Número tres; tu sonrisa.

La odio, la odio, la odio y la odio.

Pienso que deberías aprender a controlarla o encerrarla en una jaula porque es demasiado peligrosa para mí. Ten un poco de consideración mujer y alejala de mí.

Todos saben que no soy un amargado, contrario a ello me considero bastante divertido, sin embargo considero sano tener un correcto mal día, pero parece que contigo, eso carece de sentido.

¿Cómo podría no odiarla si traspasa mis barreras con mucha más fuerza que un bala a corta distancia?

Sin importar lo que haya pasado durante mi mañana, tu sonrisa llega como un milagro que todo lo salva, no importa si el agua caliente se ha evaporado y en su lugar me he congelado en el baño, da igual si se me ha roto el auto o nuestro jefe casi me ahoga en trabajo, nada de ello tiene validez si llegas y sonríes apenas me vez.

La detesto porque no puedo evitar verla, porque es tan bella que no puedo evitar esbozar una yo también.

Hinata, odio tu sonrisa porque me encanta, la odio porque no es solo para mí, me molesta porque no soy el único que las ve, la detesto porque calienta mi pecho y te hace ver mucho mas hermosa e inalcanzable para mi pobre ser.

No me gusta, porque me encanta y eso me molesta, la odio por que es bella y hace que quiera besarte.