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➳ᴄᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ ᴠᴇɪɴᴛɪᴄɪɴᴄᴏ







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⤷✾ ᴵⁿᵗʳᵒᵈᵘᶜⁱᵉⁿᵈᵒ DISPAROS Y BAILES✾⤶

༄ ✯ [𝚂𝚎𝚊𝚜𝚘𝚗 𝙾𝚗𝚎 - 𝙴𝙿𝙸𝚂𝙾𝙳𝙴 𝚃𝙷𝚁𝙴𝙴]

⇾ "¡No puedo creer que me hayas golpeado, perra!" ⇽


⤷ Lelia se estaba divirtiendo, solo había consumido una botella de cerveza, así que no estaba ni cerca de estar borracha, pero planeaba beber un poco más más tarde, y ahora estaba en la pista de baile, bailando con los otros estudiantes.

Bridget había encontrado a la rubia poco después de que ella subiera por primera vez a la pista de baile, por lo que las dos chicas estaban pasando el mejor momento de sus vidas bailando juntas y olvidándose de sus preocupaciones, o de sus deberes y de la escuela en general.

- ¡Oigan, ustedes dos deberían venir a tomar algunas fotos con nosotros! - Una chica de su año les hizo señas para que se acercaran a una mesa con un grupo de personas que tomaban fotos. Los vasos de chupito estaban siendo golpeados sobre la mesa, mientras los estudiantes de Alfea que competían se apresuraban a terminar sus bebidas y ganar.

- ¡Oh, diablos, sí! - Bridget vitoreó, antes de agarrarse a la muñeca de la hada del aire y arrastrar a la rubia con ella hacia la mesa.

Lelia se rió de Bridget, mientras la hada del agua la arrastraba hacia el grupo que estaba haciendo tomas. Hubo una mezcla de varios años en la mesa haciendo tragos y Bridget y Lelia estaban animando a todos, ya que tenían competencias sobre quién podía beber más rápido.

- ¡Ustedes dos! ¡Es su turno! - Dijo uno de los chicos del grupo, arrastrando las palabras, mientras señalaba entre la hada del agua y la hada del aire. Lelia se dio cuenta de que el chico estaba borracho, ya que prácticamente se estaba cayendo sobre su amigo, tratando de mantenerse en pie.

- ¡Vas a bajar Aero! - Bridget declaró, mientras se preparaba a un lado de la mesa, mientras que la propia Lelia estaba al otro lado.

- ¡No si te derribo primero! - Lelia llamó por la música en auge, que sonaba a todo volumen en los altavoces, mientras la gente bailaba al ritmo y se divertía.

- ¡No tendrás la oportunidad! - Bridget respondió, señalando juguetonamente con el dedo a la rubia, que le sonreía a su mejor amiga. - ¡Soy demasiada rápida para ti!" -Bridget le guiñó un ojo a la rubia de segundo año. - ¡Llámame Flash! - La hada del agua se llevó las manos a las caderas y se hizo pasar por una sesión de fotos profesional.

- Muy bien, señorita Cosplay ... - Lelia se burló de la morena. - Te das cuenta de que soy una hada del aire, ¿verdad? - Lelia cuestionó al hada del agua, retóricamente, con las cejas arqueadas.

- ¡Sí, eres la hada del aire, y todavía eres un patán torpe! - Bridget tomó represalias, bromeando un poco más con su mejor amiga.

- ¡Definitivamente te voy a ganar, no hay duda! - Lelia entrecerró los ojos ante la hada del agua, después de poner los ojos en blanco ante el comentario burlón de las morenas.

- ¡No estaría tan seguro, deberías dudarlo! - Bridget respondió. Las dos seguían hablando en voz alta, por encima de la música, así como por los vítores y gritos de los estudiantes.

- ¡Cállate estrella de mar! - Lelia puso los ojos en blanco, juguetonamente, mientras los estudiantes a su alrededor comenzaban la cuenta regresiva para que corrieran para terminar todos los disparos alineados a lo largo de la mesa en la que las dos hadas estaban paradas en extremos opuestos.

Una vez que se les dijo a los dos que comenzaran, Lelia no perdió tiempo en beber el primer trago. Las dos chicas eran un desastre de risa, mientras continuaban tirando los innumerables tiros que estaban en línea recta sobre la dura superficie de la mesa.

Lelia en realidad estaba bastante bien, pero tropezó con sus propios pies y terminó casi ahogándose con el trago que estaba bebiendo en ese momento. Bridget también estaba bien, pero se rió a carcajadas mientras veía a la rubia toser; la chica no se apresuró a ayudarla porque sabía que Lelia estaba bien, debido a la enorme sonrisa que todavía estaba presente en su rostro.

Sin embargo, la hada del agua no se molestó en reír por mucho tiempo, ya que aprovechó esto para poder terminar todos sus disparos. Tan pronto como la morena terminó, los estudiantes se apiñaron a su alrededor, quienes estaban animando a las dos chicas, gritaron aún más fuerte cuando declararon a Bridget la ganadora.

Lelia gimió cuando fue derrotada por su mejor amiga. El hada del agua saltó, encantada con su victoria, hacia la rubia, que la miró, fingiendo estar enojada con ella, pero Bridget sabía que no era así.

- ¡No puedo creer que me hayas golpeado, perra! - Lelia se burló, empujando el hombro de Bridget en broma, lo que solo hizo que el hada del agua se riera de su mejor amiga.

- Bueno, solo necesitaba que fueras tu torpe y torpe habitual, y lo tenía en la bolsa - Bridget sonrió burlonamente, tocando en broma el hombro de la hada del aire.

- Ya nadie dice eso Bri - Lelia negó con la cabeza, casi haciendo una mueca de horror fingido.

- ¡Sí, bueno, no soy cualquiera! - Bridget enarcó las cejas, colocando una mano sobre su corazón, burlándose de estar ofendida. - ¡Soy Bridget Beckett! ¡Reina de la carrera de disparos! - Ella lanzó su primero al aire y gritó, lo que le valió al hada del agua algunas miradas, pero no le importó.

Lelia puso los ojos en blanco juguetonamente ante la chica claramente borracha, y Lelia estaba empezando a sentirse borracha también.

- Vamos a buscar un poco de agua, solo quiero emborracharme, no quiero una resaca masiva - Lelia informó al hada del agua, mientras tomaba la mano de su mejor amiga y la conducía hasta una de las mesas donde se colocaban las botellas de agua; las dos chicas tropezaban a veces debido a su estado de ebriedad.



⤷ Lelia tomó una botella de agua para ella, antes de arrojar una al hada del agua, mientras la chica rubia desenroscaba la tapa y bebía toda su propia botella.

- ¿Recuerdas lo borrachas que terminamos el año pasado? - Bridget se rió, todavía bastante borracha.

Lelia cerró los ojos avergonzada.

- Esa fue la primera vez que bebí, era tan liviano en ese entonces - Lelia recordó, mientras negaba con la cabeza, burlándose y riéndose de su yo más joven.

- ¡Oh, definitivamente lo estabas! - Bridget asintió con la cabeza, riendo junto a su mejor amiga. - Está bien, vamos, ¡vamos a bailar! - Bridget juntó las manos, antes de llevar al hada del aire a la pista de baile, donde los estudiantes sudorosos y borrachos saltaban y se balanceaban con la música que sonaba en los altavoces. Lelia se quedó atónita de que no hubiera venido un profesor y detuviera la fiesta, pues la música era ensordecedora, pero en vano alertó a los profesores.

Lelia y Bridget llegaron a la pista de baile, pero estaban cerca del borde, porque la pista estaba llena de estudiantes, y no había forma de que pudieran viajar directamente al medio sin ser aplastados por los estudiantes de Alfea.

- ¡Derribemos la casa! - Bridget se dio la vuelta, antes de agarrar la mano de Lelia y hacerla girar esta vez.

- ¡No digas eso Starfish! - Lelia gritó por encima de la música.

- ¿No digas qué? - Bridget bromeó, ahuecando su mano sobre su oreja y acercándose a la rubia. - No digas ... ¡derriba la casa! - La hada del agua gritó una vez más.

- ¿Por qué soy tu amiga? - Lelia cuestionó, bromeando, mientras sonreía.

- ¡¿Qué?! - Bridget preguntó por la música, esta vez sin escuchar al hada del aire.

- ¡No importa! - Le aseguró Lelia. Está agradecida de ser la mejor amiga de la morena, no sabe dónde estaría sin ella.

Y así, las dos mejores amigas continuaron bailando con todo el corazón, disfrutando de la fiesta, sin importarles nada más. La gente pidió más osos y se quejó de que no había baño o se preguntó si había uno; ellos necesitan desesperadamente el baño debido a su consumo de bebidas. Las cervezas y otras bebidas alcohólicas se derramaban sobre las camisas de las personas, ya que estaban demasiado borrachas para darse cuenta o alguien había chocado con ellas y lo había causado. Los bocadillos se consumían como fuego rápido, lo que hizo que Lelia se preguntara de dónde venían en primer lugar.

Lelia estaba balanceando sus caderas al ritmo, antes de que los brazos de alguien se envolvieran repentinamente alrededor de su cintura. La rubia miró quién era el culpable, queriendo asegurarse de que era Sam y no una persona cualquiera, de lo contrario, los alejaría de inmediato.

Ella suspiró aliviada, al reconocer al familiar hada de la tierra de cabello castaño y después de verlo, su sonrisa se amplió aún más.

El chico le dio la vuelta y los dos bailaron juntos, mientras las luces de la fiesta destellaban y creaban un cálido resplandor en sus cuerpos. Sam la levantó en el aire, mientras la hada del aire y el hada de la tierra se lo pasaban bien juntos.

Cuando el chico la hizo bajar, las manos de Lelia subieron por su pecho y se deslizaron alrededor de su cuello, mientras se acercaba aún más al chico. La rubia ladeó un poco la cabeza y se lamió los labios, antes de pasar suavemente los dedos por el suave cabello castaño de Sam y llevar su cabeza hacia la suya.

Sus labios rozaron los de los demás, pero no hicieron ningún otro movimiento, ya que ambos recordaron que, aunque la mayoría de la gente estaba borracha, eso no significaba que nadie estaba sobrio y potencialmente podría atraparlos; aunque era muy improbable, ya que los dos estaban en medio de la pista de baile, con los estudiantes protegiéndolos como lo hacen las paredes de Alfea.

Sam se echó hacia atrás, reacio a hacerlo, pero luego sus ojos se encontraron con algo detrás de la rubia a través de los minúsculos huecos en la multitud que bailaba y volvió a mirar a Lelia una vez más. Luego, el chico asintió con la cabeza hacia el lugar que miró más recientemente, lo que hizo que Lelia volviera la cabeza hacia la fuente, viendo pilares que defendían un pasillo con poca luz, Lelia instantáneamente supo que, si se hubieran llevado allí, no lo habrían hecho. preocuparse por ser atrapado.

El hada de la tierra la tomó de la mano y la llevó lejos de la pista de baile, para que los dos pudieran tener su tiempo a solas para pasar el rato, y probablemente también recibir algunos besos.

Bridget vio a los dos escabullirse, pero solo le guiñó un ojo a la rubia, como una señal de decirle que la tenía de espaldas, antes de continuar bailando.

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