❦22 [Final♡Part.2]❦
—Alfa, camine más rápido, quiero conocer al bebé manzanita. —un emocionado Wooyoung arrastraba a San por los pasillos del hospital.
Después de que llevaron a Hongjoong, fueron a su departamento, tomaron un baño y ahora los dos estaban en el hospital, Mingi los había llamado hace media hora, el bebé había nacido, estaba bien de salud al igual que Hong.
—Cachorro, tranquilo, muy pronto lo veras. —San pudo ver a lo lejos a Mingi con los señores Park. —Estamos aquí, Wooyoung está muy emocionado. —
—Mingi hyung, quiero ver al bebé manzanita. —Woo interrumpió.
—Síganme, por ahora está en el área de los bebés. —
—No puedo creer que Mingo ya es padre. —San molestó un poco.
—Ver a tu hijo por primera vez, es un momento mágico y sentir aquel pequeño en tus brazos, es lo mejor que me pudo pasar. —Mingi está muy emocionado, sus ojos brillaban reflejando felicidad.
Llegaron al lugar en aquella área estaban los bebes recién nacidos, un vidrio grande los separaba, Mingi les enseño quien era su bebé, el pequeño tenía un traje celeste y estaba envuelto en una mantita blanca.
—Es tan pequeño... —San sonrió enternecido.
—Y muy lindo. —Wooyoung termino la frase. — ¿Cual es su nombre? —preguntó.
—Song Jongho. —Mingi respondió. —Los dejo, iré a preguntar si puedo ver a mi Hongie, los veo después. —San asintió.
—Hyung, nuestro bebé ¿será así de pequeñito y lindo cuando nazca? —
—Si, nuestro duraznito será así de pequeño. —El alfa acarició el vientre de su omega.
—Ya quiero tenerlo en mis brazos. —Wooyoung colocó sus manitos encima de las manos de su alfa, acariciando el vientre.
—Quiero que sea igual a ti, con sus mejillas gorditas y que herede tu belleza. —
—Yo quiero que tenga sus preciosos ojos verdes. —el rubio ya imaginaba a su pequeño bebé. —Ya quiero tenerlo en mis brazos. —
—Yo también amor, solo nos toca esperar unos meses más. —se coloco detrás de su omega, abrazándolo y dejando un beso en la mejilla.
Los dos futuros padres estaban ilusionados con la llegada de su bebé, imaginado como sería querían tenerlo en sus brazos y darle todo el amor que tenían para su porque durazno.
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[😼 🍓 ]
El día para que Hong regresara a casa había llegado. Todos se encontraban en el departamento de los Song-Park, Hongjoong ya había sido dado de alta, estaba recostado en la cama con su pequeño Jongho en brazos.
—Esta es la familia de las frutas, ya tenemos una fresa, una manzanita y el pequeño durazno en camino. —Habló Yeosang.
—Es culpa de Sannie Hyung, el nombró a todos. —Woo se burló.
—Pero el apodó más raro es el que tiene San, Wooyoung tuvo mucha imaginación al ponerle "gatito Hyung" —
—Es lindo, mi alfa es un pequeño gatito. —se sentó en el regazo del peligris y beso la pálida mejilla. —No moleste, Mingo Hyung. —
—Ustedes son iguales, ahora sé porque están juntos. —todos empezaron a reír.
— ¿Quieren que sea niño o niña? —Seonghwa le preguntó a San y Woo.
—No importa, sólo queremos tener a nuestro bebé, lo amaremos ya sea niño o niña, además lo sabremos hasta el día del nacimiento. —respondió un emocionado Wooyoung.
—Queremos que sea una sorpresa, ya estamos pensando en algunos nombres, también empezaré a arreglar la habitación... —San dejaba suaves caricias en el vientre de su omega.
—Tendremos dos preciosos nietos que consentir ¿verdad Yeo? —
—Claro que si, los amaremos mucho. —Yeosang beso la mejilla de su esposo.
Wooyoung sonrió, amaba tener a su familia así de unida, ellos eran su vida, solo faltaba que su pequeño durazno naciera para que su felicidad se completara.
Sus pies descalzos reposaban en la arena sintiendo la suave textura de esta, la brisa del mar hacia que sus cabellos se movieran con delicadeza, el suave viento pegaba en sus rostros, solo se escuchaba el sonido de las pequeñas olas, la gran Luna llena se apreciaba, esta se reflejaba en el agua, el omega tenía recostada su cabeza en el hombro de su alfa, los dos tenían su vista fija en el precioso paisaje que estaba frente a ellos.
La felicidad que sentía San y su lobo era infinita, ahí se encontraba sentado junto a su omega en aquel tranquilo lugar pero eso era todo lo que necesitaba. Wooyoung había llegado a su vida en el momento correcto llenado esta de muchas aventuras y locuras, era su bolita de arroz gruñona, conocerlo fue lo mejor que le había pasado. Ese pequeño omega había puesto su mundo de cabeza, nunca había sentido algo tan puro y fuerte como el amor que le tenía a su cachorro, quería ver su rostro cada amanecer verlo sonreír por siempre, sin dudar lo elegiría una y otra vez, sin su Woo a su lado no era nada y era afortunado por tenedero a su lado.
Wooyoung tenía una pequeña sonrisa en sus labios, se sentía protegido y amado por su alfa, desde el primer momento que cruzó su mirada con él, su omega lo había elegido, al principio ignoro todos sus sentimientos ya que era algo nuevo para él, pero ahora con su mano entrelazada con la de su gatito hyung, sabía que había tomado la decisión correcta, el era su energía, su apoyo, el alfa era su todo. Los alfas hablaban mal de él por su actitud, pero San fue diferente, lo aceptó sin juzgarlo eso fue una de las cosas de las cuales se había enamorado, él era el indicado, aquél por el cual había estado esperando para pasar el resto de su vida, ahora estaban casados y con un pequeño bebé en camino, no podía pedir más.
Los dos giraron sus rostros, sus ojos se conectaron, esa noche la luna era testigo de su gran amor.
—Cachorro... —junto su nariz con la del menor. —Hoy la diosa luna es testigo de lo mucho que te amo, no soltare tu mano, estaré a tu lado cuidándote y mimándote. —
—Yo lo amo mucho más, gracias por aguantar mis locuras, usted será el único en esta vida y en las otras. —junto sus labios con las de su alfa, el beso era lento transmitiendo su amor, los dos sonreían.
—Hyung ¿Qué hace? —San se había levantado hundiendo sus pies en el agua. —Si se enferma no lo cuidare. —
—Esta fría, en mi otra vida quiero renacer como un tritón y nadar libremente en el mar. —el alfa salió del agua, luego se puso de cuclillas frente al ojigris.
—Si me lo encontrara en esa vida no me casaría con un tonto pescado. —hizo un puchero.
—Eres malo. —dejaba caricias y jugaba con el cabello del su Woo, dejando por ultimo un pequeño besito en los labios de su omega.
—Sani, tengo sueño. —susurro al separarse del beso.
—Amor, regresemos al hotel, así puedes dormír. —San acariciaba las mejillas de su omega, analizando los preciosos rasgos de su Wooyoung. —Eres hermoso. —
—Lo sé. —dio una pequeña risita burlona, se levantó y estiró su cuerpo. —Ahora tengo arena en mi trasero. —
—Eso lo puedo arreglar. —San empezó a sacudir el pantalón del menor, sonrió con malicia, dejando un pequeño pellizco, para luego salir corriendo.
— ¡ALFA PERVERTIDO! no huya, lo atrapare y lo golpeare, sabe que no me gusta que pellizque mi trasero. —un furioso Wooyoung caminaba a pasos largos.
—No me atraparas, Fresita. —mala idea, porque en el momento su pie se dobló cayendo en la arena, la carcajada maliciosa y burlona del rubio se escucho.
—Lo alcance. —colocó su pie en la espalda del alfa, dejando pequeñas y suaves pataditas. —Eso le pasa por pasarse de listo. —
—Tengo arena en mi boca. —San escucho a Wooyoung sonreír, burlándose de él.
—Esto es muy divertido. —
—Eres malvado, pero amo verte sonreír. —Se levantó y sacudió su ropa.
—Eso no fue lo que dijo en el discurso. —vio de forma sería al peligris.
—Era una broma cachorro, tu risa es rara pero tierna. —entrelazo su mano con la del menor.
—Está bien, por esta vez lo perdonó. —
—Ahora vamos, mis dos cachorros tienen que descansar, te daré muchos mimos. —
—Es un cursi. —San le regalo una hermosa sonrisa de hoyuelos. —Lo amo mucho gatito hyung. —
—Yo te amo más mi fresita. —el corazoncito de Wooyoung estaba cálido, su pechito burbujeaba cada vez que San le decía palabra bonitas.
Solo eran dos chicos enamorados, que disfrutarían de su amor al máximo, no desperdiciarían la segunda oportunidad que les habían dado, verían cada amanecer juntos, le darían todo su amor a su pequeño duraznito, lo verían crecer, harían preciosos recuerdos, pero lo más importante sus manos se mantendrían unidas y sus corazones conectados por siempre.
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Otra de mis historias llegó a su fin, muchas gracias a las personitas que llegaron hasta acá, por darle una oportunidad a esta historia, aunque los hice llorar en algunos capítulos😳espero les haya gustado yo ame mucho escribirla, estoy feliz y triste. 🤧❤✨
Esperen el epílogo 😚❤✨
Vi esta foto y me imaginé a Woonie con su pancita y a San dándole mimos, ahsjsksls.
Los adoro mis algodones preciosos, cuídense mucho. ❤✨
Gracias por leer♡
—Hope🐈❤
28-08-20
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