Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 3: ¿Metro?


El tren se paró delante de mi, y las puertas se abrieron.

Decidí entrar.



En el interior, pude ver a varias especies marinas como pasajeros.


Pero no tuve tiempo de seguir mirando, pues un pepino de mar se acercó a mi y me dijo:

Pepino:   Gracias por usar nuestras instalaciones.  Me presentaré, soy el revisor Pepín

Yo:  ¿Vuestras instalaciones?

Revisor Pepín:  Así es.  Tienes que superar ciertas pruebas para reunir los 4 trastos y conseguir ir al paraíso soñado.    RUMBO A LA PRIMERA PRUEBA.



_____DESPUÉS DE LA PRUEBA______________________


Aquello había sido traumático...



Montones de octoamazonas de un color verdoso le habían atacado sin parar.   Casi no lo cuenta.


Se preguntó porqué aquellas octarianos tenían la piel y los tentáculos de un color verdoso muy sospechoso...

Cuando consiguió la prueba, le dieron una especie de figurita con forma de calamar rosa... 


_____EN EL METRO____________________




De repente, oí una voz.  

???:  Oye... ¿Me podrías enseñar esa figurita que te han dado?


Yo me sobresalté y me giré para ver de quién provenía aquella voz.  Era un ser marino muy gran y que yo nunca había visto en la vida.  Al menos que recordara.


Yo:  Cla-claro


Tenía miedo, pero se la entregué.   Él me dio las gracias, lo miró de cerca y luego me lo devolvió.  Y dijo:


???:  Por cierto, yo soy el Tío Isópodo. Me gustan mucho estas figuritas, a las que llaman pastirecuerdos.    Oye, por cierto... ¿Qué es ese colgante que no sueltas desde que te vi entrar?


Y de repente me di cuenta.   ¡AQUELLO ERA VERDAD!     

No había soltado el colgante en ningún momento.



Me senté al lado de él y me puse a mirar mejor el collar.   

Era plateado, y tenía forma de un pequeñito inkling.   Pero no sabía que era.



Yo:   No lo sé...

Tío:  ¡Ah, es verdad, se me olvidaba! ¿Tienes amnesia, verdad?


Yo asentí con la cabeza.





No sabía porqué, pero sentí un gran apego a aquel collar.   Me lo colgué al cuello y me dormí, pues era ya de noche según el reloj del metro.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro