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Capítulo 8.




우린 참 별나고 이상한 사이야

Tenemos una relación tan rara





J Hope recibió el regaño que Agust, imaginó, V le daría, por dejar a su pequeño novio solo y desprotegido.

Una tragedia. Pensó, porque seguro J Hope maldijo que Kitty Gang no haya matado de una vez por todas al niño, para dejarle el camino libre, y tomar su lugar. A él tampoco le agradaba mucho el niño Jeon, puesto que no encajaba (En ningún sentido) en los estándares que se requieren para pertenecer a una mafia. El cachorro solo había sobrevivido gracias a los cuidados de V, quien a pesar de que tampoco parecía encajar del todo, llevaba muy bien su papel como Jefe siempre que estuviera Jungkook presente. De no ser por el joven Jeon, probablemente, V habría provocado un cáos, pero al menos se esforzaba un poco al tener que proteger al menor.

Per ¿Quién realmente encajaba a la perfección?

Kitty Gang.

Ese niño sí merecía un cargo honorable. Aunque en realidad, no sabía si lo tenía, ya que aún no conocía todo de Kitty.

Y quería conocerlo. Quería saber un poco más del menor, y no porque quisiera ir a contarle todo a V, a pesar de que le era leal, en esta ocasión lo hacía para sí mismo. Para saciar la curiosidad de saber qué ocultaba Kitty tras esa fachada de chico malo. Que aún con su cabello rosa, mirada inocente, y sonrisa angelical (Bastante engañosa), le quedaba increíblemente bien ese título.

Seguro harían un increíble equipo si se unieran.

Sus ojos se iluminaron al vislumbrar el rostro de quien, por ahora, predominaba en su mente. No esperaba encontrárselo en un bar de media noche después de haber estado capturado durante días.

Pero allí estaba, sonriendo para abultar las tiernas mejillas rosadas que decoraban su rostro. Pero aquel trance de Agust, hipnotizado por la sonrisa del pelirosa, se esfumó en cuanto notó a la mujer sobre sus piernas, que había besado sus labios y le había sonreído en respuesta a los coqueteos de Kitty.

Y no quiso interrumpir lo que seguro sería una buena follada, pero lo hizo. Caminó con paso decidido hasta situarse a centímetros de Kitty Gang, captando su atención de inmediato.

-¡Agust!-Chilló el menor. La mujer de cabellos rojizos lo estudió de arriba a abajo, una sonrisa descarada surcando sus labios.

-¿Quién es él?-Susurró, coqueta, sin apartar la mirada del rubio, quien la observaba con indiferencia.

-Nadie, preciosa. ¿Nos das unos minutos?-La chica asintió, deslizando sus manos lentamente por el pecho de Kitty antes de retirarse.

Apretó la mandíbula. Agust, nunca antes había sentido repudio ante una chica bonita. Ahora mismo, Kitty Gang tenía toda su atención, pero este, por su parte, parecía muy entretenido observando las caderas de la chica al irse.

-Kitty Gang.-Lo llamó. El pelirosa giró su cabeza, invitándolo a sentarse en el espacio junto a él en el mueble en el que estaba.-Estoy bien así.

-Entonces yo también estaré de pie.-Se levantó de un salto, quedando frente a frente con Agust D. Demasiado cerca, a su parecer.-¿Se te ofrece algo?

Kitty Gang tenía una sonrisa estática en sus labios, desde que vio al rubio. Agust se detuvo un momento, creyó que el menor estaba ebrio. Bastaba con el intenso olor a alcohol que expulsaba de su boca, llegando como aliento frío al rostro de Agust D, para saberlo.

-Por lo que veo, estás celebrando tu libertad.-Elevó las cejas, y él soltó una pequeña risa.

-Claro que si. Ese niño es un tonto.-Rodó los ojos con diversión, refiriéndose a Jeon Jungkook.

-Y puedo preguntar,¿Cómo te escapaste?-Inquirió. Pero Kitty negó con la cabeza.

-No te lo puedo decir.-Rió de nuevo. Agust le iba a sonreír de vuelta, de no ser porque este habló de nuevo, borrando cualquier rastro de diversión en Agust.-Voy a volver con la mujerzuela. Deberías buscarte una tú también.

Se dio media vuelta, listo para marcharse y aproximarse hasta la peliroja que lo esperaba cerca de la barra. Se preguntó qué tan ebrio estaría, pero no descartó la posibilidad de que actuara del mismo modo estando en completa sobriedad. ¿Qué esperaba? ¿Qué el pelirosa fuese un niño virgen incapaz de enrollarse con una mujer estando sobrio?

Además de que no dudaba de que las mujeres mismas buscaran a Kitty, porque tal como había cautivado los ojos de Agust D, lo habría hecho con decenas de pares de ojos más que cruzaban con el bonito rostro de Kitty Gang.

Lo vio coger la cintura femenina entre sus manos, y acercarla a él. Kitty no precibió la mirada de Agust sobre él en cada movimiento que daba. Desde las caricias que le propinaba a la mujer, hasta las sonrisas que le regalaba ella. No mucho después, ya la chica estaba siendo guiada a través de una puerta. Y Agust D los siguió. Aún si pudo buscarse su propia conquista para la noche, prefirió seguir a Kitty Gang. Ni si quiera había analizado bien la estupidez que estaba cometiendo, pero sus pies ya estaban encaminándose hasta los baños. Su ceño se frunció al escuchar un jadeo proveniente de la chica.

Entró con sigilo, abriendo la puerta sin hacer demasiado ruido. Y Kitty había sido lo suficientemente descuidado para dejar la puerta desbloqueada. O quizás, no le importaba que le atraparan en medio del acto. Lo importante, es que Agust pudo abrirla sin problemas, y logró adentrarse al baño, observando bajo la tenue iluminación como Kitty besaba los labios de la mujer, y subía la falda corta despacio.

Se ubicó donde pudiese ver la cabellera de la chica, con sigilo, y sin esperar a ver qué iba suceder después de que Kitty levantara la prenda del todo, sacó su arma, y disparó.

-¿Pero qué...-Kitty se apartó, confundido. La cabeza de la mujer cayó hacia un lado, contra una de las paredes. Y Kitty se giró, sacando su propia arma para defenderse de quien sea que hubiese disparado.

-Lamento arruinar tu polvo, Kitty, pero yo también tenía antojos.

Kitty bajó el arma en cuanto le vio, y suspiró, probablemente bajando la guardia.

Sabía bien que Kitty no le temía a él, ni a una bala. Por algo había escogido esa vida.

Lo demostró, lo había enfrentado aún estando en desventaja, y no temblaba cuando alguien disparaba cerca. No tembló aquella vez que le conoció, cuando disparó al pobre hombre que intentó asaltarlo, y tampoco tembló ahora que el proyectil le había rozado los cabellos.

La puntería de Agust era admirable.

-Pudiste haberme dicho.-Le replicó.-¿No tienes un fila de mujeres esperando por ti allá fuera?

Agust pasó el pestillo de la puerta.

-Ninguna se siente tan apretado como tú.

-Aw~-Kitty cubrió su boca con su mano, sonriendo.-Me sonrojas.

Agust se acercó a él, atrayéndolo hacia sí mismo para alejarlo del cadáver. Pero antes de poder juntar sus labios con los de Kitty, este lo detuvo, inclinando su cabeza hacia atrás.

-Hoy no tengo ganas de que me la metan.-Puchereó, y Agust no pudo evitar soltar una risa ronca, negando con su cabeza.

-Eso será un problema, porque yo tampoco tengo ganas.

Entonces, el bombillo se prendió sobre la cabeza del pelirosa, aumentando el brillo dentro de sus dilatadas pupilas.

-Creo que tengo la solución.-Besó su boca con suavidad, deslizando sus labios hacia su mandíbula. Condujo una de sus manos hasta el bulto creciente dentro de los pantalones de Agust, posando sus dedos sobre la tela para masajear, robándose un gemido gustoso del mayor.-Me has dejado con las ganas de la peliroja.

Agust no comprendió, pero tampoco pudo preguntar. Kitty Gang atacó su boca con desespero, adentrando su lengua en la cavidad del mayor, ensalivando sus labios, aún si Agust no le había dado tiempo de reaccionar, y no le estaba correspondiendo como era debido, Kitty no se detuvo.

-Cierra los ojos.-Le ordenó el menor, y Agust los cerró, confiando en lo que fuese hacer Kitty Gang. Luego de tomar sus manos y guiarlo un par de pasos adelante, se acercó, dejando un recorrido de besos húmedos por todos su cuello, acariciando con sus manos, hasta bajar a la hebilla del pantalón.

El cuerpo entero de Agust D se estremeció a sentir el tacto de las frías manos de Kitty una vez que bajó sus pantalones, junto a su ropa interior, y envolvió su erección con sus dedos para masturbarle. Aún con los ojos cerrados, podía visualizar los ojos encantadores del pelirosa mirándole de forma seductora mientras movía su mano de arriba a abajo.

Cuando el movimiento frenó, Agust soltó un leve quejido, arrugando sus párpados. ¿Por qué había parado, si tan solo sus gloriosas manos podrían haberlo llevado al orgasmo? Pero no dijo nada. Solo abrió sus ojos lentamente, admirando como Kitty Gang baja sus propios pantalones frente a él, exponiendo su bonito y redondo trasero.

-Vamos Agust, no tengo todo el día.

Y el rubio tragó grueso, antes de acuclillarse, y apreciar de cerca su piel tersa, y suave bajo sus nudillos. Presionó su piel, separando sus glúteos para deleitarse con el agujero que le esperaba. Kitty Gang suspiró, apoyando las palmas de sus manos en el lavabo donde estaba sentada aún el cadáver.

Sacó su lengua, deslizándola a través de su piel hasta el agujero apretado, introduciéndola en él, y Kitty jadeó, sintiendo aquel músculo adentrarse en él, y luego salir, para humedecer su alrededor, y dejar un casto beso antes de reincorporarse. Ubicó sus manos firmes en las caderas del pelirosa, acercando sus cuerpos.

Se adentró en él, seguido de grave gemido que brotó desde lo más profundo de su garganta, mientras el interior de Kitty abrazaba su miembro.

Quiso decir algo. Agradecerle, por haber coincidido con él, una vez más; recordarle que, siendo un hombre, superaba a grandes escalas el cuerpo de una mujer; quiso girarlo, subirlo al muro de cerámica para verle el rostro empapado en sudor cuando ambos se corrieran. Pero, tal parece, el menor tenía otros planes en mente, pues cuando Agust lo sintió moverse, lo vio romper las bragas de la mujerzuela, y tomarla en brazos, con la cabeza colgante hacia un lado, para adentrarse en ella de igual forma.

-Agust~ No te detengas.

Agust se sorprendió un poco por la acción, pero al ver las caderas de Kitty moverse, decidió hacer lo mismo.

Y así terminaron. Agust D hundiéndose dentro del niño pelirosa, por segunda vez, y Kitty Gang, penetrando la vagina de la peliroja sin vida, con su cuerpo apoyado sobre el lavabo donde había muerto. Aún si la piel de la mujer estaba fría, su interior se sentía caliente, y húmedo.

O quizás, se debía a que todo Kitty Gang ahora mismo emanaba calor, por la excitación. Sudaba en exceso, y gemía de forma escandalosa, intentando mantenerse estable a causa de las embestidas que ambos daban simultáneamente.

Se sintió tan cerca. Tan, pero tan cerca de que el placer le atacara desde lo más alto de su cabeza, hasta la punta de sus pies. Casi se tumba en el suelo, cuando de su hombría salió el líquido disparado dentro de la joven muerta.

Pero aquello no había terminado, Agust seguía saliendo y entrando con velocidad, estampando el cuerpo del pelirosa contra el de la mujer con la fuerza de sus empujes. Y no fue hasta que Agust D acabó, corriéndose dentro de Kitty, que este pudo exhalar, satisfecho.

Salió de aquella mujer, empujando su cuerpo a un lado para dejarlo caer contra el suelo, como un sucio muñeco barato al cual ya le había dado uso, y ya no necesitaba. Reposó sus antebrazos contra el muro, para recuperar el aliento, y tal vez el juicio, porque todo se había ido. Aún podía verse a si mismo, quieriendo más, anhelando por el orgasmo dentro de la chica, y sintiendo el grueso miembro de Agust D tocar su interior.

-¿Kitty?-Escuchó la voz ronca de Agust a su espalda, junto con el tintineo de la hebilla, por lo que supuso que ya estaba acomodando su ropa nuevamente.

-Agust.-Contestó agotado. Y de pronto, escucha la risa de Agust, lo que le hizo fruncir el ceño.-¿Ahora me llevaras con tu jefe?-Dijo en un suspiro. Si aquello era lo que le causaba gracia, lo mejor sería que guardara silencio y se lo llevara de una vez por todas, pues no conseguía ni siquiera las fuerzas para discutir, y huir.-Tenía que volver a casa antes de que amaneciera y Jin y Nam se dieran cuenta, pero si vas a llevarme con...

-¿Quieres que te lleve a casa?-Sugirió, logrando que Kitty se girara para mirarlo con sorpresa.

-¿Hablas en serio?-Agust asintió levemente.-Mmm, creo que yo puedo irme solo, no quiero molestarte.

Tomó sus pantalones para volver a colocárselo bajo la mirada de Agust.

-Anda, Kitty.-Lo tomó del brazo para que se detuviera.-Llamaré a alguien para que limpie el desastre aquí y te llevaré a casa.

Kitty quiso negarse, otra vez, pero el dolor estomacal y el ligero mareo lo obligaron a ceder. Solo quería irse a casa, su cabeza daba demasiadas vueltas. Tanto,como para no considerar el estar llevando a un enemigo a su propia casa, y pintar un tonta sonrisa en su rostro cuando Agust D tomó su mano para guiarlo.

Agust siguió la indicaciones que el pelirosa le dio, aunque la mayor parte del camino, tuvo que chasquear los dedos o tocar el hombro de Kitty para que volviera en sí y le dijera qué camino debía tomar.

Hasta estacionarse frente a un enorme de edificio, que Agust miró con atención.

-Gracias Agust.-Kitty sonrió, plantando un beso en los labios del rubio antes de abandonar el auto, y entrar al edificio, sosteniéndose de una pared para no caer al suelo.

Agust D se limitó a ver como un Kitty Gang ebrio se iba, actuando gentil, agradecido, como si no hubiese un enfrentamiento entre ellos, y sonrió de vuelta, avanzando solo cuando vio el cuerpo del menor desaparacer.

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