capítulo 13: Prom with P of Problem...
Yoongi se encamina rumbo al aparato que no detiene el absurdo tono de llamada que su padre colocó - una canción de PSY muy cursi y extraño-, contestando en lo que termina de masticar su mandarina.
–¿Hola?
–¿Yoongi? – el hombre suena extrañado tras la línea – Es Jackson, hola.
–Uh, hola. Antes de que preguntes, no está papá – contesta con un sonidito hilarante –. Se fue a trabajar y se le quedó su celular, ya lo conoces.
–Con la cabeza en donde no le da la luz, sí – ríe entre dientes –. Sólo quise confirmar si lo que acordamos seguía en pie.
–¿Qué cosa?
–¿No te contó?
–¿Sobre...?
–Planeamos hoy contarle todo a Jimin, lo de nosotros – indica con detenimiento, su ceño ya contraído –. Tu padre dijo que no asistirían al baile.
–Claro que dijo eso – chasquea con hastío al conectar los hilos –. Iremos, y no creo que sea conveniente que lo hagan hoy. No quisiera que arruinaran la noche de Jimin así, sin ofender.
–No, es cierto – exhala tendidamente, ya se resignó –. Será un tema duro de digerir, no debemos dañar su noche. Mejor vayan y diviértanse, le contaremos luego.
Gi corrobora que su hermano no rondee cerca, yendo al sofá para tomar asiento y comenzar con algo de reserva:
–Director, ¿Puedo preguntarle algo?
El adulto sonríe del lado opuesto.
–Primero, ya lo hiciste. Segundo, salgo con tu padre y tú y yo nos conocemos hace mucho, afuera de la escuela puedes llamarme Jackson o hyung. Tercero, por supuesto, dispara.
–Bien, Jackson hyung... Hipotéticamente hablando – adelanta primero, bajando su voz un poco –, ¿Cómo descubres que te estás... Enamorado de alguien?
–¡Caramba! – dramatiza para relajar al menor cuando percibe su nerviosismo – Admito que no esperaba precisamente esa pregunta, creí que te llegaría la menstruación o algo.
–Soy un chico – le recuerda aguantando la risa, debe estar ofendido.
–Es que lo hiciste ver como algo muy serio.
–Esto es serio, hyung.
Jack suspira y termina por enseriarse al obtener lo que busca, rompió el hielo.
–Es complicado explicarlo. Más bien es algo que simplemente sientes.
–Pero deben de haber señales – insiste en lo que rasca su nuca, le abochorna hablar de ese tema en particular, se siente bobo –. Algo que te dé algún indicio.
–Las hay. Por ejemplo... Desde mi experiencia, te cuento que deseas estar con esa persona la máxima cantidad de horas posibles, charlar de todo y olvidar el resto, cosa que realmente logras cuando estás en una especie de hechizo, una burbuja entre ambos – formula tras unos segundos tras meditarlo –. Si bien puedes compartir esto con una amistad, en este caso es distinto, lo notas tú mismo por la diferencia de sentimientos y sensaciones que te produce esa persona. Igualmente el tiempo se detiene, y sientes ese montón de hormigas dentro de ti.
–Elefantes e insectos...
–Sí, digámoslo así – ríe enternecido por lo ocurrente y repentinamente penoso que es el ojos gatunos que conoce desde hace tanto –. Oh, experimentas un casi infarto de lo rápido que va tu corazón. Es cliché y cursi, pero es cierto.
» Incluso los defectos de esa persona te parecen lindos, los aceptas, y sus virtudes te encantan aún más que las de cualquiera. Cada gesto que hace, su risa, sus ojos, todo lo que le representa, te hace suspirar como idiota y te encanta. Hay personas que hasta transforman su arte en esa persona, incluso haciendo cosas tan ridículas como anotar en una libreta su nombre junto a un corazón, o simplemente sienten que las canciones de amor suenan a la persona que les gusta – escapa una boconada porque él mismo estaba viviéndolo con el padre del chico con el que charla, precisamente –. Te vuelves vulnerable, te afecta lo que esa persona hace o dice, te importa su opinión, y quieres que esté bien, quieres ser correspondido, y por eso salen a flote los celos.
La breve idea de Jungkook junto a alguien más le hace unir sus cejas y casi gruñir, prefiere omitirlo.
–¿Algo más?
–La atracción física aumenta, y la añoranza de, bueno, ya sabes – expresa con un tono más divertido –. A lo que voy, es que a veces ni logras controlar tu cuerpo, reacciona por su cuenta, y dejas de pensar en algunas circunstancias. Hay mucho más, pero básicamente eso es lo principal.
Min estaba atento a todo lo dicho, abrazando uno de los cojines y perdido en su mente, porque estaba dándose cuenta de sus sospechas, y no sabe muy bien cómo tomárselo.
–Ya...Veo.
Hubo otro silencio entre los dos, el mayor dando tiempo para que el chico se haga a la idea. Con suave comprensión, en el momento adecuado, inquiere entonces:
–Yoongi, ¿Estás enamorado de Jungkook?
Una pausa corta ocurre.
–Nunca sentí ninguna de esas cosas que dijiste, hasta que el mocoso idiota apareció.
–Vaya afecto – se burla con una sonrisa al obtener la contestación a regañadientes de parte del jovencito –. ¿Qué diría el pobre Jeon si sabe que te expresas así de él?
–Es algo entre ambos – confiesa con una risilla tambaleante, continúa medio apenado de confesar aquello. Muerde su labio indeciso –. ¿Es malo? Es decir, sentir...
–No, no lo es. Es una de las cosas más increíbles y bonitas que vivirás, no le temas, por más aterrador que luzca – expresa con total suavidad, comprendiendo lo complicado que le era el asunto; desde que se hicieron cercanos, descubrió lo difícil que le es a Yoongi permitirle acceso a otros en su corazón, y más siendo la primera vez que se enamora realmente –. Si sales lastimado, al menos tendrás los buenos recuerdos y las enseñanzas. Te arriesgaste y ganaste algo valioso, no habrá remordimientos si lo dejas ser con libertad y sin ataduras.
Yoon sonríe con una mueca de escepticidad.
–No creo que ese mocoso vaya a ser capaz de lastimarme.
–Todos nos lastimamos, aunque no sea a propósito.
Le debe dar la razón en eso al director. No lo dice, en cambio se le cruza otra interrogante por la cabeza.
–¿Papá te ha lastimado?
–Hmm, lo ha hecho – concede con voz queda –. Guardar lo nuestro por tantos meses fue una forma de hacerlo, pero reconozco que yo lo he aceptado y se lo he permitido.
–¿Por qué?
–Simple, lo amo y sé que no es su intención. Amar implica el ser paciente también, y saber respetar el ritmo del otro en situaciones como estas.
Iba a proseguir con su conversación, contento con la confesión del peli claro, de no ser porque un grito las interrumpe:
–¡Yoongi!
–Demonios – rechista por lo bajo – Tienes suerte de que Jimin no tomara la llamada, pero ya viene.
–Entiendo, llamaré al consultorio de tu despistado anciano.
–Nos vemos en el baile.
–No le diré a tu padre nada de lo que charlamos.
El más bajo sonríe con mayor amplitud.
–Perfecto.
Jimin entra en escena al momento que su hermano cuelga la llamada, acercándose con una mascarilla muy chistosa en su rostro y con aire caprichoso.
–¿Por qué no me contestabas?
–Estaba charlando con un desconocido que se equivocó – de pie, va a entregarle el aparato, con despreocupación –. Ten, te toca llevárselo a papá al trabajo.
–¿Por qué yo? – gime quejumbrosa – Tengo que hacer muchas cosas para esta noche.
Min se burla, yendo a las escaleras:
–Entonces apresúrate, yo lo hice la última vez.
Farfulla para sí, consciente de que los dos tienen muchos temas pendientes, que, claramente, evaden para evitar dañar la noche. Se limita a seguir las órdenes con pereza y dándole insultos a su padre por ser tan descuidado. De no ser porque sabe que necesita el aparato, no se lo llevaría.
✩
–En serio estoy presenciando como mi hijo se prepara para asistir a un baile por un chico, ¿No es alucinación?
–Gracias por prestarme tu corbata, y no, no es producto de tu imaginación lo que ves – corresponde la sonrisa del otro hombre al cruzar miradas en el espejo del baño. No mentirá, su padre tiene razón al estar "alucinando". Él mismo no lograba reconocerse, yendo tan dispuesto a un evento social que considera tan cursi y cliché -ese evento al que llaman baile de graduación-, donde los globos daban exceso de estática y el ponche sabía espantoso. Menos cree que él vaya a asistir luciendo aquella pinta que nunca antes empleó –. ¿Me veo demasiado patético?
–En lo absoluto, me hace feliz lo bien que te ves y el que asistas a tu baile – va hasta Jungkook y arregla el nudo de la corbata para que luzca un poco mejor, liberando el aire cortamente, aliviado de presenciar todo aquello junto a su hijo –. Yoongi es aún más extraordinario de lo que describiste.
Asiente al segundo, sin duda alguna.
–Lo es.
El mayor pone una mueca desaprobatoria, era imposible no recordar cierto detalle.
–No merece en lo absoluto lo que hiciste.
–Razón por la que regresaré el dinero esta noche – informa tras ponerse serio frente al de camisa a cuadros. Tenía más que presente lo que éste dijo –. Se lo daré al bastardo después del baile.
–Me parece lo más sensato – aprueba más tranquilo, trayendo a colación una interrogante más: – ¿Le contarás a Yoongi al respecto?
–No tengo motivo para hacerlo – musita primero, prosiguiendo con un quejido culposo cuando aprecia a la otra figura frente a él –. No me veas así.
–La honestidad siempre debe estar por encima en cualquier relación, hijo.
–Pero no quiero herirlo.
–¿Y si se entera de otra manera? Sería peor y más doloroso, ¿No crees?
–No lo hará – la mera idea le revuelve las entrañas. Sacude la cabeza para borrar las innecesarias imágenes en su mente –. Nadie se lo dirá a hyung.
–Bien, confío en tu juicio – se rinde con una palmadita cariñosa en el hombro del adolescente, alisando además el traje en las arrugas diminutas, Realmente espera a que todo marche como éste dice, no quisiera que alguien salga herido, tanto Min como Jungkook son buenos chicos –. Invítalo más seguido, me gusta mucho.
Los ojos cafés brillan de una manera especial, tanto como su sonrisa involuntaria e irremediable.
–Oye, lo vi primero – termina por suspirar apartando la vista, conteniendo una sonrisa mientras su padre se ríe de él –. A mi me gusta mucho más.
Y nadie lo pondría en duda.
✩
Namjoon coordinó un cambio de planes repentino con su pareja, pues esta, a última hora, le dijo que aquel día no lograrían verse para contarle a su hijo menor sobre lo suyo; se decepcionó un poco, pero lo aceptó, y hasta cierta medida le alivió el retrasar el dolor de cabeza que se vendría con su mochi.
Claro, Jackson no le comentó el motivo, porque le dejó eso a los hermanos Min. No quiere prevenir a Nam, lo conoce como para saber que, de darle un indicio de lo que planean sus hijos esa noche, trataría de persuadirlos o impedirlo. Era un poco paranoico, no lo culpa del todo, pero exageraba muchísimo.
Ahora, Namjoon se mantiene haciendo rompecabezas y crucigramas complejos -que sólo alguien con su alto IQ podría hacer- en el sofá de la sala, esperando la hora de la cena para pedir algo a domicilio.
Claro, sus planes se ven afectados cuando oye unas pisadas de zapatos con leve plataforma procedentes de las escaleras. Levanta la cabeza con los lentes cayendo un poco en su nariz, los arregla con una ceja en alto, todavía sin voltearse.
–¿A dónde vas?
–Al baile de graduación.
–¡Ja! Buen chiste – tras una pausa, deja de sonreír y encara al azabache finalmente, quedando perplejo por su aspecto. De inmediato se pone de pie, no parece ser para nada un chiste de su hijo, estaba perplejo –. Espera, ¿Es cierto?
–¿No vas a decirme algún cumplido paternal lo suficiente empalagoso y bochornoso? – bromea, acomodando sus mangas en la chaqueta a juego con su traje. Namjoon continúa incrédulo al examinarlo, boqueando como un bobo pez de esos que hay en las peceras de los consultorios odontológicos –. Vamos, me tomé el tiempo para arreglarme decentemente esta noche, papá. Incluso uso zapatos formales e incómodos, sabes que los detesto, así que dame créditos.
–E-es que t-tú, si tu vas a...– sus balbuceos se cortan por otro par de pisadas mucho más ruidosos procedentes de los escalones, y ahora su otro hijo se une a la escena con una sonrisa radiante que le hace chequearlos a ambos con ceño entrecruzado. Ya entendió todo, y deberá reclamarle a Jack por no advertirle –. Oigan, oigan, ¡Es una emboscada doble!
–Gracias, también te queremos, papá.
–¡Explíquense, ahora!
Los hermanos comparten miradas para terminar exhalando tendido. Era obvio que no sería tan sencillo como lo hacen lucir. El mayor toma la palabra primero:
–Debes confiar en los dos por igual, ¿Bien?
Joon da una negativa inmediatamente.
–No me preocupo por ti, sino por tu hermano. ¿Con quién ira?
Jimin muerde su lengua, consciente de que, por más frustración que sienta, no debe soltar algo que lastime a su hyung; puede contarle a su padre que su hijo más "maduro" fue más ingenuo y ya durmió con un cretino asqueroso, que él no cayó primero, ni lo haría ahora. Sin embargo, hacer eso implica ser cruel y desconsiderado con Yoongi, quien había confiado en él para confesarle todo eso que le afectaba.
Opta mejor por ponerse al frente, impidiendo que Yoon le defienda -como estaba justo a punto de hacer-, y espeta con temple:
–Si le das la oportunidad a mi cita de presentarse, lo sabrás. Yoongi hyung también tiene una cita que es perfecta para él, ya lo conoces, por lo que te pido que también te tomes el tiempo de conocer al chico tan caballero que me invitó, ¿Ok?
Nam queda mudo, nunca vio al rubiecillo dirigiéndosele de tal forma tan responsable, y centrada. Estaba por responderle cuando el timbre suena y Jimin da un gesto para que lo espere, yendo a abrir la puerta. Ve cómo el rubio le sonríe a un muchacho con un par de ojos café, los que se iluminan de manera especial al mirar al primero.
–J-Jiminie, luces...Wow, estás – titubea con una risita nerviosa que imita el chico. Se espabila al captar que ha quedado como un bobo ahí parado y le extiende torpemente unos lirios de colores diversos –. Pensaba que este arreglo era lo suficientemente precioso para ti, pero lo opacas por completo.
Yoongi hace un sonido asqueado ante la escena, a pesar de que por dentro se llena de felicidad por ver a su hermano contento y sonriendo como un niño frente al de sonrisa cuadrada; sobre todo le complace porque siente que ese Kim no es como el resto de los idiotas que lo buscan con doble intención. Observa como ambos continúan y su padre permanece con ese ceño arrugado -hilarantemente-, y de brazos cruzados.
Es hora de intervenir y salir del medio.
–Si me disculpan, un mocoso con diversos talentos me está esperando allá afuera – interrumpe con serenidad, previniendo lo que su progenitor estaba por decir –. Adelantándome a que digas algo, él manejará mi auto porque sigo castigado y soy buen chico, papá – da un abrazo fugaz al hombre y luego va hasta la parejita, guiñándoles con discreta complicidad –. Suerte, confío en que sabrás taekwondo avanzado, niño alien.
Taehyung queda con las frases atoradas en la tráquea en lo que el de traje negro con blanco se marcha, ¿in acaba de llamarlo alien? Desplaza aquello de su mente porque finalmente se percata en el adulto que espera su defensa con un rostro intimidante.
Toma aire y carraspea para acercarse al doctor, limpiando disimuladamente el sudor en sus manos y dando una reverencia formal, casi -demasiado- exagerada.
–Buenas noches, señor Park. Mi nombre es Kim Taehyung – extiende su palma cordialmente, el peligris la examina antes de aceptarla con más fuerza de la necesaria. Su novio separa el agarre al jalar su antebrazo con cuidado, mirándole con claro nerviosismo; inevitablemente, siente que se contagia de esos nervios un poquito, debe acelerarse –. Mis intenciones...
–Ve al grano, chico.
Jimin ruega entre dientes:
–Papá, por favor.
Kim se adelanta, calmándolo con una sonrisita.
–Está bien, déjamelo a mí – al ser correspondido por el rubiecito, traga sus inseguridades y toma valentía para ver al adulto, con todo el valor y la honestidad que posee –. Desde que conocí a su hijo, él se volvió alguien especial para mí, señor Park. Yo nunca lo lastimaría ni le causaría algún daño, no intencionalmente. He querido venir a hablar con usted desde hace un tiempo, y si no lo hice fue porque él personalmente me lo pidió, y como verá, respeto su opinión.
–Es así... – se acomoda e inhala, dejando con suspenso la frase, sin bajar la guardia. El chico asiente de inmediato.
–Jimin es un chico maravilloso, aplicado, maduro y capaz. Me lo ha demostrado, y si me lo permite, sólo deseo llenarlo de alegría esta noche yendo al baile. No piense que busco...
–C-creo que está bien así, Tete – Jimin acorta con una risita tímida y mofletes calientes, examinando a su padre con detenimiento –. Papá, Taehyung es un gran chico. Prometo que vamos a volver antes de...
–Vayan, irán tarde – al descolocar a ambos jovencitos, refunfuña sin verdadero enojo –. El baile ya empezó, ¿Cierto? Váyanse antes de que me arrepienta o les quede menos tiempo.
Estaba soñando, ¡Estaba definitivamente soñando, su padre aceptó a su Taehyung!
–¡Oh dios mío, gracias! – Jimin no controla su euforia y abraza fuertemente con sus brazos más pequeños a su padre con rapidez, tomando la mano de su novio y saliendo con prisa –. ¡Te amo, papá!
Joon se queda en el sitio, sonriendo con una negativa y observando a sus hijos partir para el baile con dos jovencitos que -admite para sí mismo- no son tan malos.
–Créanme que los amo mucho más, pequeños revoltosos.
–¿Vas a quedarte babeando o vas a decirme algo coherente, Kook?
–Joder – es lo único que sale de su boca antes de poder frenarlo, causando que el pelinegro muerda sus labios -con una leve capa de brillo- para contener una segura risa a su costa. Ahí es que trata realmente de salir del hechizo en el que cayó, sonriéndole y escaneándolo nuevamente sin poderlo evitar –. Quise decir, wow.
–Wow para ti también – imita con un ligero sonrojo que oculta bien debido a sus movimientos, soltándole el moño a su corbata un poco, ocasionándole una risilla al más alto. Realmente, Jungkook sí le dejó sin aire, luciendo tan formal y caballero como nunca, súper atractivo con aquel atuendo, pero sabe disimular, aparentemente más que ese mocoso –. ¿Dónde conseguiste el traje?
–Ah, algo que tenía por ahí – se encoge con diversión –. ¿Dónde conseguiste el tuyo? El blanco y el negro son definitivamente tus colores, hyung.
–Ah, algo que tenía por ahí – repite de misma manera. El menor ahora saca algo de su chaqueta negra, mostrándole una simple rosa como lo hizo Kim con su hermano dos minutos atrás, a diferencia del tipo de flor que ambos usaron. Sonríe aceptando la misma, cuyo color rojo combina con la camisa debajo de la chaqueta de Jeon –. ¿Las arrancaste del macetero de tu vecina o qué?
Jungkook niega con un guiño, no ofendido por el chiste.
–La compré, chico compositor. Me alegra que acertara con el color, nos combina.
Yoon bufa con leve genuino asombro.
–El rojo es mi favorito, además. Es increíble como aciertas con todo lo que me gusta.
–Intuición – atina con la mirada en otro sitio, apartando el mal sabor de boca cada que Yoon le recuerda, inconsciente e inocentemente, sobre la lista que usó semanas atrás como método de conquista. Lo mira de nuevo y le coloca la rosa en el pecho con delicadeza, insertándolo en el traje del bajito –. Ahora sí somos una pareja típica de adolescentes en una comedia romántica Tailandesa.
–Mi meta en la vida – concede con complicidad – ¿Listo para el baile?
El tatuado le tiende el brazo con aire elegante luego de inhalar e inflar su pecho con ridícula galantería.
–Por supuesto, Señor Min.
Con una risita, Yoongi acepta y se va junto a Jeon hasta el auto, manejando rumbo a la escuela. No imaginó jamás estar asistiendo al dichoso baile, estaba en verdad emocionado muy en sus adentros, divirtiéndose al oír música con su cita, y planeando ir al automac una vez salieran del evento, más tarde; tal vez deba convencer a su padre de dejarle un poquito más después del toque de queda.
No les toma demasiado llegar al sitio tampoco, Min vive algo cerca, y cuando entran al gimnasio con montones de decoraciones empalagosas y música elevada, se repite: No logra creer que estaba en serio en el baile de graduación al que tanto criticó.
Ahora viendo que va del brazo de Jeon, y que pasa desapercibido entre la multitud, comprende cómo todo ha cambiado en aquellos casi dos meses, sorprendiéndose al darse cuenta de que no le importa en lo absoluto. No le molesta el cambio.
–¿Que no es ese tu amigo?
–¿SeokJin? – sale de sus divagaciones al toparse con un pelirosa perdido entre la gente. Se encamina entonces más cerca y lo llama más alto: – ¡Hey, Jin!
–¡Yoongi, demonios! – exclama con asombro y una sonrisa efusiva, examinando con asombro grato a su amigo – Luces decente y limpio.
–Igual tú, gracias – corresponde de misma forma, agraciado por el cumplido y regresando el escrutinio para su hyung –. ¿Le robaste eso al armario del club de teatro?
–Me lo regaló William aquel día, pero no lo recuerdas porque este chico te tenía obstinado.
Yoongi tuerce su boca, y realmente pone todo su empeño para no dar una arcada asqueada o soltar una risotada por semejante apodo.
–Oh, ya recuerdo.
–¿William? ¿Shakespeare? – Kook se une a la conversación con su sarcasmo a juego con el de Min, pasando su brazo por el hombro de éste con naturalidad – Juraba que estaba muerto hace siglos.
–No lo está, es otro William – Yoon sonríe a costa del alocado pelirrojo que está en la tarima junto a la cantante del show. Señala al mismo para que su amigo lo capte –. Ya no esperes a tu Romeo, Julio.
El de traje azul marino y blanco traga emocionado, esperando a que su cita baje por las escaleras a su encuentro. Camina hasta este y recibe una reverencia muy caballerosa de parte de un muy alegre Hoseok, literal parece un sol andante y radiante.
–Para usted, mi bello doncel – extiende una esmeraldo que consiguió entre los floreros, y que va a juego con el traje de su Julio, combinando además con el arreglo floral que le dio una hora atrás al buscarlo en su casa. No puede evitar seguir sonriéndole embobado –. Sé que llevo toda la noche diciéndolo, pero en verdad estás perfecto, hyung.
–Gracias, Hoba – concede con mismo actuar embelesado, sonrojándose en medio de una risa –. Tú igual, aunque ya te lo dije antes.
La pareja de "mocoso y hyung" les detallan con gracia a unos pasos de distancia, contentos por ellos.
–Hay alguien para todos realmente.
Gi justo se cruza con su hermano en ese momento, viéndolo entrar al salón para bailar con su emocionada cita, tan risueño como hace mucho no lo apreciaba. Los dos hacen muy bonita pareja, Tae de verdad luce muy atento con Jimin, y éste último no parece estar fingiendo nada, tan suelto y confiado, siendo él mismo.
Ambas hermano se miran entonces, y sonríen a la vez, un gesto simple que dice mucho.
–Sí, supongo que sí, Kookie.
✩
–No seas cruel conmigo, pudiste habérmelo dicho.
–Lo habrías impedido, y merecías una lección.
–¿Te pusiste de acuerdo con Yoongi cuando dejé mi teléfono esta mañana? – entrecierra sus ojos con rencor, uniendo los puntos que no hiló desde antes –. Ustedes dos son una dupla peligrosa, Jackson Wang.
–¡No seas dramático, Park Namjoon! – carcajea del otro lado de la llamada, era tan ridículo todo, que le enamora un poquito más de ese bobo tras la línea –. Podrías estar aquí conmigo ahora mismo de no ser por lo cabeza dura que eres al querer evitar ver a tus hijos, ya casi adultos, con sus parejas. ¡Ah! Y porque prefieres esperar como todo un psicópata su llegada puntual en el sofá. Pff, apuesto a que tienes esa absurda bata de koala azul encima.
–No me recuerdes lo de mis hijos... Y lo otro no es cierto – farfulla masticando los rollitos de primavera de su plato, viendo su bata con pena, como dijo el opuesto; no admitirá que sí la lleva puesta –. ¿Todo marcha bien allá?
–Sejin ya expulsó a dos parejas por casi tener sexo en el baño y en la pista, yo separé una pelea entre dos novios con aspecto de idols, y estoy vigilando que otro idiota no arruine el ponche con alcohol. Lo normal, ya sabes.
–¿Debería de ir?
–Ni se te ocurra, seguro lo haces por chequearlas.
–Quiero ir por ti.
–Hmm, no te creo.
–Cariño...
–...Detesto cuando me llamas de esa forma – gime con un mohín involuntario, tratando de que ningún alumno o colega le vea –. Yo quisiera escaparme de aquí e ir contigo. Es mejor plan que esto, confía en mí.
–Bueno, tal vez... Espera, sonó la puerta – excusa, dejando el aparato en espera mientras se dirige a la entrada con pereza. Al abrir la puerta, da una mueca extrañada ante el adolescente con look de modelo y con cara de pendejo ricachón que le sonríe arrogante –. Eh, ¿Te perdiste, Anpanman?
El recién llegado ni se inmuta, viendo con desdén al hombre con tonto aspecto.
–¿Es la casa de Park Jimin, el chico cara de angelito?
–Ok, te detendré ahí – alega con severidad, inconforme con esa actitud irrespetuosa y coqueta, sin mencionar el apodo –. ¿Quién eres y por qué buscas a mi hijo?
–Señor Park, soy Kim Jong-in, la cita de su hijo – sonríe de nuevo, peinando su cabello estéticamente arreglado –. Me gusta llegar tarde a los bailes porque es donde empieza la diversión, pero prometo traerlo en mi auto a las tres.
–El baile acaba a las doce, genio – indica de manera borde –. Además, mi hijo ya se fue hace una hora al baile con su verdadera cita.
Kai se congeló con su expresión en el sitio, creyendo haber oído mal. Chequeando que el hombre con nada de sentido de la moda le dijese la verdad, y viendo como este le tranca la puerta en las narices, resopla con indignación, apretando los puños y analizando el desplante en pleno porche.
Ok, puede que estuviese recientemente distraído con Jennie y que dio por sentado que Jimin iría con él a la final, pero no merece semejante desplante y humillación, ¿Quién se atrevió a meterse en su camino?
Dentro del hogar, el de manos destructoras vuelve a la llamada:
–¿Soy yo o era la voz de Kim Jong-in?
–Si hablas de un chico insufrible con acento falso y rasgos diversos, sí.
–Sip, el mismo – reconoce con extrañeza –. ¿Qué quería?
–A Jimin – masculla al analizar el trasfondo –. Creo que metí la pata, Jack.
–Mierda, creo que tendré que prepararme para otro drama juvenil absurdo – gruñe golpeando con su mano libre el brazo de un desvergonzado que quiso dañar su ponche con alcohol, otra vez –. Gracias por ello, Joonie.
–¡¿Y yo qué hice?!
✩
–Pff, el baño estaba repleto de chicos vaciando la vejiga – sisea al reunirse con Jeon – ¿Me perdí de algo?
–Nop, estás justo a tiempo.
Iba a cuestionar su comentario, sin embargo, las aclamaciones entusiasmadas y el bullicio lo interrumpen para presenciar a los artistas que acababan de presentarse en la tarima, iniciando la melodía de una canción que amaba.
Incrédulo, dio una exclamación emocionada en su sitio, cubriendo su boca al analizar lo que estaba aconteciendo en sus narices.
–¡Paramore, dios mío! – por la risotada de su cita, gira a verle con incredulidad. No, no podía ser real lo que está pensando, pero la mirada de suficiencia y nada sorprendida de Kook, le confirma que su pensar no es tan alocado –. ¡Mierda, espera! ¡¿Fuiste tú?!
–Digamos que tengo un conocido que tiene un primo, que es amigo de un sujeto que conoce a otro y le debía un favor. La banda estaba en la ciudad por su gira mundial y pues... Bien – resume con un gesto divertido, inclinándose para susurrarle con complicidad y un guiño: –. Pero sólo estarán dos canciones antes de que su manager los atrape y los periodistas vengan de chismosos, cosa que harán por los idiotas que estás posteando todo con fotos terriblemente movidas desde primera fila.
Gi carcajea sin poder dar crédito a semejante situación, era una locura que jamás se vio venir. Una de sus bandas internacionales favoritas, ahí por él, todo por el bobo chico a su lado, con esa narizota y ojos de Bambi, tan guapo y encantador. Es imposible no ver al muchacho con una adoración genuina que éste le regresa.
La cantante entona la conmovedora canción, creando un ambiente con las parejas, y el pelinegro no se mentaliza de que la mismísima Hayley Williams lo señale a él en lo que canta. Se pierde en la música, sin fijarse en que Jungkook lo ve con total devoción, tomando su mentón de improvisto y con gentileza para propinarle un casto y genuino beso.
–Kookie...
–De nada, hyung – interrumpe al aventurar lo que el otro quería decir, sonriendo sobre sus labios aún, con naturalidad –. Me gusta verte feliz.
Yoongi siente un montón de cosas dentro suyo, pues estaban besándose frente a todos, con una canción súper romántica con la que ridículamente se identifica, y todo pasa a segundo plano por esto, como si se tratase de una ñoña película de finales del siglo pasado.
Se separan de un nuevo beso con una sonrisa compartida, comenzando a bailar al ritmo tocado.
Se sienten que pertenecen, ningún problema existe ahora.
La gente es testigo de cómo la fiera de Min es toda mansa con la otra fiera de Jeon, como si los dos se domasen, desde su perspectiva. Claro, cada quien anda en su propia burbuja, así que no le dan tantas vueltas al hecho, es más importante disfrutar de la presentación.
Tras finalizar la pieza, una más movida suena en el salón, todos bailan al son de la banda, sin darse cuenta en que la letra precisamente se adelanta sobre un futuro más cercano del imaginado...
Por otro lado, afuera de los baños Jimin espera para entrar a un cubículo, aprovechando de verificar su cabello, y se topa con la indeseable presencia de cierta chica con implantes que se dirigía al del lado.
Suspira por lo bajo para saludar con pereza:
–Kim.
–Park – lo revisa de pies a cabeza con aire de superioridad–. Vi que viniste con el perdedor fenómeno de Kim Taehyung.
El más alto se mofa con socarronería, seguro al decir:
–Ese "fenómeno" es mucho mejor partido que el idiota de Jong-in.
–Estás celoso de que viene conmigo – se defiende, y cuando el otro le cuestiona con una ceja enarcada, alega con un leve titubeo: –. Está algo retrasado solamente.
–Pensé que te había botado – responde sin ganas, cansado de la charla tan inmadura –. Igualmente es todo tuyo, te lo regalo.
Jennie estaba echando chispas, así que, con toda malicia, se ríe a costa de Jimin.
–¿Sabes que me contó? Que sencillamente quiso acostarse contigo, se obsesionó. Era capaz hasta de pagarle a un idiota para conseguir que lo ayudaran contigo – expresa a la ligera –. Igual, me esforzaré más para que Hyuka te olvide.
Jimin hace una mueca al oírla, viendo cómo se marcha con su espantoso rastro de perfume excesivo, analizando con indignación las palabras.
Se siente mal por prestarle atención, pero aquello de que Kai era capaz hasta de pagar por él, le hizo eco en la cabeza. De inmediato aparta la idea, incapaz de dudar de Jungkook, que por cierta razón le saltó a la mente sin motivo alguno.
–Perra...
✩✩✩
Parte 1 del baile, preparenseeee
¿Les está gustando? uwu
Esta es la otra que bailan de Paramore:
https://youtu.be/cMkXaumYaas
(Se llama That's what you get, no conseguí que Watt lo leyera, pero esa es ;;)
Por cierto, ¿Les gusta Paramore? A mi varias canciones, y Harley es bellísima *o*
¡Voten y comenten! 🖤
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