★24★
Taehyung se quedó congelado en la entrada de la universidad, eran las seis treinta de la mañana y ahí estaban Yoongi, Namjoon y Seokjin, Changkyun no se sorprendió al verlos ahí, sabía que algo así pasaría para poder interrogar a su amigo.
Al ser casi la hora de entrada, ya había muchos alumnos más al rededor, todos soltando suspiros por los graduados que estaban ahí, ¡Esas eran formas de empezar un día! Ver caras hermosas y conocidas.
Si seguían yendo de ese modo, las generaciones nuevas también se enamoraría de esos cinco chicos.
— ¿Buenos días? — Saludó Taehyung, mirándolos con los ojos entrecerrados.
Seokjin y Yoongi rodaron los ojos, se acercaron a él y lo arrastraron a la cafetería para poder hablar sin que las personas los interrumpieran cada cinco minutos. Se sentaron en la mesa que siempre solían ocupar cuando estaban los cinco en la universidad, Changkyun pidió el desayuno para sus hyungs, sabía que de ahí se irían directo a sus trabajos y no podían irse con el estómago vacío.
Al ser muy temprano, eran muy pocas las personas en el lugar, pero así era mejor.
— ¿Qué hacen todos aquí? ¿No tienen trabajo? — Preguntó, confundido y distraído.
— Yo voy saliendo del hospital. — Taehyung lo miró con enfado. — Estoy bien, necesitamos hablar contigo. Dinos como estas, estamos preocupados.
— ¿Qué pasó ayer con tus padres y los de la vieja bruja? — Preguntó Yoongi, directo. Taehyung sonrió con tristeza.
— Hyung, no le hables así a mi prometida.
Todos esperaban cualquier cosa, que todo había salido bien, que había salido mal, que se había peleado con el padre de Sana, incluso que se había peleado con Sana en medio de todos.
Pero jamás, nunca les pasó por la mente que su compromiso se reanudaría.
No, conocían a los señores Kim. No eran esos padres que arreglaran matrimonios por su propio beneficio. Eso había sido, totalmente, decisión de Taehyung, pero ¿Porqué?
No querían perder la calma, tampoco regañar al chico porque, habló con una tristeza y confusión inundando sus ojos, sabían que Taehyung no estaba bien incluso desde antes de que Sana volviera.
Entendían que la mente de Taehyung era un caos, no sabía que sentía por Jungkook y cuando logró aclararlo, no se sentía capaz de estar con él. De repente, Sana aparece de nuevo, la chica por la que Taehyung se volvió loco en su momento. En ese tiempo, todos estaban feliz por su pequeño, pero claro, no contaban con la traición de Sana.
No era que la chica les agradaba desde un principio, la aceptaron, claro, pero solo porque veían la felicidad que causaba en Taehyung, pensaban que lo cuidaría.
Gran error, se arrepienten de haberle permitido dañarlo.
— ¿Cómo que prometida, Taehyung? — Namjoon fue el único capaz de preguntar. — ¿Tú y ella...? — El menor asintió con la vista perdida, Namjoon suspiró. — ¿Te obligaron? — Está vez, negó con la cabeza.
— Mis papás no me obligarían, fue una decisión completamente mía. — Eso en definitiva, solo les preocupó más. — Los sentimientos no desaparecen de un día o otro. Ella y yo... Si no la hubiera descubierto, ahora mismo llevaríamos dos años de casados. La amo, eso nunca cambió.
— ¿Y Jungkook? — Changkyun no lo soportó más, estaba enfadado, pero se mantenía a raya. — Tú lo dijiste, los sentimientos no desaparecen de un día a otro. — Taehyung agachó la cabeza.
— El interés si, es tan fácil que desaparezca. — ¿Qué le ocurría? ¿Cómo podía decir eso de forma tan fría? Aunque sabían que estaba mintiendo en todo, porque no era capaz de mirar a ninguno a los ojos. Su teléfono sonó, anunciando un mensaje de Sana. — Me tengo que ir, ella llegó.
Todos se pusieron de pie, Taehyung salió casi corriendo de ahí para evitar que le dijeran algo más.
— ¡Cariño! — Taehyung le sonrió a penas un poco, recibiendo el beso que Sana dejó sobre sus labios sin mucha emoción. — ¿Me acompañas al edificio?
Taehyung solo asintió, quitándole la mochila que tenía para llevarla él mismo. Sana no tardó en entrelazar su mano a la de su prometido y comenzar su camino.
En cuanto la dejó, él camino hasta su propio salón sin muchos ánimos, la mano entrelazada de Sana le hizo sentir el anillo que él le acababa de dar el día anterior. La sensación de él metal rozando sus dedos permaneció en él hasta finalizar las clases que, para su sorpresa, acabaron en un suspiro.
— Taehyung. — La voz de Changkyun lo hizo despertar, miró a su al rededor, seguía en su salón y ya estaba vacío.
Agitó la cabeza y guardó con rapidez sus cosas para salir, tenía que despertar, tenía que aceptar lo que había hecho y dejar todo atrás.
Changkyun rodeó su brazo por el cuello del mayor, solo que esta vez lo hacía más para transmitir apoyo y no solo por la costumbre de siempre caminar así. Taehyung lo sabía, notaba la preocupación en todos sus amigos y era algo más por lo que sentirse mal.
Como siempre, se quedaron en la entrada para esperar a Sana de nuevo, solo que de nuevo, un llamado logró distraerlo por primera vez en todo el día.
— Taehyung-Ah. — La voz de Jungkook era tan seria, estaba enojado. — ¿Dejarás de evitarme ya o sigo persiguiéndote?
Sana los miró con el ceño fruncido, ¿Porqué ese chico siempre estaba con Taehyung? ¿Porqué parecía que Taehyung era débil cuando estaba cerca? ¿Quién era?
— Sana, vamos. — Jungkook empujó su mejilla interna con la lengua, levantó un poco la mano y pudo tomar la muñeca del mayor, quiso bajar a su mano, pero, estaba ocupada sujetando a alguien más.
— No voy a permitir que sigas evitándome, Kim Taehyung. — Habló con firmeza, el mayor pasó saliva. — No lo merezco, siempre he sido honesto contigo y quiero que también lo seas conmigo.
— Cariño, ¿Quién es él? — Preguntó Sana, ya algo molesta por él chico.
Taehyung soltó lentamente la mano de Sana y tomó la de Jungkook, sin quitarle la mirada de encima. El menor se puso algo nervioso.
— Sana ve a casa, tengo que hablar con él. Dales a tus padres mis disculpas. — Le pidió sin despegar la mirada de Jungkook.
Sana no fue capaz de decir más nada, solo se fue de ahí sin mirar a ninguno de los dos.
Taehyung no soltó a Jungkook, lo llevó hasta su auto para poder ir al parque cerca de la casa del menor. Al llegar se sentaron sobre una banca alejada de las pocas personas ahí.
— Supongo que, quieres hablar del beso. — Comenzó Taehyung con seriedad, Jungkook asintió.
— Sobre todo, en realidad. Tus coqueteos, nuestras salidas... Quiero saber a donde estamos yendo.
A dónde estábamos yendo. Pensó Taehyung, su corazón dolió con el solo pensamiento.
— Entiendo... — Murmuró el mayor, agachando la mirada. — Jungkook, lo lamento. — Fue ahora el corazón del menor el que dolió con esas simples palabras. — Yo... Estaba ebrio, jamás quise confundirte ni jugar contigo, mucho menos con tus sentimientos. Pero quiero que sepas que yo... Estoy comprometido.
Jungkook volteó la mirada hacia el lado contrario de donde estaba Taehyung al sentir que sus lágrimas caerían sin importar cuanto lo evitara, los limpió con brusquedad y lo volteó a ver de nuevo.
— Mientes. — Murmuró, Taehyung lo miró algo confundido. — Me estás mintiendo, joder.
— No lo hago, Jungkook.
— Claro que lo haces! — Le habló un poco más fuerte. — Tú y yo conectamos, Taehyung, y lo sabes perfectamente. El único confundido aquí, eres tú.
— Jungkook, me voy a casar. — El menor mordió su mejilla interna, no era necesario decirlo de nuevo.
— No se que haya pasado con ella para romper una vez el compromiso, Taehyung. — Él mayor se sorprendió un poco, pero suponía que había visto todas las noticias. — Y no se que haya pasado para volver a reanudarlo pero, ¿Estás seguro? Tú y yo... Comenzábamos a tener algo más...
— Lo lamento, yo no-
— ¡Deja de negarlo! — Lo interrumpió comenzando a enojarse. — ¡¿Porqué tuvo que aparecer?! ¡Si no estuviera aquí, tú y yo hubiéramos podido avanzar! — No aguantó más, las lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas, Taehyung apretó los puños para evitar abrazarlo.
— Jungkook, debes de entenderme.
El menor se quedó callado por un momento, controló su llanto y después respiró hondo. Una idea cruzó por su mente y el desespero le gritó que lo hiciera.
Por suerte, logró tomar a Taehyung de la camisa y lo acercó hasta rozar sus labios, él mayor no fue capaz de alejarse, lo quería, lo necesitaba tanto como Jungkook. Sus manos pararon en la cintura del menor y no esperó más.
Juntó sus labios en un beso apresurado, ansioso y desesperado, las lágrimas de ambos acabando por entrometerse. Gritándose en ser escogido y ser comprendido.
Taehyung no tardó en meterse sin permiso en la cavidad bucal de Jungkook, quien no rechistó para aceptar, jugando torpemente con sus lenguas.
Se separaron lentamente, estaban hechos un desastre. La cara empapada en lágrimas y tristeza y los labios hinchados.
Taehyung no comentó nada, se levantó de ahí con Jungkook de la mano y lo ayudó a subir al auto de nuevo. Condució hasta la casa del menor, el camino fue tan silencioso. Los hipidos de Jungkook pararon al casi llegar a su casa.
— Lo lamento. — Murmuró el mayor al estacionar fuera de su casa. Jungkook suspiró con frustración.
— Deja de decir eso. — Le pidió. — No se porque lo haces de todos modos, ¿Por romper tu promesa de no lastimarme o por no elegirme a mí? — Taehyung estaba anonadado, Jungkook jamás le había hablado así y su rostro ya no expresaba nada. — Como sea no tienes que darme explicaciones. Somos amigos, ¿No? — Y de nuevo, sus facciones cambiaron de nuevo para regalarle una enorme sonrisa, rozando la realidad en el sentimiento.
Se despidió y salió de auto sin darle tiempo a Taehyung para hablar más y se adentró a su casa. Estaba destruido, quería llorar, romper todo. Necesitaba dejar de sentirse así. Ahora era la furia y el coraje lo único que gritaba en su interior y estaba de acuerdo con esos sentimientos. Haría a Taehyung volverse loco.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro