Capítulo 8: Dates
–Confieso que creí que en verdad tenías una moto – comenta una vez divisan la cafetería que propuso el de tatuajes que anda a su lado –. El típico chico malo y busca problemas que fuma portando una chaqueta de cuero negra debe manejar, como mínimo, una Harley para dar la imagen completa.
–Tuve una, en realidad... Digamos que las deudas no se pagan solas en casa – sonríe ladino, cediéndole el paso al más pálido para que entre al local. Éste aparenta intriga, pero se mantiene callado en lo que escogen una mesa y chequean el menú. La tarde estaba bastante amena, la brisa, el ajetreo típico de la ciudad a esa hora era más controlado, y el visto bueno de que el mayor no le estaba rechazando por los momentos –. Apuesto a que te topaste con el rumor de que la estrellé contra una comisaría, que la quemé o que un vagabundo me la robó en uno de los bares de mala muerte en los que vivo malgastando mi tiempo.
Yoongi bufa con un entornar de ojos.
–A la gente le gusta inventar cada porquería barata. Escuché la segunda versión el mes pasado.
–Así que oíste de mí antes.
–¿Tú no escuchaste de mí?
–Somos populares entre los marginados, sí – confirma con tono hilarante. La mesera viene hasta ellos, ignora por completo lo nerviosa que se puso con él, más centrado en el de ojos gatunos –. Te gusta mucho el café con doble de azúcar, ¿No?
–¿Cómo sabes eso? – pregunta con una ceja elevada, apartando la carta –. No recuerdo habértelo dicho.
–Lo sé, me lo imaginaba solamente – intenta restarle importancia a su metida de pata –. En fin, dos helados y dos cafés expresos.
–Por supuesto, sean bienvenidos. ¿Sabores de sus helados?
–Chocolate con galletas.
–Banana chip.
La jovencita anota y sonríe radiante para el ojos café que ni siquiera la nota, concentrado en el enigmático cabello negro que examina la ventana a su costado. Se marcha con un puchero desilusionado por ser ignorada y los deja solos nuevamente.
–Si nunca antes te interesé, ¿Por qué de pronto lo hice?
La pregunta le toma desprevenido, como la mirada sobre la suya. Parpadea y la aparta en tiempo récord.
–Lo que dijiste en la clase del señor Kim, sobre el sistema y esas cosas – inventa ágilmente con el primer recuerdo en su memoria –. Ustedes dos parecen codearse bastante bien fuera de clases.
–Es amigo de papá, y es un buen tipo – contesta con transparencia, concentrado más en el resto –. ¿Dices que mis opiniones rebeldes y de disturbio no te asustan?
–¿Es tu estrategia?
–¿Sobre qué?
–No lo sé, ¿Por qué sostienes tu imagen con el resto? Todos lo hacemos por un motivo u otro
Yoon lo analiza con una boconada de aire, liberando un poco de la misma.
–No encuentro atractiva la idea de encajar para agradar o por aprobación. No quiero hacer lo que esperan de mí, ¿Por qué vivir para otras expectativas en lugar de las mías?
Jungkook lo comprende de inmediato.
–Decepcionas desde el inicio y luego lo arreglas si te importan. Es más fácil ser tú mismo de esa manera sin involucrarte demasiado, ¿Cierto?.
Yoongi afirma, al parecer el dongsaeng es inteligente y rápido para deducir.
–Algo como eso, sí.
–Bueno, lo arruinaste – por lo perdido que luce Min, añade con suavidad: –Nunca me has decepcionado a mí.
El momento de miradas que comparten se interrumpe por la mesera, por segunda vez, quien deposita los pedidos y se larga al mostrador con resignación de no ser captada por el apuesto chico alto de tatuajes en la mesa.
Gi se concentra en comer de su helado para desplazar las sensaciones patéticas que el mocoso le estaba ocasionando con sus cosas. Incluso, se pone un tanto en defensa.
–No he olvidado tu rechazo del sábado, niño...
–Fui un idiota, no lo niego. Simplemente creí que no era el momento ni la ocasión, Yoongi – libera una boconada corta, probando su propio helado –. No fue mi intención humillarte o hacerte sentir rechazado.
–Es lo que no logro comprender contigo – se rinde con honestidad –. Actúas de una forma y luego de otra, no sé qué versión de ti creer. Es decir, pensaba gustarte y luego...
–Me gustas – adelanta tan simple que él mismo se sorprende de esa convicción, dejando al contrario mudo en plena oración. Comienza a experimentar un hormigueo en su interior y le es algo complicado manejar el asunto, como si fuese un inexperto en ese campo. Lo mejor era ser claro, sin rodeos –. A veces no tengo idea de cómo actuar a tu alrededor. No eres tan fácil de convencer como al resto.
El azabache procesa la información dada durante un minuto, Jungkook es obvio que no se anda por las ramas y no teme a ser sincero con sus pensamientos, pero aquello le recuerda que, aunque sea un rasgo que comparte con él, no es tan fácil cuando se trata de relaciones humanas que involucran el llamado "romance"; hablar sin tapujo es lo suyo, sólo que esto es otro terreno sinuoso que no sabe pisar.
Más vale ser franco entonces.
–Sólo me importa que seas como eres, sino, ¿Cómo supones gustarme?
–¿Aún no te gusto?
–¿Qué buscas conmigo?
Bueno, decirle la verdad no es una opción, y en realidad, ahora mismo se cuestiona lo que buscaba. La idea era salir con él hasta que fuera el baile, según Taehyung, para eso le pagaron y por ello ayudaba al chico, pero nadie dijo que se hicieran pareja o algo por el estilo.
¿Qué quiere con Yoongi? Ni siquiera lo entiende, ¿Ese hyung le gusta? Porque de no hacerlo, no estaría dándole tantas vueltas y lo tomaría como a cualquier otro, no hubiese sido tan honesto cuando se lo dijo un minuto atrás, y no dudaría ahora de responderle.
–Conocerte, que me conozcas, pero en serio – otorga por la tangente, porque la mirada inquisitiva del ojos gatunos le inquieta por dentro –. Nunca he tenido relaciones serias o estables, pero no soy un patán.
–Has salido con chicas y chicos antes de tener sexo con algunos y ya, siempre dejaste todo claro, ajá – expone el libreto con rectitud. Eso era lo típico, y ya había visto a Kook saliendo con personas en el pasado, su atención en el resto de los estudiantes era nula, el castaño nunca fue la excepción, pero recuerda topárselo años atrás con algunos ligues de temporada –. No espero menos considerando que es lo que la mayoría hace, tampoco te juzgaré o me haré pasar por un santo, pero si consideras que yo busco algo como eso, pierdes tu tiempo, Jeon.
–No te estaría invitando a una heladería de buscar exclusivamente algo así, ni te hubiese rechazado un beso de quererlo. Yoongi, acabo de hacer el ridículo delante de toda la escuela. Nunca hice eso antes, jamás hice algo así, por nadie – presiona creyéndose su propia mentira. Estaba actuando demasiado bien, porque se convence de que lo que dice es su única verdad–. . Rara vez salí con personas del instituto, no me gusta mezclar ambas vidas, pero no puedo ignorar que me gustas. Dejé de fumar porque lo odias, porque quiero estar sano de esa porquería desde que dijiste que Jieun lo detestaba
No es del todo falso, si bien lo hizo por el plan, Yoon lo hizo meditar su vicio y tratar de dejarlo por el bien de su familia.
Por este motivo anterior, Min no lograba hallar rastro de falsas intenciones en Jeon. Bajó su guardia y soltó una sonrisa suave, no niega que está halagado.
–No te prometo nada...
–Pero...
–Tienes una oportunidad, que espero no arruines – completa mediante una probada a su postre –. Nunca nadie fue tan persistente conmigo como para hacer locuras como tú. Te suma un punto por ser tan molesto como un grano en el trasero.
Jungkook ríe entre dientes, apartando un rato la culpa por no mostrar la verdadera cara de la moneda, o no por completo. Queriendo detener sus pensamientos, se enfoca en el que prueba el dulce con diligencia, las expresiones del chico le dejan entretenido; parece un gato relamiendo el azúcar de sus labios. Estaba disfrutando realmente el instante junto a él, no es fingido.
–Salgamos un par de veces, no hay nada que perder para ti. En cambio, yo deberé sufrir de un corazón roto si me rechazas, ¿No es duro ya?
–De acuerdo, trato hecho – acepta con ese mismo tono bromista que usó el dramático menor. Alza la vista por la falta de modulación del otro, y lo atrapa mirándole tan fijamente que se pone un poco nervioso, encogiéndose con recelo en su silla –. ¿Qué?
¿Será que se ensució como Jimin comiendo un simple helado?
–La luz de la ventana hace que tu cabello brille y tus ojos se vean más intensos – reflexiona con una sonrisa genuina, quitando con su pulgar un exceso de helado en la comisura del más pálido y llevándoselo a la boca sin ninguna intención coqueta o para molestarle, simplemente como algo casual que le nació hacer –. Sí que te gustan las cosas dulces, hyung.
Yoon se paraliza unos segundos con el rostro caliente, hasta que frunce el entrecejo y agacha el rostro para evitar ser atrapado.
–Mamá dice lo mismo cuando el sol me ilumina...
Otra vez desea indagar por más de las anécdotas contadas a medias, y de nuevo se calla, optando por mejor apreciar al azabache cuando éste no se da cuenta y desvía el tema con rapidez, dejando su comentario anterior en el pasado. Kook se pregunta a sí mismo cuánto lo han dañado como para cerrarse de tal forma, sobre todo con los chicos.
Y Yoon se pregunta cómo es que Jungkook ha logrado hacerlo ceder, y en qué punto estaba empezando a gustarle tanto ese mocoso que apenas hace pocas semanas comenzó a tratar...
✩
–¿Dónde estabas?
–En la heladería.
–Viniste con ese chico caminando, los vi por la ventana.
Yoongi exhala con fastidio camino a la cocina para tomar un vaso de agua.
–Papá, te recomiendo que investigues actividades recreativas o que te registres en una página de citas, porque tu falta de vida social te está volviendo aburrido y predecible.
Namjoon se interesa por la última sugerencia y lo demás pasa a segundo plano, trata de actuar natural para no verse sospechoso.
–Entonces opinas que debería salir con alguien más.
–¿Eh?
–Si lo mencionas es porque no rechazas la idea, ¿Cierto?
–Pues, es tu vida – contesta con sutileza, observando a su padre y su raro cambio de comportamiento –. ¿Olvidaste que preguntabas por Jeon o...?
–¿Me vas a dar detalles?
–No.
–No tiene caso entonces interrogarte – concluye con desgano –. ¿Tu hermano se enteró que saliste?
–Te preocupa el que salga con alguien si sabe que yo estaba con Jungkook – comprende al instante tanto empeño, lavando el vaso en lo que aporta: –. No es posible que lo controles en todo momento, papá.
–Antes lucías más feliz de mi decisión
–Porque ahora sé que ya no está bajo el hechizo del idiota de KimJong-in, se defraudó – gruñe entre dientes, percibiendo la clara interrogante del intranquilo adulto. Resopla con pesadez por tenerlo que sacar a flote –. Ahora Jimin está con un chico aburrido que va a mi clase de ciencias, se llama Kim Taehyung. Por Jimin no te preocupes, por mí, mucho menos.
–Confío en ti para sobrellevar las cosas. Eres rudo y bastante centrado, hijo – Namjoon masajea sus ojos agotados, no notando la expresión que puso el menor ante sus palabras –. Jimin es frágil e inocente, tiene ilusiones del romance, me preocupa que no meta la pata...
El adolescente se acerca un poco, colocando con gentileza su palma en la espalda del más alto.
–Háblalo con él y confiesa lo que sientes para que lleguen a un acuerdo.
Nam suelta un quejido.
–¿Quiere decir que seguirás saliendo con ese chico Jeon?
–Tal vez... Así que debes cumplir el trato.
Con un abrazo rápido para su padre, Yoongi se va a las escaleras, dejando al hombre con un lloriqueo en la planta baja. Una vez está en su habitación, recibe un mensaje en su celular que le provoca una sonrisa inevitable.
Kook: La siguiente cita será este fin de semana, Hyung. Espero estés preparado ;)
Yoon: Espero que sepas manejarlo, mocoso ;)
Con un tarareo va hasta la ducha, recordando que su tarde fue bastante mejor de lo que quiso aceptar y de lo que inicialmente planeó.
✩
–Esto me encanta, siempre quise una cita en la feria – salta entusiasmado el rubio, abrazando fuertemente al oso de peluche que su cita le ganó, tras muchos intentos fallidos–. Sé que lo ideal es venir de noche, pero...
–La hora no importa mientras esté contigo, Jiminie – interrumpe con una sonrisa cálida que es imitada por el más bajito. La cita que sostienen ahora es una buena forma de concluir la semana de exámenes, el plan se le ocurrió porque aquella clase de sitios eran los ideales para el menor de los Park-Min. Lo comprueba mientras sus ojitos brillan con cada cosa que se topa en el parque, tarareando risueño a su lado. Es imposible no suspirar enamoradizo con semejante imagen –. ¿Seguro de que no tendrás problemas con tu padre?
–Bueno, todavía no le dije de nosotros – inicia con lentitud, como si hubiese hecho una travesura, y no está muy alejado de ello cuando estaba ahí por una excusa inventada. Por la cara del otro y la manera en la que se detiene, adelanta con un ademán de manos que intentan tranquilizarlo: –, pero lo haré pronto, lo prometo.
–Ya te dije que puedo presentarme y hablarle de mis intenciones nada indecentes.
–Prefiero hacerlo yo primero, Tae – contesta con todo el tacto posible, no quiere que se lo tome a mal o personal –. Papá es bastante obstinado cuando quiere.
Taehyung sisea con una mueca.
–Como tu hermano.
Jimin niega con sus comisuras apenas alzadas.
–No, él es más como mamá. Se parecen demasiado, en realidad.
Ante el silencio formado, el más moreno no logra apaciguar las dudas por ese misterio de Jimin, cada que trae el tema de su madre se ponía triste, o no sabe cómo más identificar el sentimiento por su expresión.
–Nunca hablas mucho de ella...
–Es un tema complicado – su voz sale en un susurro mientras toman asiento en una de las bancas frente al muelle. El paisaje era bastante bonito y romántico, incluso se atreve a reposar su cabeza en el hombro del más alto, inhalando el fresco aire y la loción contraria –. Yoongi era más cercano a ella, yo soy más como papá en algunas cosas, pero a pesar de todo... La extraño mucho.
–No tienes que decirme esto ahora si te afecta mucho, Jiminie.
El nombrado sonríe en lo que el castaño juega con sus manos con cierta timidez, enlazándolas para incorporarse y verlo a la cara.
–Prometo hacerlo en su momento. Quiero que me conozcas como yo te estoy conociendo a ti, Taetae.
–Nada me haría más feliz, Jiminie.
Estaban a punto de darse un dulce beso -con una cara bastante cursi-, hasta que el teléfono del ojis miel sonó y les ocasionó un sobresalto muy inoportuno.
Namjoon lo estaba llamando a las cinco en punto, y, con un gemido en protesta, Jimin tuvo que resignarse a salir directo del parque junto al ojos café, disculpándose con él porque aún no ha logrado resolver ese asuntito.
Al menos Yoongi le hace un favor saliendo con Jeon.
–Admito que no es la manera en la que imaginaba mi fin de semana, pero no me quejo.
Los dos adolescentes carcajean en lo que limpian el desastre que los infantes ocasionaron en la cocina una hora atrás; resumiendo el asunto, ellos saldrían al cine ese domingo, o iban a hacerlo, hasta que la madre de Hyeok ocupó a Min con su trabajo de niñero y el padre de Jeon hizo lo mismo con él y su hermanita, por lo que terminaron en una "cita doméstica" en la casa del niño.
No la estaban pasando tan mal, de hecho, improvisarían un cine en la sala tras terminar de hornear las galletas y preparar las botanas y palomitas. Los niños les sacaban varias carcajadas con sus ocurrencias y ellos mismos estaban viendo un lado más relajado del otro que les gustaba. Era cómodo y doméstico, algo que nunca antes experimentaron.
El resto de su semana en la escuela fue -en cierta medida-, hasta entretenida por haber unido fuerzas. Se comenzaron a juntar más entre horas libres para compartir un poco más y conocerse, y también juntos intimidaron un poco a los chicos que subieron el vídeo del espectáculo musical improvisado y lograron que estos lo eliminaran. Yoongi por su lado consiguió que el señor Lee no mandara a una correccional o evitara su graduación con su espectáculo topless en detención.
–No le convenía, dijo que como no informó lo que hice el mismo día, lo podrían tachar de cómplice, pervertido o gay. Con mala suerte lo clasificaban con las tres y su esposa lo dejaba por completo sin firmar siquiera el divorcio – contó el ojis negros el sábado cuando fueron al supermercado para comprar la alacena del de tatuajes.
–De igual forma, si Lee te acusaba, tengo cómo chantajearlo con su esposa.
–¿En serio?
–El tonto la engaña con el conserje. Tengo unas fotos por ahí en caso de emergencia.
Yoongi se ríe entre dientes por semejante espíritu malicioso que tiene el de sonrisa de conejo, eran una mezcla peligrosa. Caminando un poco más, su atención fue acaparada por los refrigeradores con cientos de postres dentro.
–¿Por qué no le llevas estos a tu hermana? Sé que adorará este sabor de helado.
–No está en el presupuesto, pero lo anotaré a la próxima – indica en lo que mentalmente saca cálculos de lo que colocó en el carrito, debía sacar y dejar unas cosas y poner prioridades, le apenaba tener que hacerlo frente a su acompañante, pero ya no podía escapar de ello, su padre le lanzó las compras a última hora porque estaba muy ocupado en su jornada ese día, y Yoon estaba con él casualmente –. Vamos al siguiente pasillo.
Ese sábado Yoongi descubrió que Jungkook tenía ciertos problemas económicos, y se sintió bastante mal por Jieun al ver que escoger entre adquirir sus cereales favoritos de arcoíris o unos lápices para la escuela, era complicado para su hermano. Motivo suficiente fue para que en esa visita del domingo le llevara de regalo a la de trencitas unas pinturas que no había abierto y le sobraban en su cajón, junto a unos cuantos dulces, cosa que el Jeon mayor le agradeció tanto que hasta lo puso algo apenado por su entusiasmo genuino.
–¿Te gustan azucaradas o con mantequilla?
–¿No conoces la respuesta, señor stalker? – Yoongi bromea, colocando despreocupadamente los platos en la encimera –. No me sorprendería enterarme de que guardas una lista entera con mis gustos, mocoso.
Jungkook se ahogó con la soda al oírlo, haciendo que el mayor le observe con confusión ante su reacción. Para suerte del de Busan, su hermanita les llama para poner la película y lo arrastra prácticamente tras terminar las palomitas y colocarlas en el bol.
La sala estaba lista, con luces apagadas, almohadas, sábanas, el televisor encendido, las botanas y los puestos distribuidos.
Niños en el suelo y grandes en el sofá.
–¿Esta película no es algo inapropiada para ustedes?
–¿Cómo Encantada puede considerarse inapropiada si es de Disney?
–Porque se besan y hay contacto, y esas cosas – su tono de obviedad le parece tan absurdo a Yoongi que termina haciéndole reír por lo bajo. Gira sus orbes por ello –. Como si tú no fueses hermano mayor.
–Pero mi hermano sale con un chico que piensa que el club de ciencias es necesario para respirar – aboga tomando un puñado de palomitas –. Y ya cállate, empieza la película.
No fue su elección principal, pero al estar con niños no era como si fueran capaces de poner el films de Zombies que a los dos les gustaba, o la saga de Los juegos del hambre, que le encantan tanto al pelinegro, porque los invadirían de preguntas tediosas que no quieren responder.
Durante la cinta se entretienen y divierten por las actitudes de los ruidosos infantes, los cuales le inspiran ternura a Min por lo cercanos que claramente eran, siendo cariñosos de una manera inocente en las escenas de romance o en las musicales. Incluso les sacaron risitas por lo demandante que era Jieun con el pobre Hyeok.
A Jungkook le gusta la manera en la que Yoongi mira a los niños, o a la película, cantando bajito para que él no se entere que es fan de Disney. Igualmente le agrada mucho que rocen sus manos en el bol y la forma en la que éste hace muecas de disgusto que se delatan falsas al percibir su sonrojo en la penumbra.
Viendo el romance de los protagonistas, los dos adolescentes sienten cierto cosquilleo en su estómago, no evitan mentalmente compararse con los personajes, y no les desagrada la idea, sólo que no lo proyectan; Min, porque eso sería admitir que le gustaba el menor, y Jeon, porque es admitir que estaba gustándole en serio el mayor.
–¿Podemos poner caricaturas?
–Un rato solamente, tienen tareas que hacer aún.
Los pequeños abrazan a su niñero con agradecimiento y se disponen a preparar el televisor posterior al final de la cinta. Los mayores aprovechan de limpiar y ver un poco la serie animada.
Tuvieron momentos a solas donde conversaron un poco de cosas triviales, y cada vez se sentían más sueltos y naturales entre sí.
–Si le tomas una foto, durará más, Koo.
Jungkook parpadea y aparta la vista del hyung a su lado, frunciendo el entrecejo por la risita traviesa de los infantes.
–Cállate, fastidiosa.
–Es que estabas sonriendo y viendo a Yoongi oppa sin pestañear, me preocupaba que te entrara una basurita en los ojos – Jieun da un puchero inocente, sonriendo en ilusión cuando su niñero se sonroja con vista apartada para disimularlo –. ¡Espera! ¡¿Son novios?!
–¿Qué? ¡No!
–Casi.
Los dos se observan mutuamente, Yoongi con enfado y Jungkook con gracia. Los pequeños se miran entre sí de igual forma y se burlan a osta de ambos adolescentes; esto acaba una vez los mismos los obligan a hacer sus tareas como venganza.
Más tarde, la madre de Hyeok llega y Kook tiene que irse con Jieun. Primero, caminan con Yoongi hasta su casa para acompañarlo, pues vive bastante cerca del niño al ser su vecino.
–Dice que algún día quiere teñirse el cabello como tú. Aunque últimamente lo has dejado negro, pero dijo que le mostraste varias fotos en tu teléfono – Koo le comunica a su hyung con un bufido en mofa. Su hermana dormía imperturbable en su espalda mientras la carga en el trayecto, pues a pesar de que eran las ocho, la noche anterior no durmió muy bien por una pesadilla que tuvo. Yoon le sonríe en lo que él añade: –. Eres su modelo a seguir, lo que se traduce a que ella me dará dolores de cabeza.
–Soy genial, admítelo.
–Sí, lo eres.
No acostumbrado a tales consideraciones y a esa clase de cumplidos. Por esto aparta la cara y juega con su llavero en un intento de distraerse y lucir inmutado, haciendo sonreír a Jeon a su lado.
–No la dejes del todo ser como yo – murmura divisando su porche. El carro de su padre no se hallaba, lo que significa que muy seguramente estaba en el hospital, así que no tuvo problema en dejar a Jungkook seguir con él hasta la entrada; no es como que igual le haga caso a su progenitor cuando está espiando, pero bueno, se ahorra las explicaciones o espectáculos –. Gracias por acompañarme, aunque no hacía falta.
El más alto se da cuenta del repentino cambio del mayor, le intrigaba.
–¿Por qué siento que a veces eres muy misterioso?
–Porque no nos conocemos del todo – se encoge un poco de hombros –. Avísame cuando llegues a casa, aunque puedo llevarlos.
–¿No te confiscaron tu auto? – enarca una ceja, a lo que el pelinegro entorna sus ojos.
–Sé donde están las llaves, mi padre es predecible.
El castaño libera una risa bajita, cuidando de no despertar a la princesa durmiente en su espalda.
–Prefiero no causarte problemas, estaremos bien – se instala entre ellos un silencio que no resulta incómodo, esto mientras conectan miradas frente al otro. Se inclina y besa la mejilla del más pálido luego de comerse la mente sobre cómo proceder. Al alejarse le otorga una última sonrisa ladina –. Buenas noches, hyung.
Yoongi también eleva un poco sus comisuras, viendo cuando el chico se aleja por la acera, dejándole esas sensaciones bochornosas dentro suyo.
–Buenas noches, mocoso...
✩
–¿No te incómoda que te vean de esta forma?
–¿Ahora te importa? Digo, fuiste el que me impulsó a acabar un poco mi reputación – remarca con tosquedad, sirviéndose su porción de lo que sea aquella masa homogénea que sirven en la cafetería; cree que son verduras con frijoles o algo así –. Espero que estés contento con Park.
La sonrisa tonta que se le formó al ojos cafés le responde antes de siquiera escucharlo.
–No existe mejor chico que él.
Jeon mentalmente opina que Yoongi era mucho mejor que su hermano, al menos desde su punto de vista. Aparta el pensamiento con una sacudida discreta.
–¿No han tenido problemas con las citas?
–Bueno... Jimin no le ha dicho a su padre todavía. Dice que quiere esperar un poco, pero gracias a eso hemos tenido que poner límites a nuestras salidas.
–¿Le planteaste dar la cara?
–No quiere, dice que prefiere hacerlo él porque su padre es muy sobreprotector – suspira tendidamente, tomando una gelatina para colocarla en su bandeja – En fin, es gracias a ti. De no ser porque lograste convencer a su hermano, no estaríamos saliendo ni a la esquina de su jardín.
–Me alegro que sea así – Kook masculla ya camino a su mesa, Tae a su lado siguiéndole el paso –. ¿Jong-in no les ha dado problemas?
–Está más entretenido con Kim Jennie desde la fiesta – espeta con sorna, de ser lo suficientemente fortachón como ese imbécil, le volaría su sonrisita de comercial –. Es un idiota.
–Tengo el presentimiento de que volverá a atacar cuando se aburra de ella. Debes estar listo.
–¿Crees que te diga algo?
–Tal vez, quien sabe.
–Demonios...
Tae comienza a preocuparse por la advertencia que suena de parte de Jeon. Su seguridad flaquea un poco, el otro a su lado parece notarlo, porque le da una palmada motivacional en su hombro.
–Oye, si a Park le gustas en serio, lo mandará al carajo, y honestamente creo que es lo que sucederá. No te preocupes, Taehyung.
Eso no lo ayuda demasiado, se calla decirlo porque el Jungkook ya se marchó a su propia mesa, más alejada y junto a Min.
✩
La semana continúa transcurriendo de buena forma, tranquila para todos; dentro de lo que cabe al ser estudiantes de preparatoria.
El viernes, Jimin se encuentra intrigado por su hermano mayor, pues se da cuenta que, en la escuela, luce más cercano con el tatuado de expresión intimidante que se atrevió a cantar en medio del campo escolar por ser aceptado por Yoongi. Se fijó también en que ha salido con Jeon en varias ocasiones, lo que le ha dado la oportunidad para hacer lo propio con Taehyung.
No es que sea entrometido, se dice mientras esa noche se dirige a la sala, oyendo cuando su mayor cuelga una llamada telefónica que lo dejó sonriente, sino que era un poquito curioso.
Yoongi sonrió hasta que se topó con Jimin, retomando así su actitud evasiva y distante, pero no parece ser captado por su hermanito.
–¿Saldrás con Jeon mañana?
–¿Preguntas porque eres un chismoso o porque tienes planes con tu noviecito el de los planetas?
–¿Es posible que me contestes sin tantas vueltas?
Yoon rechista con aburrimiento, guardando su teléfono.
–Ujum, saldremos a una pista de Kartings.
Jimin da una mueca divertida al cruzarse de brazos.
–Wow, no imagino qué clase de besos comparten en sus alocadas citas – no pasa desapercibido el rostro del contrario ante su oración, e inevitablemente su ceño se frunce –. Espera un minuto, se han besado antes, ¿No?
–No a todos nos gusta el romance empalagoso y los parques con cientos de flores que aumentan las alergias, Jimin.
–Esa no fue la respuesta a mi pregunta, ¿Por qué no me miras a los ojos? – la realización lo hace jadear en alto y abrir sus ojos al tope –. ¡¿No se han besado todavía, Yoongi?!
–Agh, ¡No! ¿Contento? – se rinde con tono borde y obstinado – Diablos, ni que fuera tan relevante el intercambiar gérmenes con la lengua.
–No lo describas así, matas el romance del acto. Hasta Tae y yo nos hemos besado, Yoongi.
–No somos ustedes, y no quiero ser una mierda romántica.
–Ok, pero porque no son como nosotros justamente me imaginaba que ya hasta habrían tenido... – aprieta sus labios para evitar decirlo sin filtro, aclarando su garganta con incomodidad, bajo el escrutinio de u mayor – Bueno, ya sabes.
–Decir la palabra sexo no te matará – dice tras unos segundos de silencio tenso, fijando su vista en cualquier otro sitio que no fuera su hermano. Una sensación de náuseas le invade sin pretenderlo, odiaba su mente cuando maquinaba en retroceso –. ¿Piensas eso de mí?
–No quise insinuar nada malo – titubea, algo perdido con la actitud de su hermano –. Siempre le restas la importancia a esos temas. No creía que lo vieras como la gran cosa.
–¿Como lo haces tú? Con el cuento ideal de hadas donde la primera vez es junto a un príncipe que esparce rosas y coloca velas aromáticas que de seguro compró en descuento en el supermercado, siendo tan delicado y poniéndote de prioridad en todo el acto – acusa de manera cortante, burlesco y amargo –. Lamento decepcionarte, pero no. No nos hemos acostado.
La situación tiene a Jimin tan confundido, viendo al azabache huyendo al irse para el baño con esa aura de pronto decaída, como si lo hubiese ofendido. Lo que le era tan inusual, es que ni siquiera argumente una disputa o algo, incluso se sintió culpable por algo de lo que ni siquiera tenía idea.
Sus pies se movieron por inercia, yendo contrariado hasta donde su hermano estaba.
–¿Estás enojado?
Min detiene su andar un segundo, volteando hacia el de suéter, con expresión agotada.
–No, no estoy enojado, Jimin. Y no te preocupes, mañana podrás salir con tu noviecito a darse besos en el planetario del centro, o lo que sea que hagan ahí dentro.
Al encerrarse en el baño finalmente, Yoon libera el aire y se ve en el espejo, detallando la decepción que sus ojos ocultan ante los recuerdos y por la imágen que su hermano tiene de él. Se siente un estúpido por importarle algo como eso, pero va más allá de él.
Porque Kook estaba en lo cierto al decirle que no era tan duro como quiere hacer al resto creer; porque, en silencio, a veces sí toma en cuenta las opiniones de quienes quiere. Desea proyectarse seguro e independiente, cuando por dentro estaba un poco roto y jodido.
Por otro lado, se puso a reflexionar en lo que lava su rostro: ¿Por qué no se había besado con Jungkook en tal punto?
Su tonto hermanito le puso la interrogante en la cabeza, y se obliga a no caer en inseguridades absurdas. Las cosas se daban como él mismo quería, y Jungkook lo respetaba, ¿No es así? No todo era un diálogo planeado. Estaban conociéndose, no eran una parejita más del montón...
Ahora mismo el Park menor, que se quedó en pleno pasillo, no entendía nada, cuestionándose qué ocasionó que su hyung actuara tan extraño.
Bueno, dentro de poco, comprendería todo.
✩
–¿Por qué tienes una lista sobre Yoongi oppa en tu basura, Koo?
La irrupción de la niña de ocho años le da a Jungkook un susto instantaneo una vez sale del baño, saltando levemente en retroceso.
Como si esa pulga pudiese saltar a atacarle, bah.
–¿Desde cuándo revisas la basura de otros? – reprocha, arrancándole la hoja arrugada que tenía en su posesión –. Es mala educación, mocosa.
Jieun le saca la lengua, entrecruzando su brazos.
–Eres un puerco que no cambia la basura en semanas, estaba limpiando un poco tu habitación.
–Tienes prohibido entrar aquí, por si se te olvida.
–Como sea, ¿Vas a decirme por qué eres tan raro? – arruga su pequeña nariz en disconformidad –. ¿Anotas lo que te dice porque eres un bobo olidadizo o qué?
Jungkook escapa una boconada, esquivando a la niña con su andar. No le apetece charlar del tema con ella, quien, de conocer los motivos reales, de seguro se enfadaría tanto como lo haría cierto pelinegro con el que acababa de salir esa tarde en una cita de Kartings sumamente entretenida.
–No lo comprenderías, Ji. Son cosas de grandes.
La de coletas se queja con dramatismo en lo que su hermano lanza nuevamente la hoja arrugada en la papelera.
–¿Por qué los adolescentes son tan complicados? – va hasta la cama y se sienta junto a su mayor –. ¿No te gusta Yoongi? ¿Es porque es un niño y no una niña?
–No seas chismosa – alarga porque no tiene pista de qué responderle; era sencillo mentir, pero ya no sabía a ciencia cierta qué era mentira y que no, porque estaba disfrutando tanto el "plan", que empezaba a olvidar que nada se supone que era real –. No tiene nada que ver con qué sea un chico.
–Dijiste que te gustaban las niñas y me confunde un poco. ¿Pueden gustarte ambos?
–Sí, lo aprenderás mejor cuando tengas la edad suficiente, pero es algo posible. Igual ese no es el tema aquí – bufa al pensar las cosas. Tener a Min riéndose y siendo tan natural durante la carrera de Kartings sigue haciendo que quiera repetirlo, muchas veces, grabarlo en su mente y sonreír como el ridículo de Kim cuando anda con el ricitos de oro de Park. Joder, ni siquiera ha logrado besar en los labios a su hyung, pero el beso en la mejilla que éste le dio al despedirse ese día, aún le cosquillea en la piel –. No sé qué demonios me está ocurriendo...
–Amor – salta con una exclamación simple que hace que el más alto la examine como si tuviese dos cabezas, y la alocada imagen mental le saca una risilla –. Enamorarse es como cuando te concentras tanto en comer algodón de azucar; lo disfrutas, se va deshaciendo sin que te des cuenta en tu boca, el mundo desaparece porque te enfocas en lo dulce, y cuando te das cuenta, ¡Se acabó!
–Es la metáfora más extraña que jamás he conocido. ¿Quién te dijo eso, niña?
–¿Qué es meta eso? Sólo repito lo que dice la profesora cada que habla de sus telenovelas.
Kook ignora el absurdo parloteo que prosigue de parte de su hermanita, demasiado ocupado con el asunto del algodón de azucar.
¿Por qué le da tantas vueltas? Es la cabeza de una niña de ocho años, no es opción hacerle caso a algo tan hilarante e imposible...
–¿Ah?
–La lista, no me dijiste por qué la lanzaste a la basura, y tampoco me estás escuchando, tonto – dice con un puchero en berrinche.
–No es tu problema. Estoy cansado. Y estás charlando demasiado – ennumera en automático, sacándola de su cuarto al cargarla como un costal de patatas. La pelinegra refunfuña cuando cierra la puerta y termina dejándole solo en el espacio, dando un gruñido a la nada –. Vaya tontería...
Él botó la lista porque le estaba pesando tras lo ocurrido en la fiesta, esa misma noche, donde rechazó los labios de Yoongi en el auto, se deshizo de el endemoniado papel, así como deshizo la lista en su propio teléfono. La otra parte de la historia, es que no quiso leer más de Yoongi, porque comenzó a interesarse en el enigmático hyung rebelde.
Añoraba conocerlo por su cuenta, no invadir su privacidad sin permiso, quiere sorprenderse con cada cosa nueva que descubra. Eso no significa que se esté enamorando o que le guste demasiado, pff.
¿Quien se enamora en semanas? Absurdo.
La cosa es que... De no ser el caso, no estaría dando tantas excusas para sí mismo antes de dormir, con el azabache de ojos gatunos rondando su mente, esa risa sonando en cada rincón de su cabeza.
"Tiene una gummy smile muy linda..."
✩✩✩
Quiero que se note el conflicto que tiene Jungkook para entender lo que está empezando a sentir por Yoongi (Ya no es sólo la apuesta, y va a ir en aumento) :)
No soy fan de apresurar las cosas, pero es una adaptación a una película que dura mucho menos de dos horas xd Igual agregué muchos más días y sucesos que en la trama original.
¿Qué opinan de este episodio? Díganme qué tal han estado uwu
Esta canción es del soundtrack original de la película y me recuerda a Jungkook ;;
https://youtu.be/X1RnrkqWQpc
¡Voten y comenten! 🖤
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