★30★
Taehyung logró escapar de Sana y su familia por un rato, desde que aparecieron que Ibuki lo tenía estrechando manos de un montón de señores que no conocía de nada y necesitaba ver caras conocidas.
Desde que tuvieron esa ridícula entrada que buscó entre la gente a sus amigos, los vio de inmediato y se sintió un poco relajado, eso hasta que vio a cierto pelinegro junto a un idiota.
No sabe como, pero logró evitar rodar los ojos.
Caminó entre toda la gente con una copa de champagne, dando leves asentimientos cuando alguien le felicitaba por el compromiso, la música cambió de un momento a otro a un ritmo más lento y todos comenzaron a dispersarse a la pista de baile, pudiendo caminar por fin con tranquilidad.
Sus amigos lo vieron acercándose a ellos, le sonrieron levemente y lo abrazaron los tres juntos, dejándolo justo en medio de ellos.
— No se si decirlo, pero lo diré. — Taehyung sonrió un poco ante la voz tranquila de Seokjin. — Felicidades por el compromiso. — El castaño agachó la cabeza.
Namjoon suspiró y lo abrazó por los hombros, era obvio que Taehyung aún no entendía lo que estaba haciendo y no importaba cuántas veces tratara de hacerlo entender, el menor lo tenía que entender por su propia cuenta.
Solo esperaban que no tardara mucho tiempo.
— Gracias, hyung. Gracias por venir. — Agradeció sonriendo y viendo a sus amigos al rededor, sin embargo, frunció el ceño. — ¿Y Yoongi hyung?
— Oh, esta bailando con Jimin. — Apuntó Changkyun, Taehyung sonrió con una ceja alzada.
— Eso quiero verlo. — Sus amigos rieron un poco.
Taehyung volteó, quedando en medio de los tres chicos y buscó entre todas las parejas a su hyung, en cuanto lo vio, notó que Yoongi se veía realmente relajado, balanceándose de una lado a otro con el cuerpo de Jimin entre sus brazos, el rubio, estaba recostado sobre el hombro de su pareja, sus ojos denotaban un brillo curioso mientras miraba, aparentemente, en algún punto perdido del salón.
Una sonrisa escapó de los labios de Jimin, Taehyung, curioso por saber el porqué, siguió la vista del chico, topándose con una escena no muy linda para sus ojos.
Jungkook estaba pegado a Wooseok, el chico lo estaba mirando con tanto anhelo, apretando la cintura del menor con amor y posesión, el azabache tenía la cara levantada mientras hablaba sin eliminar ni por un momento la sonrisa, entendía porque Wooseok parecía derretirse en cualquier momento.
Eso no fue lo peor para Taehyung, lo peor fue ver, casi en cámara lenta, como Wooseok se acercó al rostro contrario, como Jungkook ladeó la cabeza y como ambos se hundieron en un beso tierno y relajado.
No pudo evitarlo, sus ojos se hinundaron en lágrimas, Changkyun notó el cuerpo tenso al lado de él y de inmediato se preocupó. Bastó un instante para comprender lo que le pasaba.
Changkyun se puso frente a él para tapar la escena que lastimaba el corazón de su amigo, acunó el rostro contrario y lo miró fijamente para que Taehyung lograra salir de su tormentosa mente y pensamientos, funcionando un minuto después. Parpadeó repetidas veces para dispersar las lágrimas, sin embargo, se abrazó a Changkyun, escondiendo su rostro en el cuello del chico.
Era un total imbécil, estaba llorando por otra persona en su fiesta de compromiso, compromiso que él mismo formó sin obligación de nada ni nadie. No quería ver a Sana, no podría ni sabría que decirle para explicarle su llanto, si algo sabía, era que no podía ocultarle nada a la chica, lo conocía tan bien como sus amigos y percibía las mentiras que llegaba a decir al segundo.
— Vamos, hay que sacarlo de aquí. — Escuchó a Namjoon y sintió el asentimiento de Changkyun.
Respiró hondo y limpió las lágrimas en la playera del menor, se enderezó sin levantar la cabeza y caminó en dirección a donde sus amigos lo estaban guiando, realmente no sabía a donde, iba mirando el piso como si fuera lo más interesante de la noche.
Entraron a un lugar obscuro hasta que alguien encendió la luz y escuchó la puerta ser cerrada.
— Taehyung, sabes que puedes llorar todo lo que quieras con nosotros, pero no es el lugar para hacerlo. — Le dijo Jin con angustia, abrazándolo.
— Yo ni siquiera quería una puta fiesta de compromiso. — Habló con la voz entrecortada, sintiendo los ojos humedecer de nuevo. — Tampoco estoy seguro de querer un compromiso, ni de querer a...
Apretó la mandíbula, no, no podía arrepentirse ahora, ya era tarde, Jungkook estaba siendo feliz con alguien más ahora, no podía llegar y lastimarlo.
— te estás dañando, Taehyung. — Le habló Namjoon. — Deja de pensar estupideces, vamos.
— No tienes nada claro ahora, Tae. — Ahora miró a Changkyun. — Y aún tienes tiempo para pensar en todo esto.
— ¿Dónde están tus padres? — Preguntó Jin, Taehyung negó.
— Ellos se fueron a Daegu después de la cena donde le pedí a Sana casarnos. — Los chicos fruncieron el ceño, mirándose entre ellos. — Yo no sabía de esta fiesta hasta que Sana invitó a... Jungkook y sus amigos. — Y a su novio, pero ese detalle estaba de más justo ahora.
Era extraño, claro que lo era, sin embargo no iban a agobiar a Taehyung justo ahora con eso. Esperaron pacientemente a que el chico se relajara para poder volver, llevaban tal vez veinte minutos y Taehyung sabía que tenía que salir ya, sería sospechoso que notaran todo el tiempo que llevaba desaparecido.
Dejó salir un último suspiro y se paró, asintió en dirección a los chicos y salió de la pequeña oficina.
El bullicio sonó de nuevo al rededor de él, su sonrisa se extendió también y ahora parecía ser el hombre más feliz del mundo.
Una mierda, el teatrito no le duró ni dos minutos cuando vio exactamente la misma escena que lo había puesto mal hace media hora.
Solo que esta vez, se tragó la tristeza y dejó salir el enojo.
Se acercó a grandes sancadas hasta la parejita que ahora estaba hablando y riendo, Jungkook frunció el ceño al sentir un aroma desconocido cerca de ellos y se apegó más a Wooseok, quien veía al recién llegado con el ceño fruncido.
— Lo lamento, ocupo hablar con él. — Sin más explicación, tomó la muñeca de Jungkook y lo arrastró lejos, ignorando los llamados de Wooseok.
Jungkook se asustó, no entendió lo que el chico dijo y no saber quien era, el aroma era desconocido, sin embargo, el tacto... lo conocía. Esos largos dedos rodeando su muñeca y después su mano, si, eso no era desconocido.
— ¿Taehyung? — Habló al aire al escuchar una puerta ser abierta. — ¿Eres tú?
— ¡¿Qué mierda, Jeon?! — Preguntó con la voz alzada, sin llegar a gritarle. — ¡Un día tengo que salvarte de ese imbécil y ahora lo besas como sin nada! ¡¿Qué carajos pasa contigo?! — El menor frunció el ceño con molestia.
— No tengo porque darte putas cuentas, Taehyung. — Le respondió con calma, cruzando los brazos sobre su pecho. — Y tampoco te debería importar a quien beso, en todo caso, fíjate en lo que hace tu preciosa prometida si quieres cuestionar las acciones de alguien.
Taehyung solo se enfadó más, se acercó peligrosamente a Jungkook y este caminó hacia atrás, hasta que chocó con una superficie dura y ya no tuvo a donde ir.
— Me importan una mierda los demás, Jeon. Entiende eso. — Susurró a milímetros del rostro del menor. — Y tú, no puedes ir besando al que se te pegue en gana, ¿Sabes porque? — El menor comenzó a sentirse nervioso, el mayor jamás le había hablado de ese modo y se sentí intimidado. — Porqué tus labios, son míos.
— D-Déjame ya, Taehyung... — Pidió, echando su cuerpo hacia atrás, volviendo a chocar, solo que esta vez acabó sentado en lo que sintió como una mesa tal vez un escritorio. El mayor sonrió.
— Oh Kookie, aún no te toco y ya estas temblando. — Susurró, metiéndose entre las piernas del menor. Deleitándose con el sonrojo que apareció en su rostro. — Él no te pone así, y yo lo logro con palabras, ¿Crees que estás en el lugar correcto? ¿Uhm?
Posó las manos sobre la cintura de Jungkook, remplazando los toques de Wooseok y lo apretó con firmeza, pegando sus pechos y analizando su rostro, apartó unos mechones rebeldes de su frente y bajó los dedos hasta rozar sus labios, Jungkook se sintió derretirse en ese instante y boqueó con la respiración agitada.
— Taehyung... — Lo llamó en medio de un suspiró, tratando de empujar su cuerpo hacia adelante.
El mayor bufó una risa y decidió no ser malo en ese momento.
Juntó sus labios por fin con movimientos desesperados, erráticos. Los chasquidos y el choque de los dientes hinundaron la sala por completo. Taehyung pasó las manos de la cintura hasta los muslos, apretando con deseo y la imágen de aquella mañana en la que lo vio en su habitación con sólo una playera, hicieron que sintiera un choque de electricidad en todo su cuerpo.
Apretó con fuerza toda la extensión hasta la cadera, apretando con la misma intensidad, su lengua se encontró con la de Jungkook y él menor soltó un exquisito gemido, estaba disfrutando de las manos expertas de Taehyung pasearse por su cuerpo y de sus labios hambrientos.
Estaba mal, lo sabía, pero ¿Qué no era eso lo que buscaba? Jungkook había decidido volver loco a Taehyung, y lo estaba logrando, pero justo en ese momento, eran los dos los que estaban enloqueciendo por completo. Y por una mierda que lo estaban disfrutando.
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