1.- Hey🍫

La alarma sono interrumpiendo su sueño.

Justo iba a decir el "si" para casarse con esa barra enorme de chocolate con almendra.

Suspiro sintiendo las ganas de llorar, gimoteo levantándose de la cama con una mueca triste, se dirigió al baño a cepillarse los dientes y dispuesta a tomar un baño cuando observó la bañera algo sucia.

Parece que sólo se lavaría los dientes.

Comenzo su labor mientras se veía al espejo, quizá si necesitaba un baño, ayer había estado tan cansada que ni siquiera cambió su ropa sucia, su mejilla estaba un poco manchada de algo marrón, supuso era chocolate y también había un gran desastre en todo el lugar.

Quiso llorar al percatarse de todo lo que tendría que hacer volviendo de la universidad, terminó de lavarse los dientes, lavo su cara y con unas toallitas humedas de bebé comenzó a limpiar su cuerpo, sin preocuparse por salir desnuda, abrió la puerta del baño y se dirigió al clóset a tomar su ropa.

Algo lindo de color pastel bastaría, se vería linda y adorable con ello aunque luego sus inmaduros compañeros se burlaran de ella a sus espaldas como unos niños.

Ellos ya eran adultos ¿por qué no se comportaban como tal?

Si su mamá los escuchara seguramente se enojara mucho, pero tristemente lo único que quedaba era la casa y el jardín, Lisa había "re modelado" la casa.

Suspiro formando un puchero y una vez arreglada tomó su mochila que estaba tirada al lado de la puerta, camino tranquila directo a la cocina, algunas manchas de chocolate en su trayecto.

Un pedazo de pastel red velvet en la esquina de la cocina le hizo saber que no recordaba demasiado, se lo atribuía al cansancio.

¿Cuanto había comido?

Posiblemente mucho.

Bueno eso explicaba el porqué durmió tarde la noche anterior.

Tomó una manzana del cesto de frutas y se dirigió a la salida no sin antes cerrar todas las puertas y ventanas, no quería un ladrón en su hogar.

Suspirando con algo de cansancio abrió la puerta escuchando un golpe seco desde el cuarto de visitas, lugar que usaba para pintar o colgar sus fotos.

Seguro se había caído algo.

Sin darle importancia salió de la casa y cerró asegurándose de poner todos los seguros.

Después de todo ella ahora vivía sola y tenía que velar por su seguridad.

Camino tranquila por su vecindario, no era particularmente lindo, y más bien era peligroso, pero bastante barato y podía pagarlo, la gente de la zona la conocía, así que no temía mucho por ella en ese sentido.

La fachada de su casa simple era bastante normal, algo gris y vieja debido a que la casa era de su difunta madre.

Al frente su jardín le daba un toque vivo alrededor, los bonitos rosales que cuidaba con espero la hacían sentir orgullosa.

Detrás, en el patio trasero, estaba su reliquia.

Un hermoso jardín que más bien aprecia una selva pero toda completamente planificada.

Incluso el cachito de tierra suelta que estaba siempre ahí.

Cuando se dio cuenta había terminado su manzana, sintiendo que necesitaba otra clase de azúcar sacó una paleta de fresa con centro sorpresa.

Era su paleta favorita.

Cuando llegaba a lo profundo nunca sabía que esperar.