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Un chico rubio ceniza giraba un lápiz furiosamente entre sus dedos, frente a él había una página en blanco.
Hacia nueve días había empezado a hacer una lista de las razones por las cuales odiaba a Ochako Uraraka, aunque, con el tiempo, esa lista de odio pasó a ser una de admiración, cariño, y ¿porque no? Amor.
Para el día número diez Bakugou pensaba escribir algo especial, pero tenía demasiadas ideas en su mente, que no encontraba las palabras correctas.
Tocaron a la puerta de su habitación, interrumpiéndole. El chico guardó la página en un cajón y se levantó, pensando que era su mejor amigo, Kirishima.
—¿Que quieres, Pelo de...?
Se interrumpió al ver que quien le esperaba no era Kirishima, sino más bien Uraraka.
—¿Cara Redonda?— pregunto el chico confundido —¿Que haces aquí?
Ochako le sonrió y levantó lo que tenía en sus manos, un cuaderno.
—Necesito que alguien me explique inglés— dijo la chica —Con Yaomomo fuera del país, no creo que pueda pasar los exámenes
—¿Por que a mí?—Gruñó Katsuki
—¡Porque eres increíblemente inteligente!—Exclamó Ochako —¿Lo harás?
Bakugou suspiró, exasperado. Por dentro se moría por decirle que sí; pero él, siendo Bakugou, tenía que mantener apariencias.
—Ya que...— murmuro mirando hacia un lado para disimular su pequeño sonrojó, Ochako pensó que se estaba rojo de ira, pero no dijo nada.
—¿En serio?— Exclamó sorprendida, no esperaba que el chico le aceptara de buenas a primeras—¡Gracias, Bakugou-kun!
—Como sea...—dijo Bakugou mientras se hacía a un lado para dejarla pasar.
Katsuki se sentó en el suelo, Ochako se sentó a su lado, y abrió su cuaderno.
—Esto es lo que no entiendo...—murmuro la chica mientras señalaba una clase que habían recibido el día anterior.
El chico se acercó a ella para mirar mejor el tema que señalaba, sus hombros se rozaban, la chica se sonrojó y miro a otro lado.
—¿Esto?— pregunto Bakugou —¡Pero si que eres idiota!
La chica bajó la mirada, nunca fue la mejor de la clase... ¿Pero una idiota?
Bakugou, al ver su comportamiento y lo mucho que le había afectado ese comentario, se incómodo; lo último que quería era hacerla sentir mal.
—Digo... erm... A mi también me costo un poco este tema...—dijo Katsuki mirando hacia otro lado.
La chica, al darse cuenta de que intentaba hacerla sentir mejor, sonrió y miro hacia su cuaderno.
—Préstame atención, Cara Redonda— le dijo el rubio mientras tomaba una hoja de papel y un lápiz —Este es un tema fácil, pero lo debes entender
Así pasaron las horas de estudio, Katsuki explicándole el tema y ella a su lado, poniéndole mucha atención.
Ambos se sentían cómodos con la compañía del otro, y, aunque Bakugou lo negara, se estaba divirtiendo a su lado. La chica se sorprendió al darse cuenta que Katsuki no le gritaba, sino más bien le estaba explicando muy bien.
—¡C-Creo que ya entendí!— Exclamó Ochako sonriéndole, el chico se sonrojó un poco al ver lo adorable que se veía —¡Gracias Bakugou-kun!
—Tsk... Como sea...
—¿Hay alguna manera en que pueda pagarte?— pregunto Ochako mirándolo fijamente con sus grandes ojos redondos
~¡Deja de ser tan linda! ¡Mierda!
Katsuki no dijo nada, se le ocurrían mil y una cosas; pero su orgullo no le permitió decir ninguna
—¡Ya se!— Exclamó Uraraka después de pensarlo un rato —¿Y si te invito a cenar?
—¿A cenar?— pregunto extrañado Katsuki, ¿Acaso le estaba invitando a una cita?
La chica asistió, sonriendo.
—Aún no has cenado, ¿no?
—No, pero...
—¡Entonces vamos!—Ochako se levantó de un salto y esperó que Bakugou hiciera lo mismo, el rubio suspiró y se levantó, aunque si era sincero, una cita con Uraraka no sonaba tan mal...
Ambos chicos salieron de la residencia y se dirigieron al centro commercial, Ochako charlaba animadamente con Bakugou, él solo se dedicaba a asistir o decir pequeñas respuestas como "si" o "no".
—¿Adonde quisieras comer?— pregunto Ochako
—Donde tú quieras- le respondió Katsuki encogiéndose de hombros
—Hmm... ¿Te gustaría comer hamburguesas?— pregunto Uraraka
—Si te apetece...
La castaña agarro al chico de la manga de su chaqueta y le jalo hacia un pequeño local de hamburguesas, ambos entraron y se sentaron frente a frente.
—Bienvenidos, ¿Que desean?— pregunto la mesera acercándose a su mesa
—Sírvame una pasta italiana— dijo Katsuki sarcásticamente —¡ES UN MALDITO LUGAR DE HAMBURGUESAS, ¿QUE CREE QUE VOY A QUERER?!
—¡Bakugou-kun!— le regañó Uraraka —¡No seas tan grosero! ¡Lo siento mucho!
La mesera rio un poco
—¿Que sería su novio sin usted?— le dijo sonriendo —Ya les traeré sus hamburguesas
La mesera se retiró, ambos estaban en shock, ¿Acaso parecían pareja?
—Tsk...— dijo Bakugou sonriendo de lado, estaba en una cita con la Cara Redonda.
Ninguno estaba seguro de que decir, estaban en un silencio incómodo, aunque ese silencio le dio algo de tiempo para pensar a Bakugou, ¿Por que Cara Redonda le había invitado a comer? ¿Lo estaba usando? Ese pensamiento tóxico rompió su alegría e hizo que gruñera involuntariamente
—Bueno... eh... ¿C-Como te ha ido?— pregunto incómoda Ochako tratando de parecer amigable
—Hm... Da igual...— le respondió sin mirarla Katsuki —¿Que quieres de mi?
—¿Huh?— pregunto extrañada la castaña —¿A-A que te refieres?
—Nunca te me acercas, menos para pedirme ayuda en algo— dijo seriamente Katsuki —¿Me estás usando para algo?
—¡Para nada!— Exclamó Ochako, lo que quería era pasar más tiempo junto a Katsuki —De verdad, te necesitaba para estudiar inglés...
—¡No soy idiota!—le exclamó Katsuki mirando hacia otro lado
—Baku....
—¡Aquí están sus hamburguesas!— interrumpió la mesera
—... Gracias—agradeció la chica
La mesera dejó la comida en su mesa y se retiró, dejando de nuevo a ambos chicos solos.
Katsuki tomó una mordida de su hamburguesa, y otra, y otra; Bakugou comió tan rápido que casi acababa cuando la chica iba aún por la mitad de la suya.
—No crees que te estoy usando en serio, ¿verdad?—dijo Ochako mientras le miraba
El chico se quedó callado y miro hacia a un lado, avergonzado; siempre veía las cosas de un lado pesimista, y esa mala costumbre le estaba afectando ahora en su día a día.
—¿Cuando entenderás, Bakugou-kun?—siguió hablando Uraraka —Casi nadie te desea el mal... ¡Es más! Hay personas a les que le encantaría poder conocerte mejor
El chico cruzó su mirada con la de ella, Ochako, intimidada, la bajo.
—¿Y a ti?—pregunto Bakugou, la chica se sorprendió, había esperado que le empezara a gritar de lo idiota que era o algo así.
—¿Q-Que pasa conmigo?
—¿A ti te gustaría conocerme mejor?— preguntó mirándola intensamente.
La chica se sonrojó de pies a cabeza, había esperado que dijera cualquier cosa... menos eso.
—¡S-Si!— respondió Uraraka —Digo... me gustaría... si tú me dejarás... claro...
El chico sonrió de lado.
—¿Y que pasa si yo te quiero conocer bien, Cara Redonda?
—S-Supongo que p-podríamos conocernos m-mejor— tartamudeó la chica.
—¿Lo supones?—molestó el chico —¿Tienes algo que hacer después?
La chica, incapaz de responder, negó lentamente con la cabeza.
—Te invitaré al cine— dijo el chico —¡Y no acepto un "No" por respuesta, ¿Entendido?!
La chica asistió lentamente, y sin poderlo evitar río.
—¡¿Que es tan gracioso?!— pregunto Katsuki —¿¡Te estás burlando de mi!?
—¿Que? ¡Claro que no!— le dijo la chica .
—¡Apúrate a comer, Cara Redonda!— le ordenó Bakugou —¡O si no, no te llevo a ningún lado!
—Vale, vale...— dijo la chica levantando las manos en señal de rendición.
Katsuki miro hacia otro lado y sintió como la mirada de Uraraka se posaba en él, sus orejas se tornaron color carmesí.
La chica terminó de comer y sin recordarse que había invitado a Bakugou, dejó que él pagará; el chico, tratando de hacerse el caballero, pago sin rechistar. Ambos salieron del local y, caminando lado a lado, se dirigieron al cine.
—¿Que quieres ver?— le pregunto Katsuki mientras miraba la cartelera, no había ninguna que a él le llamara la atención especialmente.
—Hm... ¿Que te parece esa?— pregunto Uraraka mientras señalaba una que parecía ser de asesinos.
—¿Tú?—pregunto Bakugou —¿Tú quieres ver una película de asesinos?
—¿Que tiene de malo?
—Nada... Solo me sorprende.
Uraraka le miro y se encogió de hombros, para quitarle importancia, Ochako intentaba mostrarse ruda frente al chico, quizás así ganaría un poco de su respeto, además no podía estar tan mal, ¿no? Katsuki pidió las entradas y entraron a la sala.
Ninguno quería palomitas, al fin y al cabo, acababan de cenar. Se sentaron en sus asientos asignados y esperaron a que empezara la película.
—¿Nunca te ha parecido tonto que pongan anuncios de otras películas antes de que empiece una película?— pregunto Ochako para romper el silencio
—No, no realmente— dijo Bakugou sin mirarla—Tiene sentido, hacen que te intereses en otra película así gastas mas dinero en venir a verla
—¡Jamás lo había pensado de esa manera!—Exclamó Uraraka abriendo los ojos de la sorpresa
Para sorpresa de ambos, Bakugou río; Ochako quedó embobada por el sonido de la risa del chico; era, como diría Kirishima, muy masculina.
—¡Deberías reír más!—Exclamó Ochako sin pensar.
—¿Huh?—Dijo Katsuki parando de reír —¿Que quieres decir Cara Redonda?
—¡N-No nada!—Se apresuró a decir Ochako —Solo me parece que tu risa es muy linda...
—¿¡LINDA!?—Exclamó Katsuki demasiado alto, llamando la atención de varias personas a sus alrededores —¿TE ESTAS BURLANDO DE MI?
—¡P-Para nada!— dijo Ochako levantando las manos —Quiero decir que me gusta como suena.
A Katsuki se le pintaron las orejas de rojo, no había estado esperando un cumplido y menos de la castaña.
—Maldita Cara Redonda...— murmuró Bakugou mirando hacia otro lado.
Ochako se quedó callada hasta que empezó la película, no quería que Bakugou se enojara más con ella.
No habían pasado ni veinte minutos y Uraraka ya estaba segura que la película le daría pesadillas, ni esperaba que fuera tan sangrienta; aunque pareciera que a Bakugou no le importaba la cantidad de sangre que aparecía.
Hubo un momento en el cual la castaña escondió su cara entre su suéter, no quería seguir viendo; Bakugou se dio cuenta de esto y acercó su cara a la de ella sin que se diera cuenta
—¿Quieres salir de la sala, Cara Redonda?— le preguntó suavemente Bakugou, Uraraka se sobresaltó al escuchar su voz tan cerca, pero negó lentamente
—E-Estoy bien— le dijo levantando un poco la cabeza, quedando frente al chico, se sonrojó completamente y se separó de un solo movimiento
—¿Segura?—el chico parecía de verdad preocupado por ella, ¿Quien pensaría que al rey de las explosiones asesinó le importarían los sentimientos de su compañera?
La chica asistió, forzándose a sonreír; no quería arruinar su cita con Bakugou solo porque no podía soportar la película que ella misma había elegido.
Desgraciadamente Katsuki se dio cuenta de su pequeña sonrisa falsa y, tomándola de la mano, la jalo hacia la salida de la sala. Ochako le siguió en silencio por los pasillos del centro comercial con la cabeza baja, avergonzada de la manera que la había sacado de la sala.
—¿Que quieres hacer, Cara Redonda?— le pregunto Katsuki sin soltarle la mano
—Lo que tú quieras...— murmuro Ochako
Al de ojos carmesís no le gusto esa respuesta, ¿Acaso ya se quería ir a la residencia? ¿Ya le había aburrido su cita con él?
—¿Ya te quieres ir a la residencia, Cara Redonda?— le pregunto Katsuki harto de la indiferencia de la chica
—¿Que? No, claro que no— le dijo Ochako
—¡PUES INTENTA PARECER MÁS INTERESADA, MALDITA SEA!— Gritó Bakugou llamando la atención de todos, por segunda vez en el día
—¡Cálmate, Bakugou-kun!
—¡TE ENCANTARÍA ESTAR AHORITA CON EL MALDITO NERD DE DEKU, ¿NO?!— Soltó sin pensar el rubio
La chica se sobresaltó al oír eso, ¿Acaso Katsuki Bakugou estaba celoso de su amigo?
—¿Que? ¡Claro que no—- le respondió la chica, durante su primer año en la UA había tenido un pequeño enamoramiento en Izuku, su mejor amigo; pero pronto se dio cuenta que ese supuesto amor era solo admiración, y quizás sentía ese sentimiento por alguien más... —¿De donde sacas eso? ¡Te invite a ti porque quería estar en una cita contigo!
Ambos se sobresaltaron después de ese comentario, el chico no esperaba oírlo, y la chica no esperaba decirlo en voz alta.
La chica se sonrojó hasta la médula y a Bakugou se le pintaron levemente las mejillas de rojo.
—Te odio...— murmuro Ochako.
—El sentimiento es mutuo—respondió Bakugou.
Ambos siguieron caminando en silencio hasta la residencia, cuando estaban a punto de entrar Bakugou tomó a Ochako de la manga y la atrajo hacia él.
A Uraraka se le paró la respiración al ver de cerca la cara de Bakugou, las manos de él estaban a los costados de la chica y los de ella estaban posados en el pecho del rubio; Ella lograba sentir la respiración del chico en su nariz, era cálida y olía a menta
~¿Como huele tan bien si acabamos de come-?
La chica no terminó de pensar porque sintió como Bakugou juntaba sus labios con los suyos en un cálido beso, Uraraka no tardó en regresarle el beso y sintió como Bakugou la abrazaba con sus brazos.
El beso fue tierno pero firme, Bakugou, no estaba seguro si lo estaba haciendo bien, pero disfrutaba poder besar a Cara Redonda; ella sentía que estaba en el cielo, sintió mariposas revolotean en su interior.
A los pocos segundos se separaron por falta de aire,m; Katsuki seguía abrazando a Ochako y mirándola intensamente.
—Ahora te toca fingir que me quieres...— le dijo Bakugou sonriendo de lado.
—¿Ah, si?—le respondió la chica. —Eso es para ambos, ¿verdad?
—Quizás... — le contestó el rubio, la chica sonrió, era feliz, estaba realmente feliz.
Y acercándose de nuevo, Bakugou cerró el trato con un beso...
Razón 10:
Te amo, Cara Redonda.
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