Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

★58★

Seis meses separados.

Sentía la culpa carcomiendole el alma, no podía ni siquiera dormir cómodo por los sueños que tenía referentes a la maldita infidelidad.

Wooseok había sido el hombre más tierno con él, había estado para él las dos veces que salió de quirófano, lo abrazó cuando lloró desconsolado por no saber que decidir del tratamiento para recuperar la visión, lo ayudaba en todo lo que podía en su último año de universidad y cada día, con todas sus palabras, acciones y caricias, le demostraba lo mucho que lo amaba.

Como todas las noches desde hace seis meses, se despertó en medio de la madrugada por haber soñado con la voz de Wooseok llorando desconsoladamente mientras le reclamaba porque le había hecho eso.

Esa semana en específico la estaba pasando muy mal.

Había tenido intimidad con Wooseok por primera vez tres días atrás, el mayor se notaba feliz por eso, y Jungkook quería sentirse igual, sin embargo, no lo sintió correcto. Había algo que no lo dejó disfrutar y sabía exactamente que era. O mejor dicho, quien.

Porque durante todo el momento, solo pensaba en las manos, las caricias y los labios de aquel chico que puso su vida de cabeza con tan sólo un par de palabras en aquel parque cerca de su casa.

Tenía que ponerle fin a todo, sabía que Wooseok no se quedaría con el después de decírselo pero, realmente el mayor no merecía que le estuviera haciendo eso y Jungkook necesitaba paz mental.

— ¿Papá? — Habló al aire cuando salió de su habitación, de inmediato escuchó una puerta en el segundo piso y después los pasos por las escaleras hasta que percibió el perfume del hombre al que buscaba.

— ¿Qué pasa, Kookie? ¿Te sientes mal? ¿Te duelen los ojitos? — El menor sonrió y rodé a su padre entre sus brazos.

Había tomado unas vacaciones de un mes para estar al pendiente de él y aprovechar que Hyungwon también estaba ahí para convivir más tiempo juntos, pero, ya le quedaban pocos días disponibles.

Y si, su hermano había vuelto a Busan esa mañana.

— Creo que... Estoy listo para hablar con Wooseok. — Jiwon suspiró, acariciando el cabello largo de su hijo. — Ya viene para acá, iremos a la cafetería del centro y... ¿Puedes...?

— Llámame en cuanto terminen, iré por ti, cariño.

— Gracias. — Murmuró, separándose del mayor. — Sube... N-No quiero que... lo veas, que me veas yéndome.

Jiwon sonrió con algo de tristeza y besó su frente con cariño para después volver a su habitación.

Jungkook se quedó en la sala, mandando mensajes a sus amigos para tratar de disipar los nervios que sentía, pero solo aumentaron cuando el timbre sonó.

Inhaló todo el aire que pudo y lo expulsó lentamente, se puso de pie gritando que ya se iría y salió de casa.

— Oh Kookie, te vi ayer y ya te extrañaba tanto. — Lo abrazó por la cintura dándole muchos piquitos en los labios.

Jungkook sonrió, pero solo demostraba tristeza. Wooseok lo notó enseguida.

— Cielo, ¿Pasa algo? — Preguntó con precaución.

— Tenemos que hablar. — Mierda, eso le congeló la sangre por completo.

No quiso preguntar más por miedo, simplemente entrelazó sus manos y se dirigió a su auto.

Condujo hasta la cafetería que Jungkook le había dicho, pidieron solo un té de limón con miel cada uno y después de que se los dieran, se sentaron en una mesa justo al lado de un gran ventanal.

— Wooseok. — Le llamó, el mayor pasó saliva. — Te quiero, en serio lo hago. — Le dijo, tomando la mano del chico sobre la mesa.

— Y yo a ti, bebé, te quiero mucho. — Le respondió de vuelta, dejando un apretón en su mano. — Y estoy realmente feliz de tenerte. Es algo que jamás imaginé y... Dios... — Soltó una corta risa. — No creo merecer a alguien tan maravilloso como lo eres tu, cariño. Realmente me haces inmensamente feliz.

Jungkook sonrió de esa forma una vez más y Wooseok se inquietó aún más, ya sabía que a la frase "Tenemos que hablar" debía de tenerle miedo porque podía significar tantas cosas, todas tan malas como las otras.

— Wooseok, soy yo quien no te merece. — Dijo sin eliminar esa mueca en su rostro, el mayor relamió sus labios con nerviosismo.

— Jungkook... ¿T-Tiene algo que ver con lo de hace tres días? — El menor sintió las mejillas arder. — Si te incomodó, te molestó ó no te gustó, lo siento mucho. Jamás quise que te presionaras a-

— Wooseok, no es nada sobre eso. — Le habló rápidamente. — Eso fue... Fue hermoso, cielo. No te debes de preocupar, no me lastimarte, no me obligarte, no me incomodó. Es algo normal entre... Parejas. — Bueno, ahí se descartaba una cosa de las razones malas por las que hablar.

— Entonces, ¿Porqué te vez tan tenso y triste, corazón? — Jungkook tomó aire.

— Wooseok, agradezco tanto todo lo que has hecho por mí, tu tiempo, tus detalles, tu amor, tus caricias, tus besos... — El ceño del contrario cada vez se fruncía más. — Pero realmente quiero que comprendas esto... Yo no te merezco. No merezco a tener un hombre tan maravilloso como lo eres tú.

— J-Jungkook... — Los ojos del menor se cristalizaron, pronto las lágrimas hicieron aparición y el mayor corrió a su lado. — No, no, no, no... Cielo, no me digas que estas terminando conmigo, por favor. — Le pidió, el azabache empuñó la camiseta de su novio entre sus manos. — Por favor, dime que hice mal, lo voy a remediar, te aseguro que-

— Wooseok, me acosté con otra persona. — Soltó de tajo, escondiéndose en el pecho del más alto.

Sintió a la perfección como se quedó paralizado, escuchando su corazón latir cada vez más rápido, casi queriendo salirse de su caja torácica.

No sabía que hacer, sabía que había sido extremadamente directo, pero simplemente no sabía como hacerlo y no había nada más que hacerlo así, sin rodeos.

— ¿Q-Quién...? ¿C-Cuándo...? — Preguntó sin querer saber realmente esos ni ningún otro detalle.

Se separó del menor pegándose al cristal de la ventanas y mirando fijamente al menor, quien jugaba con el cordón de su jogger con nervios. Se veía tan mal.

Pero Wooseok se sentía peor.

— Wooseok, lo siento. — Le dijo con la voz entrecortada. — Lamento tanto haber traicionado tu confianza de esta forma. No lo mereces. Yo-

— Con él, ¿Verdad? — Preguntó repentinamente, Jungkook sintió escalofríos al escuchar la voz tan cruda. Sólo pudo asentir para después agachar la cabeza. — Cuando fuiste a Daegu... Claro, por eso no querías hablar conmigo.

— No sabía como hacerlo...

— Incluso hasta hoy, sigues algo distante. — Informó, recargando sus hombros sobre la mesa para esconder su rostro entre sus manos. — Jungkook... Mierda...

— Hyung, lo lamento. — Se volvió a disculpar. — Se la intensidad de tus sentimientos, si me lo guardé y no te lo había dicho antes era porque no sabía como hacerlo. Wooseok, nunca quise lastimarte, esa jamás fue mi intensión — El mayor comenzó a llorar, Jungkook se acercó un poco con precaución. — Y realmente, yo también te quiero mucho, cariño, pero...

— Pero no soy él. — Le dijo entre hipidos llenos de sentimientos. — Jungkook, no me mientas, no más, por favor. — El menor suspiró tembloroso.

— No lo hago. — Murmuró. — Realmente te quiero mucho, pero, te lo repito... No te merezco. Traicioné tu confianza, te hice daño y soy la peor persona del mundo por eso... Perdóname, por favor. Yo-

Las manos de Wooseok tomaron las suyas y lo empujó contra su pecho para abrazarlo con fuerza, mientras besaba su cabello.

Era claro que esa relación no podía seguir, Wooseok siempre supo que eso pasaría, sabía que Kim Taehyung siempre iba a ser un obstáculo, por eso se alegró cuando desapareció de un día para otro de la vida de Jungkook, sin embargo, algo no le parecía del todo bien.

Porque dejó de contactarse seguido en ese viaje a Daegu, porque al volver a Seúl, Jungkook estuvo muy distante y claro, la ausencia de aquel castaño le daban los suficientes elementos para crear teorías, que habría esperado, fueran solo productos de su imaginación.

Pero no, el mayor le acababa de confirmar todo.

— Jungkook... — Murmuró, suspirando con pesadez cuando su llanto se calmó. — Sabía a despedida desde que te vi en casa, desearía que esta no fuera la última vez que te veo, te abrazo y pueda besarte, pero... No puedo seguir si hiciste eso y me lo ocultaste por seis meses... — El azabache apretó sus labios. — Quiero que sepas que, terminamos bien. No quiero volver a tratarte mal nunca, me lo prometí a mi mismo ese día que me abrazaste por primera vez frente a ese idiota y no planeo faltar a mi palabra.

— Wooseok...

— Pero por mi bien, tengo que alejarme. — Murmuró, separándose del abrazó solo lo suficiente para ver al menor a los ojos. — Solo, hasta que pueda dejarte ir por completo.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro