★12★
Taehyung no sabía muy bien cómo actuar, tenía muy presentes las palabras de Yoongi y Changkyun, sin embargo... Había algo diferente en esa situación.
No comprendía el que, pero, era un avance sentir algo distinto ahora. Sólo que no sabía si era bueno o malo.
— ¿Tú hermano ya se fue? — Le preguntó sin despejar la vista del camino, Jungkook asintió con un puchero.
— Está mañana. — Contestó en voz baja, Taehyung lo miró por un segundo con el ceño fruncido.
— ¿Y porqué no fuiste a despedirlo?
— No me gusta hacer eso. Ni siquiera puedo verlo irse de igual forma, para mi, se va cuando su perfume desaparece de casa, no cuando se va de la ciudad. — Le respondió restándole importancia. — Para mí, las personas no se van cuando dejan de estar cerca, Taehyung.
El mayor solo comprendió y siguió conduciendo, Jungkook era alguien fuerte, aun así, reconoció la tristeza en sus palabras. Probablemente, era más fácil despedirse de ese modo. El aroma de alguien en casa pero sin escucharlo o tocarlo... Debe ser difícil.
— ¿Qué hay de ti? — Jungkook lo sacó de sus pensamientos. — Le dijiste a mi mamá que tu familia vivía en Daegu, ¿Los extrañas? — Taehyung rió poquito.
— Lo hago. Los extraño mucho todos los días.
— Debe ser difícil, hyung. — Volteó el rostro a donde percibía la voz del mayor. — Yo extraño a una persona, ¿Pero tú? Extrañas a dos o tres.
— A cuatro, en realidad. — Le aclaró. — Mis padres, mi hermana y mi princesa. — Jungkook frunció el ceño.
— ¿Quién es su princesa?
Taehyung rió un poco al recordar el pequeño y bello rostro de su sobrina, corriendo de un lado a otro con el vestido de alguna princesa, llena de stickers y con el cabello decorado con pequeñas pinzas en diferentes formas.
Ya necesesitaba verla.
— Es mi sobrina. — Le respondió. — Es una niña preciosa.
— Oh, que lindo. ¿Le gustan los niños, hyung?
— Creo que son los seres más puros e inocentes en el mundo. — Le respondió con una sonrisa. — Unos ángeles como ellos no deberían enfermar, sufrir o sentirse tristes. Así es como pierden la inocencia de a poco. Es un cambio difícil de vivir y ver.
— Lo entiendo. — Claro que lo hacía, de niño vivía en los hospitales. — ¿Quiere tener hijos, hyung?
— Claro, todos los que pueda. — Jungkook rió. — ¿Y tú?
— Uhm... — Dudó en su respuesta. — Yo... Yo no sería un buen padre, hyung.
— ¿Porqué no?
— ¿De verdad lo preguntas? — Cuestionó alzando una ceja. — No podría ayudar a un niño como se debe de hacer. La mayor responsabilidad de crianza quedaría en mi pareja y, eventualmente, mis hijos acabarán cuidando de un anciano y ciego padre. No creo que alguien merezca eso.
— Jungkookie, ¿Quieres tener hijos? — Preguntó nuevamente, Jungkook apretó los labios.
— Me encantaría, hyung. — Murmuró, sintiéndose sonrojar al escuchar la risa nasal del mayor.
— Serías un padre fabuloso, Kook. — El menor sonrió. — Sé que lograrás serlo, tú discapacidad no te hace menos capaz. Te lo has demostrado a ti mismo y a todos nosotros. Tu fortaleza será un gran ejemplo para tus hijos y para cualquier otro. Eres incluso más capaz que cualquiera que goce de sus cinco sentidos, Jungkook, te lo digo yo.
— ¿Lo crees de verdad, hyung?
— No. — Respondió aparcando el coche fuera de la casa del menor. — Estoy seguro, Kook.
Taehyung bajó del coche y corrió al lado del copiloto para ayudar a Jungkook a bajar, el menor rió al sentir el tiento con el que Taehyung lo ayudaba. Recuerda el día que se conocieron, lo hizo tomarlo del brazo y caminaba a velocidad tortuga embarazada con tres patas, le advertía de cada borde en el suelo y hasta pateaba las piedras que se le atravesaban en el camino. Y para bajar del coche, puso su mano sobre su cabeza para que no se golpeara, ¡Jungkook sabía perfectamente como bajar de un auto y salir ileso!
Normalmente, esos comportamientos son los que odia que tenga su familia hacia él, sin embargo, sabía que Taehyung se estaba adaptando a su condición e independencia, no se enojaría con él, le enseñaría que puede hacer todo por él mismo.
Aunque era extraño, Taehyung le acababa de decir que es muy capaz y el lo sabía, pero seguía ayudándolo en todo. Tal vez lo hacía por mera caballerosidad.
¿Porqué sentía sus orejas arder con ese pensamiento?
— Hyung. — Le habló en cuanto estuvo fuera del auto. — Gracias por ayudarme, pero puedo salir solo sin perder alguna de mis cinco extremidades. — Le aclaró con burla, Taehyung carraspeó.
Jungkook no se ha percatado pero, sus rostros estaban algo cerca. Taehyung eliminó cualquier timidez en el y sonrió con coquetería sin separarse ni un poco.
— Oh Kookie, lo hago porque soy un caballero. — Fue entonces que Jungkook sintió la cercanía, sus mejillas ardieron y ladeó su rostro.
— V-Vamos, hyung. A mi mamá le agradará verte.
Taehyung ni siquiera pudo reír cuando, una vez más, las palabras de Yoongi resonaron en cada rincón de su mente.
Chasqueó la lengua y simplemente alcanzó al menor.
— ¡Taehyung, que lindo verte aquí! — El menor le sonrió con gusto a la mayor. — Pensé que ya te habías olvidado de nosotros.
— Mamá, solo pasaron dos días.
— Dos días sin Taehyung son dos años. — Ambos jóvenes no evitaron reír, pasando a la sala de la casa.
Jiyu no esperó en invitar a comer a Taehyung, pero se negó porque tenía que irse a hacer tarea.
Pero, algo le cruzó por la mente...
— Jiyu. — La llamó frente a la puerta, la mujer y Jungkook prestaron atención. — El viernes en la noche iré con unos amigos a un club social. — Por no querer decir antro de mala muerte. — Si invito a Jungkook, ¿Lo dejaría ir? Yoongi hyung invitará a Jimin y yo lo cuidaré. Vendría por él y lo dejaría a la hora que me indique.
— ¡Claro que si! — ¿Cómo se negaría? Taehyung le puso todo en bandeja de plata. — Bueno, si Jungkook quiere, claro. — Ambos miraron al menor, él solo ladeó la cabeza.
Jimin no le había comentado nada sobre eso, sin mencionar que jamás había ido a un lugar como ese, ¿Sería prudente? Bueno, Taehyung dijo que lo cuidaría, era mayor de edad y ya tenía el permiso de su madre, solo debía evitar beber porque no era bueno en eso y no separarse de sus amigos. Así todo estaría bien.
— ¿Puedo invitar a Hobi hyung? — Solo por si acaso.
— Claro, Jungkook. Todos tus amigos, son mis amigos. — Entonces el menor asintió.
— Está bien. — Jiyu no pudo evitar soltar un chillido de felicidad.
¡Su pequeño saldría! Le estuvo pidiendo que se diviertiera tantas veces y todas las negaba o solo le respondía "Después lo hago" y eso nunca pasaba.
Estaba agradecida con Taehyung, Jungkook estaba siendo más social y ahora hasta saldría un fin de semana.
Taehyung se despidió, Jiyu salió para despedirlo y vio el lindo auto que tenía, entró de nuevo a casa, sorprendida.
— ¿Era el auto de Taehyung? — Le preguntó a Jungkook, el solo se hundió de hombros.
— Creo que si. Venía contándome el martirio que vivió desde que lo metió al taller. — Jungkook sonrió ante el recuerdo de la voz alegre del chico, Jiyu alzó una ceja. — Está feliz de tenerlo de nuevo, ¿Porqué preguntas?
— ¡Porqué es un maldito BMW! — Le dijo con emoción. — ¿A qué se dedica su familia? ¿Taehyung trabaja?
— Mamá, no seas metiche. — Cortó la conversación y se fue a su habitación para poder hablar con Taehyung por teléfono.
— Oh, tengo que comprarle ropa linda para su primer salida~
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro