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Angustiado, desaparecida

1 Historia, 2 Corazones.

Capítulo tres: Angustiado.

Senku estaba increíblemente estresado y angustiado, incluso aunque se suponía que este debería ser su año más tranquilo ya que se deshicieron de todos sus enemigos y las civilizaciones de todo el mundo se estaban recuperando muy bien.

Pero había un pequeño detalle que no lo dejaba dormir tranquilo, un pequeño detalle de nombre Kohaku.

Después de la traición del Dr. Aspen, ella siempre estuvo a su lado, apoyándolo y protegiéndolo, siendo una amiga y una protectora... y también mucho más.

Cuando Aspen estuvo más enloquecido por matarlo, lo único que lo reconfortaba era verla más preocupada que él, y al tranquilizarla se tranquilizaba también a sí mismo.

Aún recordaba muy bien esa época... Después de varios atentados del Dr. Aspen, Tsukasa y el resto de guerreros de lo que una vez fue el reino científico lo protegían de forma casi excesiva, incluso hacían guardia fuera de su casa recientemente construida. Pero, cuando era turno de Kohaku de hacer guardia, las cosas eran un poco diferentes.

-Otra vez te toca, ¿eh? -Un día de esos, cuando hacía bastante frío y la vio sin su ropa de invierno aún, decidió abrir la puerta y hablar con ella un poco antes de ir a dormir-. ¿Y no se te ocurrió que si te mueres de hipotermia no serás una guardia muy eficiente?

-Ja, no tengo tanto frío. -Frotó sus brazos con una mueca-. Descuida, haré ejercicio de todos modos, ve a dormir.

-Podrías hacer guardia desde adentro -propuso, hurgando en su oído con indiferencia-. No me molesta.

-No creo que sea buena idea, sí puedo merodear alrededor de la casa tengo una mejor vista de los alrededores.

-Sabes que hay más guardias vigilando a lo lejos, como punto número uno. Como punto número dos, no importa que tan absurdamente buena sea tu vista, es de noche. Y tercero, ya sabes que la tecnología de camuflaje del Dr. Aspen ya no es débil contra ti. En todo caso podrás protegerme mejor adentro, así que entra. -No le dio tiempo a responder y entró a su casa, dejando la puerta abierta.

Kohaku miró a los alrededores con sospecha, antes de seguirlo arrastrando los pies.

La nueva casa de Senku era una cabaña, y era más laboratorio que casa y más desastre que laboratorio. Tenía un montón de papeles regados por todas partes, muchos artefactos científicos desde los más normales hasta los más alocados, y también libros abiertos y cerrados hasta en el piso e incluso vio uno colgando de una ventana.

No hablaron mucho, Senku se recostó a dormir y Kohaku se quedó merodeando las ventanas, pero luego de un par de horas Senku se despertó al ver que el reemplazo de Kohaku, esta vez Kinro, había llegado.

Los vio hablar en la puerta, él le dijo que tomaría la guardia, así que ella asintió y cerró para ir a buscar su bolso.

Senku la miró bostezar al menos cinco veces en el minuto que le tomó agarrar su bolso y caminar hasta la puerta. Sonrió divertido al verla apoyar la cabeza en la pared junto a la puerta, con sus ojos cerrados, como si se estuviera quedando dormida de pie.

No lo resistió más y se acercó a ella, que estaba tan cansada que apenas abrió los ojos y no dijo nada mientras la arrastraba a su cama. La dejó recostarse allí y él durmió tranquilamente a su lado.

A la mañana siguiente ella lo miró como si fuera un bicho raro y él encogió los hombros y le dijo la verdad, que la vio muy cansada y la dejó dormir allí, eso era todo.

Excepto que ese fue el comienzo de una extraña tradición que comenzó en ella quedándose a dormir siempre después de su turno de medianoche, y luego pasó a ella quedándose cada vez que le tocaba en la tarde o noche, y después en ella quedándose todos los días.

No era ningún secreto y todos empezaron a creer que algo raro pasaba allí, pero ambos insistían en que era solo porque así podía cuidarlo mejor. Y Tsukasa estuvo muy de acuerdo con la idea, y hasta les propuso llevarlo al siguiente nivel.

-¡¿Vivir juntos?!

-¿Cuál es el problema? -Sonrió divertido ante el rostro escandalizado de Kohaku-. Ya prácticamente viven juntos, y tienen razón en que así Senku estará mucho más protegido. Es mejor tener un guardia afuera y un guardia adentro.

Kohaku se quedó sin argumentos y Senku no discutió.

Hoy en día se preguntaba si no discutir eso fue lo mejor. ¿Las cosas habrían sido diferentes si le hubiera impedido a Kohaku mudarse con él?

Aunque vivir con ella no había sido nada desagradable... de hecho, quizás esos fueron los mejores meses para su vida doméstica.

Pero ahora ella lo odiaba y no creía poder reparar ese daño.

Pero es que no podía decirle la verdad... Nadie más debía saber que en realidad no estaba seguro de si el Dr. Aspen había sido derrotado.

Y nadie podía saber que, si ese demente seguía vivo, el peligro ya no lo corría él, sino las personas que más amaba.

Nadie podía saberlo... especialmente Kohaku.

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1 Historia, 2 Corazones.

Capítulo tres: Desaparecida.

Debía saberlo, Kohaku debía saber lo que sentía por ella.

Esta situación era absurda, siempre lo fue. Y era culpa única y exclusivamente de Senku, pero aún así aquí estaba, intentando remediar todo.

Casi llega tarde, casi pierde todo, pero ahora estaban aquí y si ella vino con él no podía ser simplemente por un puesto de trabajo, no era tan ingenuo como para aceptar esa explicación.

Rozó sus labios con los suyos, pero entonces ella le apartó el rostro.

-Mi vida amorosa no es asunto tuyo, Senku. -Lo apartó colocando una mano en su pecho y obligándolo a dar varios pasos hacia atrás, contestando a su pregunta de antes a regañadientes-. Ja, nunca fue asunto tuyo. No tengo que contestarte nada. -Alzó la barbilla orgullosamente y se preparó para entrar a su habitación.

Él maldijo por lo bajo.

-Dar rodeos no es lo mío, leona. Y tampoco lo tuyo. Si no sientes nada por mí dilo ahora.

Ella tomó aire, aún dándole la espalda.

-No siento nada.

Él bufó, aunque no negaba que eso dolió un poquito, solo ligeramente, del uno al diez unos... diez billones, apenas nada.

-No te creeré si no me lo dices de frente, leona.

-¡No soy una leona! -Volteó a verlo con enfado-. ¡Y ya te dije que yo no siento...! -La voz le tembló-. N-no siento na...

El sonido del celular de Senku sonando repentinamente llamó la atención de ambos.

Él maldijo y Kohaku rápidamente aprovechó la oportunidad y escapó a su habitación.

Bufó y contestó a su celular de mala gana.

-¿Quién es?

-¡Senku, pasó algo terrible!

-Hola, Chrome, ¿qué sucede? -Frotó sus sienes con molestia.

-¡Es Kohaku! ¡Desapareció por completo!

Senku se congeló, antes de empezar a sudar frío.

-¿Ah, sí...?

-¡Sí, es terrible, Ruri está increíblemente preocupada y Kokuyo está que quiere matar a alguien!

-¿A-ah, sí?

-¡Sí! Pero es muy raro, ¿sabes? Bueno, este día en general fue muy raro. Pasaron muchas cosas, pero no tengo tiempo para contarte eso. El punto es que tú dijiste que no ibas a venir, pero los guardias del salón donde se celebró la boda dijeron haberte visto. ¿Entonces si viniste?

Senku tomó aire.

-Sí, sí fui a la boda, pero no llegué a ver mucho y me fui muy rápido.

-Demonios, ¿entonces no viste a Kohaku? ¡Parece que está desaparecida! ¡Todos están muriendo de preocupación! Hasta mi hijo se está asustando por su tía.

Senku sintió un yunque de una tonelada de culpa caerle en la cabeza.

Esto de robarse a la novia no era tan emocionante como pintaban esas absurdas películas de Hollywood...

Aunque aún le quedaba reconquistar a la novia, robarla no era suficiente en su caso.

-En realidad... Si vi a Kohaku...

-¡¿La viste?! -Cuando Chrome exclamó esa incrédula pregunta, Senku pudo escuchar otras voces de fondo, gritando y preguntando. Pudo reconocer a Kokuyo, Ruri y otros amigos suyos y de Kohaku.

Se preguntó si el novio plantado en el altar estaba allí.

-Sí, la vi. -Hurgó en su oído, ya dándole igual todo-. Sé exactamente dónde está ahora.

-¡¿Sabes dónde está?! -Más gritos de fondo se hicieron oír-. ¡Eso es genial! ¿Dónde está? ¡Llevamos horas buscándola! ¡Sino fuera una gorila hasta podría haber pensado que le pasó algo! -Rió aliviado.

-Ella está en América.

-¡¿Qué?! -Casi pudo sentir a Chrome irse de espaldas.

-Más precisamente en Brasil.

-¡¿QUÉ?! -Esta vez hasta escucho a Kokuyo y Ruri gritar.

-Y... -Tomó aire-. Ella está conmigo.

Silencio.

-¡¿QUÉ MIERDA?!

Continuará...

Holaaaaaaaaaaaaaaaaa :D

Aquí les traigo el cap 3 de este fic!

El capitulo 4 ya está publicado en Patreon, para los que me sigan allá, y para los que me quieran seguir recuerden que se los agradecería de todo corazón :'D

Tambien tienen publicado en Patreon el lemon que hago por el evento en el grupo de Facebook de Senku & Kohaku, por si les interesa leerlo por adelantado n.n

Bueno, ojalá que este capítulo les haya gustado! No olviden que se les ama!~

Me despido!

CELESTE kaomy fueraaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!

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