Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 39. Sentimiento puro

No volví con medias y eso complicaba la visibilidad normal de mis piernas que seguían temblando. Mi cabeza aún brincaba en las nubes porque Gastón me confesó que me amaba y después de la increíble cogida en su oficina, deseaba continuar en casa.

Me detuve a cubrir bien las marcas de mi cuello y cuando llegué a la maquinita quince donde se encontraban mis amigas, estas me examinaron de pies a cabeza.

Sus rostros expectantes y a punto de soltar sus risas escandalosas me provocaron un ardor picoso en mis mejillas.

—A alguien le dieron duro —se burló Nora—, ¿Qué pasó, Maddy? ¿Te rompieron las medias por jugar rudo?

De repente me faltaba aire, el calor sofocante me asfixiaba y mi capacidad para hablar cayó a cero. Gastón no se contuvo para dejar en evidencia su contribución a mi imagen postsexo.

Janis estalló a carcajadas

—Cállense —carraspeé.

—Hasta el brillo en los ojos te volvió.

Puse los ojos en blanco y miré su máquina.

—¿Han ganado algo? —cambié el tema con nada de sutileza.

Ambas sonrieron muy contentas.

—Cincuenta mil dólares, bebé ¡Somos ricas! No hemos parado de ganar.

Yo sé la razón de su juego invicto.

—Nora agarró la máquina correcta.

Claro, por supuesto.

—Eso es estupendo —me limité a decir sin ocultar mi felicidad por ellas.

—Y ya nos lo dividiremos, veinticinco para cada una.

Eso me parecía bien, sé que ese dinero les caería de maravilla para la escuela y sus cosas personales. De pronto, sentí una punzada en mi nuca que me hizo voltear, miré hacia arriba y ahí estaba Gastón, simulando tomar una copa de... vino, posiblemente de sangre.

Joder.

Me sonrió con malicia y levantó la copa en un movimiento lleno de elegancia. Le devolví disimuladamente la sonrisa.

—Vayamos a cenar, dicen que la comida de aquí es deliciosa.

—Vamos —secundé—, nos saldrá gratis por ser la esposa del dueño.

Janis y Nora bailaban felices por las ventajas que tenían como amigas de la esposa de un Le Revna.

════ ∘◦❁◦∘ ════

Al regresar a la mansión decidí dar una vuelta por el extenso patio. Perchas y Denver me hacían compañía y todo el personal de Gastón cumplía con sus tareas sin protestar. En ocasiones me parecían personas sin alma, que solo se dedicaban a acatar las órdenes que daba Gastón.

Nunca los veía fuera de sus uniformes y me estaba empezando a dar curiosidad por las vidas de esos empleados que se desvivían por Gastón. Al fin de cuentas yo era la señora de la mansión y podía intervenir en los derechos de los empleados al igual que mi esposo.

Hacer nota mental.

Por otro lado, Perchas y Denver ya me consideraban parte de su manada y hasta me protegían mientras dábamos un paseo. Dejando a un lado que al principio desearon comerme viva, eran bastante agradables, leales y juguetones.

Les lancé sus pelotas favoritas y corrían a gran velocidad para atraparlas, luego las aventaba hacia arriba y ellos brincaban con tal de atraparlas en el aire con el hocico.

—Son unos payasos —sonreí al verlos mover los rabos con ahínco.

Seguí lanzando las pelotas hasta que divisé el auto de Gastón. Miré el reloj de mi muñeca, eran pasadas de las doce y me quedé quieta. Me senté en el césped con los canes a cada lado de mí.

Intentaba quitarles las pelotas del hocico, pero no me dejaban. Bastante posesivos igual que el dueño.

—Bonita maña le han aprendido.

La figura de Gastón se aproximaba, era bastante difícil verme desde la distancia por la oscuridad, sin embargo, los sentidos de los vampiros eran mucho más agudos, no dudo que oliera mi sangre o sintiera cerca mi presencia ¿O tendría algún aroma particular que él identificaba?

Se detuvo frente a mí.

—Debí llegar antes, se me fue el tiempo con el trabajo en el casino.

—Descuida.

—No. No me gusta que te desveles por esperarme.

—Estoy acostumbrada a hacerlo, así que no te sientas mal por ello.

Me tendió su mano para tomarla y lo hice. Me levantó sin esfuerzo y caminamos de regreso a la mansión.

—Por cierto, gracias por ayudar a Janis y Nora, salieron muy contentas del casino.

—Se llevaron todo de la máquina —sonrió.

—Cincuenta grandes.

—Hay que llenarla, no suelen estar tan bajas de dinero.

Abrí grandes mis ojos.

—Gastón —me detuve y él lo hizo también.

—¿Qué pasa?

—Lo que dijiste en tu despacho, sobre... tus sentimientos...

—Es real lo que siento, Maddy.

Casi me voy de culo.

—Yo...

—Sé que te asusta lo que soy, incluso lo que tú eres por la sangre que llevas.

Tragué saliva.

—Eso quiere decir que... ¿Tengo sangre alemana?

Asintió.

—Sí, tu tatarabuela fue alemana. Tanto Max como tú tienen su sangre, pero en ti recae esa herencia por parte de las asesinas.

Me costaba asimilar las cosas rápido, necesitaba organizar cada cosa que me decía, como una receta de cocina, todos los ingredientes y después el procedimiento para usarlos.

—¿Me elegiste por llevar esa sangre?

—Te elegí porque te hace más especial para la profecía.

—¿Qué dice exactamente esa profecía?

"El futuro rey vampiro llegará al trono acompañado en un genuino lazo inquebrantable, y no será del reino que conocemos los inmortales, pero sí de sangre poderosa."

Creo entenderlo.

—¿Por qué una humana?

Gastón ladeó la cabeza.

—Se necesita llegar a un equilibrio de paz.

¿Paz? ¿Gastón deseaba la paz? ¿De qué me perdí?

—Pero... eres el vampiro de la destrucción, lo que menos vas a querer es paz.

—Que sea el vampiro de la destrucción no significa que use mi poder siempre para el mal, Maddy. Sí, destruyo, pero lo que considero que afecte al bien común. Y sobre todo a mí.

Me quedé sin aire.

—Entonces... ¿Eres bueno?

—Cuando debo serlo.

—¿O sea que eres malo?

—Todo el tiempo.

Me quedé boqueando.

—Conmigo...

—Contigo quiero ser tu marido y tu apoyo, Maddy. Deseo ser correspondido por ti, ser solo tuyo, pertenecerte.

El anhelo podía notarlo en el brillo natural de sus ojos, el ligero ceño fruncido de sus cejas, la línea blanda de sus labios que mostraban solo una expresión neutral. Sus pómulos se acentuaron y pude admirar un rostro atractivo que proyectaba melancolía, soledad y esperanza por conseguir una pareja que estuviera a su lado.

Mi corazón se estrujó y caminé hacía él para rodear su cintura con mis brazos, me pegué a su pecho, del cual no escuchaba ningún latido, solo sentía un aire frío que me transmitía esa curiosa tranquilidad.

Si sentía ese frío en él era porque estaba vivo, a su modo.

—Quiero quedarme a tu lado, Gastón, y amarte.

Sus brazos me envolvieron con fuerza y el ambiente de frescura aumentó. La presión en mi cabeza me indicaba que Gastón me besaba.

—Lograré que me ames, Maddy. Que ames a un monstruo.

Cerré mis ojos.

Amar a un monstruo...

Ya no estaba tan segura si Gastón representaba la pesadilla en persona, un ser mezquino que no tenía sentimientos, un monstruo que destruía todo.

A diferencia de sus enfermizos hermanos, Gastón tenía un lado dulce, tierno y lleno de ganas por ser amado. Quería intentarlo, incluso sabiendo su lado oscuro.

════ ∘◦❁◦∘ ════

Esa noche en nuestra recámara, por primera vez, logré sentir el amor entre nosotros, en nuestros cuerpos siendo uno. Gastón no fue violento, ni salvaje, todo lo contrario, su ternura, cariño y dulzura lo demostraba en cada roce. Solo un poco de mi sangre fue necesaria para hacer el amor.

Se movía lento y profundo, tomándose su tiempo para hacerme sentir mientras me besaba despacio, recorriendo mi cuerpo con besos largos y fríos.

—Aprendí a desearte de la manera humana, Maddy.

Me penetraba con delicadeza, sintiendo todo su miembro en mi interior. Me aferré a sus bíceps y gemí entre nuestras bocas.

—Gastón...

Era diferente, una oleada fresca atravesaba mi pecho, podía sentir como mi corazón latía como loco, mi mente volaba. Sus besos lanzaban dardos de placer por todo mi cuerpo. Me arqueé cuando besaba mi cuello, mi clavícula hasta anclarse en mis pechos.

—Te amo, Maddy.

Entrelazó nuestras manos y las colocó alado de mi cabeza para erguirse sin dejar de moverse. Su cuerpo se apreciaba mejor en esa posición, cada marca muscular, esa ardiente marca en su cuello que lo hacía lucir más rudo y masculino.

Por primera vez me amó, por primera vez lo amé.

Exploté...


⚠️ Anuncio oficialmente la etapa final del primer tomo de El amo del caos.

‼️ La segunda parte será narrada por nuestro vampirito, solo la mitad para después ser Maddy quien narre.

📚 Por favor esperen con ansias el tomo II: El amo de la destrucción.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro