Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

➳ᴄᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ ᴅɪᴇᴄɪɴᴜᴇᴠᴇ







꧁ "¿Estás enamorada de mí?" ꧂


Lelia y Bridget estaban sentadas en diferentes mesas, en extremos opuestos de la habitación, detenidas. Habían terminado todas sus clases, pero se les indicó que fueran a la biblioteca al final del día para su detención.

Lelia solo había sido detenida unas pocas veces durante su tiempo en Alfea. La mayoría de ellos eran por razones estúpidas que Bridget había logrado convencerla de que lo hiciera, pero no era como si Lelia fuera a dejar que Bridget hiciera cosas ridículas sola.

- Tengo cosas importantes que hacer, así que ustedes dos ... - Su maestro los señaló a ambas. - ...vamos a sentarnos en silencio y comportarnos - Él instruyó, mientras recogía su mochila, llena de tareas que necesitaban ser marcadas.

Lelia puso los ojos en blanco, pero se aseguró de que él no se diera cuenta, porque no quería que la regañaran por segunda vez. Lelia se dio la vuelta en su asiento y compartió una mirada aburrida con su mejor amiga, que estaba al otro lado de la biblioteca.

- No habrá ningún asunto divertido... - Dijo el profesor, mientras miraba entre las dos seriamente.

Lelia y Bridget compartieron otra mirada a sus palabras y Bridget le dio un guiño astuto, lo que hizo que Lelia le devolviera la sonrisa.

- No se muevan de sus asientos - Él instruyó, cuando notó que las dos chicas se miraban la una a la otra. - También escribirás un ensayo de ochocientas palabras, explicando por qué ambas están aquí hoy - Él sonrió, mientras las dos mejores amigas gemían molestos. - Aquí hay papel en blanco - Dijo, señalando el papel encima de una mesa.

Lelia dejó caer la cabeza sobre su mesa, que estaba en un extremo de la biblioteca. No hay forma de que esté haciendo eso, es una pérdida de tiempo. Podría estar escribiendo un ensayo, que en realidad sea útil para una clase, en lugar de uno para la detención.

- Una última cosa... - El maestro entonces comenzó a decir. - No utilices tu magia - Él sonrió, antes de que el maestro saliera de la biblioteca y, desafortunadamente para las dos chicas sentadas en la habitación, ambas escucharon el clic de la cerradura. Los dos se miraron el uno al otro con los ojos muy abiertos, cuando se dieron cuenta de que los había encerrado.

- ¡Ese grasiento hijo de puta! - Bridget exclamó, golpeando su mano en su propia mesa.

- ¿Se le permite siquiera dejarnos sin supervisión? - Lelia cuestionó, mientras se burlaba. Su maestro realmente era un idiota, probablemente era el maestro menos favorito de Lelia de todos los maestros y profesores de Alfea.

- Por supuesto que no lo es - Bridget negó con la cabeza. La hada del agua luego se levantó de su asiento, antes de marchar hacia la puerta cerrada. - ¡Déjanos salir de aquí! - Bridget golpeó la puerta con las manos, pero fue inútil porque no venía nadie.

- No va a funcionar, Starfish - Lelia reprendió a su mejor amiga.

- Al menos lo estoy intentando, Aero - Bridget se mordió el labio, sonriendo. Luego continuó golpeando la puerta, esperando que alguien la escuchara y los dejara salir a ambos.

- ¿Que quieres que haga? - Lelia la interrogó, confundida, no había nada que pudiera hacer que pudiera funcionar. - ¿Causar una tormenta y rezar para que alguien se pregunte por qué hay un cambio de clima repentino? - Lelia preguntó sarcásticamente a la hada del agua.

Bridget en realidad parecía como si estuviera considerando su sugerencia, a pesar de que el hada del aire lo decía como una broma.

- ¡Eso podría funcionar! - Bridget asintió con la cabeza con aprobación. - ¡Muy bien, manos a la obra! - Bridget le ordenó, señalando hacia las manos rubias. "Haz tu magia y causa algo - Bridget agitó las manos hacia el hada del aire, que la miraba ridículamente.

- ¿Estás bromeando? ¿verdad? - Lelia le preguntó lentamente, recostándose en su silla, ya que todavía estaba sentada.

- ¿Qué? ¿Esta cara hace que parezca que estoy bromeando? - Bridget preguntó a la rubia, señalando su propio rostro.

- Espero que así sea - Lelia asintió con la cabeza.

- Hablo en serio, chasquea los dedos y provoca un huracán - Bridget ordenó, mientras paseaba por la biblioteca, con Lelia mirándola divertida.

- Estrella de mar, odio decírtelo, pero no va a funcionar - Lelia negó solemnemente con la cabeza, también quería salir de allí, pero la idea de Bridget no iba a lograr eso. - Además, si alguien va a comunicarse con los profesores, eres tú con tu dulce encanto - Lelia le guiñó un ojo a su mejor amiga.

La hada del agua solo le dio una mirada, antes de que Bridget gimiera en voz alta y se dejara caer en la silla cerca de Lelia. El hada del agua puso su cabeza en sus manos, mientras sollozaba dramáticamente.

Lelia observó, horrorizada, cómo el hada del agua seguía sollozando en sus manos.

- Bridget, ¿qué pasa? - Lelia suavizó su voz, pero sabía que Bridget solo estaba siendo dramática porque Bridget no llora así.

Su mejor amiga levantó la cabeza y miró a la rubia con los ojos muy abiertos.

- ¿Qué pasa si estamos atrapados aquí para siempre? - Ella lloró, su dramatismo aún continuaba. - ¡No quiero envejecer y morir en una biblioteca! - Bridget se estaba poniendo histérica.

Lelia puso ambas manos en las mejillas de Bridget e hizo que la morena la mirara a los ojos.

- No te preocupes, te salvaré de esta pesadilla de un lugar de muerte - Lelia se unió a la dramaturgia.

La hada del aire saltó de su silla y se dirigió con determinación hacia la puerta cerrada. Luego hizo lo mismo que Bridget había hecho antes y golpeó la puerta con los puños.

- ¡Oye, déjanos salir de aquí, o haré que tu día brillante y soleado se convierta en una tormenta eléctrica! - Prometió Lelia, todavía golpeando la puerta.

- ¿Qué diablos está pasando aquí? - Una nueva voz cuestionó, asustando a las dos chicas en la biblioteca.

Lelia se apartó de la puerta y encontró a Sam Harvey, apoyado casualmente en una de las estanterías, mirando a los dos mejores amigos confundidos, así como divertidos.

- Cómo hiciste... - Lelia comenzó a cuestionar, pero luego se dio cuenta de que el chico debió haber atravesado una de las paredes y terminado aquí. - No importa - Lelia se despidió, sacudiendo la cabeza.

Sam sonrió al recordar sus habilidades, mientras Bridget miraba entre los dos, sabiendo que algo estaba pasando entre ellos porque Lelia le había explicado todo anoche, cuando se había quedado.

- Bueno, no hay forma de que los esté viendo chuparse la cara el uno al otro - Bridget declaró, mientras se levantaba de su propio asiento y caminaba hacia la rubia. - Aún puedes, pero no me quedaré aquí para presenciarlo - Bridget empujó a la rubia hacia el hada de la tierra ligeramente, antes de caminar alrededor de una estantería y dirigirse a otro lugar de la biblioteca, ya que no podía irse exactamente.

Lelia se sonrojó ante las palabras de su mejor amiga y Sam se dio cuenta, lo que hizo que él riera suavemente entre dientes y la mirara con cariño.



Una vez que el hada del agua les dio su espacio, Sam habló.

- Me has estado evitando - Dijo lo obvio, luciendo confundido acerca de por qué ella lo había estado evitando en clase ese día.

No estaba equivocado, Lelia había estado haciendo todo lo que estaba en su poder para evitar hablar o hacer contacto con el hada de la tierra durante todo el día. Ella se había sentado lejos de él en las clases que compartían y no saludaba en los pasillos, como lo haría normalmente.

No quería hacerle sentir herido ni nada por el estilo, simplemente no quería que la atraparan con él si Terra estaba cerca.

- ¿Lo hago? - Lelia cuestionó inocentemente, pero cuando Sam la miró, ella cedió. - Lo he hecho - Soltó un suspiro y asintió con la cabeza, mientras se apoyaba en una estantería, frente a Sam.

- ¿Hay una razón? - Sam le preguntó al hada del aire, mirándola en busca de alguna señal de reacción.

Lelia frunció los labios y evitó mirarlo, ya que se sentía bastante incómoda al hablar con él sobre esto. ¿Cómo le explicas a alguien que los has estado evitando porque no quieres que su hermana se entere de que has estado rondando por ellos? Probablemente les digas directamente, pero Lelia es demasiado tonta para eso.

- Soy amiga de tu hermana - Lelia admitió, después de quedarse en silencio, con Sam esperando una respuesta por un rato.

Sam miró hacia ella, inclinando la cabeza.

- Sí, compartes una suite con ella, ¿verdad? - Le preguntó a ella. Recuerda que Terra mencionó que compartía una suite con la rubia.

- Sí, ella es la compañera de cuarto de Musa - Ella le informó.

- Entonces, ¿qué tiene eso que ver con que me evites? - Preguntó, confundido acerca de cómo ella siendo amiga de Terra, cambia algo.

- Estoy enamorada de su hermano, así que ella pensará que solo soy amiga de ella para acercarme a ti - Lelia explicó, sin pensar en lo que estaba diciendo, antes de maldecirse a sí misma. - Mierda, no quise decir eso - Ella negó con la cabeza rápidamente, esperando que él no se hubiera dado cuenta, pero lo hizo.

- ¿Estás enamorada de mí? - Una sonrisa comenzaba a apoderarse de su rostro, mientras miraba a la chica rubia.

- Yo no dije eso - Lelia mintió, sacudiendo la cabeza, esperando que lo dejara caer.

- Oh, definitivamente lo hiciste, Bambi - Sam insistió, inclinando la cabeza hacia un lado, mientras se burlaba de ella, pero en realidad estaba feliz de que la chica con la que también había estado enamorado, en realidad le gustara.

- No importa, me he avergonzado demasiado - Lelia estaba a punto de alejarse, sintiéndose extremadamente avergonzada y cohibida, pero Sam la detuvo antes de que pudiera irse.

- Oye, oye, creo que es un poco lindo que estés enamorada de mí - Sam arqueó una de sus cejas hacia ella juguetonamente, mientras lentamente conectaba sus manos.

- ¿En realidad? - Lelia lo interrogó con dudas, su inseguridad y problemas de confianza la afectaban.

- En realidad - Él asintió con la cabeza, tan seguro de su respuesta. - Porque yo también estoy enamorado de ti. - Admitió Sam, mirando a la chica más baja con una pequeña sonrisa.

- Nos estamos saliendo del tema aquí... - Lelia se calló, pero no pudo apartar los ojos de su rostro, mientras él continuaba sonriéndole. - Terra - Ella le recordó.

- Ella no tiene que saber - Sam se encogió de hombros. No quería mentirle a su hermana, pero le agradaba esta chica desde primer año. - Además, técnicamente, primero fuimos amigos... - señaló Sam, sonriendo.

Lelia se rió entre dientes del chico, quien en realidad hizo un buen punto, pero luego su rostro se puso serio de nuevo.

- ¿Recuerdas cuando te dije que me ponía una máscara? - Lelia lo interrogó y cuando él asintió con la cabeza, continuó hablando. - Hago eso porque muchos de mis amigos son ... falsos y no quiero que Terra piense en mí de esa manera, porque sé cómo se siente - Lelia le confesó al chico, que se aferró a cada palabra.

Sam tomó sus dos manos ahora y suavemente se frotó los nudillos.

- Dudar sobre si actuar en base a sus sentimientos o no, demuestra que no es falso - Sam mantuvo contacto visual con ella, pero ella rompió el contacto y Sam colocó suavemente su mano en su mejilla, para que sus ojos volvieran a los de él. - Hey mirarme - Sam instruyó gentilmente a la rubia.

Lelia arrastró lentamente los ojos por su rostro y se fijó en sus ojos. Ella no mentirá, la sensación de su mano en su mejilla, le estaba haciendo cosas y realmente no podía concentrarse adecuadamente, con su rostro tan cerca del de ella.

- Mi hermana es una persona increíble... - comenzó a decir Sam. - y creo que ella entendería que, si realmente nos gustamos, entonces se nos debería permitir actuar en base a esos sentimientos - El chico Harvey comenzó a acariciar la mejilla de la hada del aire mientras hablaba.

Los dos guardaron silencio, mientras se miraban a los ojos, Lelia asimilando sus palabras y Sam esperando que ella dijera algo.

- ¿Realmente crees eso? - Lelia susurró, sin romper el contacto visual esta vez.

- Sí lo hago - Le aseguró, con el mismo volumen. El aire estaba en silencio de nuevo y Lelia estaba teniendo dificultades para resistir el impulso de besarlo en ese mismo momento.

Parece que Sam fue igual, porque la mano que estaba colocada en su mejilla, la acercó suavemente, de modo que sus labios casi se tocaban.

Lelia sintió como si se estuviera ahogando, mientras los sonidos alrededor de los dos se desvanecían. Se olvidó por completo de que Bridget estaba cerca, justo al otro lado de la biblioteca. Se olvidó de sus dudas, de actuar en base a sus sentimientos por Sam, debido a que no quería molestar a su hermana y se perdió en el momento, mientras la tensión en la habitación crecía.

Sam colocó lenta y cuidadosamente su mano libre en la hendidura de su cintura y la acercó aún más, pero la observó de cerca, sin querer incomodarla.

- ¿Puedo besarte? - Sam pidió su consentimiento, su voz apenas un susurro, apoyando su frente contra la de ella.

Lelia no pudo responder con palabras, sino que reaccionó físicamente cerrando el pequeño espacio entre ellos y capturando sus labios con los suyos. Sam no dudó en devolverle el beso, después de haber recibido su permiso silencioso. Este no fue el primer beso de Lelia, pero seguro que fue el mejor.

La hada del aire estaba apoyado contra la estantería, mientras los dos perseguían a besarse. Las manos de Lelia se encontraron colocadas delicadamente sobre su torso, casi como si se estuviera sosteniendo.

Sam se elevó sobre ella, mientras los dos continuaban con su beso lento pero apasionado. Ninguno de los dos quería ir demasiado rápido, una de las razones era que no querían que su relación, fuera lo que fuera ahora, fuera demasiado rápido y la otra era que querían reanudar los besos todo el tiempo que pudieran.

Lelia se apartó de mala gana, todavía dudando de que al chico realmente le gustara, y no quería que cambiara de opinión y la dejara con el corazón roto.

Sam se dio cuenta de esto e inmediatamente la tranquilizó, mientras Lelia lo miraba con sentimiento de culpabilidad.

- Está bien, tenemos mucho tiempo - Sam le prometió, sus frentes aún tiernamente presionadas juntas, mientras ambos jadeaban por el aire del que fueron privados de su beso.

Lelia le sonrió, agradecida de que él tuviera cuidado con ella y tranquilizara sus preocupaciones. Ella lo atrajo hacia otro beso corto y dulce, para asegurarle que sus sentimientos eran los mismos.

Cuando los dos se alejaron, ambos tenían sonrisas suaves e iguales adornando sus rostros enrojecidos. Lelia todavía estaba apoyada contra la estantería, mientras sus manos aún descansaban sobre su torso.

- Sé que todavía estás preocupado por Terra, así que si quieres... - Sam comenzó a comprometerse, después de que se quedaron sonriendo en silencio durante unos minutos. - Podemos tomarnos las cosas con calma y tendremos cuidado hasta que decidamos hacerlo público - Sam se comprometió, queriendo que ella estuviera segura de su relación y sin ponerles una etiqueta todavía, porque ambos estaban de acuerdo en silencio en que querían tomar esto con calma.

Lelia asintió con la cabeza ante su compromiso y le dedicó una sonrisa tímida, después de que sus sentidos volvieron a ella y se dio cuenta de que acababan de tener su primer beso, lo que hizo que Sam sonriera aún más ante su comportamiento tímido.

Lelia se reclinó aún más contra la estantería, lo cual fue una decisión estúpida, ya que un par de libros se cayeron y ella casi derriba la estantería, pero tuvo suerte de que Sam le rodeó la cintura con los brazos, evitando que se cayera.

- Te dije que eras Bambi - Sam sonrió, mientras apartaba los brazos de su cintura.

Lelia le puso los ojos en blanco, pero no pudo evitar que la sonrisa tonta se extendiera por sus labios.

- Entonces, ¿crees que puedes perforar esa pared... - Lelia asintió con la cabeza hacia la pared al lado de la puerta de la biblioteca. - ...y dejarnos salir de aquí abriéndolo desde el exterior? - La hada del aire lo interrogó, queriendo salir temprano de la detención, ya que el maestro los había dejado sin supervisión.

- Seguro Bambi - Sam se rió entre dientes, mientras negaba con la cabeza, antes de darle un suave y prolongado beso en la frente y luego alejarse de ella. Luego se acercó a la pared y la atravesó.



El suave clic de la cerradura alertó a la hada del agua, que había estado en otro lugar de la biblioteca.

- ¿El maestro finalmente está aquí para dejarnos salir? - Bridget salió de la nada y se paró junto a la aturdida rubia.

- No exactamente - Lelia le sonrió a su mejor amiga, quien solo la miró confundida.

La hada del agua entonces se dio cuenta de que faltaba alguien.

- ¿Dónde está tu juguete de niño? - Le preguntó a la hada del aire, después de mirar a su alrededor y no verlo.

Lelia se sonrojó ante sus palabras, que Bridget notó e hizo una nota para burlarse de ella y tener o más como forzarla, para contárselo más tarde. La pregunta de Bridget fue respondida cuando la puerta de la biblioteca se abrió y se abrió, y de pie allí estaba Sam, sosteniendo una llave.

- ¡Aleluya! - Bridget exclamó, levantando los brazos en el aire victoriosamente. - ¡Te apruebo por Lelia! - Bridget aprobó, pasando junto al chico.

Los dos hadas, que antes habían compartido un beso, se rieron de la chica, pero ambas tenían las mejillas rojas, antes de seguir a la morena y escapar de la biblioteca.

Lelia recordó que no había recogido los libros que había dejado caer accidentalmente y que ni ella ni Bridget habían escrito su ensayo de ochocientas palabras, pero no le importaba el estúpido ensayo.

Sin embargo, se preocupaba por los libros. Espera no haber roto o arrugado accidentalmente ninguno de ellos porque entonces podría llorar.

- Espera, necesito recoger esos libros - Lelia les dijo a los dos, que habían dejado de caminar, preguntándose por qué no los seguía. - No podría vivir conmigo mismo si los dejara allí - Ella les dijo dramáticamente a los dos.

La hada del aire luego regresó a la biblioteca, recogió los pocos libros que había terminado dejando de la estantería, debido a que era su habitual torpeza, antes de volver a salir.

- ¡Finalmente! - Bridget exclamó, cuando el hada del aire hubo terminado. - Ahora, cerremos esto, para que nuestro profesor no se dé cuenta de que hemos escapado de inmediato - Bridget le guiñó un ojo, antes de quitarle la llave a Sam y cerrar la puerta.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro