Capítulo 16.
El sueño nunca había sido tan profundo. Las sábanas no se habían sentido tan suaves. Y desde que había entrado en la mafia, nunca había dormido abrazando el cuerpo de la persona que aceleraba su corazón.
En la noche, se había ido a dormir con Kitty Gang entre sus brazos, pero al despertar, y no sentir nada a su lado, se levantó lleno de confusión y un mal presentimiento atormentándole. Se levantó, con la esperanza de encontrar a Kitty quizás en el baño, o cualquier otra parte de la casa, pero luego de registrar todo el lugar, se dió cuenta de que no estaba por ningún lado.
Suspiró, llegando a la conclusión de que Kitty había vuelto a su casa, y no había querido despertarlo innecesariamente.
Aunque a él le hubiese gustado despedirse.
Resignado, se dirigió al baño para asearse, y luego cambiar su ropa, le marcó a J Hope para que le notificara sobre alguna novedad en su trabajo.
-Habla J Hope.-Su voz sonó tan alegre como hace meses, lo cual llamó mucho la atención de Agust, sonriendo ligeramente al sentir el buen humor de su compañero, incluso a través de la linea.
-Hope, habla Agust, ¿Todo bien?-Contestó, dejando el aparato a un lado en altavoz mientras conducía de camino al trabajo.
-Oh, Agust.-Su tono cambió abruptamente, Agust aclaró su garganta ante el repentino silencio que se había formado.-Tengo tantas cosas que decir.
-Empieza por lo más importante.-Sugirió.
-¿Lo más importante?.-Agust hizo un sonido afirmativo, un poco intrigado por saber qué era aquello que J Hope tardaba tanto en soltar.-Espero que puedas perdonarme, Agust...
-Escúpelo, Hope.-Su paciencia comenzaba agotarse. Aprentó sus nudillos sobre el volante.
-Trabajo es trabajo, hermano, y como V quería acabar con Kitty Gang...
-¡¿Mataste a Kitty?!-Frenó el auto de un solo golpe. Las bocinas de los autos comenzaron a resonar con potencia, una tras otra. Pero él no podía hacer otra cosa más que pensar en el niño pelirosa que hace tan solo unas horas había estado durmiendo plácidamente en su cama.
-Uhm, digamos que si. Lo vi salir de tu casa hoy, y decidí que había que acabar con esto de una vez por todas. Aún están sus dos amiguitos vivos, pero él era él mayor de nuestros problemas, y ya está bajo tierra.-Rió un poco.-¿Bajo tierra? No, debe estar hecho cenizas ya. Solji y Hani quisieron deshacerse del cuerpo, esas chicas son ardientes, ¿No lo crees?
Con la piel hirviendo, y un nudo formándose en su garganta, aventó el celular por la ventana, importándole poco que este se destruyera y perdiera todos los datos dentro de él. Lo importante estaba resguardado en el disco duro de su computadora.
Ahora solo quería descargar su furia en lo que sea que se encontrara.
Es algo temporal, se repitió mentalmente. Kitty gang no había sido más que un capricho que había durado ya demasiado timpo. Y si así había sido, entonces, ¿Por qué había una presión en su pecho al pensar en el cuerpo del pelirosa sin vida?
Golpeó el volante con todas las fuerzas que encontró, y encendió el motor de nuevo, arrancando el auto a toda velocidad.
Quizás eso era lo correcto. Si Kitty se quedaba, y seguía haciendo de su cabeza un cáos, acabaría perdido. Bastaba con solo tener una persona importante, y ese era J Hope.
Kitty no hacía falta. Incluso, si de verdad llegaba a suceder lo que a su cabeza llegó a darle tantas vueltas, alguna de los dos habría tenido que morir, puesto que V había dejado muy en claro que eliminaría a aquellos que se metieran con él.
No sabía mucho acerca del pasado de Kitty, al menos no antes de convertirse en lo que es, o en lo que era. Lo poco que sabía, era que había tenido que pasar por mucho cuando Namjoon, Seokjin y él se habían prometido ser su propio equipo. Sin necesidad de un lider, sin necesidad de ser dueños del mundo. Con la única finalidad de pasar el resto de sus vidas siendo solo ellos tres, haciendo lo que le plazca. Pero todo eso tenía un precio. Ellos no habían escogido el comino correcto, y tal vez, la muerte era realmente lo que Kitty Gang necesitaba para al fin descansar.
Agust soltó aire pisando el acelerador hasta el fondo, solo dedicándose a dar vueltas por la zona. Prefería estar metido en su auto, a estar en cualquier otro lugar con el riesgo de que J Hope o cualquier otro irrumpiera, y terminara con la poca paciencia que quedaba.
Después de estar al menos media hora conduciendo sin rumbo, en un intento fallido por controlar la ira descomunal e irracional que sentía, escuchó el característico sonido de las sirenas de una patrulla detrás suyo, posiblemente por la alta velocidad a la que iba.
Refunfuñó cambiando de dirección y sumergiéndose en una de las desoladas calles que guiaban hacia un viejo y descuidado barrio, en las que lo más probable era que encontraras algún ladrón buscando robar tus pertenencias, o incluso, secuestradores que drogaban mujeres, y quizás algún hombre de facciones delicadas, para su mero placer, o para sus redes prostitución.
En esta pocilga, era poco probable encontrarse con una presa fácil, pues los rumores se habían corrido rápido por la ciudad, y eran pocas las personas que andaban por esa zona.
La policía no dudo en seguirlo, probablemente creyendo que se trataba de uno de los idiotas que vivían en ese lugar. Detuvo el auto. No pasaba ni un alma por allí, y todo estaba en un rotundo silencio, a excepción del repiqueto de la suela de los zapatos del oficial aproximándose hasta su coche.
-Salga del auto, por favor.-Pidió el hombre. Agust miró por el retrovisor para verificar que el sujeto venía sin compañía. Abrió la puerta saliendo con la cabeza gacha para ocultar la descarada sonrisa que se plantaba en sus labios.-¿Trae identificación?
Vió al hombre dirigir su mano hacia su cinturón, donde aguardaba su pistola y sus esposas. El vago recuerdo de Kitty Gang esposado surcó su mente.
En un movimiento rápido, tomó la pistola del hombre y lo golpeó con esta en la cabeza, y sin esperar un segundo más, cuando el cuerpo del hombre tropezó hacia atrás, se abalanzó sobre él y comenzó a lanzar golpe tras golpe sobre su rostro. La furia que había estado contenida se reflejaba en cada uno de los puñetazos, que deformaban su rostro, y el hombre no conseguía detener.
Rió, burlándose de lo poco precavidos que eran algunos oficiales. ¿Por qué entraría a un barrio de ese estilo creyendo que tendría el mismo poder que fuera de él?
Con rabia, golpeó el abdomen con todas sus fuerzas. El hombre dejó salir aire con dificultad, y sus manos seguían intentado sacarse al pálido de encima, pero no lograban moverlo ni un centímetro. Repitió la acción escuchando un crujido proveniente de una de sus costillas, y un alarido salió de los labios del tipo.
-Cállate.-Abofetó su rostro, y nuevamente tomó impulso para golpear su estómago. La sangre salió de su boca y Agust hizo una mueca de desagrado.
Se preguntó cómo es que un hombre tan delgado y débil pudo haber terminado como oficial de policía.
Golpeó y golpeó hasta que finalmente abrió una herida, y la piel del hombre y de sus manos comenzó a mancharse de rojo. Encajó sus uñas en la herida ya abierta por debajo de la tela para separar la piel lo más posible. Cuando alzó la vista, los brazos del hombre ya había caido a sus costados, pero aún veía su boca moverse ligeramente, intentando tomar aire.
Sonrió para sus adentros. La rabia había disminuido, y sin embargo, aún quería terminar de desahogarse con aquel desafortunado sujeto que se había topado en el momento menos indicado. Y no con Hoseok.
La sangre saliendo a borbotones de la herida que Yoongi abrió sin pudor alguno. No se inmutó ni siquiera cuando su puño fue estampado contra sus órganos, haciéndolos trizas y tornando la imagen aún más escalofriante.
-Jodido J Hope.-Masculló.
Cuando se cansó, y dió por terminado su trabajo, un charco los rodeaba, y el líquido no solo empapaba sus manos, si no que había ensuciado su rostro y camiseta. El hombre, evidentemente, había muerto.
Bufó, levantándose para tomar al hombre debajo de los hombros y comenzar a arrastrarlo hacia un contenedor de basura. La sangre se escurría por todo el suelo marcando el camino. Se encargó de meter todo lo que podía al contenedor, que, por lo visto, no había sido vaciado en mucho tiempo, pues el olor a putrefacción llegó a sus fosas nasales obligándolo a apresurarse para cerrarlo cuanto antes.
La culpa, o el temor de ser descubierto no era una preocupación para él. V tenía todo bajo control, y además de que, en esas calles siempre había un cuerpo del que deshacerse, no es como si no hubiese hecho eso en alguna otra ocasión.
Como si nada hubiese pasado, tomó el arma para guardársela, y se introdujo en su auto de nuevo para manejar esta vez hacia el edificio de su trabajo donde, con suerte, le asignarían alguna tarea que lo ayudara a despejar su mente.
Cuando llegó a él, ni siquiera fue necesario ir hasta el despacho de V, pues Hani se apareció frente a él con su rifle colgando de su espalda, y una reluciente sonrisa dibujada en su patético rostro.
-¡Agust! Que bueno que has llegado, V nos ha dicho que vayamos a cobrar unas deudas por él, ha estado muy ocupado con la nueva mercancía que llegó ayer.-La chica ignoró por completo el aspecto de Agust y agitó su mano para que lo siguiera. Lo hizo sin ningún inconveniente, mientras ella no mencionara nada fuera de lugar que hiciera reaparecer su mal humor, todo estaría bien.
Él fue quien condujo hasta la dirección que ella le había indicado, y allí, para su sorpresa, estaba J Hope esperándolos con su típica sonrisa divertida.
Si, le agradaba el hecho de que la personalidad de su amigo volviera, pero por desgracia, ahora era él quien cargaba una expresión de pocos amigos y una mala actitud. Aunque no era nada inusual en él, habían días en los que todo el mundo le resultaba insoportable. Agust sabía que en esta ocasión, había un motivo en particular, que prefería no mencionar a nadie.
-Carajo, Agust, ¿Has hecho una masacre o por qué estás bañado en sangre?-Hoseok apuntó hacia él de arriba a abajo.
Agust gruñó.-No es de tu incumbencia.-Fue lo único que dijo. J Hope alzó sus cejas dándole una mirada interrogativa hacia Hani, pero esta solo se encogió de hombros.
-Hey, Agust, adivina qué.-J Hope lo alcanzó con demasiada emoción para el gusto del rubio.-Han visto a Rocky colado en nuestro edificio, y lo atraparon en un callejón. Ya sabes, uno de los tipos de Cha Eunwoo. V tiene la sospecha de que tiene algo que ver con Kitty Gang, pero no hemos podido sacarle suficiente información.
Agust frunció el ceño al escuchar el nombre del pelirosa. Sea lo que sea que involucrara a Kitty, ya no era de su interés, mientras más rápido acabaran con toda esa gente, más rápido se solucionaría el problema, y finalmente no habría que nombrarlo, y no tendría que escuchar a nadie más nombrarle nunca más en su vida.
-Oye, hermano, ¿Qué pasa?-Insistió J Hope.-Luces algo irritado, ¿Te has peleado con alguien y por eso terminaste así?
Agust tomó un profundo suspiro antes de clavar sus ojos en él con seriedad.-¿Puedes callarte? No me pasa nada, no he peleado con alguien, si he terminado así, es porque estamos asesinando personas constantemente, así que agradecería que cerraras el hocico y nos dejes trabajar, o ahuyentarás a nuestra víctima.
Hoseok selló sus labios mirando con confusión como Agust lo dejaba atrás cuando avanzaba hacia la enorme casa en la que tendrían que escabullirse.
Tal vez tenga que ver con el gatito, pensó, pero tampoco le dió mucha importancia, Agust lo superaría en cualquier momento, y aquel pelirosa solo sería olvidado como muchas de las personas de su pasado.
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