★59★
Ocho meses separados.
Salió del restaurante con felicidad, acababa de vender unos planos a una compañía mediana de transporte y todo había salido mejor de lo esperado. Al cliente le gustaron, no cuestionó el precio y los tomó sin rechistar.
Ah~ todos los clientes deberían de ser así.
Su celular sonó avisando que tenía una llamada, el nombre de Lee Hoseok iluminando la pantalla.
Era el ingeniero civil encargado de la construcción de su agencia, fue Namjoon el que los conectó, pues Taehyung necesitaba alguien confiable para dejar en sus manos el proyecto, el más alto le había recomendado mucho al chico, aunque iban en diferentes ingenierías, se habían hecho amigos durante la estadía en la universidad y sabía, que haría un buen trabajo.
— Buenos días, Wonho hyung. — El mayor soltó una risa leve.
— Parece que estás de buen humor. — Apuntó. — ¿Te fue bien con los planos?
— Me fue muy bien. Dijo que me recomendaría y como es una empresa con buen crecimiento, eso es excelente.
— Le dije a Namjoon que serías un gran profesionista. — Alardió, el menor rió. — Te tengo más buenas noticias.
— Oh, no me lo digas... — Se quedó parado sintiendo la emoción recorrer su ser.
— Una semana más y estará listo. — Taehyung quería saltar ahí mismo, pero se contuvo, estaba en medio de mucha gente. — Solo hace falta terminar los circuitos eléctricos, drenaje, gas... Toda la infraestructura está lista, Tae.
— ¡Hyung, es fantástico! — Casi gritó, unas personas ya lo estaban viendo extraño. — Dijiste que acabarían en un mes.
— Si, bueno. Quería sorprenderte. — Taehyung chilló con emoción. — ¿Quieres venir a verlo?
— ¡Claro que quiero! Llego en diez minutos. — El mayor rió para después decirle que lo esperaría y la llamada finalizó.
Se dirigió a su auto y condujo primero a un supermercado para comprar botellas de agua y comida para compartir con los empleados que trabajaban en su querido edificio.
El tiempo que estimó fue el justo, seis meses fueron suficientes gracias al gran equipo que había contratado. Él junto a Yoongi trabajaron en los planos y estaba muy orgulloso. No había ido a ver el progreso para nada, era Min el que iba a echar un vistazo y siempre le decía que todo iba bien.
Sería la primera vez que lo vería.
Durante ese tiempo, había estado haciendo trabajos independientes. Promocionando su trabajo por Internet y los clientes rápidamente comenzaron a aparecer. Con ese dinero y también con el que su padre le había dado pudo hacer todo eso, comprar material, contratar empleados.
Y todo estaba saliendo bien.
Cada noche, al acostarse, pensaba en todo lo bueno que se avecinaba a su vida. Y siempre, tenía el amague de escribirle a cierto chico pelinegro. Pero no, siempre se resistía. Aunque solo quisiera decirle sus logros, decirle que su sueño se estaba cumpliendo nunca lo hizo. También quería preguntarle directamente el cómo estaba y dejar de depender de Seokjin o Jimin para saberlo.
Sorprendentemente, después de todo lo que había pasado y el tiempo, Taehyung logró hacerse cercano a Jimin, Hoseok aún se veía algo reacio a acercarse a él y no lo culpa. Y también, Jungkook había entablado más amistad con sus amigos, Jin era el que siempre lo acompañaba a sus citas y era imposible no sentir ternura y amor por el chico, Taehyung comprendía a la perfección ese sentimiento.
Jungkook no era muy social, pero, cuando alguien lo llegaba a conocer bien, el chico lograba robarse el corazón de cualquiera.
— ... y bueno... Después de pasarle el contacto para el fotógrafo que ocupó para su proyecto de graduación, seguimos hablando. Y-Y... Ahora estamos saliendo.
Taehyung estaba metiendo las cosas en la cajuela de su auto escuchando por los auriculares Heaven de Bryan Adams, era el recuerdo más precioso que tenía de Jungkook.
Estaba tan concentrado que no notó cuando un chico muy enfadado se acercó hasta él, tuvo que tomarlo del hombro con brusquedad para voltearlo y poder brindarle un fuerte puñetazo en la mandíbula.
Taehyung se enderezó en menos de un segundo y miró con el ceño fruncido al imbécil que lo había golpeado por nada para devolverselo, pero se quedó paralizado en cuanto lo reconoció.
— Wooseok... — Murmuró.
— ¡Hijo de puta! — Le gritó, tratando se echarse encima de él, pero había un chico sosteniendo su brazo. — ¡Por tú culpa, Kim, todo es tu maldita culpa!
— ¡Wooseok, basta!
— Jung, ¿De que-
— No te atrevas a negarlo, Kim. ¡Me lo arrebataste, infeliz! — Taehyung abrió los ojos con asombro.
— Wooseok... Lo siento, no quería... No quería que nadie saliera lastimado, todo se nos salió de las manos y-
— ¡No quiero escuchar putas mentiras! Siempre lo quisiste, siempre tuviste esas intenciones con él, ¿No te da puta vergüenza? — Taehyung relamió sus labios y lo miró aunque le costaba mantener el contacto visual.
Los ojos del más alto estaban rojos, llenos de lágrimas y la respiración agitada. Se veía tan triste y Taehyung se sintió terriblemente mal.
— Lo lamento, Wooseok. — Se disculpó con una reverencia, el más alto lo miró tratando de regularizar su respiración.
— Te odio, Taehyung. — Le dijo con frialdad. — Espero que haya valido la pena. — Y sin más, Wooseok se fue. Dejando solo a Kuanlin quien lo miró con seriedad.
— Hyung. — Le llamó. — Wooseok es un idiota, lo sabes. Es un imbécil desde siempre, pero, cuando comenzó a salir con él, cambió drasticamente para bien. — Le contó, pasando el peso de su cuerpo a la pierna izquierda. — Estuvo enamorado de Jungkook desde secundaria y cuando le dio la oportunidad, fue solo para usarlo. Se lo advertí pero no le importó porque lo amaba, lo ama y lo amará por el resto de su vida. Por que para Wooseok, Jungkook es el amor de su vida. — Taehyung no podía levantar la mirada. — ¿Y la verdad? Qué Wooseok se lo merece más que tú a pesar de todo el daño que le causó. — Sin más, se dio media vuelta y se fue por donde Wooseok lo había hecho.
Taehyung se había salvado de la golpiza de sus amigos, de los amigos de Jungkook y de Hyungwon, pero, él sabía que eso pasaría.
Sabía que en cuanto Jung Wooseok se enterara de todo, lo buscaría y le daría su merecido. Y no podía hacer nada, se prometió no oponerse a cualquier tipo de reacción que el chico tuviese y así lo hizo.
Le sorprendió que solo le diera un puñetazo, claro que le dolía más de lo que imaginaba, pero espero aún más, esperaba que lo aventara al piso y lo pateara hasta perder la conciencia.
Pero más que el golpe, le dolió ver tanta depresión en el rostro del chico que antes solo sonría estando al lado del que, ahora suponía, era su ex pareja. Ni siquiera cuando se conocieron, que trató de molestar al chico, había sentido tanta frialdad en sus ojos y palabras.
Y lo que Kuanlin le dijo fue simplemente lo peor, aunque tenía la boca llena de razón y no lo negaría. Habían destrozado todas las ilusiones de alguien al igual que un corazón noble que simplemente no sabía como lidiar con el rechazo del que consideraba el amor de su vida. Y eso, le dolió.
Le dolió tanto porque, el también lo consideraba el amor de su vida y lo había descubierto muy tarde. Y no, Taehyung no lo merecía.
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