𓆩♡𓆪 reason ten.
2020, Marzo 21.
Corea del Sur, Seúl.
Deseaba poder encontrar una respuesta a su pregunta, pero la verdad era que no tenía ni idea. No sé por qué me había sentido atraído por ella, tampoco tenía idea cómo hacer para que estemos bien, era evidente que nuestra amistad se estaba desmoronando, y estaba seguro de que sería imposible recuperar la confianza que solíamos tener. Aunque Felix intentara demostrar que Han Micha no le importaba en lo más mínimo, parecía ser todo lo contrario. Hay algo más profundo en esta situación, algo que Lee Felix no está dispuesto a compartir conmigo.
Cuando nos informaron que la escena ha terminado y que podíamos bajar del techo del micro, todos comenzaron a celebrar con alegría. Era evidente que estábamos emocionados de haber completado el cortometraje y de que todos tenían la confianza de que ganaríamos el primer puesto. Aunque en mi interior aún persistían las tensiones y los conflictos personales, me uní a la celebración con una sonrisa en el rostro. Era gratificante ver cómo el trabajo en equipo y la dedicación de todos han dado sus frutos. Teníamos la esperanza de que nuestro cortometraje destacara entre los demás y nos llevara al éxito.
Empero, mi atención iba de vez en cuando a mi mejor amigo y era doloroso darme cuenta de que nuestra amistad está en peligro, y que capaz no hay vuelta atrás. Ahora mismo, solo podía esperar que el tiempo nos diera claridad y que, eventualmente, pudiéramos encontrar una manera de abordar las emociones y los conflictos que habíamos dejado sin resolver. Pero por ahora, me sentía perdido y confundido, sin saber cómo enfrentar esta nueva dinámica entre nosotros. Sin embargo, estaba decidido a poner fin a cualquier tipo de relación que hubiera tenido con Han Micha. Pero cuando me acerqué para enfrentarla, me di cuenta de que está teniendo una conversación con su exnovio. Decidí que era mejor hablar en otro momento y me alejé de ellos sin que se dieran cuenta.
En lugar de eso, disfruté del momento con mis amigos y colegas. Hyunjin me sonrió y se acercó para darme un abrazo, su forma de mostrarme su apoyo y alegría por haber terminado el cortometraje. Luego de eso, nos dirigimos a un restaurante para celebrar el cumpleaños de uno de los directores. A pesar de todo, resultó ser una buena noche, aun cuando, todavía tenía muchas ganas de resolver algunos problemas pendientes. Mientras que compartíamos la cena y celebrábamos entre risas, sentí un sentido de amistad y aprecio por mis compañeros. Apreciamos el trabajo que hemos hecho juntos y nos animamos mutuamente para enfrentar cualquier desafío que todavía quedara por delante.
2020, Marzo 21.
Corea del Sur, Seúl.
Sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo cuando lo vi acercarse hacia mí con una calma aparente. Pero cuando nuestros ojos se encontraron, pude percibir una frialdad que había estado presente entre nosotros durante mucho tiempo. Aún me preguntaba por qué razón ha estado a mi lado, por qué salió conmigo si sentía tanto odio, desprecio... incluso asco hacia mí. No obstante, decidí seguirlo cuando me dijo que tenía algo importante que decirme. Lo seguí a un costado, apartados de los demás, para asegurarnos de que nadie nos escuchara. Felix mantenía las manos metidas en los bolsillos, actuando con aparente normalidad. Al menos, eso quería suponer.
Mi mente yacía llena de incertidumbre y ansiedad mientras esperaba a que él decidiera comenzar a hablar. No sabía qué esperar de esta charla, pero lo único que tenía claro era que sentía un miedo abrumador. Tenía miedo de que él fuera capaz de revelarme algo que nunca le había dicho a nadie antes, o de que finalmente resolviera todas mis dudas sobre sus motivos para salir con alguien a quien claramente no quería. Era evidente que él no sentía ningún tipo de amor hacia mí, ni siquiera me atrevía a decir que alguna vez me ha amada.
El pecoso levantó sus luceros y se encontraron con los míos. En este momento, pude observar un destello en su mirada, una chispa de duda que me hizo cuestionar si alguna vez me transmitió esa sensación. Era un destello fugaz, pero lo suficientemente significativo como para captar mi atención. Mi corazón latía rápidamente mientras esperaba a que Felix hablara. Aunque tenía miedo de lo que pudiera revelarse en esta conversación, también sentía una pequeña esperanza de que tal vez, solo tal vez, de que fuese capaz de darse cuenta de todo el daño emocional que me ocasionó y que quiera hacer las cosas bien por una vez en su vida.
—Deberías dejarme ir de una vez por todas. Deberías hacerlo antes de que el dolor se vuelva aún más profundo. Vete y encuentra a alguien que realmente te merezca.—aconsejó Felix con una voz cargada de mucha frialdad.
Cada palabra que salía de su boca parecía partir mi corazón en pedazos. El dolor se intensificaba con cada frase, y mis orificios oculares se llenaban de lágrimas. A lo lejos, podía escuchar las voces alegres de nuestros compañeros de rodaje, empero, en este momento, me sentía completamente destrozada por dentro.
—¿Por qué me dices todo esto? Se supone que tú y yo ya habíamos terminado, ¿o no?—indagué confundida por sus repentinas palabras.
—Sí, tú y yo hemos terminado, pero ¿estabas realmente consciente de eso?—Felix dejó escapar un suspiro para responderme—Parecía que no lo estabas cuando me viste allí. Pude notar cómo te dolió y cómo también causaste dolor a otras personas por eso. Si realmente hemos terminado, házmelo saber, porque parece que no lo sabes, Micha.
Sus palabras resonaron en mi mente, dejándome con una sensación de confusión y tristeza. Me di cuenta de que he estado aferrándome a algo que ya no existía, y que era hora de enfrentar la realidad y seguir adelante. A pesar de todo, aún tenía una pequeña esperanza de que en lo más profundo de su ser, Lee Felix me quisiera. Creía que quizás, algún sentimiento por mí todavía quedaba enterrado en el fondo de su corazón. Pero cuando él trató de ser amable conmigo, por primera vez, solamente para decirme que me fuera al carajo, básicamente, finalmente comprendí que él nunca llegó a sentir nada por mí. Si su intención era que yo olvidara todo lo que habíamos tenido juntos, entonces era el momento de que comenzara a responder todas mis dudas.
—Voy a hacerlo, soy consciente de que...—me detuve ahí mismo.—Felix, necesito que seas sincero conmigo. ¿Por qué estabas conmigo entonces? Por favor, no me mientas. No me digas que estabas conmigo porque me amabas, sé que no es cierto.—cuestioné, mi tono de voz temblaba y sentía un nudo en la garganta.
Felix se quedó mirando el suelo por un momento, como si estuviera pensando en sus próximas palabras, en su excusa o en la respuesta que tendría que darme. Luego, levantó sus faroles marrones y los encontró con los míos. Parecía que hoy brillaban más que nunca, quizás porque era consciente de que iba a perder un peso, ya que eso era lo que yo significaba para él, un peso que deseaba quitarse de encima. Después de un breve silencio, finalmente habló.
—¿En verdad te amaba? ¿O solamente estaba contigo para no sentirme solo...?—se preguntó a sí mismo en voz alta. Felix continuaba manteniendo la mirada en el suelo, como si no se atreviera a romperme aún más el corazón al decirlo en voz alta.—La verdad, Han Micha, es que no puedo amarte por alguna extraña razón.
Sus palabras golpearon mi corazón con fuerza. La verdad que tanto temía escuchar había sido revelada. Era doloroso aceptar que nunca he sido amada por él de la manera que yo deseaba. Sentí cómo las lágrimas amenazaban con escapar de mis ojos, la verdad es que no quería derramar lágrimas frente a él. No quería mostrarme sensible o débil, únicamente que era imposible contener las emociones en este momento. Sabía que sería la última vez que lo vería, al menos por un tiempo.
Lo único que Felix me dijo fue que buscara a alguien que supiera cuidar mi buen corazón, porque él no sabía cómo hacerlo, y que nunca ha sabido. Esa fue la última imagen que tuve de él antes de que bloqueara todas las vías de comunicación entre nosotros. Al día siguiente, recibí un mensaje de Minho pidiéndome que nos encontráramos para hablar de algo importante. Su mensaje solo aumentó mi sensación de ser mandada al carajo por segunda vez en menos de 24 horas. Salí de mi casa y vi el auto de mi mejor amigo Choi Soobin estacionado cerca. Él me miraba con una expresión que parecía comprender mi situación, aunque no está al tanto de todos los detalles.
—¿A dónde vas?—preguntó Soobin desde el auto, inclinando un poco la cabeza para verme a través de la ventana.
—A que me manden a la mierda por segunda vez.—dije con un tono de resignación. Aunque admito que quería ver el lado cómico de la situación.—¿Y tú qué haces aquí?
—Preparado para ver cómo te mandan a la mierda—Soobin bromeó, abriendo la puerta desde adentro. Entré al auto con menos entusiasmo gracias a su tonto comentario—. Estaba bromeando. Estoy aquí para llevarte a donde necesites ir, y cuando eso termine, estaré aquí para ti, claro, si eso quieres.—contestó Soobin, tratando de reconfortarme.
Sus palabras me dieron un poco de consuelo. Apreciaba su apoyo y su disposición a estar a mi lado en momentos difíciles, aunque él estaba en las mayorías de ellos. Le expliqué a Soobin a dónde me dirigía, para encontrarme con el mejor amigo de mi ex. No me quedó más opción que compartir con él todo lo que ha sucedido, admitiendo que tenía razón. Al igual que Changbin, cometí muchos errores y uno de ellos fue lastimar a una persona que realmente estaba dispuesta a amarme. No obstante, ya era demasiado tarde para remediarlo.
Decidí bajarme del auto una cuadra antes de llegar a la cafetería, para enfrentar la situación sola y evitar que Minho se sintiera incómodo con la presencia de mi mejor amigo. Mientras me acercaba a la mesa donde él está, pude notar su nerviosismo. Debido a que jugaba nerviosamente con su bebida, y su expresión reflejaba la tensión en el ambiente. Opté que era el tiempo de poner fin a todo esto. No podía seguir prolongando el sufrimiento y la confusión de ninguno de los dos. Me acerqué a Lee Minho con determinación, lista para tener una charla honesta y poner punto final a esta situación que nos ha afectado a ambos. Sin embargo, estoy segura de que está más afectado que yo.
—Hey...—saludé con una voz suave. Minho levantó la mirada y me dedicó una media sonrisa, indicándome que me sentara frente a él.
—¿Cómo estás? Anoche parecías estar mal—preguntó interesado, deslizando una bebida hacia mí—. Te compré un té helado de limón.
—Oh, mi preferido...
—Sí, lo sé.—dijo de manera seca, evitando mi mirada.
Borré mi sonrisa en ese entonces. Traté de romper la tensión sonriendo nerviosamente y agradeciéndole por preocuparse por mí. Sin embargo, antes de que pudiera decir más, noté que Lee Minho parecía querer decirme algo. Decidí adelantarme y abordar el tema que tanto me pesaba.
—Perdóname, Minho. Sé que cometí muchos errores desde el principio. Nunca debí darte esa atención y mucho menos jugar con tus sentimientos—dije, bebiendo nerviosamente del té helado y apretando el vaso con mis manos—. Cuando vi a... Felix con dos mujeres y cómo él me insultaba, no pude soportarlo más. Cometí un error e hice algo que sabía que iba a lamentar. Desafortunadamente, tú fuiste la persona que podía darme esa satisfacción de verlo molesto.
Estaba segura de que él ya lo sabía, pero sentía la necesidad de disculparme una vez más. Continué explicando lo que ha sucedido cuando vi a Felix con otras mujeres y cómo no pude soportarlo, lo que me llevó a hacer algo que sabía que iba a lamentar. Minho se mantuvo en silencio, bebiendo lentamente de su bebida. Cuando finalmente levantó la mirada hacia mí, pude ver un brillo en sus ojos, como si estuviera al borde de las lágrimas, simplemente se mantuvo fuerte y no derramó ni una sola lágrima.
—No, Micha. Tú no fuiste la única culpable. Ambos tenemos nuestra responsabilidad en esto, porque nunca debí haber empezado a verte de esa manera. En realidad... nunca debí haberme acercado a ti ese día en la universidad. Pero la verdad es que no soy una persona despreciable, y si alguien necesita ayuda, haré lo posible por brindarla.
Sus palabras me tomaron por sorpresa. Sentí un alivio en mi corazón al escuchar su comprensión y su disposición para asumir su parte de la responsabilidad. Era reconfortante saber que no estaba sola en esto. Nos quedamos en silencio por un segundo, procesando nuestras palabras y sentimientos. No obstante, Minho volvió a retomar la conversación y fue la parte, de cierto modo, más dolorosa debido a que él me caía muy bien como para perderlo.
—Pero creo que es mejor que dejemos de vernos. Ya no es apropiado continuar de esta manera. Aunque aún no estoy seguro de lo que sucederá con Felix, me gustaría mantener nuestra amistad—comentó con una mueca de tristeza, jugando con sus manos—. Al final del día, las amistades son lo más importante, Micha. Aunque debo admitir que la forma en que has jugado con mis sentimientos es una razón válida para no querer estar contigo.
Admito que sus palabras me dolieron profundamente, pero no podía culparlo. Era verdad que lo había lastimado y he jugado con sus sentimientos. Me sentí culpable y avergonzada por mis acciones. Nos despedimos y cada uno siguió su camino. Cuando subí al auto de mi mejor amigo, no pude contener más mis emociones y comencé a llorar. Soobin estuvo allí para mí, brindándome apoyo y consuelo en este momento en el que sentía que todo se desmoronaba. Me sentía abrumada por todas las cosas que tenía encima y necesitaba desahogarme.
Soobin me escuchó pacientemente mientras lloraba y me brindó su apoyo incondicional. Aprecié su presencia y su capacidad para estar allí cuando más lo necesitaba. Era una situación muy difícil para mí, pero sabía que tenía a alguien en quien confiar y que estaría allí para ayudarme a superar este horrible momento. Sin embargo, Lee Minho tenía razón, las amistades son la prioridad siempre.
2021, Julio 10.
Corea del Sur, Seúl.
En ese entonces, habían pasado cuatro largos meses desde que todo llegó a su fin. Para mi mala suerte, no me crucé con Felix en todo ese tiempo. Me enteré de que decidió dejar Corea en busca de un tiempo a solas, un viaje de autodescubrimiento. No respondía mis llamadas ni mis mensajes, y yo aún esperaba que decidiera regresar para poder resolver nuestros problemas. Pese a todo lo sucedido, todavía seguía considerándolo un amigo cercano, preocupándome por su bienestar y su vida. Empero, los meses pasaban lentamente y parecía que ha elegido escapar, incapaz de soportar mi traición.
Sin embargo, un año después, de repente apareció frente a mí. Estaba completamente transformado, diferente a la imagen que tenía de él en mi mente o de cómo hubiese vuelto. Me dedicó una media sonrisa, y la emoción me embargó. No pude resistir la distancia que nos separaba y me acerqué a él con entusiasmo. Pero a medida que me acercaba, comencé a comprender que capaz la conversación que íbamos a tener no sería la mejor de todas. Aunque estoy emocionado por verlo de nuevo, también sentía una mezcla de nerviosismo y aprensión.
—Has vuelto.—fue lo primero que mencioné cuando lo tuve frente a mí.
Felix esbozó una media sonrisa y asintió con la cabeza, manteniendo sus manos en los bolsillos de sus jeans. Pude notar que su viaje había dejado su marca en él. Tenía varios tatuajes en sus brazos, visibles debido a que llevaba una remera blanca corta, y su cabello era corto y castaño.
—Aún tenemos pendiente una conversación, hyung. Lamento haberme ido sin avisar o despedirme. Quiero disculparme por eso, sé que querías hablar conmigo, pero en ese momento no podía soportarlo más.—expresó, evidenciando su incomodidad al decir esas palabras.
Lo miré fijamente, sintiendo una mezcla de emociones. Quería dejar atrás todo lo que había sucedido, pero todavía sentía la necesidad de disculparme en persona y admitir mis errores.
—Felix, en realidad ya no importa tanto. Ha pasado un año desde todo eso y puedo decirte que he superado muchas cosas.—dije con mucha sinceridad. Le sonreí de lado.—Pero todavía me siento mal por no haber podido disculparme contigo en persona y admitir que cometí un error al estar con ella, al defraudar nuestra amistad. Solo quiero que sepas que estoy seguro de que quiero mantener una amistad contigo.
Mis palabras salieron con sinceridad y esperanza. A pesar de todo lo que había sucedido, seguía valorando nuestra amistad y deseaba que pudiéramos dejar el pasado atrás y seguir adelante juntos. Ahora dependía de Lee Felix si estaba dispuesto a aceptar mi disculpa y continuar construyendo nuestra relación de amistad. Después de mucho tiempo, volví a notar esa sonrisa tierna y tímida en el rostro de Felix, lo que me hizo tener esperanzas de que pudiera aceptar mis disculpas y que pudiéramos volver a ser como antes.
Empero, poco a poco pude ver que esa expresión se desvanecía, y me di cuenta de que quizás nunca podría recuperar lo que tanto anhelaba en este momento. Lee Felix habló, expresando su propia disculpa por la forma en que me trató cuando descubrió mis sentimientos por su exnovia, Han Micha. Reconoció que nunca debió humillarme de esa manera. Aceptó mis disculpas, pero su expresión cambió y miró hacia el suelo antes de encontrarse con mis ojos.
—Creo que nuestra amistad no podrá volver a ser la misma—notificó Felix con tristeza—. Rompiste mi confianza, hyung, y de verdad me dolió porque... Eras mi mejor amigo.
En verdad que sus palabras me golpearon con fuerza. Sentí un nudo en mi garganta y el peso de la culpa en mi corazón. Me di cuenta de que he perdido algo muy valioso y que las consecuencias de mis acciones han dejado una marca profunda en nuestra amistad. Bajé la mirada, sintiendo el peso de la realidad sobre mis hombros. Aun cuando deseaba desesperadamente recuperar nuestra amistad, comprendí que causé un daño irreparable. Me disculpé una vez más, esta vez con muchísima sinceridad y tristeza.
—Fui irresponsable y egoísta, y entiendo por qué te sientes así. Lamento haber perdido nuestra amistad de tantos años, Lixie, pero siempre recordaré los buenos momentos que compartimos.—mencioné con mucha pena el tener que separarnos otra vez.
Lee Felix me sonrió y me dio un último abrazo antes de desaparecer de mi vista. En ese instante, tomé la decisión de regresar a mi departamento. Ya no tenía ánimos para continuar festejando con mis amigos en este mediodía. Sentía que era mejor estar en mi hogar, alejado de todo, y dejar de sentirme tan mal por todo lo que he perdido debido a una persona que ni siquiera había sido capaz de amarme. Esta situación me hacía dudar y cuestionarme si alguna vez alguien sería capaz de amarme de verdad.
Con el corazón pesado, caminé hacia mi hogar, sumido en mis pensamientos y emociones. Necesitaba tiempo para reflexionar sobre todo lo sucedido y sanar las heridas que esta experiencia dejó, aunque ciertamente pensé que ya lo superé. Traté de ignorar esos pensamientos negativos y en lugar de eso, me enfoqué en los aspectos positivos y en lo que aprendí gracias a esa experiencia. Al ingresar a mi casa, fui recibido por mis tres gatos reunidos, ansiosos por darme la bienvenida. No dudé ni un minuto en acariciarlos y darles todo mi cariño.
La presencia de mis adorables gatos me recordó el amor incondicional que siempre me brindan. Ellos no juzgan ni se preocupan por las complicaciones de las relaciones humanas, simplemente están ahí para darme su amor y compañía. Me reconfortó saber que tenía a estos maravillosos seres en mi vida, quienes me recordaban que el amor verdadero puede encontrarse en diferentes formas y no necesariamente en una relación romántica.
Mientras me recostaba en el sillón con mis gatos, no pude evitar pensar en la última razón, la razón definitiva que he estado evitando enfrentar: «Y finalmente, la décima razón, puede que te arrepientas. Si las cosas no funcionan, puedes terminar perdiendo a ambas personas.» La razón número 10 era la más difícil de aceptar y comprender. Era la razón que me obligaba a confrontar la realidad de la situación y aceptar que algunas cosas simplemente no estaban destinadas a ser. A veces, a pesar de nuestros esfuerzos y deseos, las cosas no funcionan como esperamos en las relaciones.
A medida que acariciaba a mis gatos y reflexionaba sobre esta razón, me di cuenta de que tenía que aceptar la situación tal como era. Aunque doliera y fuera difícil de aceptar, tenía que reconocer que algunas personas no están destinadas a estar juntas, y eso está bien. Aprendí que el amor y la felicidad no se limitan a una sola persona o relación. Hay muchas formas de encontrar alegría y satisfacción en la vida, y a veces eso implica dejar ir lo que no nos hace bien. Aunque la última razón pudiera ser dolorosa, también representaba una oportunidad para crecer, aprender y abrirme a nuevas posibilidades. Con mis gatos a mi lado, hallé consuelo y paz en el hecho de que el amor y la felicidad no se limitan a una sola persona.
Estaba dispuesto a seguir adelante, confiando en que el futuro me depararía experiencias y relaciones que me llenarían de alegría y satisfacción.
F I N
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