Loco.

De mente.

Desquiciado.

Enfermo.

Cada palabra chocaba en mi cerebro y me aprisionaba la cabeza. Me pinchaban como un montón de agujas una y otra vez.

El color blanco de aquellas paredes acudían a mí, recordándome el encierro, las enfermeras, los demás "locos" que hablaban con el aire y vivían con la mirada desencajada en el más allá, quizás sumergidos en un mundo mejor.

Yo jamás encajé allí. Yo y mis pensamientos no eramos dos cosas distintas, él no me gritaba ni hacía aparecer voces que contradigan mis instintos. Siempre fuimos muy unidos y reflexivos sobre todo lo que parecía no tener sentido.

Yo no estoy loco. Ellos quisieron volverme un psicópata. No te confundas, que todo el mundo piense una cosa, no quiere decir que sea la verdad, no importa la mayoría, lo que tiene valor son los argumentos.

En la sociedad se mide por democracia, por la CANTIDAD, cantidad de... Ya sean billetes, amigos o votos.

Vuelvo otra vez al tema de los números, será porque es el trago 18 y cuando veo el 8 esto viene a mí de inmediato.

¿Por qué siempre buscamos el diez?

Queremos una esposa diez, una vida de diez, cuando vamos a la escuela obtener un diez, Messi y el diez... DIEZ.

Solo brindo por una cosa y es por el número tres, yo solo quiero tres cosas en la vida, salud, sexo y a vos.

Dejemos de buscar la perfección por favor, que como ya dije, lo perfecto aburre y una vez que lo tienes lo desechas.