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★33★

Sintió la espalda chocar contra la cama, sintiendo un escalofrío recorrer su cuerpo por completo al recibir las manos de Taehyung sobre su abdomen y cintura sin dejar el desordenado beso que no había parado ni por un segundo.

Abrió las piernas y el mayor de inmediato se acomodó entre ellas, dando con brusquedad una falsa embestida que lo hizo gemir, su pecho subía y bajaba con desesperación, tratando de recuperar el aire que sus pulmones tanto anhelaban para seguir con el trabajo.

Taehyung se separó de su rostro por el gemido que le había robado a Jungkook, estaba tan sonrojado y ya había un notorio problema en sus pantalones.

Bajó los besos por las mejillas, la línea de la mandíbula hasta llegar al cuello, tomándose ahí su tiempo para besar y morder, aguantando con todo su ser no dejar marcas para no causar inconvenientes.

— Taehyung~ — Lo llamó, arqueando la espalda con desesperación.

El mayor se sentó sobre la cama recargándose sobre la cabecera, guió a Jungkook hasta su regazo donde se sentó en su entrepierna. Una vez así, Taehyung desabrochó ambos pantalón sin llegar a más, solo bajándolos un poco hasta mostrar la delgada tela de la ropa interior de ambos. Quitó la camiseta de Jungkook y este comenzó con los movimientos sobre la hombría de Taehyung, quien apretó los ojos y llevó la boca al pecho del azabache, paseó sus labios desde los pezones hasta el estómago, hubiese ido más lejos pero la posición no le permitía mucho. Ahí si se atrevió a succionar un poco en medio del pecho.

Jungkook sentía deshacerse entre los brazos, toques y besos de Taehyung, tocaba los puntos exactos para hacerlo disfrutar y el castaño amaba lo sensible que era.

Taehyung por fin, tomó la erección del menor, quien de inmediato arqueó la espalda solo un poco, soltando un gemido necesitado, sin embargo, los movimientos del mayor se detuvieron abruptamente, Jungkook se molestó.

— ¿Porqué- — Taehyung lo detuvo, poniendo la mano sobre su boca.

— Es una mierda, hyung, esa loca nos quiere para modelar su ropa barata. — Escuchó la puerta principal ser cerrada y después las quejas de Changkyun.

— Carajo. — Murmuró, quitando al menor de encima suyo. — Jungkook, Changkyun y mis hyungs están abajo. — Le habló en un susurro, las mejillas del menor aún seguían rojas pero el color se intensificó con eso.

— ¿Q-Qué hago? — Se encogió, tratando de ocultarse entre las sábanas, sintiendo vergüenza de repente.

— ¿Taehyung-Ah? — Escuchó la voz de Yoongi llamarlo.

— Ya voy, hyung. — Gritó de vuelta. Arregló a Jungkook como pudo, peinando su cabello y acomodando su ropa de nuevo. — No te puedo dejar, ¿Y si te caes o algo? Eres muy inquieto, no creo que te quedes en la cama.

— Bueno... — Murmuró, Taehyung tenía razón. — ¿Qué les dirás?

— No sé, solo ven. Tampoco quiero ocultarte. — Murmuró.

Jungkook se puso de pie con cuidado y de inmediato sintió los dedos de Taehyung entrelazarse con los suyos y después lo guió por el lugar. Tenía que tener cuidado, subió ahí porque el mayor lo tenía cargando así que era la primera vez que caminaba por un nuevo lugar desconocido.

— Aquí comienzan las escaleras. — Murmuró, haciendo más fuerte el agarre entre sus manos y Jungkook usó la mano libre para sostenerse del barandal. — Con cuidado, despacio.

— Hyung, puedo sentir los escalones, no te preocupes tanto. — Le pidió con una sonrisa.

Los chicos en la planta baja escucharon varios murmullos provenientes de las escaleras, con confusión dirigieron la vista hacia ahí. Grande fue su sorpresa al ver a Jungkook junto a Taehyung.

Algo en eso, no les gustó nada.

— Listo. — Avisó al acabar las escaleras, soltó a Jungkook y con cuidado caminó hacia la sala. — Hola, hyungs. — Los saludó con una sonrisa, los mayores y Changkyun lo veían con una ceja alzada.

Cuando tomaban las misas poses y las mismas miradas asesinas, le daba miedo. Pero se contuvo a salir corriendo.

— Que gusto... Escucharlos de nuevo, hyungs. — Jin cambió su semblante, algo en Jungkook lo hacía ablandarse y quería llenarlo de abrazos y besos.

— ¿Cómo has estado, Kookie? — Le preguntó el mayor de todos, corriendo a su lado y apachurando sus mejillas.

— Taehyung-Ah, ¿Qué mierda haces? — Preguntó Yoongi repentinamente, esa pregunta era con dos sentidos, sin embargo, ya arreglarían la incertidumbre de ese momento después. — ¿Cómo que vamos a modelar la ropa fea de Sana? Yo no quiero.

— ¿Es necesario hablar de eso ahora? — Preguntó mirando de soslayo a Jungkook.

— Aunque no queramos hacerlo ahora, Changkyun nos dijo que esa sesión es mañana. — Contestó Namjoon, comprendiendo el mensaje de Taehyung. — ¿Quieres que lo hagamos? — Todos lo miraron, esperando una respuesta.

— No hace falta. — Murmuró, agachando la mirada. — No deben hacerlo si no quieren.

— Lo haremos. — Habló Changkyun, poniéndose de pie y caminando a la salida. — Mañana nos vemos, hyungs.

— ¿A dónde vas, Chang? — Le preguntó Taehyung con apuro, el menor se veía enojado.

— Me veré con Kihyun. — Le respondió sin mirarlo, poniendo sus zapatos de nuevo.

— Changkyun-Ah. — Lo llamó Jungkook, fue entonces que levantó la mirada para verlo. — Uhm... ¿Puedes llevarme a casa, por favor? — Taehyung alzó una ceja.

— Yo te puedo llevar, Jungkook. — El menor negó.

— No. Tus amigos están aquí, no puedes irte. — Le dijo.

— Está bien. Todavía tengo tiempo, de todos modos. — Aceptó Changkyun, el azabache le agradeció. — Vamos, Jungkook hyung.

— Nos vemos, hyungs. — Se despidió, poniéndose los tenis con rapidez, saliendo de ahí.

— Cuídalo, por favor, Changkyun. — El menor asintió.

— Siempre. — Taehyung le sonrió un poco más tranquilo. Amaba a su mejor amigo.

Ambos menores se fueron, Taehyung a penas volteó hacia sus amigos y de nuevo estaban juzgandolo con la mirada, suspiró rendido.

— ¿Qué hacían tú y Jungkook solos en tu habitación? — Preguntó SeokJin, de brazos cruzados. — Y no mientas, sabemos cuando lo haces.

— No es lo que creen, hyung. — Le respondió. — Solo estábamos hablando.

— Claro. — Interrumpió Yoongi, viéndolo con acusación. — Hablaron tanto que se les hincharon los labios, muy obvio.

Taehyung sabía que no podría ocultarlo por más tiempo, si no se habían dado cuenta, era porque los mayores no lo veían tan seguido y estaba seguro de que Changkyun sospechaba de algo y por eso estaba molesto con él.

Suspiró con pesadez a la vez que tapaba su rostro con las manos, pensando como diablos iba a explicar lo que pasaba entre ellos.

— ¿Qué pasa con ustedes dos, Taehyung? — Habló Namjoon, con duda pero con seriedad palpante.

Y el castaño no tuvo más opción que, confesarles todo.

Desde el día que le avisó a Jungkook que estaba comprometido y el menor le pidió ser escogido hasta ese día, que se había escapado de sus parejas para poder estar juntos, evitando algunos detalles que no valía la pena mencionar, o más bien, por temas de privacidad.

Seokjin fue el primer en querer aventarse encima del chico, pero ahí estaba Namjoon, para anivelar las emociones de sus dos hyungs y que nadie saliera herido, aunque en esta ocasión, el también tenía algo de ganas de aunque sea darle un pequeño pellizco.

Por que el chico la estaba cagando, y en grande. Básicamente, tenía a Jungkook de plato de segunda mesa, todos los del círculo sabían de los sentimientos del azabache, y solo los cercanos de Taehyung, los de él. Sin embargo, Jimin y Hoseok no, por lo tanto estaban seguros de que, los dos chicos lo terminarían golpeando tarde o temprano. Y tal vez ellos los dejarían.

— ¿Qué hay con lo de Sana? — Preguntó Namjoon, no queriendo seguir hablando del tema. — ¿Dónde serán las sesiones?

— En la universidad. — Le respondió, rascando su nuca sin poder verlos. — Después de clases, ella nos maquillará ahí.

— Está bien. — Aceptó Yoongi, poniéndose de pie. — Entonces, mañana nos vemos. — Y se dirigió a la puerta, Jin y Namjoon lo siguieron de cerca.

— Hyungs. — Los tres voltearon para mirar a Taehyung. — Les agradezco que hagan esto por mí, y... — Suspiró, atreviéndose a mirarlos. — Y prometo mejorar.

Los chicos le sonrieron levemente, lo que el ánimo de cada uno se lo permitió. Se despidieron y dejaron el hogar de Taehyung. En ese momento, recibió un mensaje de Changkyun avisándole que acababa de dejar a Jungkook sano y salvo en su hogar.

Sonrió, Jungkook realmente lo hacía feliz. Y sabía, muy en el fondo, que el chico no merecía lo poco que le ofrecía, él merecía algo real, estable y duradero, sin ocultarse hasta del sol.

Jungkook merecía... A alguien, tal vez, como Wooseok.

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