#Acht
- alfa, ¿me está escuchando? -Rosé habló viéndola directamente a los ojos-
- no, disculpa ¿que decías? -dijo la alfa, quien sacudió la cabeza desorientada-
- tu padre dijo que estaba arreglando la boda y te estaba preguntando tu opinión -dijo cruzando su pierna, la alfa tenía un porte de elegancia natural, posiblemente típico de su propia casta-
- Por mi esta bien, ¿te dijo la fecha? -pregunto viendo a la otra alfa-
- dijo que en unos meses y me preguntaba si podía escoger el vestido... -dijo en un tono bajo con miedo a ser escuchada, todavía no se sentía en confianza-
- No preguntes ese tipo de cosas, claro que puedes elegir los detalles -puso la mano en su hombro de manera reconfortante, iba a tratar de llevarse bien con ella-
- Gracias alfa -dijo en un tono bajo-
El trayecto continuó tranquilo hasta llegar a la mansión Manoban, lugar donde la ahora prometida de la alfa vivía también.
- Lisa -la llamo su padre- ¿Rosé te comento sobre la boda?-
- si, también estábamos hablando sobre su participación en los preparativos -dijo dejando que pasara dentro primero-
- ¿sabes que día es mañana? -preguntó después de pedirle algo a Rosé, quien se retiro ante lo pedido en silencio, también era muy obediente al padre Argentum de su futura alfa-
-Si, lo sé, no tienes que recordármelo -volteo a verlo con desgano, sus gestos algo fastidiados, en el fondo, muy en el fondo triste-
- Mañana iremos con tu madre, tienes que preparar el inhibidor de olor -su semblante cambio a uno más duro viendo de reojo donde había ido la otra alfa procurando que no los escuchara-
- ¿Realmente era necesario? -le preguntó- ya no soy la más indicada para decir esto pero, ¿debías estar con una alfa y morderla? Rompe el lazo, estoy cansada de estos días, todos los malditos años necesitamos prepararnos porque te reusas a romper el lazo y no podemos acercarnos a ella porque apesta -apretó los puños con rabia, su aroma saliendo sin evitarlo- estoy harta, ni siquiera la necesitas, solo la tienes amarrada -
- Lisa, sabes que eso va en contra de nuestros principios -trato de razonar usando la misma tontería de siempre, principios... Si claro, los mismo que le permitían acostarse con otras personas teniendo un lazo-
- No digas una excusa tan tonta, ¿no puedes romper el lazo pero si acostarte con otras? si de verdad quisieras a mi madre y dejaras de seguir ese estúpido principio que de nada sirve, ella ya no sería una delta -soltó de golpe, su orgullo picando por usar la voz, pero no era necesario-
Su orgullo también picaba por demostrar superioridad, la tensión se sentis en el aire, pero justo llego Rosé sacándolos de su burbuja.
- La comida está lista y su medicamento también Argentum -dijo en un tono suave, su sensible olfato detectando el ambiente tenso-
- No vayas mañana, no quiero problemas con mamá -susurro, parándose igual que el para seguir a Rosé -
(...)
- Manoban -una beta cuyo nombre no recordaba le hablo- Una alfa te esta buscando -
- Gracias -dijo comenzando a avanzar-
Recordaba la cara de la beta, pero no sabía de dónde, extrañamente familiar.
- ¡Lisa! -escucho la voz de la omega que ahora vivía prácticamente detrás de ella-
- ¿que quieres? -respondió sin dejar de buscar a la otra alfa-
- quería saber si tu... -
- ¡Rosé! -elevó la voz cuando la vio algo perdida- ¿que haces aquí?
- Vine a buscarte, tu padre dijo que era un día importante y estoy aquí para apoyarte -dijo viendo de reojo a la omega- ¿quién es ella? -pregunto ladeando la cabeza con curiosidad, la diferencia de altura resultando algo curiosa para ella-
- Kim Jennie -dijo la omega haciendo una ligera reverencia-
- ya se quien eres, el otro presente -contesto sin medir mucho sus palabras, pensando que se lo habían manejado de la misma manera que ella, frívolo y sin sentimientos, le habló como le había hablado a ella, después de todo era algo así como un objeto- me ofrecieron primero, lo siento, pero igual eres bonita, estoy casi segura que el aroma que tienes impregnado puede ser de tu futuro alfa -dijo a manera de apoyo tocando el hombro de la omega, no quería que se sintiera mal por el rechazo, ella lo haría-
- no deberías oler demasiado a los omegas -dijo Jennie con una mueca encogiendose un poco ante sus palabras-
- no necesito olerlos a detalle, normalmente ustedes instintivamente exponen el aroma que se les pega -dio una respiración profunda- pero deberías tener cuidado, puedo oler más de un aroma en ti, podría ser contraproducente si alguno de los portadores enloquece -dijo dándole un toquecito en el hombro y sonriendo, ella tenía control, pero viendo a una omega tan frágil le provocaba algo de pena, quizá incluso se manejaba peor de lo que la manejaban a ella- ¿no vamos alfa? -
- claro -contestó Lisa llendo tras ella-
La alfa tenia razón, con solo ese pequeño toque el aroma de ella había quedado impregnado, aunque parecía sumisa seguía siendo una alfa.
(...)
- ¿Mamá? ¿Puedo entrar? -preguntó desde la puerta tapándose la nariz-
Ahí en esa oscura habitación se encontraba su mamá, escondida en una esquina.
-Bebe, que bueno que llegas -dijo acercandose a ella lentamente -ven y abrázame -extendió sus brazos y la alfa se acercó a sus brazos, una parte de ella renuente a tener contacto con un delta-
Ella inmediatamente comienzo a llorar -no llores mamá, estoy aquí contigo-
Iba a buscar la manera de sacarla de ahí, lo prometía.
Dato: un delta es un/una alfa que fue mordido por otro alfa, debido a su naturaleza dominante el verse sometidos por otro más dominante, hace que su olor se haga amargo, esto provoca que nadie pueda soportar su aroma, son en extremo dominantes y no pueden convivir mucho con los demás.
La madre de Lisa es delta, y su papá un alfa argentum, antes de ser delta, ella era una alfa aes, pero cuando se embarazo, fue mordida por su pareja en celo (por mero instinto) y se hizo delta.
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