7.- Soledad.
— Me voy. –Dijo sin siquiera mirarme–. Te echaré de menos mientras esté fuera, pero no tengo otra opción... –La tristeza se notaba en su voz–. Ya sabes, me han trasladado... Al menos, será por unos meses y no para siempre. Cuida de los niños, ¿sí? ... Oh, venga, ¿vas a llorar de nuevo? –Me abrazó–. No llores, mi amor... Sabes que volveré. Te echaré de menos... Deséame suerte, por favor. –Rió levemente. A veces es cruel con sus bromas, sabiendo que soy muda–. Es broma, es broma... Oh, venga, no pongas esa cara de enfado. ... Bueno, ya han venido a recogerme. Pensaré todos los días en ti, ¡te amo!
Tras eso, me soltó y tomó la maleta. Cuán estúpida fui creyendo que volvería... De esta conversación hace ya siete años.
Estoy tan sola...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro