Taehyung abrió la puerta con desesperación, aventándola contra la pared contigua para poder entrar rápido y la volvió a cerrar, sin separarse ni por un momento de los labios de Jungkook. Agradecía que las calles del vecindario solían estar solas, si no, hubieran visto como se le aventó al menor a penas bajó del auto.

— Uhm... T-Taehyung... — Murmuró entre el beso como pudo. — ¿Seguro que no hay nadie? — Preguntó en cuanto logró separarse.

— Si. — Susurró, volviendo a unir sus labios, sin embargo Jungkook volvió a separarse.

— ¿Cómo estás tan seguro? — Ciertamente, no se escuchaba nada más que sus respiraciones agitadas por toda la casa, pero prefería corroborar.

— Porqué ni siquiera estamos en casa de mis padres. — Fue entonces, que Jungkook se separó completamente de él.

— ¡¿A dónde me trajiste, Kim Taehyung?! — El mayor no lo pudo evitar, estalló en carcajadas al ver el miedo en el rostro del menor, quien frunció el ceño por las burlas.

— K-Kook, ¿Qué estás pensando? — Preguntó, recargando las manos sobre sus rodillas, tratando de calmarse. — Bueno, básicamente si es casa de mis padres, solo que, es otra. Aquí es donde se quedarán tus amigos cuando lleguen.

— ¿Estamos lejos? — Taehyung volvió a acercarse al menor, jalándolo de la cintura hasta pegarlo a su cuerpo de nuevo y el menor pasó sus manos sobre el pecho contrario.

— Lo suficientemente lejos para que no escuchen tus lindos gemidos, Jungkook. — Susurró en su oído para después morder con poca presión el lóbulo de la oreja, haciendo que la piel del menor se erizara.

— Taehyung... — Le llamó, por mera necesidad de decir su nombre, entre medio de un profundo suspiro.

El castaño metió las manos bajo la playera que llevaba Jungkook, acariciando su cintura directamente, el menor subió sus manos hasta la nuca de Taehyung, donde lo empujó hasta conectar sus labios en un beso lento.

Disfrutaron del contacto, saboreándose con armonía sincronizada.

Taehyung lo empujó hasta que la espalda de Jungkook chocó contra la pared donde la puerta había chocado hace menos de cinco minutos, presionando su cuerpo con el contrario sin dejar el ritmo lento, Jungkook enredó sus dedos en la cabellera, ya algo larga, del mayor, jalando con cuidado y tratando de profundizar el beso.

Comenzó a caminar con cuidado hacia la única habitación en la planta baja para no hacerle a Jungkook las cosas difícil al tener que subir las escaleras, abrió la puerta con algo de torpeza y al final pudo llegar a la cama, donde se sentó y subió al menor encima de él, sentándolo a horcajadas.

Subió las manos, que aún seguían dentro de la playera, de la cintura hasta el pecho de Jungkook, rozando a penas sus pezones, el mínimo toque fue suficiente para hacerlo soltar un jadeo, Taehyung volvió a subir sus manos un poco mas, llegando a su cuello, rodeándolo con ambas manos.

Taehyung sabía cuáles puntos atacar para hacer que Jungkook se sintiera bien, y estaba dispuesto a hacerlo sentir tan bien como se lo permitiera.

El azabache dejó de lado el tierno beso, metió su lengua sin permiso a la boca del mayor, quien jadeo encantado ante la repentina intromisión, donde ambos peleaban por el dominio del contacto.

Taehyung cargó al menor y lo estampó contra la cama, Jungkook abrió las piernas y de inmediato se metió entre ellas, separándose un momento para por fin quitar la playera de Jungkook y la propia y después desabrochar ambos pantalones sin llegar a más.

Besó las mejillas del menor, bajando por la mandíbula y después al cuello, esta vez, no se iba a privar de nada. Chupó, mordió y succionó en lugares fáciles de ocultar, después se movió más al centro del cuello del menor, justo donde estaban las manchas por las que estuvieron a punto de pelear en el parque para remplazarlas por unas marcas suyas.

— A-Ah... Taehyung... — Jadeo al sentir la lengua del mayor recorrer su cuello. — Anda, Tae...

Sabía que no había vuelta atrás, Jungkook estaba dispuesto y él también. Con eso en mente, comenzó a desnudar por completo al menor y después el se deshizo de sus propias prendas.

El cuerpo de Jungkook era maravilloso, tenía el abdomen plano, su piel era tan suave y adictiva para su boca. El menor recorrió con sus manos todo lo que pudo, sintiendo unos brazos fuertes, la clavícula marcada del mayor, bajando torturosamente hasta su abdomen, y atreviéndose a bajar más, hasta que las manos de Taehyung lo detuvieron.

Soltó una risa ronca y se acercó de  nuevo a su oído, para susurrar: — Oh, Kookie. ¿Estás ansioso? Déjame ayudarte.

Se sentó nuevamente, pegando su espalda a la pared fría, sentó a Jungkook sobre el y en un movimiento rápido, tomó ambas erecciones entre su mano, Jungkook gimió sin poder evitarlo, echando su cabeza hacia atrás, el mayor comenzó con los movimientos lentos de su mano, amando como se sentía la piel del azabache contra la de él. Llevo sus labios al cuello expuesto del menor donde siguió con la tarea de besar y marcar, bajando también hasta el pecho.

Intensificó la velocidad de su mano, Jungkook soltaba gemidos con desespero de llegar a su orgasmo y justo cuando estaba por llegar, Taehyung se detuvo.

No le dio tiempo de quejarse, volteó las posiciones, pegando el pecho de Jungkook a la cama y alzando su trasero solo para el, deleitándose una vez más con su cuerpo dispuesto.

— Taehyung, haz algo. Joder... — El mayor sonrió ladino.

Tomó el trasero con ambas manos y en un movimiento rápido, dejó la necesitada entrada a la vista, pasó la lengua por sus labios.

Jungkook apretó las sábanas entre sus manos al sentir la lengua en su interior, joder, se sentía malditamente delicioso, se empujó hasta atrás tratando que Taehyung se hundiera más profundo en él.

— Ah... Uhm~ Taehyung... — Gimió con fuerza, el mayor se separó y acarició su espalda al erguirse sobre sus rodillas.

— Te voy a dilatar más, si te duele o quieres que pare, dímelo, ¿Si? — Jungkook pasó saliva y se limitó a asentir.

Taehyung chupó dos de sus dedos, llevando el índice a la entrada de Jungkook, metiéndolo con cuidado de no lastimarlo, sorprendiéndose al ver como se hundía sin problema alguno, supuso que el movimiento anterior había sido de ayuda. De inmediato, metió el segundo dedo, moviéndolo en círculos y en tijeras, amando los jadeo de Jungkook cada vez que metía más sus dígitos en él.

No lo soportaba más, se paró y tomó sus pantalones para sacar su cartera, dentro tenía un preservativo. Después de verificar que no estaba caducado, lo abrió con cuidado y se lo colocó.

– ¿T-Taehyung? — Le habló con la respiración agitada.

El mayor lo tocó, besó toda su espina dorsal como respuesta para que supiera que seguía ahí. Se masturbó para esparcir mejor el lubricante del condón y alineó su miembro en la entrada, Jungkook gimió al sentirlo.

— ¿Estás listo? — Jungkook asintió, sin poder hablar. — Si te duele avísame, Kookie, por favor. — Le pidió. — Si quieres parar, dímelo. Lo último que quiero es lastimarte o obligarte.

La respiración de Jungkook se reguló, sonrió con amor y se volteó, dejando caer su espalda al colchón y abriendo las piernas pata dejar al mayor entre ellas, subió sus manos hasta dar con la nuca del mayor, jalandolo hacia él para darle un beso como el que habían compartido hace media hora, lento. Expresivo.

— Quiero hacerlo, Taehyung. — Murmuró, rozando sus labios.

El mayor sonrió y dejó un piquito en sus labios. Volvió a tomar su miembro y ahora si, comenzó a empujarse dentro de él con cuidado, lentamente. Jungkook arqueó su cuello sobre la almohada, empuñando las sábanas una vez más entre sus puños. Taehyung lo notó, se detuvo por un momento. El menor entre abrió los labios para respirar profundamente, tratando de acostumbrarse al tamaño de Taehyung y preparándose, porque, sabía que aún faltaba más.

Se empujó hacia abajo con cuidado, Taehyung no se movió, queriendo que Jungkook lo hiciera hasta donde el podía, respetando sus tiempos. Hasta que metió todo.

— R-Recuérdame como... — Un leve gemido lo interrumpió. — Recuérdame como decidimos que yo sería el bottom, Taehyung. — Él mayor rió, recargando sus manos a cada lado del rostro del menor.

— Bueno, no te habías quejado hasta ahora. — Murmuró, repartiendo varios besos por el rostro de Jungkook. — Pero, si te incomoda, podemos tratar-

— ¡No! — Casi gritó, Taehyung alzó una ceja con diversión. — Así estoy bien. De hecho, puedes moverte ya.

Abrazó con fuerza al mayor por el cuello y acercándolo al hueco entre su hombro, Taehyung comenzó a moverse lentamente, besando con delicadeza la piel del menor, quien comenzó a gemir bajito, sintiéndose cada vez mejor.

Pronto necesito más, moviendo su cadera para acelerar el movimiento, señal que Taehyung entendió y comenzó a moverse más rápido dentro de Jungkook.

— ¡Ah, Taehyung! — Gimió alto al sentir que el mayor dio justo en ese exquisito punto. — Mierda... Si...

El mayor escuchaba los murmullos sin comprender muy bien que decía, Jungkook lo apretaba de manera deliciosa y se sentía tan jodidamente correcto. No quería detenerse, no quería que terminara.

Jungkook enredó sus piernas a la cadera de Taehyung, moviéndose en sincronización para dar, cada vez más exquisitas estocadas, sacándoles más jadeos a ambos.

— Jungkook... — El gemido ronco justo en su oído mando una fuerte descarga eléctrica hasta su miembro, llevando su mano hasta el para poder tocarse.

Taehyung quitó su mano rápidamente y lo masturbó el mismo a la misma velocidad que daba las estocadas. Llevó sus labios a uno e las pezones del menor, quien estaba derritiéndose ente toda la estipulación que recibía.

Al no poder tener visión, su piel, tacto y oído hacia que fuera más sensible, trató de remplazar el mirar con sentir y escuchar y joder, sentía que no podía ser mejor.

— Tae... Taehyung... Tae... Uhm... Mierda... — Gimió en el oído del mayor, quien apretó los ojos.

Subió a besar los labios del menor, quien de inmediato acunó su rostro y ladeó su cabeza para profundizar el desordenado beso, sin embargo, se separó al sentir otra deliciosa estocada en su punto para soltar un fuerte gemido.

— ¡Ah, Taehyung! — Arqueó la espalda sobre el colchón. — Voy... Voy a...

— Hazlo, Jungkook.

Dos estocadas más en su punto y el orgasmo explotó entre su abdomen y la mano de Taehyung, dos más después de eso y Taehyung terminó en el condón.

Sus pecho subían y bajaban con desesperación,  buscando el tan amado aire que necesitaban para sentirse mejor. Taehyung se recargó sobre sus brazos sin salir de Jungkook ni tampoco bajarse de él. Se concentró en llenar su rostro de besitos.

Salió lentamente de él, sacando un último jadeo del menor y se recostó a su lado, Jungkook de inmediato se acostó sobre su pecho y Taehyung acarició su cabello.

Jungkook estaba a punto de hablar, cuando el sonido del celular de Taehyung llenó la silenciosa habitación, sintió levantarse lentamente para tomarlo, lo escuchó bufar y pensó que no contestaría.

Y Taehyung tenía la misma idea, pero respondió por error.

— Cariño, ya estoy a mitad del viaje. ¿Ya le avisaste a tus padres? — Jungkook logró escuchar, era Sana. — Espero que estés listo cuando llegue, tendremos el tiempo justo para ir a la cena.

— Oye, no puedo hablar ahora. Después te llamo. — Susurró en un intento inútil, Jungkook estaba sobre él.

— ¡Oye, pero- — Taehyung colgó, aventando el celular y restregando sus manos sobre su rostro cuando Jungkook se sentó sobre la cama.

— ¿Qué mierda, Taehyung? — Preguntó con el ceño completamente fruncido. — ¡¿En serio acabamos de follar mientras tu novia viene para acá?!

— Jungkook, yo no-

— ¡No te atrevas a decirme que no sabías, Taehyung! — Se sentó a la orilla, buscando su ropa esparcida en el suelo con sus pies. — Eres un idiota, Kim. ¡¿Cómo pude ser tan imbécil?!

Taehyung se alarmó, los ojos de Jungkook estaban llenos de lágrimas y su rostro estaba rojo. Se le veían tantas emociones al mismo tiempo.

— Jungkook, escúchame. — Le pidió, sosteniendo su muñeca. — Me lo dijo, si, me llamó cuando estábamos en el parque. Pero, pensé que sería otro día, no justo hoy. — El menor quería golpearlo.

— ¡Claro! Y tenías que cogerme antes de que ella llegara. — Se puso la ropa interior y los pantalones, encontrando una playera solo que era la de Taehyung.

— ¿A dónde vas, Jungkook? — Preguntó cuando el menor camino hacia la puerta.

— Lejos de ti, imbécil. — Le respondió, saliendo de la habitación.

Taehyung se apuró a ponerse de pie y se vistió con rapidez, al salir del cuarto, vio a jungkook recargado sobre la pared.

— Jungkook, ¿Qué tienes? — Le preguntó preocupado, tomándolo por los hombros, el menor lo manoteó.

— ¡No me toques! — Taehyung suspiró, entrando en pánico.

— Entiendo que estés molesto, Jungkook. Pero por favor, déjame llevarte a casa. — Le pidió. — No conoces a nadie aquí, no sabes moverte solo. Por favor, te quiero dejar sano y salvo ahí.

Por una mierda, Taehyung tenía razón. No tuvo de otra más más asentir.

El mayor suspiró algo alivido. Una vez más, la había cagado en grande.

Trató de tomar la mano del menor para caminar fuera de la casa, pero lo alejó repitiéndole que no lo tocara, y Taehyung tuvo que obedecer. La tensión entre ambos era horrible, Jungkook estaba realmente molesto con él y ahora tenía que explicarle a sus padres porque el mal semblante.

Cuando llegaron a casa, Jungkook les regaló una enorme sonrisa y se disculpo, diciéndoles que no se sentía bien y que si podía ir al cuarto donde se estaba quedando, Hana le dijo que no tenía que pedir permiso y Dáire le ayudó a subir. Dejando a Taehyung bajó la mirada fulminante de toda su familia.