiero que sufra.

—Solo puedo prometerle algo...y es que durante el tiempo que me queda lo haré lo más feliz que pueda.

He estado súper ocupada estos días pero al fin logré terminar el capítulo, espero que les guste y gracias por los votos y los lindos comentarios, no tienen idea de lo feliz que me hacen 🥰

Espero poder actualizar pronto. Besosss