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Jungkook se había retirado en cuanto todos terminaron el desayuno, Taehyung de nuevo lo ayudó a subir, pues el menor quería darse una ducha y lo acompañó a la habitación.
Daehyun, Yeonjun y Dáire aprovecharían ese tiempo a solas con el chico para preguntar-
— ¿Qué mierda pasa por tu cabeza? — Preguntó Yeonjun a penas bajó las escaleras, Daehyun le dio un golpe en el muslo mientras Dáire tapaba los oídos de Tzuyu.
— No me hables feo, Yeonjun. Recuerda que soy tu hermano mayor. — Le regañó, sentándose junto a los tres. — ¿De qué hablas, de todas formas?
— ¿Sana? ¿De nuevo? — Preguntó Dahyun con los manos sobre la poca barriga que se notaba. — Taehyungie, ¿Porqué?
— ¿Y qué pasa con el niño? Hasta Tzuyu sintió la tensión "romántica", si es que me entiendes. — Dáire le guiñó el ojo con complicidad. A Taehyung le agradaba, cuidaba a su hermana y a su sobrina. Además, era curioso escucharlo hablar en coreano sin perder el acento Irlandés.
— Sana... — Murmuró, dejándose caer en el respaldo del sillón y cruzando los brazos sobre su pecho. — Realmente, todo parte de Jungkook...
Y les terminó contando toda la historia, como se conocieron, como decidió ignorar sus sentimientos, su cobardía y el compromiso con Sana.
La similitud entre sus hermanos y sus amigos era que siempre que la cagaba, lo querían golpear. La diferencia, era que sus hermanos no se limitaban cuando él se pasaba de imbécil. Y esta vez, por supuesto que no fue la excepción.
Dáire nuevamente tapó los oidos y los ojitos de Tzuyu mientras Daehyun y Yeonjun golpeaban a su indefenso hermano mayor con los cojines de la sala.
— ¡Yah, me dolerá la cabeza! — Se quejó, sabía que lo merecía y también sabía que sus hermanos no se resistirían a golpearlo, pero ocupaba estar bien. — Sé que no he hecho nada bien, y les juro que ya entré en razón. Fui un cobarde y lo admito, pero ya estoy tratando de resolver las cosas.
— ¿Y qué harás? — Le preguntó Daehyun, realmente molesta. — Tú puedes dejar a Sana. De hecho, deberías de hacerlo porque sabes que esa relación, después de lo que ocurrió, no funcionará.
— Y aunque tu puedas dejarla, ¿Piensas que Jungkook seguirá interesado en ti? — Le preguntó Yeonjun, Taehyung agachó la cabeza.
— Sé que es poco probable que suceda después de todo. — Admitió con pesar. — Pero, al menos quiero intentarlo.
Daehyun suspiró, sabía que su hermano se sentía realmente mal. Se le veía tan desanimado cuando comenzó a decirles todo. Pero sus ojos brillaban al contarles pequeños detalles de Jungkook y sobre todo, la emoción con la que narró como se habían conocido y como su familia parecía quererlo.
— ¿Porqué no has ayudado a Jungkook como lo hiciste anoche? — Taehyung ladeó la cabeza sin entender. — Anoche lo llebaste de la mano, hoy, cuando subió a tu habitación a penas y lo tocaste, ¿Pelearon o algo?
— Oh... — Comprendió, rascó su nuca con nerviosismo y desvió la mirada. — Es solo que... Tzuyu... — Daehyun como un acto reflejo, miró a su hija. — Ya sabes, ella no sabe sobre esto, no quiero que se confunda, o que tú o Dáire se molesten por que yo-
— Alto. — Lo interrumpió Dáire repentinamente. — Taehyung, tu orientación no tiene nada de malo. Tzuyu es pequeña, si, pero de igual forma sabe lo que es el respeto. Ella tal vez no lo procese al cien por ciento, sin embargo, ella y todos aquí sabemos que no está mal que te gusten los hombres siendo uno. — Le explicó, Tzuyu los miró por unos segundos y volvió a si libreta donde estaba coloreando un perrito con todas sus crayolas. — Te amamos, Taehyung. Tzuyu te ama y por eso, te respetamos. Estamos orgullosos de ti, sin importar que.
Eran esos momentos en los que recordaba porque no odiaba a Dáire por robarle a su hermanita, esos momentos en los que comprendía que amaba a su familia.
— Lo sé, y no lo dudo, en serio. — Quiso aclarar. — Lo lamento, todo este asunto me ha tenido sobre pensando todo y yo solo... Ah, ya no se que pasa conmigo. — Se quejó en medio de una ligera risa, rascando su mejilla. — Invitaré a Jungkook a-
— ¿Taehyung? — El castaño se puso de pie de inmediato y corrió hacia las escaleras, el menor estaba en el segundo piso, a sólo unos pasos de los escalones, no lo pensó cuando corrió hasta arriba para tomarlo. — Lo siento, me da miedo bajar solo.
— No seas bobo, Kookie. No tienes que disculparte. — Tomó la mano del menor, entrelazando sus dedos y comenzó a bajar con cuidado.
— Suelo bajar las de mi casa solo, pero todo aquí es nuevo para mí. — Le explicó, Taehyung sonrió mirando donde pisaba el menor hasta que llegaron a la planta baja.
Sus hermanos y su cuñado le hicieron muchas señas extrañas.
— Oye, Jungkookie. ¿Te gustaría salir conmigo? — Dijo repentinamente, Jungkook abrió sus ojitos y parpadeó un par de veces.
— Uhm... Taehyung, yo-
— Si, se de lo que hablamos. Solo, puede ser como amigos. — Le aclaró. — Ya sabes, para que conozcas Daegu.
Todos en la sala estaban esperando por la respuesta de Taehyung, incluso sus padres iban saliendo de la cocina pero al notar el tenso ambiente en la sala, miraron a los chicos, esperando para ver lo que sucedía.
— Está bien, Taehyungie. — Aceptó con una sonrisa. — Salgamos juntos.
— A tío Tete le gusta Kookie~ — Canturrió Tzuyu, Jungkook rió con nervios, no había notado a los demás en la sala y el castaño le hizo señas a la niña para que dejara de decir esas cosas.
— ¿A dónde irán? — Preguntó Hana, viendo a su hijo con picardía.
— Pensé en llevarlo a Songhae Park, con este clima debe de ser agradable un picnic. — Jungkook asintió con ilusión, siempre había querido hacer algo así.
Hana rió con ternura al ver la ilusión en la cara de ambos, Taehyung le pidió un momento para ducharse y así saldrían en menos de media hora.
Jungkook se quedó en la sala, platicando con la familia de Taehyung para tratar de conectar más, le sorprendía lo amable y cálidos que eran todos, incluso Tzuyu lo había recibido con los brazos abiertos. Le gustaba como sus pequeñas manos acunaban su rostro y como dejaba besitos sobre sus mejillas cuando le hacía cumplidos por ser una niña tan educada.
Entre platicas con Daehyun y Dáire, le contaron que se habían conocido en Irlanda en un intercambio al que la chica había ido, eran jóvenes pero conectaron de inmediato. Se habían casado al año de noviazgo y pronto tuvieron a Tzuyu cuando Daehyun tenía a penas dieciocho años y Dáire veinte y ahora, nuevamente, estaban esperando a un bebé más, por lo que le dijeron, tenía ocho semanas y pronto podrían saber el sexo del niño.
Taehyung bajó mientras todos estaban riendo, al ver a Yeonjun con cara de molestia, supuso que Dáire estaba molestándolo y por eso reían.
— Oh~ tío tete guapo~ — La voz de Tzuyu los interrumpió, Taehyung picó su naricita con su dedo índice y después se acercó a Jungkook.
— ¿Estás listo? — Jungkook asintió con entusiasmo.
— En la cocina está una pequeña mochila, hay comida y bebidas para ambos y también una manta. — Le indicó Dohyun, para después aventarle unas llaves que Taehyung alcanzó sin problemas. — Si le haces algo a mi querido BMW, te olvidas del tuyo.
— Papá, no soy Yeonjun. — Bromeó el castaño, yendo a la cocina.
— Es verdad. — Le siguió el juego.
— ¡Ey!
Y nuevamente, todos estaban riéndose del menor, quien no tardó en unirse a las carcajadas. Su familia era su debilidad, la de todos los integrantes de hecho. No podían enojarse entre ellos y durar mucho tiempo así.
Jungkook comprendió de donde venía tanto amor que Taehyung cargaba y estaba dispuesto a demostrar. Le agradeció a él universo haberse topado con el y haberse integrando en tan lindo círculo como lo era la familia Kim.
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