El efecto que produce pensarte mientras consumo este exquisito líquido no es nada bueno.

Las personas toman para olvidar, yo lo hago para recordarte. Para recordarme a mí mismo que sos una zorra que nunca mereció la vida.

Estando sobrio no podría hablar tan mal de vos, ni odiarte. Pero ahora sí lo hago, puedo encontrarme conmigo mismo y separarte de mi estrecha alma para escupir sobre tu asqueroso pero agradable recuerdo.

-¡Por todas las malditas mujeres zorras del mundo! -Grito en voz alta, y doy el trago más largo del día.

Porque sin ellas, las buenas mujeres no tendrían con quién compararse, porque gracias a esas mujeres los hombres dejamos de parecer inferiores al sexo opuesto, porque nos consuelan cuando las buenas nos tiran al bote de basura. Porque no necesitan de tanto esfuerzo para obtener una buena noche, y no le temen a la oscuridad... porque yo me enamoré de una mujer así, yo me enamoré de vos zorra. Y vos me hiciste el hombre más feliz del mundo.