Advertencia: contenido lemon, si no te gusta, puedes saltarte hasta la mitad del capítulo. Gracias 🤗💗

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—Revisé la lista y solo hace falta los pañales de Soojin. — Wooyoung caminaba adelante buscando el área de bebés, San iba detrás con el carrito de compras.

El omega colocó las cosas en el carrito, pero se dio cuenta que el alfa no estaba, con su vista empezó a buscarlo, sonrió cuando pudo divisarlo.

—Olvidamos algo. —San sonrió.

— ¿Qué cosa? según la lista ya está todo. —Woo estaba confundido.

—Fui al área de farmacia. — le guiño el ojo a su omega, pero este aún no entendía la referencia. —Fui a comprar condones. —

— ¿Q-que? N-no los necesitamos, yo n-no...—balbuceo, su nerviosismo aumentó cuando San se acercó a él.

—Hoy no te me escapas, cachorro. —susurro en el oído del rubio.

—E-eres un pervertido... —respondió con mejillas rojas y ceño fruncido, el omega tomó el carrito de compras dirigiéndose a la caja.

—Lindo... —San susurro para el mismo. —Cachorro espérame no te enojes. —

—No estoy enojado... —

—Si lo estas... —alcanzó al rubio, lo tomó por la cintura atrayendolo a su cuerpo, para luego dejar un beso en la mejilla. —Te amo... —

—Lo se... —

—Dí aunque sea un "yo también" . —jaló las mejillas de su Wooyoung.

—Déjame... démonos prisa, tenemos que recoger al duraznito, Hong no podrá con dos bebés. —mordió la mano del alfa para que soltara sus mejillas.

—Eso dolió, fresita salvaje... —Woo solo lo ignoró siguiendo su camino.

Nada había cambiado.
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—Mi duraznito es muy linda. —San acariciaba la cabecita de su pequeña, esta reposaba en su pecho. —Papá te ama mucho. —

—Soojin es una consentida. —Wooyoung se sentó junto a su alfa, recostado la cabeza en el hombro de este. —San, la mal-acostumbraras, no puede estar todo el tiempo en brazos, también tiene que dormir en su cuna. —

—Es la princesa de papá, déjame consentirla un poco. —Soojin ya tenía cuatro meses.

—Pero yo también quiero mimos. —puchereo.

—Cuando nuestro duraznito ya este dormida, te daré todos los mimos que quieras, amor. —beso la frente de su Wooyoung.

—Está bien, iré a tomar un baño, recuerda darle su biberón y cuando la lleves a su cuarto, deja la pequeña lámpara encendida. —dejó un pequeño beso en los labios de su alfa, para luego besar la frente de su bebé.

—Yo me encargo... —el rubio se levantó del sofá, dirigiéndose a la habitación.

San estaba demasiado feliz teniendo a su pequeña hija en brazos, su bebé era preciosa, tenía mejillas regordetas y rosadas, labios gorditos, tez pálida, era perfecta. Vio la marca en su brazo y sonrió nostálgico, estaba realmente agradecido con la Luna, gracias a ella tenía a su omega junto a él y a su bebé, sus dos preciados tesoros.

Después de darle de comer a Soojin empezó a dar suaves palmaditas en la espalda, así como le había enseñado Hongjoong, minutos después la pequeña estaba profundamente dormida, a pasos lentos se dirigió a la habitación del bebé, dejándola acostada en la cuna, la arropó y dejó un beso en la perfumada mejilla y con cuidado salió del lugar.

El peligris estiró su cuerpo y entró a la habitación principal, Wooyoung salió del baño secando sus cabellos rubios, como de costumbre llevaba puesta una camisa del alfa, dejando ver aquellas trabajadas piernas y parte del cuello ya que le quedaban un poco grandes.

—Oh, gatito no te escuche entrar. ¿Y Soojin? —

—Ya está durmiendo en su cuna. —San se acercó al omega, adentrando sus manos bajo la camisa, tomándolo por la cintura.

—S-san... —su corazón latía demasiado rápido. —Quita tus manos pervertidas de mi. —pero el cuerpo de Wooyoung reaccionaba a las caricias de su alfa.

—Te necesito cachorro. —escondió el rostro en el perfumado cuello. —Hace varios meses que no lo hacemos. —inhalaba el dulce aroma de su omega, mientras dejaba pequeños besos.

—Y-yo también te necesito, San. —los ojos grises de Woo brillaron, San cargo al pequeño y este en el instante enredo las piernas en la cintura.

San se adueño de los abultados labios, dando un beso lento, dirigiéndose hacia la cama. Con cuidado recostó a Wooyoung, se reincorporó para quitarse la camisa dejando ver aquel trabajado abdomen, el omega se relamió los labios, tenía una vista perfecta. San era demasiado guapo y sexy, lo mejor solo era de él, aquel precioso alfa era solo suyo.

El alfa se posicionó en medio de las piernas de su omega, para luego adueñarse nuevamente de aquellos dulces belfos, una de sus manos empezo a desabotonar la camisa que traía puesta el rubio y la otra dejaba caricias en una de las piernas de su omega, sus dedos acariciaban la cálida piel, dirigiéndose hacia los pequeños botones de Wooyoung dejando suaves masajes.

—S-san... —el rubio suspiro, el alfa comenzó a dejar besos en su sensible cuello, bajando lentamente adueñándose de sus pezones, empezando a lamer, ese lugar estaba muy sensible, su cuerpo se estremecía. —Agh... S-san. —el peligris dejaba pequeñas mordidas que lo hacían temblar.

—Eres precioso... —bajo los bóxer del omega, quitándolos lentamente tirándolos en alguna parte de la habitación, sus largos dedos se dirigieron a la entrada sintiendo el lubricante natural, su dedo empezó a adentrarse poco a poco, Wooyoung empezó a pronunciar pequeños gemidos. —No seas ruidoso amor, no queremos que la bebé despierte. —

—N-no me d-digas que hacer... ¡ahh! — El alfa había empezado a meter el segundo dedo, su miembro estaba envuelto por la mano del alfa, este hacia un vaivén, a la vez que embestía su entrada con sus dedos, dando justo en su punto, San lo volvía loco.

El mayor sonreía de lado, amaba ver a Wooyoung hecho un desastre, balbuceando su nombre, cuando se dio cuenta de que su omega ya estaba preparado, colocó el condón. —Entraré, amor. —

—Solo hazlo, te necesito San. —sintió como su entrada era invadida, hace mucho tiempo que no tenía relaciones con su alfa, San empezó a dejar besos en su rostro y decía palabras de amor, mientras se adentraba lentamente sintiendo como aquel lugar lo apretaba tan bien, la espalda de Wooyoung se arqueo cuando se sintió lleno, el pelinegro dejo un beso en la frente y le sonrió.

—Te amo mucho fresita. —beso los rosados labios, mordiéndolos a su paso, Woo abrió su boquita y San aprovechó para meter su lengua, profundizando el beso, teniendo una batalla de lenguas, los pequeños jadeos se escuchaban.

—Y-ya puedes moverte... —habló separándose del beso. —Muévete, San. — las manos de San se dirigieron a su cintura, acariciando y apretándola un poco, sintió como el mayor saco parte de su miembro para luego adentrarlo lentamente. —S-san no me tortures así. —

—Q-quiero ir despacio. —empezó con un lento vaivén, los pequeños gemidos de su Woo eran música para sus oídos, sus gestos le parecían hermosos.

—N-no quiero ir lento... —

—No trates de convenser... —San dejo de hablar, cuando Wooyoung sonrió, conocía muy bien ese gesto.

— D-daddy, por favor~ —Wooyoung obtendría lo que quería y sonrió triunfante cuando vio la profunda mirada de San sobre él.

—Tú lo pediste cachorro, ahora dejaré de jugar. —Tomó la pierna del menor y con cuidado la colocó en su hombro, sonrió de lado y sus ojos verdes brillaron con intensidad. —Solo no grites mucho, amor. —

—D-deja de hablar, s-solo hazlo... ¡Ahg! ¡ahh! —San había entrado nuevamente dando una estocada fuerte, volviendo a repetir esa acción varias veces, Wooyoung se retorcía y mordía sus labios, sintiendo todo el placer, su cuerpo temblaba y pedía más.— ¡S-san! m-más ah~... — sus dos manos se aferran en la ancha espalda del alfa dejando pequeños rasguños a su paso, sintiendo aquel conocido cosquilleo en su vientre. — ¡ahg! S-sannie y-yo voy a ¡ah! ... —

—Te amo cachorro... —beso los carnosos labios callando los gemidos del menor, sus embestidas aumentaron, las respiraciones rápidas y los jadeos se escuchaban en la habitación, creando un ambiente cálido, San se separó del beso para poder ver el rostro de su bello esposo, cabello despeinado, mejillas rojas, labios hinchados y ojos dilatados, Wooyoung era una obra de arte.

Cuando el alfa sintió su orgasmo llegar empezó a lamer el cuello del menor, sus colmillos aparecieron insertándose en la suave piel, reforzando el lazo, sintiendo la conexión y emociones del otro, su aroma mezclado con la de su omega, antes de separarse dejó un beso en la marca.

—S-san, te amo... —la voz de Woo se escucho como un pequeño susurro.

—Yo te amo más... —se acostó junto a su esposo, abrazando y dejando besos en sus mejillas, tomó la manta y cubrió sus cuerpos. — ¿Estas bien? —

—Si, solo tengo un poquito de sueño. —Wooyoung apenas podía mantener sus ojitos abiertos.

El alfa empezó a dejar caricias en el cabello, escuchando los pequeños suspiros de su omega, sabia que le gustaba ser mimado después de que hacían el amor y a San le gustaba consentir a su fresita.

—Dulces sueños, amor. — se dio cuenta que su Wooyoung ya estaba completamente dormido, apagó la luz de la mesita de noche, lo abrazo por la cintura y cerro sus ojos.

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— ¡Tonto alfa, por tu culpa me duele la espalda! —un enojado Wooyoung se dirigía hacia donde estaba el peligris dejando un fuerte golpe en el hombro.

—Eso dolió, cachorro... —se quejó dejando la taza de café a un lado. —Lo siento ¿quieres que te de mimos? —

—No quiero tus estúpidos mimos. — frunció su ceño y cruzo sus brazos.

—Yo quería ir lento, pero dijiste la palabra mágica, sabias que esa era mi debilidad, así que tú tienes la culpa. —le dio un sorbo a su café.

— ¿Ahora yo soy el culpable? alfa tonto, lo odio. —

—Me amas... —le guiño el ojo. —Además se que lo disfrutaste. —la fría mirada de Wooyoung estaba en él.

—Silencio, no quiero que digas cosas pervertidas. —cubrió sus oídos, San se acercó a él.

—Yo no era el que decía "Oh si, San, dame más~" —trato de imitar la voz de su omega.

Woooung estaba totalmente rojo. — ¡C-cállate...! —el alfa salio corriendo. — Pervertido no escaparas de mi... —logro alcanzar a San  y lo tomó por el cuello haciendo un llave. 

—S-suéltame. —San le hizo cosquillas a su omega y así logró zafarse del agarre. —Un día me matarás... —retomó aire.

—Tu tienes la culpa... — San se acercó y envolvió en sus brazos al menor, besando aquel tierno puchero, para luego dejar besitos en el rostro enojado de su omega, Wooyoung se rindió y dejó mimarse, correspondiendo el abrazo, San sabía cómo alegrarlo.

Pero un pequeño llanto los sacó de su pequeña burbuja, habían despertado al pequeño duraznito.

—Yo iré... —el peligris se separó del cálido abrazo, dirigiéndose a la habitación de su hija. —Hola duraznito, hoy tienes mal humor al igual que tu papi. —tomó a la bebé dejando pequeños besitos en las mejillas, Soojin dejó de llorar y sus ojitos estaban fijos en el rostro de su padre. —Te pareces mucho a Wooyoung, era parecido a ti cuando era un bebé. —

—Soojin es linda porque se parece a mí... —Wooyoung entró a la habitación.

—Pero su piel y color de ojos los heredó de mí. —el omega se quedó a su lado.

—Lo sé, cuando crezca será muy hermosa. —recostó la cabeza en el hombro de San.

—Gracias cachorro... —

— ¿Porque...? — Pregunto con curiosidad.

—Gracias por estar a mi lado, por darme una hija preciosa, por amarme y soportarme. —dejó un besito en la nariz de su omega. —Te amo fresita. —

—Eso debería decirlo yo... Soy muy feliz a tu lado, a veces eres insoportable, pero... —sonrió. —Así te amo gatito... —

San pensó que aquel día fue buena idea entrar a aquella pastelería, porque se encontró con su precioso omega gruñon. Y Wooyoung tomó la mejor decisión cuando le dió sus donas a aquel alfa pervertido pero tierno.

Los dos sonrieron, su vista estaba fija en su pequeña hija, verla ahí dormida y con su dedito en la boca, era lo más hermoso, tenían un tesoro que proteger y mimar, serian una familia feliz y unida.

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Holi❤✨

Espero les haya gustado estos dos especiales❤✨

Tal vez haga algún three-shot basado en años después, pero  aun no se, si decido escribirlo les avisare :3♡

L*s amo mucho...🍓✨

Gracias por leer♡

07-09-20