✨Capítulos Catorce
Había apagado el motor del auto cuando aparcó dentro del garaje de su casa. Ninguno había hablado desde hace un par de minutos, justo cuando quedó claro lo desesperado que estaba Jung Kook por joderlo.
—Necesito hacer una llamada urgente. Ve entrando, te alcanzaré en un momento —Tae Hyung levantó sus hombros sin decir nada mientras bajaba del auto. El mayor negó con su cabeza una vez se halló solo—. Jodida mierda —jadeó. Estaba seguro que en el instante que se quedaran a solas no iba a tener tiempo para nada que no fuera su Osito.
Le había marcado a su abogado. Lo que estaba por pasar era una locura completa. Siendo dueño de Kore Play no iba ser algo más allá, siempre ha tenido el control, pero estaba seguro que su padre iba a perder la cabeza cuando se enterase que finalmente Se Hun iba tomar las riendas de su vida. Tenía veintitrés años y fue a sus diecinueve que comenzó a trabajar para Kore Play con un desempeño mediocre, tanto que Jung Kook quería arrancarse los cabellos cuando tenía que resolver todo el trabajo fallido de su hermano.
Jung Kook siempre llevó la gestión de Kore Play como vicepresidente además de Epiphany Paradise. Fueron muchos años antes de que Se Hun tomó la responsabilidad como director ejecutivo de su patrimonio, una decisión que más de ser suya, fue de su padre.
Jung Kook había entrado a su casa mirando a su ama de llaves que le esperaba en la puerta —Señor Jeon, buenas tardes —dijo ella con respeto—. Han venido a dejar muebles, los muebles que solicitó para el... ¿chico que recogió? —desvió sus ojos con pena. Jung Kook no le había dado muchos detalles sobre la repentina mudanza de Tae Hyung a su casa.
—Muchas gracias, en realidad faltan sus pertenencias. Veré cuando podemos ir por ellas y señora Kimura, su nombre es Kim Tae Hyung, a la próxima no te dirijas a él como "chico que recogí", ¿entendido?
—Por supuesto señor, aunque... es un chico.
—No, tiene la edad de Se Hun.
—Pero, ¿él es...? —preguntó un poco confundida—. Porque se está mudando aquí, pero... no a su dormitorio, ¿no entiendo?— Jung Kook se había reído. La señora Kimura no hablaba perfecto el coreano, era japonesa—. Señor Jeon, no es mi intención ser entrometida, aunque debo saber, así puedo poner al tanto del personal, todos conversando por aquí y por allá.
—No es su trabajo contar chismes, señora Kimura —dijo con burla—. Tae Hyung y yo estamos en una relación no convencional.
—¿No convencional? —se preguntó—. ¿Quiere decir que es su prometido? No estarán en el mismo dormitorio hasta consumir de su matrimonio —Jung Kook se echó a reír, él entendía un poco lo que quería decir, pero no daba razones. Estaba seguro que no iba a entender sus perversiones, no iba a explicarle a nadie su forma de vida.
—Es el señor Kim y punto, señora Kimura, por el tiempo que él viva aquí, será señor Kim o señor Tae Hyung, ¿de acuerdo?
—¡Sí señor Jeon!
—Pueden tomarse el día desde ahora. Asegúrate de que Canela esté cómodo y que no se quede nadie en mi casa, por favor —ella asintió antes de tomar el camino arriba para checar al conejo de su jefe. Jung Kook caminó por el pasillo hasta que dio con la puerta corrediza donde estaba el amplio jardín trasero, en el fondo del mismo se hallaba una casa donde varios de sus empleados se hospedaban—. Cariño —llamó al encontrar a Tae Hyung mirando a su alrededor. Pudo sentirlo rígido en el segundo que sus grandes manos se quedaron sobre sus hombros—, ¿sucede algo?, ¿qué haces aquí?
—Cuando entré a la casa me crucé con algunas de tus empleadas y ellas, bueno, es una tontería —la expresión del mayor fuera clara para él, su silencio no serviría de nada—. Me miraron extraño, es decir no saben quien soy o qué hago aquí, mejor te esperé afuera, me gustan mucho los espacios abiertos y... esto es muy hermoso.
—Está bien cariño, pero eso no volverá a pasar, ¿de acuerdo?, me aseguraré que nadie te haga sentir mal o incómodo mientras estés a mi cuidado —dejó un pequeño beso sobre su mejilla—. No mientras sea mío —su cuerpo se había estremecido. Escuchar a Jeon hablar su idioma nativo no era algo nuevo, pero jamás en la jodida vida había sido con esa connotación—. Vamos adentro.
—Sí papi —dijo dándose vuelta para mirarlo—. Antes... quiero saber... mientras tus empleados estén aquí... debo ser... ¿Qué debo hacer?
—Cariño, no eres mi secreto y no tienen que opinar de nuestra vida. Para ellos serás el señor Kim.
—¿Has pedido que me llamen señor Kim? —preguntó riendo—, soy simplemente yo, no pueden...
—Tienen que respetarte, mientras seas mío, eres el señor Kim. No te preocupes por ello —mencionó al tomar sus mejillas—. Cariño —sonrió ante la dulce mirada de Tae Hyung—, tu dormitorio está listo ya puedes vivir aquí cuando lo desees.
—Cielos —jadeó emocionado antes de morder sus propios labios—. Quiero besarte —Jung Kook acortó la distancia entre sus bocas probándose despacio sin importar quien estuviera cerca, no iba a privarse en su propia casa. Entrelazó sus dedos con el menor antes de entrar a la casa. La señora Kimura los encontró en el pasillo y sonrió.
—Señor Kim, Canela ha quedado en su dormitorio y soy la única en la casa.
—Muchas gracias, puedes retirarte.
—Buenas noches señor Jeon y señor Kim —dijo ella sonriendo y tratando de no mirar los dedos entrelazados de la pareja "no convencional". Jung Kook los llevó a la enorme sala cerca de los ventanales que mostraban el iluminado jardín trasero.
—Me dijo señor Kim —vaciló antes de sentarse sobre el regazo del mayor—. El señor Jeon, me sigue llamando así... sé que lo hace a modo de burla.
—Deberá acostumbrarse, eres el señor Kim —Tae Hyung sonrió. Jung Kook abrió el maletín que había dejado sobre el sofá—. Te he traído tres regalos —Tae Hyung miró dos cajas más o menos pequeñas y quizá uno un poco más grande, pero no demasiado grande como para no entrar en un maletín rectangular—. ¿Qué quieres abrir primero? —dudó cual elegir, pero escogió la que era más pequeña de las tres, las carátulas tenían como marca "Ji Filter".
—¡Woow! —sonrió mirando un par de sortijas plateadas con sus iniciales más que emocionado. Jung Kook cogió su mano al igual que la sortija que decía "J.J.K".
—Cariño, esto cierra nuestra promesa —mencionó colocando el anillo de propiedad en el dedo del muchacho—. Eres mío —Tae Hyung asintió abrazándolo—. Cuándo pregunten ¿Qué vas a decir? —gruñó contra su cuello.
—Qué soy de papi.
—Buen chico, al final si sabes cómo comportarte —sonrió tomando sus labios en un beso con capricho, Tae Hyung regresó el beso con la misma intensidad, pero necesitaba calmarse, aún quedaba noche y regalos por abrir. Cogió la mano de papi para colocarle el anillo que decía "K.T.H".
—Tú eres mío —murmuró sobre sus labios cuando el anillo calzó en su dedo.
—Lo soy —jadeó mientras Tae Hyung lo abrazaba fuerte—. Abre el siguiente regalo —él sonrió. Tú eres lo que más quiero. Escogió la caja más grande de los tres y cuando miró su interior se echó a reír con cariño. Había una pequeña figura de Teddy de joyas color verde que comenzaría a coleccionar como parte de su trato con papi. Su último regalo lo hizo sonrojar, no era lo que esperaba, superaría cualquier cosa que imaginara.
—Cielos, ¿hiciste que el señor Ji Min pusiera mi nombre con joyas en un collar erótico?
—Bueno, él tiene tres de esos, digamos que yo me he copiado de su idea.
—¡Qué estás diciendo! —dijo riendo al sonrojarse—. ¡No, por Dios, no esa imagen mental! —Jung Kook se había reído, aunque no sabía porque Tae Hyung lo había mencionado de esa manera, Poco sabría que ahora el rumor de Park Ji Min y Min Yoon Gi era más verdad que rumor, no era demasiado agradable de pensar, solo él podría saber la razón.
—¿Te gustaron los regalos, cariño?
—Sí papi, estoy muy agradecido contigo —sonrió dejando sus regalos sobre el sofá para acomodarse mejor sobre el regazo del mayor. Buscó de sus labios y del calor de su cuerpo—. Es tiempo de darte premios también —murmuró con sus labios entreabiertos mientras el mayor chupaba cada parte de su terso cuello.
—Ni siquiera voy a castigarte demasiado y por lo que veo, ya me has perdonado de los míos —Tae Hyung jadeó presionando su trasero contra la polla semidura de su jefe—. Quiero follarte por toda la casa —trató de reír, pero era inútil, él simplemente moriría si no lo follaban.
Muchas gracias por leer 🤭❤
-: ✧ :-゜・.FairyWin
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