★45★
— Kim Taehyung. — Lo llamó su madre con tono de advertencia, el castaño pasó saliva con pesadez. — ¿Qué ocurrió? — Preguntó escaneándolo de arriba a bajo.
— Mamá... — Murmuró, casi rogándole que no preguntara nada.
— Taehyung, acepto que quieras romper el compromiso con Sana de nuevo, pero jamás te hemos inculcado el ser infiel. — Le habló su padre con seriedad. — ¿O qué? ¿Se cambiaron las playeras en el parque?
Taehyung abrió los ojos de par en par y miró sus prendas, su padre tenía razón. Él tenía puesta la camisa de Jungkook, ni siquiera lo notó por tratar de controlar el enfado del menor y que no se fuera solo. Restregó las manos sobre su rostro, sabía que no tenía salvación.
— Lo lamento. — Murmuró, sin poder levantar la mirada. — Hace tiempo que esto pasa, desde que inicié el compromiso con Sana. — Comenzó a contarles, no podía ocultarselo a su familia. — Él a tratado de pararlo, pero si no es él, soy yo él que vuelve a hacer que esto se repita.
— Si lo quieres a él, ¿Porqué comprometerte, Taehyung? — Le preguntó Dáire, sin despegar la mirada seria del menor.
— Me acobardé. — Respondió sin más. — No me creí capaz de poder cuidarlo como se lo merece, hyung. Y también estaba confundido, era la segunda vez que sentía algo como eso y justo apareció Sana de repente. — Apuntó, sentándose entre sus hermanos. — Ya tenía claro que estaba enamorado de él, sin embargo, con Sana de nuevo... Los sentimientos no desaparecen de la noche a la mañana, estaba realmente enamorado de ella, incluso nos íbamos a casar. Creí, que eso sería lo correcto, pero...
— Pero no lo sientes así con ella. — Concluyó Dahyun, acariciando el cabello del mayor. El castaño asintió. — Te entendemos Tae, y no debemos meternos en tu vida, sin embargo-
— Sin embargo, tenemos que golpearte cuando la cagas. — Le dijo Yeonjun, Tzuyu tapó sus orejitas.
— ¡Lenguaje! — Regañó Dahyun, golpeando el hombro de su hermano. — Bueno, pero el tiene razón. — Taehyung asintió, rendido.
— Sé que ahora mismo quieren golpearme y todo, pero... — Sus padres lo miraron con una ceja alzada, el chico rascó su nuca con nerviosismo. — Tengo que ir por ella a la estación, vino a una cena para cerrar un contrato de su padre y me pidieron acompañarla. — Hana resistió con todo su ser no voltear los ojos. — Ya saben, ella no sabe moverse aquí.
— De acuerdo. — Dijo Doyun después de soltar un suspiro. — Pero Taehyung, debes de ser honesto con Jungkook y Sana, pero sobre todo, debes de ser sincero contigo mismo. Noto que ya tienes claros tus sentimientos. Deja de engañarte a ti y a la chica, osito. — Le pidió, acercándose a él para abrazarlo con cariño. — Eres un buen chico, Taehyung, no te sientas mal por haber estado confundido por todo esto. Sabemos que no querías lastimar a nadie. — El castaño abrazó de vuelta a su padre, apretándolo.
— ¿No estás molesto? ¿Si Ibuki se molesta contigo por lo que pueda pasar? — Doyun se separó un poco, tomando a su hijo por los hombros.
— Me importas más tú que un contrato, Taehyung. No olvides eso. — El chico puchereó, volviendo a abrazar a su padre quien acepto gustoso.
Su madre y sus hermanos soltaron un chillido de ternura y corrieron para unirse al abrazo familiar, Tzuyu no tardó en hacer lo mismo y Dáire sacó su celular para tomarles unas cuantas fotos.
— No se de que hablan, pero, uhm... ¿Tío Taehyung? — El mayor la miró. — ¿Sana vendrá?
— Uhm... Si, princesa. — Le respondió hincándose para estar a su altura. Sabía que a la niña no le caía bien. — Pero no te preocupes, se irá.
— ¡Si, tío Tete será para mi en mi fiesta!
— Cierto, Kim Taehyung. — Su hermana llamó su atención de nuevo. — Mañana llegan tus amigos, ¿Verdad? La fiesta es en cuatro días. — Taehyung asintió.
— Mañana llega la mayoría. — Le respondió, su teléfono notificó un mensaje de Sana diciéndole que estaba a media hora. — Me tengo que preparar, nos vemos en la noche, ¿Si? Ah, y papá, ¿Me prestas el auto de nuevo? — Yeonjun miró a su padre con seriedad. Doyun rió.
— Si Taehyung, y Yeonjun, antes de que te quejes. Si recuerdo que hoy saldrás y ya te lo había prometido, pero tu hermano saldrá con su novia. — El menor puchereo.
— Solo porque te amo.
Taehyung se retiró con una sonrisa, subió corriendo las escaleras y pasó por su habitación, que en ese viaje, era de Jungkook. La puerta estaba entreabierta, trató de no hacer ruido y se asomó un poco. El Menor estaba sentado sobre su cama hablando por teléfono, supo que era Wooseok en cuanto escuchó su nombre.
Dejó los celos de lado, era la última persona que podía reclamar algo con el menor y solo entró a su habitación. Se cambió de ropa, optando por un pantalón marrón claro y un suéter de lana beige. Salió rápidamente y después de echar otro breve vistazo a Jungkook, viendo que ahora estaba recostado y escuchando algún vídeo en su celular bajó despidiéndose de su familia y saliendo de su casa.
Condujo lo más rápido que los señalamientos le permitían, estaba a veinte minutos de la estación y Sana no tardaría más de diez en llegar y sabía que si la hacia esperar se pondría a pelear y no quería eso, era lo último que le faltaba.
Pensó en lo que su padre le dijo, él realmente lo amaba. Espero que se enfadara con él, y bueno, tal vez lo hizo, sin embargo, se contuvo. Porque lo que si hizo, fue abrazarlo y aconsejarlo.
Sonrió mientras estacionaba, tal vez por la hora no había muchas personas en la calle y pudo llegar más rápido de lo que creyó. Sin embargo, la sonrisa desapareció cuando recibió una llamada, era Sana.
— ¿Dónde estás? Llegué hace cinco minutos, no te veo. — Habló apresuradamente, Taehyung suspiró.
— Estoy en el estacionamiento, en el auto de papá. Aquí te espero. — Y colgó, no quería escuchar reclamos.
Sana salió dos minutos después, Taehyung bajó del auto para saludarla con un beso en la mejillas y un corto abrazo, abrió la puerta para ella y entró.
— Vamos al restaurante ya, no quiero hacer esperar a el accionista. — Taehyung asintió, poniéndose en marcha. — Te vez tan lindo manejando, Taehyungie. — Halagó, el chico sonrió con timidez ante lo repentino que fue.
— Parece que estás feliz. — Claro, no le había hecho ni un reclamo en esos diez minutos de camino.
— ¡Claro que lo estoy! — Le dijo con una sonrisa, mirando el perfil de su novio. — Te extrañé mucho, mi amor..me alegra verte. — Taehyung paró en un semáforo en rojo y volteó a verla.
— Sana... ¿Realmente me quieres? — La chica lo miró confundida.
— Lo hago, Tae. Te quiero mucho. — Confirmó, el castaño asintió lentamente y regreso la vista al frente cuando el semáforo cambió al verde.
Al llegar al restaurante, se bajó y rodeó el auto para abrirle a Sana, quien salió dándole un tierno pico en los labios y entrelaza sus manos de inmediato guiándolo dentro del local.
— Sana... Sabes que soy bisexual, ¿No? — La chica frunció el ceño y lo miró sin dejar de caminar.
— ¿Es así? — Taehyung asintió. — Oh... No lo sabía, pero... Está bien, no es problema para mí. — Le sonrió, parándose frente a la pequeña recepción. — Buenas noches, tengo una reservación.
— ¿A nombre de quien? — Preguntó con amabilidad.
— Minatozaki Sana. — La chica asintió, tomando los datos y saliendo de su puesto de trabajo pidiéndoles que la acompañaran.
Los llevó a la planta alta donde estaban las salas privadas, llegaron a la puerta que tenía el número cuatro y la abrió, haciéndolos pasar.
— ¿Esperan a más personas o les entrego el menú? — les preguntó viendo a los jóvenes sentarse.
— Esperamos a alguien más, en cuanto venga, nos trae la carta, por favor.
La chica hizo una reverencia y salió, dejándolos solos. Sana miró a su novio, quien estaba con él teléfono, suspiró y fue cuando Taehyung la miró.
Ahí estaba, esa mirada que lo hizo confundirse.
Era imposible, Sana lo miraba con un inmenso cariño, lo besaba con amor y sus caricias eran tan tiernas. Pero no, Taehyung no sentía lo mismo y sabía que la chica lo notaba, por eso es que estaban teniendo tantas discusiones desde que volvieron a contraer el compromiso.
Taehyung iba a hablar, pero las palabras se quedaron atoradas en su garganta cuando la puerta se abrió. Ambos se pusieron de pie e hicieron una reverencia formal ante el mayor.
— Buenas noches, señor Byeon. — Saludó Sana, el mayor le sonrió.
— Sana, ¿Cómo está tu padre? — Preguntó, sin embargo la chica no respondió cuando notó el amago del mayor para hablar de nuevo. — Oh, Kim Taehyung. Mucho gusto. — Alzó la mano, el castaño estaba a nada de fruncir el ceño, pero se limitó a aceptar el saludo, sin notar que Sana había pasado saliva al verlos.
— El gusto es mío, señor Byeon. — El mayor le sonrió, tomando asiento, los menor hicieron lo mismo.
Pidieron cualquier cosa, Taehyung quería que eso terminara rápido. Pero era extraño, Sana le dijo que cerraría un contrato para su padre, sin embargo, el mayor solo estaba hablando con él, contándole de sus negocios y de la cadena de hoteles que manejaba de hace poco, sacando repentinamente el tema de que le gustaría iniciar con una productora.
A Taehyung no le gustó eso para nada, cuando el señor Byeon estuvo tan concentrado contándole sobre sus planes, miró a Sana, quien pasó su lengua por sus labios, dándole una respuesta al castaño que no quería creer. La chica estaba haciendo exactamente lo mismo por lo que rompieron su compromiso la primera vez.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro